domingo, 1 de agosto de 2021

Sábado 28 de Agosto de 2021

 

“TRABAJA TUS TALENTOS”

 

PRIMERA LECTURA

1TESALONICENSES 4,9-11

 

“Dios mismo os ha enseñado a amaros los unos a los otros”

 

Hermanos: Acerca del amor fraterno no hace falta que os escriba, porque Dios mismo os ha enseñado a amaros los unos a los otros. Como ya lo hacéis con todos los hermanos de Macedonia. Hermanos, os exhortamos a seguir progresando: esforzaos por mantener la calma, ocupándoos de vuestros propios asuntos y trabajando con vuestras propias manos, como os lo tenemos mandado. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Dos rostros grandes y elocuentes de la vida cristiana dominan el breve texto de la primera lectura de hoy: el amor y la paz. Son como complementarios, porque donde hay en verdad el amor, no faltará la paz, y donde hay profunda paz, habita siempre el amor.

Interesante, por destacar brevemente un punto, aquello que Pablo propone, con tanto sentido humano, como camino y lenguaje para la paz: que cada uno se ocupe de sus asuntos, que cada uno trabaje con sus manos. Todo indica que la primera fuente de los conflictos es que uno descuida sus tareas por criticar las del vecino.

 

SALMO RESPONSORIAL: 97

R./ El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.

 

Cantad al Señor un cántico nuevo,

porque ha hecho maravillas:

su diestra le ha dado la victoria,

su santo brazo. R.

 

Retumbe el mar y cuanto contiene,

la tierra y cuantos la habitan;

aplaudan los ríos, aclamen los montes. R.

 

Al Señor, que llega para regir la tierra.

Regirá el orbe con justicia

y los pueblos con rectitud. R.

OREMOS CON EL SALMO

Este Salmo es un himno de alabanza al Señor, que estableció su trono en Sión para revelarse como Rey justo y poderoso. La benevolencia y la justicia con que el Señor gobierna a su Pueblo se manifiesta en la figuras de Moisés, Aarón y Samuel. El despliegue del poder salvador de Dios llega a su punto culminante en la encarnación de su Hijo y su victoria frente a la muerte.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 25,14-30

 

“Has sido fiel en lo poco, pasa al banquete de tu señor”

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: "Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.

Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: "Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco." Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor." Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: "Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos." Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor." Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo: "Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo." El señor le respondió: "Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes." Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

El Señor nos ha revestido con un “capital divino” (bolsas de oro), según nuestras capacidades, para hacerlo producir hasta que el Señor nos pida cuentas del uso que hayamos hecho de ello. Debemos recordar que no somos dueños de nuestra vida sino sólo administradores de sus dones. Los frutos que demos en la vida revelan nuestros dones. Por esta razón, aquellos talentos que nos rehusamos a desarrollar o “enterrar” y no dan fruto no los merecemos, porque ocultarlos es como insultar o reírse de quien nos los dio. Es claro que, enterrarlos por pereza o apatía, es una traición a la confianza que el Señor, dador de todos los dones, ha puesto en nosotros. La justicia exige que aquellos dones sean dados a otros que cumplan con la intención del donante. Dios nos ha dado muchos dones para que construyamos con ellos el Reino. Dios espera frutos no apariencias. ¿Cuáles son nuestros dones, los conocemos, y los ponemos a trabajar?

 ORACIÓN

Gracias Señor, por este nuevo día, gracias por el reposo y descanso que nos has dado en la noche anterior. Gracias y Bendito seas por cada uno de los regalos o talentos que nos has dado. Además de tu propia vida, tu Palabra, tu familia (Comunidad-Iglesia), gracias por tu solidaridad para con todos nosotros, todos los que nos reconocemos  necesitados, pobres y enfermos. Multiplica, Buen Dios, según tu generosidad estos talentos; capacitándonos cada vez más y usándonos en el servicio a nuestros hermanos en el trabajo de tu Reino. Oramos, damos gracias y bendecimos la vida de Miriam Riveros en su cumpleaños. Amén.

“Jesucristo, Maestro y Pedagogo, nos enseña a aprovechar los dones de Dios sin comparar”


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