“EN BUSCA DE SEÑALES”
PRIMERA LECTURA
SANTIAGO 1,1-11
“Al ponerse a prueba vuestra fe, os dará constancia, y seréis perfectos
e íntegros”
Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce
tribus dispersas. Hermanos míos, teneos por muy dichosos cuando os veáis
asediados por toda clase de pruebas. Sabed que, al ponerse a prueba vuestra fe,
os dará constancia. Y si la constancia llega hasta el final, seréis perfectos e
íntegros, sin falta alguna.
En caso de que alguno de vosotros se vea falto de sabiduría, que se la
pida a Dios. Dios da generosamente y sin echar en cara, y él se la dará. Pero
tiene que pedir con fe, sin titubear lo más mínimo, porque quien titubea se
parece al oleaje del mar sacudido y agitado por el viento. Un individuo así no
se piense que va a recibir nada del Señor; no sabe lo que quiere y no sigue
rumbo fijo.
El hermano de condición humilde esté orgulloso de su alta dignidad, y el
rico, de su pobre condición, pues pasará como la flor del campo: sale el sol y
con su ardor seca la hierba, cae la flor, y su bello aspecto perece; así se
marchitará también el rico en sus empresas. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Esta Carta de Santiago puede considerarse como una colección de
enseñanzas sobre diversos aspectos prácticos de la vida cristiana.
Es el escrito del Nuevo Testamento que muestra mayor semejanza con las
enseñanzas de los sabios del Antiguo Testamento, la así llamada literatura
sapiencial. El tema de la sabiduría aparece en varios lugares de la carta. Esta
sabiduría, como se entiende en la Biblia, no se refiere tanto a los
conocimientos científicos sobre el mundo, ni es principalmente una teoría sobre
Dios o sobre el hombre, sino que es saber ordenar toda la vida humana según la
voluntad de Dios, es el arte de saber vivir rectamente.
La carta hace referencia a Jesucristo, pero no desarrolla otros temas
característicos de la predicación cristiana primitiva, como el de su muerte y
resurrección. Se insiste, en cambio, en la necesidad de poner en práctica el
mensaje recibido, en mostrar la fe con los hechos, en soportar las pruebas, y
en dominar la lengua.
SALMO RESPONSORIAL: 118
R. / Cuando me alcance tu compasión, viviré, Señor.
Antes de sufrir, yo andaba extraviado,
pero ahora me ajusto a tu promesa. R.
Tú eres bueno y haces el bien;
instrúyeme en tus leyes. R.
Me estuvo bien el sufrir,
así aprendí tus mandamientos. R.
Más estimo yo los preceptos de tu boca
que miles de monedas de oro y plata. R.
Reconozco, Señor, que tus mandamientos son justos,
que con razón me hiciste sufrir. R.
Que tu bondad me consuele,
según la promesa hecha a tu siervo. R.
LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 8,11-13
¿Por qué esta generación reclama un signo?
En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir
con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo. Jesús dio un
profundo suspiro y dijo: "¿Por qué esta generación reclama un signo? Os
aseguro que no se le dará un signo a esta generación." Los dejó, se
embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Nuestra vida de fe está llena de
signos y puestas a prueba. Un signo eminente en todo creyente es “el amor.”
Pero no el tipo de amor, ideológico, comercial o de propaganda que nos vende el
mercado consumista. Para Jesús, la base fundamental del “amor” se encuentra en
“los gestos” a favor de la vida vulnerable: empobrecidos, mujeres, enfermos,
pecadores. Gestos de vida desde los cuales Jesús critica la ceguera y la
astucia de los fariseos, y a sus mismos discípulos, ante la petición de señales
del cielo: «a esta generación no se le dará ninguna señal». Los que no somos
capaces de ver la manifestación del amor de Dios en acciones pequeñas,
acomodamos la fe a nuestro antojo mientras la vida del planeta y la nuestra
corre peligro. La Buena Nueva de Jesús se encarna si somos capaces de
contribuir en procesos de dignificación y liberación de vidas. ¿Podemos recordar los gestos de amor que Jesús ha
tenido con nosotros? ¿Qué podemos hacer en correspondencia al amor recibido?
ORACIÓN
Ayúdanos, Señor Jesús, a proclamar con orgullo que somos tus
seguidores(as), testigos(as) y anunciadores(as) del evangelio de la Vida,
comprometidos(as) en dar razón de nuestra esperanza y motivados(as) a un amor
total por Ti, que fuiste levantado en la cruz y resucitaste y nos resucitas
también a nosotros. Amén
“Seguimos
pidiendo señales porque no hemos atendido a los muchos modos como Dios se ha
manifestado ante nuestros ojos”
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