“LA INJUSTICIA NO SE QUEDA IMPUNE ANTE DIOS”
PRIMERA LECTURA
SANTIAGO 5,1-6
“El jornal defraudado a los obreros está clamando contra vosotros, y su
clamor ha llegado hasta el oído del Señor”
Ahora, vosotros, los ricos, llorad y lamentaos por las desgracias que os
han tocado. Vuestra riqueza está corrompida y vuestros vestidos están
apolillados. Vuestro oro y vuestra plata están herrumbrados, y esa herrumbre
será un testimonio contra vosotros y devorará vuestra carne como el fuego.
¡Habéis amontonado riqueza, precisamente ahora, en el tiempo final!
El jornal defraudado a los obreros que han cosechado vuestros campos
está clamando contra vosotros; y los gritos de los segadores han llegado hasta
el oído del Señor de los ejércitos. Habéis vivido en este mundo con lujo y
entregados al placer. Os habéis cebado para el día de la matanza. Condenasteis
y matasteis al justo; él no os resiste. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Con una inspiración semejante a la de los antiguos profetas cuando
atacaban la injusticia de los ricos, Santiago se vuelve ahora contra aquellos
que se aferran de un modo culpable a sus bienes hasta el extremo de no pagar
debidamente a sus obreros y de oprimir, por añadidura, a las personas menos
afortunadas que ellos. Santiago adopta contra estos ricos el estilo de las
invectivas empleado por los profetas.
Comienza invitándoles a llorar a gritos: tan enormes son las desgracias
que les amenazan. Sin duda se vale de este género de amenazas para tratar de
mover a unos corazones tan endurecidos ( Am 8, 3).
Por lo demás, el castigo es inminente. Santiago lo describe valiéndose
de verbos en perfecto: el mal ha comenzado ya y solo quedan los ricos para que
no haya lugar a dudas de que el castigo se cierne sobre ellos. El oro comido
por el orín y la podredumbre de las riquezas llegarán a sus detentadores como
un fuego devorador.
El pecado de esos ricos consiste en no pagar a sus obreros, a pesar de
los insistentes reproches de la ley (Lev 19, 13; Dt 24, 15) y de los profetas
(Mal 3, 5; Eclo 31, 4). Este procedimiento era, en aquella época, uno de los
medios más rápidos de enriquecimiento, y los procesos permitían las más de las
veces, gracias al procedimiento judicial y a la venalidad de los jueces,
desposeer al justo y al inocente en provecho de los grandes terratenientes (la
viña de Nabot, 1 Re 21). Santiago no teme lanzar sus duras palabras contra los
ricos.
Esta misma disposición de espíritu podemos encontrarla en el tercer
evangelio (Lc 6, 24; 12,). Como los ricos de nuestro tiempo no han cambiado
sustancialmente su actitud y las riquezas se edifican, ahora como siempre,
sobre las espaldas de los pobres, las frases de Santiago conservan todavía su
razón de ser. Pero ¿quién se preocupa, sin temer las consecuencias, de
proclamarlas? ¿Es que, acaso, no hay ricos en el pueblo de Dios para que la
audacia profética de Santiago no encuentre en él un lugar absolutamente
necesario?
SALMO RESPONSORIAL: 48
R. / Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de
los cielos.
Éste es el camino de los confiados,
el destino de los hombres satisfechos:
son un rebaño para el abismo,
la muerte es su pastor. R.
Y bajan derechos a la tumba;
se desvanece su figura,
y el abismo es su casa.
Pero a mí, Dios me salva,
me saca de las garras del abismo
y me lleva consigo. R.
No te preocupes si se enriquece un hombre
y aumenta el fasto de su casa:
cuando muera, no se llevará nada,
su fasto no bajará con él. R.
Aunque en vida se felicitaba:
"Ponderan lo bien que lo pasas",
irá a reunirse con sus antepasados,
que no verán nunca la luz. R.
LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 9,41-50
“Más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al
infierno”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "El que os dé a beber
un vaso de agua, porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin
recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le
valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar.
Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir
con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga. Y, si tu pie te hace
caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos
pies al infierno. Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar
tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos al infierno, donde
el gusano no muere y el fuego no se apaga.
Todos serán salados a fuego. Buena es la sal; pero si la sal se vuelve
sosa, ¿con qué la sazonaréis? Que no falte entre vosotros la sal, y vivid en
paz unos con otros." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El encuentro con Jesús marca el camino de quienes se
atreven a seguirlo. El evangelio nos advierte que lo contrario a su proyecto no
sólo hace más vulnerable la vida, sino que roba esperanzas de futuro. Hoy, la
palabra nos pide no escandalizar a los pequeños, en quienes él se hace
presente. Una vida más sencilla y sin apegos ha de ser el camino de los
discípulos del Reino; necesitamos ser más humanos y no poner obstáculos para
que otros caigan. Jesús nos invita a renunciar y arrancar de raíz todos
aquellos males que nos llevan por caminos errados, convirtiéndonos en
anti-testimonio y piedra de escándalo. Se trata de asumir nuestra misión y
compromiso cristiano implicándonos en las causas a favor de la vida y en
aquellas que luchan por la justicia. En un mundo en el que hay tantos
sinsabores, estamos llamados a ser sal sanadora. ¿Acaso optamos por el bien o dejamos que el mal se apodere de nuestras
vidas? ¿Qué podemos hacer para llenarnos de positivismo y esperanza?
ORACIÓN
Señor, es evidente que este mundo se mueve en medo de la injusticia de
los opresores en contra de los más desprotegidos. Sabemos que escuchas el
clamor que hacemos a Ti y llegará el momento en que colocaras los
medios para hacer justicia y a que los responsables asuman sus cargos. Amén
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