sábado, 1 de agosto de 2020

Martes 04 de Agosto de 2020


“LA FRÁGIL BARCA DE NUESTRA EXISTENCIA”


PRIMERA LECTURA
JEREMÍAS 30, 1-2. 12-15. 18-22

“Por la muchedumbre de tus pecados te he tratado así. Cambiaré la suerte de las tiendas de Jacob”

Palabra que Jeremías recibió del Señor: "Así dice el Señor, Dios de Israel: "Escribe en un libro todas las palabras que he dicho. Porque así dice el Señor: "Tu fractura es incurable, tu herida está enconada; no hay remedio para tu llaga, no hay medicinas que te cierren la herida. Tus amigos te olvidaron, ya no te buscan, porque te alcanzó el golpe enemigo, un cruel escarmiento, por el número de tus crímenes, por la muchedumbre de tus pecados. ¿Por qué gritas por tu herida? Tu llaga es incurable; por el número de tus crímenes, por la muchedumbre de tus pecados, te he tratado así." Así dice el Señor: "Yo cambiaré la suerte de las tiendas de Jacob, me compadeceré de sus moradas; sobre sus ruinas será reconstruida la ciudad, su palacio se asentará en su puesto. De ella saldrán alabanzas y gritos de alegría.

Los multiplicaré, y no disminuirán; los honraré, y no serán despreciados. Serán sus hijos como en otro tiempo, la asamblea será estable en mi presencia. Castigaré a sus opresores. Saldrá de ella un príncipe, su señor saldrá de en medio de ella; me lo acercaré y se llegará a mí, pues, ¿quién, si no, se atrevería a acercarse a mí? -oráculo del Señor-. Vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Esta profecía que leemos hoy en el libro de Jeremías llena de esperanza al pueblo, porque vaticina la liberación a través de la  prueba, la curación a través de la herida. El profeta anuncia que se avecina una restauración que afectará a todos, pero de diversas maneras: Si para los paganos será sentencia de aniquilación, para los israelitas será purificación y curación de sus heridas. La fractura o herida describe la situación presente, que el Señor se propone curar. En Jeremías encontramos frecuentemente las palabras quebrar, fracturar, romper; indicando varias veces el carácter incurable de la dolencia. También aquí: ni el paciente puede hacer nada para sanar ni sus amigos de antes le quieren prestar sus servicios, está enfermo y abandonado. El Señor interviene: primero diagnosticando la causa de la dolencia y la justicia del castigo; lo cual ya es curación interna, por el arrepentimiento y la conversión. Después, y como consecuencia, vendrá la curación completa.     

SALMO RESPONSORIAL: 101

El Señor reconstruyó Sión, y apareció en su gloria.
Los gentiles temerán tu nombre,
los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sión,
y aparezca su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones. R.

Quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte. R.

Los hijos de tus siervos vivirán seguros,
su linaje durará en tu presencia.
Para anunciar en Sión el nombre del Señor,
y su alabanza en Jerusalén,
cuando se reúnan unánimes los pueblos
y los reyes para dar culto al Señor. R.

OREMOS CON EL SALMO
Este Salmo es la oración de un afligido que está cansado y desahoga su angustia delante de Dios, es el sentimiento común que embarga a todo el pueblo judío que espera poder reconstruir las murallas de Jerusalén, su ciudad santa. El pueblo espera en su Dios, porque sabe que su poder es más grande que el de los reyes de la tierra, por lo tanto puede hacer renacer a una nueva vida, una existencia despedazada y una ciudad destruida.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 14, 22-36

“Mándame ir hacia ti andando sobre el agua”

Después que sació la gente, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaron a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento les era contrario. De madrugada se les acercó Jesús andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma. Jesús les dijo enseguida: "¡Animo, soy yo, no tengáis miedo! Pedro le contestó: "Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua". Él  le dijo: "Ven". Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: "Señor, sálvame". En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: "¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?
En cuanto subieron a la barca, amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él diciendo: "Realmente eres Hijo de Dios". Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret. Y los hombres de aquel lugar, apenas le reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella comarca y trajeron donde él a todos los enfermos. Le pedían tocar siquiera la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaron curados. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Los discípulos y Jesús inician una travesía al otro lado del lago a tierra de paganos. Aparecen dos símbolos, la montaña que evoca el encuentro con Dios previo a un momento significativo, y la barca que simboliza la comunidad que inicia su vida misionera. En ese itinerario a la misión, se presentan vientos contrarios y en medio de las dificultades las comunidades son llamadas a aprender a resistir fortalecidas con la fe en Jesús que los envía. Hay un contraste, Jesús está en paz y los discípulos con miedo ante la turbulencia. El recorrido en el lago refleja las dificultades de la propuesta cristiana porque cuesta pasar a la misión y a la generosidad. Somos llamados a vencer el miedo para continuar su apostolado en las periferias geográficas y existenciales necesitadas de la Palabra de Dios. Pedro es el modelo de discípulo que se hunde por la falta de fe en Jesús, pero el mismo Jesús es el que lo salva sustentando la fe de los discípulos ¿Cómo vencemos el miedo en nuestra vida cristiana?

ORACIÓN
Jesús misericordioso, gracias por tu Palabra donde nos enseñas, nos exhortas y nos invitas a volver a Ti, a confiar plenamente en ti y hacerte nuestro compañero de camino. Ayúdanos  a no retroceder, a tenerte delante siempre de nosotros, te suplicamos auméntanos la fe, que podamos entender que solo tú puedes guiarnos en medio del lago y de la tormenta. Oramos, damos gracias y bendecimos  la vida de Catalina Fonseca Franco en su cumpleaños. Amén.

“Si te embarcas en el proyecto de Dios, pídele una fe profunda que sin miedo  te lleve  a andar sobre el agua”

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