“CONFRONTADOS CON EL QUERER DE DIOS”
PRIMERA LECTURA
SANTIAGO 4,13-17
¿Qué es vuestra vida? Debéis decir así: "Si el Señor lo
quiere"
Queridos hermanos: Vosotros decís: "Mañana o pasado iremos a esa
ciudad y pasaremos allí el año negociando y ganando dinero". Y ni siquiera
sabéis qué pasará mañana. Pues, ¿qué es vuestra vida? Una nube que aparece un
momento y en seguida desaparece. Debéis decir así: "Si el Señor lo quiere
y vivimos, haremos esto o lo otro." En vez de eso, no paráis de hacer
grandes proyectos, fanfarroneando; y toda jactancia de ese estilo es mala cosa.
Al fin y al cabo, quien conoce el bien que debe hacer y no lo hace es culpable.
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
En la primera lectura de hoy el apóstol Santiago toma una frase que
fácilmente sería suscrita por mucha gente. Refiriéndose a la transitoriedad de
la existencia humana escribe: "¿Qué es vuestra vida? Una nube que aparece
un momento y en seguida desaparece..." Mucha gente siente eso. Sienten que
sus vidas son dolorosamente efímeras y contingentes. Algunos o muchos de ellos
sacan la conclusión de que su existencia es de poco o ningún valor.
Quedan dos caminos: uno puede decir que la vida es breve y frágil, y de
ahí deducir que "es una pasión inútil," como escribieron los
existencialistas ateos del siglo XX; o uno puede decir que la vida es frágil y
breve y que por eso la mayor prueba de amor es que el Dios que es eterno y
fuerte se haya ocupado de nosotros.
Por otro lado miremos, como los pequeños descubren la Providencia. No veremos
a ningún bebé desesperado por su pequeñez, ya se hable de su reducido tamaño,
cortedad de fuerzas, escasez de conocimientos o mínima experiencia de la vida.
Los bebés no se desesperan porque saben de quién lo esperan todo.
En la misma línea va la actitud que un cristiano obediente a la
enseñanza del apóstol Santiago ha de tomar. La clave al decir: "Si Dios
quiere" es estar interiormente seguros que coincidir con la voluntad del
que más nos ama es lo mejor que nos puede pasar.
SALMO RESPONSORIAL: 48
R. / Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de
los cielos.
Oíd esto, todas las naciones;
escuchadlo, habitantes del orbe:
plebeyos y nobles, ricos y pobres. R.
¿Por qué habré de temer los días aciagos,
cuando me cerquen y acechen los malvados,
que confían en su opulencia
y se jactan de sus inmensas riquezas? R.
¿Si nadie puede salvarse
ni dar a Dios un rescate?
Es tan caro el rescate de la vida,
que nunca les bastará
para vivir perpetuamente
sin bajar a la fosa. R.
Mirad: los sabios mueren,
lo mismo que perecen los ignorantes y necios,
y legan sus riquezas a extraños. R.
OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Reflexión a la manera de los sabios de Israel. Las riquezas no pueden
garantizar a los hombres la inmortalidad y a verdadera felicidad. El amor de
Dios es el único que puede librar de la muerte. La certeza de que el amor de
Dios no es vencido por la muerte se hace más plena con la esperanza de la
participación en la victoria de Cristo sobre la muerte.
LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 9,38-40
“El que no está contra nosotros está a favor nuestro”
En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: "Maestro, hemos visto a uno que
echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de
los nuestros." Jesús respondió: "No se lo impidáis, porque uno que
hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está
contra nosotros está a favor nuestro." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Como personas, nos encasillamos en normas o
parámetros que nos impiden abrirnos al Espíritu. También como cristianos
sentimos envidia, somos egoístas y nos enojamos porque otros acogen la vida y
le dan un sentido distinto; caemos en la tentación de realizar la misión de
Dios como un espacio cerrado o una forma de sentirnos privilegiados,
creyéndonos dueños de Dios y de la verdad. A pesar de esto, el Espíritu de Dios
llega para no ser encasillado bajo estructuras religiosas. Jesús les dice a los
discípulos «no se lo impidan» (Mc 9,39), reconociendo que el Espíritu se
manifiesta e ilumina a personas que, desde su experiencia y condición, optan
por un mundo más humano, y no bajo criterios propiamente religiosos.
Reconozcamos con humildad que no siempre nuestros planes y proyectos responden
al querer de Dios. Evangelizar no es forzar a otros a que cumplan mandamientos;
es más bien dar espacio a la gracia para que transforme y regenere la vida. ¿Descubrimos la bondad de Dios fuera de la
Iglesia?
ORACIÓN
Bendito Señor, ayúdanos a vivir
la vida con la certeza de que aunque las cosas puedan estar en nuestras manos
resolverlas, solo depende de ti. Ayúdanos para no caer en esta sociedad que solo busca
el placer, el goce y el menor esfuerzo, para que estemos únicamente de tu
parte, haciendo lo que nos corresponde según tu parecer que es sabio y basado
en el servicio desinteresado desde el amor. Oramos, damos gracias y bendecimos la vida de Juan José Suavita en su cumpleaños. Amén
“Lo propio del evangelizador es ofrecer el mensaje;
no creerse dueño de él”
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