martes, 1 de marzo de 2022

Miércoles 02 de Marzo de 2022

 Miércoles de Ceniza

 

“¡PODEMOS CAMBIAR!”

Con el recuerdo aun presente de la cuarentena del COVID-19, que puso en confinamiento a todo el planeta y desató una crisis global sin precedentes, que evidenció la fragilidad de un modelo social y económico insostenible, por atentar contra la vida de las personas y el planeta, iniciamos hoy nuevamente otra Cuarentena, que nos invita a volver a una práctica religiosa con corazón y desde el corazón, que no se queda en apariencias o intimismos estériles, y que vaya más allá de las acciones cultuales y religiosas, que satisfacen nuestros egos e inclinaciones personales, pero no comprometen la vida en una auténtica justicia que transforma la realidad tan sufrida de nuestros pueblos. Iluminadas desde la Palabra, la oración, el ayuno y la limosna cuaresmales, han de ayudarnos a salir de nosotros mismos, poniéndonos en camino hacia el prójimo herido, como Iglesia samaritana y en salida, humanizándonos y, de paso, como Jesús, humanizando la religión y la vida.  Aceptemos este desafío el día de hoy.

 

PRIMERA LECTURA

JOEL 2,12-18

 

“Rasgad los corazones y no las vestiduras”

 

"Ahora -oráculo del Señor- convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones y no las vestiduras; convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad; y se arrepiente de las amenazas." Quizá se arrepienta y nos deje todavía su bendición, la ofrenda, la libación para el Señor, vuestro Dios.

Tocad la trompeta en Sión, proclamad el ayuno, convocad la reunión. Congregad al pueblo, santificad la asamblea, reunid a los ancianos. Congregad a muchachos y niños de pecho. Salga el esposo de la alcoba, la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan: "Perdona, Señor, a tu pueblo; no entregues tu heredad al oprobio, no la dominen los gentiles; no se diga entre las naciones: ¿Dónde estáe su Dios? El Señor tenga celos por su tierra, y perdone a su pueblo."  Palabra de Dios

 

REFLEXIÓN

 

Hoy es Miércoles de Ceniza, empieza la Cuaresma tiempo para disponer nuestro corazón, empezamos un camino  que nos llevar  luego a celebrar la Pascua  y  hoy las lecturas nos invitan a hacerlo  a través  del l ayuno, la oración y la limosna. El profeta Joel  nos enseñan que la cuaresma empieza siempre en lo profundo de la conciencia de cada uno, con su voz profética quiere despertar la conciencia del pueblo, y la nuestra. Joel nos da claves de sorprendente actualidad para reformar nuestra vida en la dirección de Dios.

El profeta nos exhorta: "Desgarren los corazones". Ante todo, un corazón desgarrado es un corazón ABIERTO. Cerramos el corazón cuando no queremos escuchar; lo cerramos cuando no queremos sentir; lo clausuramos cuando preferimos no compadecernos de nadie si no es de nosotros mismos; lo sellamos a fuego cuando pretendemos que podemos resolverlo todo y que no hace falta un Dios en nuestra vida. Un corazón cerrado es un sepulcro. Abrir el corazón es dejarlo respirar, dejarlo escuchar, dejarlo sentir y es la invitación que nos hace el Señor hoy.

 

SALMO RESPONSORIAL: 50

R. / Misericordia, Señor: hemos pecado.

 

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,

por tu inmensa compasión borra mi culpa;

lava del todo mi delito,

limpia mi pecado. R.

 

Pues yo reconozco mi culpa,

tengo siempre presente mi pecado:

contra ti, contra ti sólo pequé,

cometí la maldad que aborreces. R.

 

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,

renuévame por dentro con espíritu firme;

no me arrojes lejos de tu rostro,

no me quites tu santo espíritu. R.

 

Devuélveme la alegría de tu salvación,

afiánzame con espíritu generoso.

Señor, me abrirás los labios,

y mi boca proclamará tu alabanza. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este Salmo  -designado tradicionalmente con el nombre de Miserere- es la súplica penitencial por excelencia. El salmista es consciente de su profunda miseria y experimenta la necesidad de una total transformación interior, para no dejarse arrastrar por su tendencia al pecado. Por eso, además de reconocer sus faltas y de implorar el perdón divino, suplica al Señor que lo renueve íntegramente, “creando” en su interior “un corazón puro”

 

 

SEGUNDA LECTURA

2CORINTIOS 5,20-6,2

 

“Reconciliaos con Dios; ahora es tiempo favorable”

 

Hermanos: Nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo os exhortara por nuestro medio. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios. Secundando su obra, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios, porque él dice: "En tiempo favorable te escuché, en día de salvación vine en tu ayuda"; pues mirad, ahora es tiempo favorable, ahora es día de salvación. Palabra del Señor

 

REFLEXIÓN

A la vista de estos llamados de la gracia en la voz de Nuestro Señor y de sus profetas entendemos la expresión apremiante de San Pablo en la segunda lectura de hoy: " ¡En nombre de Cristo les suplicamos que se dejen reconciliar con Dios!". Esta época, esta cuaresma, es "un tiempo favorable". Lo mejor que podía sucedernos quiere sucedernos. Dios quiere llegar a nuestra vida y reconstruirla. Dios sabe quiénes somos; conoce lo escondido, y así como somos nos acepta; aunque no para dejarnos cuales somos sino para hacernos cada vez más imagen y semejanza suya. Este es el tono sereno y profundo de gozo que se esconde detrás de la penitencia que hoy empezamos.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 6,1-6.16-18

 

“Tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará”

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.  Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga.  Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará." Palabra del Señor

 

REFLEXIÓN

Reflexionemos profundamente el tiempo que empezamos hoy con el Miércoles de Ceniza: la Cuaresma, considerado también  «un tiempo fuerte», un tiempo con su peculiaridad propia, con su sentido de preparación de la Pascua.  Hagámoslo con la frase común al colocarnos la ceniza: “Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás”, frase que nos recuerda, según el Génesis, que Dios creó al ser humano de dos materias primas, barro y Espíritu. El barro simboliza fragilidad humana y el Espíritu la fuerza o soplo divino. Barro (cuerpo) y Espíritu son como nuestros pies para caminar con seguridad y firmeza. Ambos los debemos cuidar con esmero.  Tenemos  cuarenta días para repensar nuestra viva y buscar una verdadera conversión, que es volver a Dios y a los hermanos. Días de preparación para celebrar la gran fiesta de Pascua, el triunfo de la vida sobre la muerte.

Mateo hoy  con el evangelio nos propone trabajar tres obras de misericordia, la limosna, la oración y el ayuno.  Pero pareciera que para Jesús,  los signos externos no tienen ningún sentido si no nacen del corazón, de una “recta intención”, de una auténtica actitud de conversión, de un compromiso real con el Reino de Dios,  de lo contrario, estarán cubiertas de hipocresía y soberbia, perdiendo su sentido a los ojos de Dios.  Estas tres obras deben estar íntimamente conectados con un compromiso de vida que contribuya a transformar el ambiente en que vivimos. La solidaridad, la justicia, la honradez y la apuesta por la paz son la expresión de una auténtica conversión que nace de lo profundo del ser humano. Probemos vivir una buena Cuaresma y seguro no nos  arrepentiremos.

ORACIÓN

Señor, tú que lo ves  y conoces todo,  sondea nuestro corazón y la intención de nuestros actos. En este tiempo de Cuaresma que iniciamos hoy llévanos a descubrir en la discreción y el anonimato el sentido de hacer el bien sin buscar el reconocimiento de los demás, sino la alegría de servir. Que en este tiempo de cuaresma rumbo hacia la pascua con tu ayuda podamos tener una conversión sincera. Amén

 

“Cuaresma es tiempo de cambio, no la dejemos pasar en vano, detengámonos lo suficiente para reconciliarnos con Dios y pactar conversión de vida”

 


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