domingo, 1 de agosto de 2021

Domingo 29 de Agosto de 2021

 


“LA PALABRA DE DIOS LO ES TODO EN NUESTRA VIDA”

 

 

PRIMERA LECTURA

DEUTERONOMIO 4, 1-2. 6-8

 

“No añadáis nada a lo que os mando. . ., así cumpliréis los preceptos del Señor”

 

Moisés habló al pueblo, diciendo: - "Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os mando cumplir. Así viviréis y entraréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar. No añadáis nada a lo que os mando ni suprimáis nada; así cumpliréis los preceptos del Señor, vuestro Dios, que yo os mando hoy. Ponedlos por obra, que ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan noticia de todos ellos, dirán: "Cierto que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente." Y, en efecto, ¿hay alguna nación tan grande que tenga los dioses tan cerca como lo está el Señor Dios de nosotros, siempre que lo invocamos? Y, ¿cuál es la gran nación, cuyos mandatos y decretos sean tan justos como toda esta ley que hoy os doy?" Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

En esta primera lectura del libro del Deuteronomio nos permite reconocer que el pueblo de Israel es privilegiado, en tanto que ha sido depositario de las normas de vida que Dios ha constituido. Nosotros también formamos parte de la Iglesia de ese nuevo pueblo de Dios, nuestra norma o ley mayor es el mandamiento del amor. Y bien del amor incondicional tenemos la certeza de entrar en la tierra prometida, que ya no es un lugar geográfico, sino que es la morada eterna de Dios. Cuando en Jesús y su Palabra, proyecto de vida, vamos encontrando internamente, paz, armonía y sentido verdadero a nuestra vida. Este mandato es el criterio de sabiduría por el cual nosotros desde el amor de Dios nos regimos para alcanzar la verdadera felicidad. Esta ley o norma del Deuteronomio será la sabiduría e inteligencia que guiará al pueblo hacia un buen camino.   

 

SALMO RESPONSORIAL: 14

R./Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?

 

El que procede honradamente

y practica la justicia,

el que tiene intenciones leales

y no calumnia con su lengua. R.

 

El que no hace mal a su prójimo

ni difama al vecino,

el que considera despreciable al impío

y honra a los que temen al Señor. R.

 

El que no presta dinero a usura

ni acepta soborno contra el inocente

El que así obra nunca fallará. R

 

OREMOS CON EL SALMO

 

El salmo recalca la necesidad de unir el culto a Dios con la vida intachable. El Salmo nos recuerda  que no son los muchos ornamentos de las celebraciones lo que nos eleva a Dios, sino la justicia, la honestidad, la recta intención y el respeto. Anunciar la justicia y vivirla en el día a día, constituye la exigencia fundamental judeocristianas, y en eso coinciden con tantas otras Escrituras de otras religiones.  Los rituales, las prescripciones, las ceremonias... pueden ayudar a continuar por el camino de Dios, pero no pueden sustituirlo. Por esta razón, la exhortación que Moisés dirige a su pueblo se centra en la necesidad que tiene el pueblo de Dios de hacer una clara opción por el Dios de la libertad y de la justicia que los ha sacado de Egipto. De lo contrario, el sueño de la «tierra prometida» se puede convertir en una pesadilla.

 

 

 

Al que sigue ese proceder Dios concede sus favores. Jesús nos enseña: “Si al ir a presentar tu ofrenda  en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda, delante del altar, y ve a reconciliarte con tu hermano. Entonces si vuelve a presentar tu ofrenda.

 

SEGUNDA LECTURA

SANTIAGO 1, 17-18. 21B-22.27

 

“Llevad a la práctica la palabra”

 

Mis queridos hermanos: Todo beneficio y todo don perfecto viene de arriba, del Padre de los astros, en el cual no hay fases ni períodos de sombra. Por propia iniciativa, con la

palabra de la verdad, nos engendró, para que seamos como la primicia de sus criaturas. Aceptad dócilmente la palabra que ha sido plantada y es capaz de salvaros. Llevadla a la práctica y no os limitéis a escucharla, engañándoos a vosotros mismos. La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre es ésta: visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos con este mundo. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN 

 

Los primeros cristianos experimentaron en carne propia la amenaza del formalismo y el ritualismo. Después de un tiempo de dedicación y fervor por la misión, los ánimos comenzaron a ceder y la comunidad se vio rápidamente atraída por las relaciones puramente funcionales y formales. De este modo se comenzaba a perderse la fraternidad que les daba identidad y coherencia.  Es por eso que también la carta de Santiago nos pone en guardia contra una religión que no encarne los valores del Evangelio. La palabra escuchada en la Sagrada Escritura debe ser meditada, para vivirla dócilmente en la vida cotidiana. El cristianismo no es una formalidad social que cumplir, ni un ritual más en las prácticas piadosas de una cultura. El cristianismo se manifiesta como una opción vital que implica del compromiso íntegro de la persona. La comunidad de creyentes es el espacio ideal para que la persona realice su opción y viva el llamado de Jesús en compañía de otros hermanos y hermanas.

 

 

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MARCOS 7, 1-8. 14-15. 21-23

 

“Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres”.

 

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. ( Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes la manos restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas. ) Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús "¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores"? Él contesto:  "Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: "Este pueblo me honra con los labios,  pero su corazón está lejos de mí.  El culto que me dan está vacío,  porque la doctrina que enseñan  son preceptos humanos."  Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres." Entonces llamó de nuevo a la gente y les dijo: "Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer la hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro."  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

 

En el libro del Deuteronomio -que Jesús sigue muy de cerca- se propone como religión una serie de principios éticos orientados a crear lazos de solidaridad, equidad y justicia, sin embargo, el judaísmo del primer siglo estaba más inclinado a valorar las formalidades. Lavarse o no lavarse las manos antes de ingerir alimentos, había pasado, de ser una norma elemental de higiene, a convertirse en una norma que distinguía quién era religioso y quién era un pecador. La tentación de canonizar los objetos, los rituales, los espacios y el tiempo pueden hacer olvidar a una persona piadosa que la esencia de su relación con Dios no está en los protocolos culturales, sino en el respeto, la compasión y la misericordia.

 

Jesús nos invita a redescubrir la esencia del cristianismo en nuestra opción por construir la Utopía de Dios –lo que él llamaba en arameo «Malkuta Yavé», o Reinado de Dios– y por vivir de acuerdo con los principios del evangelio. Todas nuestras normas y protocolos están al servicio de una auténtica vivencia de sus enseñanzas. Nosotros no debemos renunciar a una vida auténtica y creativa para seguirlo a él. Todo lo contrario. Debemos recrear aquí y ahora toda la novedad de su profecía y toda la radicalidad de su amor incondicional por los excluidos.

 

Marcos y su comunidad, nos muestra como los fariseos se aferran a muchos de esos rituales de purificación, Jesús propone una nueva experiencia de vida basado en la caridad (amor que se dona o se entrega a los demás). Dejar de lado el mandamiento del amor a Dios para aferrarnos a simples ritualismos vacíos y tradiciones vanas, es la queja de Jesús frente a sus contemporáneos, frente al templo y hoy frente a nosotros. Jesús, siempre vive en sintonía con la comunidad de los excluidos y marginados por el poder político social y religioso; puede obrar con toda autoridad y responder en el mismo sentido a quienes lo interrogan por su comportamiento. En efecto, el apego a la ley, los preceptos añadidos por el legalismo de los jerarcas religiosos había generado una profunda brecha  entre el pueblo y los dirigentes del templo. Los letrados que llegaron a imponerle 313 preceptos o mandamientos al pueblo, ciertamente no aparecen en la escritura, pero los fariseos o escribas los exigían como tales poniéndolos al amparo de la ley divina. Por eso Jesús les reprocha y los rechaza citando al profeta Isaías ( Is 29,13) “la doctrina que enseñan ustedes son preceptos humanos. Como Isaías, Jesús y otros profetas habían denunciado esa falsa relación con Dios totalmente externa y distante de toda intención de hacer visible la verdadera propuesta de Dios, de amor, justicia y solidaridad. En fin, de aquellos que han hecho de su egoísmo y vanidad su Dios y han cerrado su mente y corazón al auténtico Dios del amor, de la libertad, de la misericordia con los marginados y excluidos; tendrán un día que dar cuentas al creador de todo eso.  Hoy se hace un llamado a la Iglesia de no seguir poniendo cargas pesadas a la gente ( Mateo 23, 3-4).

 

ORACIÓN

Comenzando este nuevo día y semana, te damos gracias, te bendecimos y alabamos Padre Dios. Pero clamamos a ti, tu ayuda; queremos ser diferentes al grupo de los fariseos. Ayúdanos a poder descubrir que el mal o problema,  no esta afuera sino dentro de nuestro corazón. Que podamos acoger hoy el mensaje de tu Palabra, con un corazón nuevo, ferviente y abierto a tu acción de amor. No queremos ser unos simples creyentes de tradiciones y ritualismos vacíos. Queremos ser unos discípulos(as) orantes en la vida y para la vida, pero que podamos vivir nuestra espiritualidad en este triple eje: “Corazón, Palabra y Amor”. Amén.

 

“No nos preocupemos por la práctica de tradiciones y costumbres, sino por dar a conocer al mundo, con palabras y  hechos, a un Dios vivo, justo y amante del bien”  

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mensaje o Intercesión por: