“ESTE ES EL REINO QUE DIOS QUIERE”
PRIMERA LECTURA
LEVÍTICO 19,1-2.11-18
“Juzga con justicia a tu conciudadano”
El Señor habló a Moisés: "Habla a la asamblea de los hijos de
Israel y diles: "Seréis santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy
santo. No robaréis ni defraudaréis ni engañaréis a ninguno de vuestro pueblo.
No juraréis en falso por mi nombre, profanando el nombre de Dios. Yo soy el
Señor. No explotarás a tu prójimo ni lo expropiarás. No dormirá contigo hasta
el día siguiente el jornal del obrero. No maldecirás al sordo ni pondrás
tropiezos al ciego. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.
No daréis sentencias injustas. No serás parcial ni por favorecer al
pobre ni por honrar al rico. Juzga con justicia a tu conciudadano. No andarás
con cuentos de aquí para allá, ni declararás en falso contra la vida de tu
prójimo. Yo soy el Señor. No odiarás de corazón a tu hermano. Reprenderás a tu
pariente, para que no cargues tú con su pecado. No te vengarás ni guardarás
rencor a tus parientes, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el
Señor." Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Hoy queremos destacar un hecho: la fuerza positiva de un buen
"no". Alguien dijo que el hombre es el único ser que tiene la
facultad de decirse "no" a sí mismo. Los animales o las plantas
obedecen a sus ciclos y a sus estímulos. Comen, beben, duermen o se aparean
según esas reglas internas que no quebrantan ni pueden quebrantar. Sólo el ser
humano puede sentir el deseo, tener la oportunidad de realizarlo y sin embargo
decirse "no". El "no", aunque es por definición una
negación, tiene también un aspecto positivo. Decirse que no es un modo de
disponer de sí mismo, de adueñarse de la propia vida. El que quiere dormir y hacer
pereza toda una mañana pero se dice que "no" crea una disciplina, y
con ella un hábito. Fortalecido por ese hábito llega a dominar un arte,
aprender un idioma, lograr interpretar un difícil instrumento musical... ¡todo
nace de un "no" dicho con amorosa constancia!
También las sociedades necesitan aprender a decirse "no" ante
ciertas prácticas que destruirían su propio tejido. Los grupos humanos que se
abstienen de los caminos fáciles pero degradantes del robo, el adulterio o el
soborno institucionalizado. Ese "no" como esfuerzo colectivo brinda
también un precioso fruto colectivo que puede medirse en términos de paz,
progreso, seguridad, confianza mutua, actitud creativa y gozo compartido. Así
entendemos la fuerza de amor que tienen los preceptos de Dios: cada cosa que
nos ha ordenado es para nuestro bien.
SALMO RESPONSORIAL: 18
R. / Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R.
Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R.
La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R.
Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia
el meditar de mi corazón,
Señor, roca mía, redentor mío. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este salmo hace la alabanza de la revelación de Dios, primero en las
obras de la creación y luego en la Ley, para terminar con una humilde oración.
La revelación de Dios tiene su punto culminante en Jesús, Palabra definitiva de
Dios, camino, verdad y vida.
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 25,31-46
“Cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos,
conmigo lo hicisteis”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuando venga en su
gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono
de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos
de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a
su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su
derecha: "Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado
para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de
comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve
desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a
verme." Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos
con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos
forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o
en la cárcel y fuimos a verte?" Y el rey les dirá: "Os aseguro que
cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo
hicisteis."
Y entonces dirá a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos,
id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y
no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no
me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no
me visitasteis." Entonces también éstos contestarán: "Señor, ¿cuándo
te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel,
y no te asistimos?" Y él replicará: "Os aseguro que cada vez que no
lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis
conmigo." Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida
eterna." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Seguir a Jesús es una experiencia que no es devocional, ni sentimental,
ni intelectual. La experiencia de estar adherido a Jesús de Nazaret y a su obra
ha de expresarse de manera concreta en la vida. Tiene que ser una experiencia
existencial. Es la experiencia vital y la realidad relacional la que hace que
el cristiano visibilice, en la historia, la experiencia de Jesús de Nazaret. El
llamado de Jesús es a que el seguidor de su causa responda con generosidad y
decisión a los males que acarrean esta historia y que deshumanización a los
hijos e hijas de Dios. El hambre, la sed, la migración, la desnudez y la
enfermedad son realidades que claman al cielo y que piden de manera efectiva la
misericordia y la bondad de los creyentes en la persona de Jesús. La
experiencia de la cuaresma, en la que nos encontramos, debe despertar la bondad
y el amor sin límites del discípulo de Jesús. No olvidemos que “el que no ama
no conoce a Dios, porque Dios es amor” (1 Jn 4,8)
ORACIÓN
Tu Palabra, Señor, es eterna, no cambia, es la verdad verdadera y ella
nos invita a caminar por sendas de justicia y paz, libera nuestro corazón, de
toda envidia, odio y violencia, aparta nuestros pasos de la mentira y el
egoísmo, queremos aprender de Ti a vivir el amor, la misericordia, la
generosidad, para con los más necesitados. Amén
“Impide entrar al Reino de Dios
nuestras prácticas de no acoger al prójimo que sufre”
Bendecido Día por favor ayúdenme a darle Infinitas Gracias al Señor Todopoderoso por el gran favor que nos hizo, al permitir que mi hijo Daniel Andrade Prada pasara a la Universidad Distrital, gracias Bendiciones Infinitas un abrazo Fraterno
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