“DIOS COMPENSARÁ Y RESTITUIRÁ EL TIEMPO PERDIDO"
El libro del profeta Joel, en el capítulo 2 increpa
cuestionando al pueblo y hoy a nosotros: ¿Cuántos años has perdido a causa de
la langosta que se ha comido tu cosecha? ¿Acaso los errores cometidos en el
pasado, los egoísmos, las malas decisiones y ambiciones personales nos han
robado el gozo, la paz, la felicidad y productividad?.¿Reflexionemos hoy
cuantas cosas, nos puede haber robado esta pandemia, que ha sido como la
langosta en este año 2020 que acabamos de terminar?
Tal vez hoy como el pueblo de Israel ante las palabras
del profeta nos sintamos un poco desanimados al pensar en el tiempo que parece
haberse perdido y que pareciera que nunca se volviera a ganar, en tantas,
tantas pérdidas, tantas cosas que sentimos no se van a recuperar. Si es así, si vemos que en alguna área de nuestra
vida, nuestra familia, nuestras comunidades, descubrimos pérdidas,
frustraciones, tomemos las palabras que Dios trajo con el profeta como
motivación pero como una práctica real para vivir: Aunque estén experimentando la
plaga de las langostas (Pruebas y adversidades) aún hay esperanza para ustedes mi pueblo. El
Señor que es compasivo y misericordioso, lento a la ira y abundante en
misericordia y bondad nos dice, les recompensaré y les restituiré todo lo
perdido (Joel 2,25).”
Para aplicar la llave de la restitución existen tareas o compromisos a realizar para poderlas
vivir: Si nos hemos equivocado, debemos reconocerlo (Reconciliarnos) y debemos
corregir el camino. Si reconocemos la equivocación del pasado, el Buen Dios
estará presto para escucharnos, perdonarnos y bendecirnos (Restituirnos);
redimir o restaurar nuestro pasado y llenar de bendición nuestro presente y
nuestro futuro de una vida de esperanza, sueños y realizaciones. El Señor nos
llama a corregir los errores. Para recibir restitución yo tengo que enmendar
los daños causados, pagar las deudas; para recibir restitución tengo que dar
restitución a los demás. Y apartarme o alejarme de toda situación, persona o
tentación que me quiera volver a esclavizar en la deuda y el error.
Jesús
el Señor también nos quiere a invitar con su Palabra a levantarnos, quiere que entendamos que podemos sacar cosas buenas
del tiempo perdido, de las dificultades, de este año de pandemia, de las oportunidades desperdiciadas de los
sufrimientos y frustraciones, nos invita a que de este año 2020, saquemos lo
mejor, las mejores enseñanzas. Él lo hace como Buen Pastor, Maestro de
Misericordia enseñándonos a entender las debilidades que tenemos y corregirlas y levantarnos.
Aunque estos días y
este año que ha pasado, con una pandemia que nos ha cambiado la vida, Jesús nos
llena de ánimo, nos llama a levantarnos en
el nombre del Señor. No tengamos miedo, Dios está deseoso y ansioso de
restaurarnos, recompensarnos y restituirnos. Y de hacer un nuevo hoy, un árbol
nuevo de nuestra vida que de fruto abundante. A partir de este nuevo año y este
nuevo mes que empezamos, que sigamos trabajando, luchando, pero que disfrutemos
del fruto de nuestro trabajo como signo de la restitución. Lo que hemos
aprendido de los errores del pasado, ahora puede ser toda una escuela de
aprendizaje para compartir con otros, que están atravesando la
misma situación. De tal manera la restitución se convierte en un servicio o
apostolado, de entrega generosa a los demás.
Oro por ti, los tuyos, tus proyectos para este nuevo año.
Pido al Señor que tú también lo hagas, haciendo una declaratoria de fe, para
que este nuevo año el dueño de la vida nos llene de su bendición, recompensa y
restitución. Amén.
“JESÚS, AL DESPOJARSE
DEL TODO POR AMOR A NOSOTROS, SE CONVIRTIÓ EN NUESTRA ETERNA Y VERDADERA
RESTITUCIÓN”
Roberto Zamudio
PROMESA
BÍBLICA DEL MES.
“Yo les restituiré los años que se comió la langosta, comeréis
hasta saciaros, alabareis el nombre del Señor, porque el Señor ha hecho maravillas. (Joel
2,25-26){
ORACIÓN DEL DÍA
Buen
Señor, aquí estamos de nuevo en este año 2021, dándote gracias por todo lo
vivido en el consternado año 2020, que en medio de todo nos dejó muchas
enseñanzas, que unas personas, tu sabes, las asimilaron, recibieron y aprendieron,
y otras hicieron caso o miso, solo querían seguir la vida como siempre. Ponemos nuestros ojos en Ti Jesús, que eres
autor y consumador de la fe, quien sufriste la cruz, menospreciando todo
oprobio y te sentaste a lo derecha de Dios Padre. No miramos más atrás, sino
que miraremos con fe esperanzadora hacia adelante y hacia arriba. Que este
nuevo año esté lleno de ternura, bondades, de amor generoso y maravilloso que
Tú, Dios, tienes para nosotros tus hijos. Gracias por bendecirnos y
acompañarnos en todo lo que emprendamos, seguros que en tu soberanía
apaciguaras todo lo que nos hizo daño y lucharemos junto contigo por un mundo
que se aparte del egoísmo, la violencia y la riqueza desequilibrada y sin medida,
y busque transformarse según tu civilización del amor, que produce vida
abundante… Amén
ORACIÓN
DE LA NOCHE
Buenas
noches Señor, en estas noches del primer mes del año, colocamos ante ti, en
oración intercesora, nuestra vida, familias, amigos, vecinos, comunidades en el
Espíritu, nuestra nación, sus recursos naturales y biodiversidad, a
gobernantes, trabajadores, para que todo aquello que, como dice tu profeta Joel
se llevó la langosta (ese elemento maligno), sea restaurado por tu gran amor
misericordioso. Que podamos reconocer que todo es consecuencia de la
desobediencia, del corazón duro e indiferente a ti, de obrar sin contar
contigo, por parte del ser humano, lo que ya no quieres mirar más, sino que
atendiendo al clamor de tus hijos anhelas restaurar nuestra esperanza y animo
ante tantas perdidas que han dejado sufrimiento y volvernos a llamar al mundo
entero para que veamos la verdadera Luz que alumbra las vidas que habitan en
todas las naciones y logren y logremos todos permitirte que camines con
nosotros. Amén