sábado, 1 de agosto de 2020

Lunes 10 de Agosto de 2020

Fiesta de San Lorenzo Diácono y mártir.

“SERVIR A LOS DEMÁS CON LOS BIENES Y CON LA PROPIA VIDA

PRIMERA LECTURA
2da de corintios 9, 6-10

 “Al que da de buena gana lo ama Dios”
Hermanos: Recuerden que el que poco siembra, cosecha poco, y el que mucho siembra, cosecha mucho. Cada cual dé lo que su corazón le diga y no de mala gana ni por compromiso, pues Dios ama al que da con alegría. Y poderoso es Dios para colmarlos de toda clase de favores, a fin de que, teniendo siempre todo lo necesario, puedan participar generosamente en toda obra buena. Como dice la Escritura: “Repartió a manos llenas a los pobres; su justicia permanece eternamente”.
Dios, que proporciona semilla al sembrador y le da pan para comer, les proporcionará a ustedes una cosecha abundante y multiplicará los frutos de su justicia. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
En su segunda carta a la comunidad cristiana de Corinto, Pablo continúa el tema de la colecta para la comunidad de Jerusalén, motivándolos y ofreciéndoles más argumentos para que sean generosos en sus ofrendas;  en la cultura del campo, la cosecha siempre depende de lo generosa que haya sido la siembra; como es tu semilla así va a ser  tu cosecha. Si Dios nos ha colmado de toda clase de favores o bendiciones, lo lógico de nosotros es que seamos generosos con los demás; Dios nos premiará y jamás se dejará ganar en generosidad; pero hay que dar con un corazón desinteresado y con buena cara, “no ha disgusto ni por compromiso”. No se trata sólo de dar o compartir bienes materiales; hay que compartir con el otro la misma vida. No solamente con los de cerca sino también con los lejanos. Nuestra ofrenda tendría que ser integral (material, afectiva y espiritual). Deberíamos ofrendar nuestro tiempo para el servicio a los demás. El compartir generosamente con los otros es optar por la luz del Señor que se hace brillo intenso que hay entre tantas tinieblas que hay en este mundo. En una sociedad que camina entre tanta oscuridad si somos caritativos, le devolvemos al Señor algo que Él con tanta bondad nos ha dado y habrá un poco más de luz en medio de tantas tinieblas.       

SALMO RESPONSORIAL: 111

R/ Dichoso el que se apiada y presta.

Dichoso quien teme al Señor y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita. R.

El que se apiada y presta,
y administra rectamente su asuntos.
El justo jamás vacilara,
su recuerdo será perpetuo. R

El que es caritativo no temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
sus enemigos serán derrotados.R

Reparte ofrendas a los pobres,
su caridad es constante, sin falta,
por eso siempre alzará la frente con dignidad. R

OREMOS CON EL SALMO
Siguiendo el tono de las reflexiones de los sabios, este salmo proclama la felicidad que gozara el que es bueno, clemente y compasivo. Las bienaventuranzas de Jesús proponen temas complementarios, en relación con su proclamación del Reino de Dios, que El hace presente en los seres humanos.

LECTURA DEL EVANGELIO
juan 12, 24-26

“Si el grano de trigo muere, producirá mucho fruto”

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Yo les aseguro que si el grano de trigo sembrado en la tierra, no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde; el que se aborrece a sí mismo en este mundo, asegura para la vida eterna.
El que quiera servirme que me siga, para que donde yo esté, también esté mi servidor. El que me sirve será honrado por mi Padre». Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

La comunidad de Juan en la misma línea de Pablo a los Corintios nos recuerda que no se produce vida (fruto) sin dar la propia; amar es darse sin límites, hasta desaparecer, si es necesario. Solamente el don de entrega libera las bendiciones capacidades y talentos del ser humano. La muerte en el que es capaz de dar fruto no es un suceso aislado, sino la culminación de un proceso generoso de donación de si mismo. La fecundidad no depende de la transmisión de una religión o de una doctrina, sino de una muestra extrema de amor. Lo contrario que es tener apego a la propia vida es signo de destrucción total. Sólo quien no teme a la muerte puede entregarse hasta el fin, llevando su vida a su completo éxito.

El verdadero discípulo(a) colabora con Él,  en la tarea de la evangelización, del anuncio del mandamiento nuevo del amor, aún en medio de la hostilidad y persecución. El que le colabora se encuentra como su Maestro, en la esfera del Espíritu. El hombre libre posee su vida, su presente, y en cada presente puede entregarse del todo; la entrega total en cada momento es el significado de “morir”. A este lo honrará el Padre como a un hijo. Podremos hacer muchas cosas, tener muchos estudios, o tener posesiones, pero nunca debemos perder de vista que lo importante es el bien que hacemos a los demás. Esa tiene que acabar siendo nuestra más  importante y auténtica riqueza.        

ORACIÓN
Esta es otra Palabra difícil de vivir, Señor, sobre todo cuando el mismo ser humano desvió tu proyecto comunitario de solidaridad y fraternidad. Por favor imprégnanos del servicio natural, el tuyo, que da, entrega, atiende con disposición, diligencia, generosidad y  desinterés, es decir ese que fluye fácilmente sin ni siquiera proponérselo. Amén   


“Servir es entregar la vida, es llevar a la gente a Cristo, es practicar la misericordia espiritual y corporal como lo hizo San Lorenzo diácono, que hoy lo  hagamos también nosotros”

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