“LO
IMPORTANTE ES SABERSE GOBERNADO POR DIOS”
PRIMERA LECTURA
JUECES 9,6-15
“Pedisteis un rey, siendo así que el Señor es vuestro rey”
En aquellos días, los de Siquén y todos los de El Terraplén se reunieron
para proclamar rey a Abimelec, junto a la encina de Siquén. En cuanto se enteró
Yotán, fue y, en pie sobre la cumbre del monte Garizín, les gritó a voz en
cuello: "¡Oídme, vecinos de Siquén, así Dios os escuche! Una vez fueron
los árboles a elegirse rey, y dijeron al olivo: "Sé nuestro rey."
Pero dijo el olivo: "¿Y voy a dejar mi aceite, con el que engordan dioses
y hombres, para ir a mecerme sobre los árboles?" Entonces dijeron a la
higuera: "Ven a ser nuestro rey." Pero dijo la higuera: "¿Y voy
a dejar mi dulce fruto sabroso, para ir a mecerme sobre los árboles?"
Entonces dijeron a la vid: "Ven a ser nuestro rey." Pero dijo la vid:
"¿Y voy a dejar mi mosto, que alegra a dioses y hombres, para ir a mecerme
sobre los árboles?" Entonces dijeron a la zarza: "Ven a ser nuestro
rey." Y les dijo la zarza: "Si de veras queréis ungirme rey vuestro,
venid a cobijaros bajo mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore a
los cedros del Líbano." Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
La pregunta ofende en un mundo ávido de poder. Es en cambio pertinente
en el contexto de un pueblo elegido sin merecerlo y amado más allá de sus
rebeldías, como es el caso con el pueblo de Israel. Un pueblo amado y
bendecido; un pueblo desagradecido y rebelde. ¿Para qué ser rey en un pueblo
así?. En cierto modo este es el enfoque que nos presenta, con pintoresco ropaje
literario, la primera lectura de hoy: ¿es que acaso es DESEABLE reinar? Los
distintos personajes —árboles, en este caso—caricaturizan las mentiras que nos
decimos para hacer deseable el poder.
El olivo representa el engaño de quien deja el espacio en donde es útil
para ser presuntuosamente inútil. La higuera hace el papel de quien deja de ser
grato para cargarse con la antipatía del que se levanta sobre todos. La vid
representa el que pierde el sentido de la gratuidad y la alegría por
embriagarse en la codicia de dominar a otros. Por otro lado, está la zarza.
Carece de la utilidad del olivo, la dulzura de la higuera y la alegría de la
vid. No es realmente provechosa ni amable, y lo que ofrece, su sombra, es más
una burla que otra cosa. Sólo una cosa tiene clara esta zarza: su orgullo. Si
es que están tratando de burlarse, ya tiene preparado su fuego para acabar
hasta con los cedros del Líbano. Un mensaje que debiéramos escuchar todos.
SALMO RESPONSORIAL: 20
R./ Señor, el rey se alegra por tu fuerza.
Señor, el rey se alegra por tu fuerza,
¡y cuánto goza con tu victoria!
Le has concedido el deseo de su corazón,
no le has negado lo que pedían sus labios. R.
Te adelantaste a bendecirlo con el éxito,
y has puesto en su cabeza
una corona de oro fino.
Te pidió vida, y se la has concedido,
años que se prolongan sin término. R.
Tu victoria ha engrandecido su fama,
lo has vestido de honor y de majestad.
Le concedes bendiciones incesantes,
lo colmas de gozo en tu presencia. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este Salmo contiene acción de gracias por las victorias que Dios
ha concedido al rey en su lucha contra diversos enemigos; la presencia del
Señor se manifestó en medio de la tormenta. Expresión de confianza en la futura
ayuda del Señor. Hoy también estamos en lucha con el mal, con la muerte y Dios
es el único que puede iluminar nuestras tinieblas.|
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 20,1-16
¿Vas a tener tú envidia porque soy yo bueno?
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: "El
reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a
contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario
por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros
que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: "Id también vosotros a mi
viña, y os pagaré lo debido." Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía
y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros,
parados, y les dijo: "¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin
trabajar?" Le respondieron: "Nadie nos ha contratado." Él les
dijo: "Id también vosotros a mi viña."
Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: "Llama a los
jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los
primeros." Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno.
Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también
recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo:
"Estos últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a
nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno." Él replicó a
uno de ellos: "Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en
un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es
que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener
tú envidia porque yo soy bueno?" Así, los últimos serán los primeros y los
primeros los últimos." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Sin duda alguna,
lo más importante de esta parábola es que, en el Reino las bendiciones y
recompensas se reciben por la bondad y el amor de Dios y no según el mérito
propio o el tiempo de servicio. En el Reino no hay lugar para la envidia y la
codicia. El resentimiento, por la bondad y generosidad de alguien, es una de
las peores actitudes humanas, sin embargo es frecuente en nuestro entorno.
Dios siempre va
en busca de todos, llama a todos, a cualquier hora, siempre quiere dar y acoge
a los que encuentra. Jesús, con esta parábola da golpe de gracia al concepto
que no sólo los fariseos y escribas tenían sino también muchos de nosotros
sobre Dios y su retribución. Jesús se ha hecho nuestro “pan de cada día”, se
ofrece a todos sin discriminación de edad, condición social o nivel de
santidad. Él se da, para que también nosotros aprendamos a darnos a los demás
generosamente. ¿Ante Dios te sientes con más derechos que otros?
ORACIÓN
Clamamos hoy a ti Señor, para que dirijas nuestras acciones, para que
ellas se ajusten a tu modelo de amor misericordioso. Ayúdanos a descubrir que
el verdadero sentido de la vida que trae como consecuencia la verdadera
felicidad es el servicio generoso a los demás. Haz que seamos honestos en
nuestras diferentes relaciones con todos los que nos rodean, en la familia,
trabajo, estudio y comunidad. Amén.
“Dios empezó a bendecirnos desde el momento
en que nos llamó a existir y aumentó esa bendición desde el momento en
que nos llamó para ser colaboradores de su viña”
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