martes, 1 de noviembre de 2016

NOVIEMBRE 2016

LA PACIENCIA EN MEDIO DE LAS PRUEBAS

Para continuar reflexionando sobre el fruto de la misericordia de este mes que es la Paciencia, sigamos dando algunos aportes especialmente en clave de dificultad, adversidad o prueba. La paciencia es una de las frases que más aparece no solamente en la boca del ser humano, sino en la pantalla de muchos de nuestros computadores varias veces al día: “Tenga paciencia, esta operación tardará unos minutos”. Decirlo y leerlo parece fácil, pero qué difícil es cuando se está viviendo un momento de dificultad,  de angustia, de necesidad, de demanda de un ejercicio personal. La paciencia es totalmente ajena a la naturaleza humana, es más bien, una manifestación sobrenatural de la presencia divina en nuestro ser.
La reacción humana ante los malos momentos, ante el conflicto, las crisis, las pruebas, o las cargas que a veces tenemos que llevar es la de minimizar el peso, buscar la mejor y la más fácil opción o esquivar las dificultades. Cuantas veces le hemos rogado a Dios que nos dé paciencia ante la dificultad, que nos dé una carga más liviana, o que nos la quite, inconscientemente ignoramos que con una actitud facilista de la paciencia, no se van a solucionar los conflictos de raíz que tenemos; cuando lo que estamos haciendo es retrasar nuestro desarrollo madurativo, ya que son justamente las dificultades que a veces atravesamos, los grandes desafíos que la vida nos propone, los que nos hace más fuertes. San Pablo lo afirma de esta manera: “Por amor a Cristo, me gozo en las debilidades, afrentas, en las necesidades, en las persecuciones, en las angustias, porque cuando soy débil entonces soy más fuerte” 2da de Corintios 12,10. Nos surge una gran pregunta, ¿Cómo puede este hombre  hablarnos de paciencia ante los embates de la vida?. La respuesta: Porque tenía una sobredosis especial de fortaleza ante su debilidad inherente, que venía del Dios mismo, porque en él reposaba el poder de Cristo Jesús. Cuando tú y yo aprendamos que en medio de los problemas lo más importante es buscar la gracia, la presencia o bendición de Dios, vamos a encontrar lo suficiente para nuestras necesidades y los problemas. Quizás algunos de ustedes puedan estar atravesando algunas situaciones difíciles que necesitan de paciencia, de fortaleza, pero más que eso, que necesitan del amor, de la dirección y guía de Dios; puede ser este el instante en que invitemos a Jesús a nuestras vidas, le pidamos que a través de su Espíritu Santo tome el control y dirección de nuestro temperamento y carácter y nos siga moldeando para llevarnos a través del dolor y el sufrimiento a la madurez.  La paciencia es el fruto del obrar de Dios en nuestras vidas. A menudo nosotros siempre tenemos prisa, estamos de afán pero Dios no. Es posible que nos sintamos frustrados(as) con el proceso aparentemente lento del problema que no se resuelve y que estamos experimentando. Una de las frustraciones y a veces de la cosas más difíciles de entender es que el programa de Dios,  raramente es igual al nuestro, pero escuchémoslo nuevamente:  Dios nunca anda de prisa pero siempre llega a tiempo. El usará toda nuestra vida, preparándonos para nuestro papel definitivo en la eternidad. Si nos matriculamos en la escuela de la paciencia, y en ella, nos ejercitamos constantemente seremos perfectos y cabales, aptos para enfrentar cualquier circunstancia adversa que se nos presente. En momentos de prueba y de dificultad recordemos cuánto hemos progresado, y no únicamente cuanto nos falta. Busquemos y descubramos el recurso divino del Espíritu Santo que nos capacita para ser pacientes. Todavía hay capítulos de nuestra vida que están inconclusos. Ya llegarán. En el Antiguo Testamento Ana la madre del profeta Samuel, espero pacientemente y vio al Señor convertir su tristeza en un gozo abundante, 2da Samuel 1,10. Para todos los que creemos y esperamos en el Señor Jesús, los días de sufrimiento y las largas horas de aguante nos traerán con toda seguridad un día muy pronto que dará paso al gran regocijo y bendición.

“VALE LA PENA, EN MEDIO DE LAS DIFICULTADES, CON PACIENCIA SEGUIR ESPERANDO LA BENDICIÓN DE DIOS QUE NO FALTARÁ”

                                                                       

Dios lo bendiga.
Roberto Zamudio

PROMESA BÍBLICA DEL MES:


“Por este niño oraba y oraba y por fin el Señor me ha concedido la petición que le hice” 1ra SAMUEL 1,27
ONCEAVO FRUTO DE LA MISERICORDIA: LA PACIENCIA

Se entiende, la Paciencia, como una capacidad de aguante; sobre todo en medio de las dificultades, las pruebas y los problemas. Si no me exaspero, conservo la calma y la serenidad entonces podemos hablar de paciencia. En el mundo bíblico la paciencia es muy a menudo relacionada con la tolerancia que se debe tener con el prójimo, Pablo le dice a la comunidad de Roma: “Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, y perseveren en la oración” Romanos 12,12. La paciencia se debe convertir en resistencia, y la resistencia en esperanza. Es como un trípode muy interesante, paciencia, resistencia y esperanza.
Ahora bien, muchos psicólogos y psiquiatras hablando de la paciencia como un valor humano, que para nosotros los creyentes es una virtud divina, dicen ellos o mejor relacionan la paciencia con el temperamento. Como se ha dicho y varias veces lo hemos conversado con muchos de ustedes hay que aprender a diferenciar entre temperamento y carácter. El temperamento es la manera de ser que viene incorporada en los cromosomas humanos cuando se trata de algo hereditario. ¿No lo hemos oído muchas veces? “Este muchacho tiene el mismo temperamento del papá”. El carácter, por otra parte es el temperamento bien o mal formado, que se va adquiriendo, desarrollando y madurando en el proceso de la vida. Hecha esta precisión, vamos a reflexionar un poco los temperamentos y la paciencia. Uno de los temas en los cuales la psicología y la teología están totalmente de acuerdo es que existen cuatro temperamentos en el ser humano: Sanguíneo, colérico, flemático y melancólico. Conviven, en cierto grado mezclas de unos con otros, pero siempre hay un temperamento predominante en cada persona. El sanguíneo es el que se caracteriza por ser muy emotivo, se mueve a partir de la emociones, el colérico es el temperamento del malgenio, de la ira, el flemático es el que es reflexivo, callado, tranquilo, y el melancólico es el nostálgico y el de la depresión. A propósito quisiera preguntarte y dejarte la tarea de que identifiques cuál es tu temperamento base y si tienes mezclas con otros temperamentos. Un secreto, pero que no se lo vayas a contar a nadie, aunque muchos de ustedes me conocen muy bien, en mi caso particular tengo una mezcla de dos temperamentos: Flemático y melancólico, tengo momentos en los que guardo mucho silencio, soy muy prudente, muy reflexivo, pero al mismo tiempo soy muy melancólico, sufro de tristeza y de depresión.
Ahora los invito en clave de aplicar la paciencia en estos cuatro temperamentos, a reflexionar en cuatro ejemplos de estos temperamentos:

- El sanguíneo Pedro: Para nadie es un secreto de lo emotivo que era este discípulo y apóstol de Jesús. Mateo 26,33-35.
- El flemático Santiago, que era otro discípulo de Jesús. Santiago 1,19.
- El melancólico Juan. Juan 11,31.
- El colérico Pablo. Gálatas 1,10. Gálatas 3,1.  

Todos los temperamentos por igual deben ser cobijados con el fruto de la paciencia; y ahora bien, la paciencia nos e adquiere a través del curso del control mental, ni a través de unas goticas de valeriana, ni esencias florales, ni técnicas de relajamiento, sino definitivamente es un don que viene de lo alto es decir, viene de Dios. Por lo tanto buscando y pidiendo ese don los diferentes temperamentos van a ser sometidos al dominio y dirección del Espíritu Santo, y a través de Él, el carácter va a ser moldeado y restaurado.

LA PACIENCIA EN LA TRINIDAD DIVINA

Trataremos ahora de examinar un poco, como las tres personas de la Santísima Trinidad derrochan paciencia divina con nosotros. Será un ejercicio sano de enorme bendición para nuestras vidas y comunidades.
1.      LA PACIENCIA DEL PADRE DIOS: Nehemías 9,30. Una conclusión directa, usted puede caer en manos de sus enemigos, que muy seguramente no van a tener paciencia con usted, pero es mejor caer en las manos de Dios, que es PACIENTE. Pero esto no quiere decir por ningún motivo que debemos poner a prueba la paciencia de Dios.
2.      LA PACIENCIA DE JESUCRISTO: Jesucristo es el mayor ejemplo de paciencia que se conoce sobre la tierra a través de toda la historia humana. 2da Pedro 3,9.
3.      LA PACIENCIA DEL ESPÍRITU SANTO: Gálatas 5,22. Aquí San Pablo, hablando de la macrotumia (paciencia en griego), la relaciona con la tolerancia, está invitando a la comunidad a ser pacientes tolerándose unos a otros.

Otros ejemplos bíblicos de paciencia:
-          Noé: Génesis 5,32; Génesis 7,11
-          Abraham: Génesis 15,1-5
-          Jacob: Génesis 28-30
-          Job: Job 1,21;  Job 42,12

EL RETO DE LA PACIENCIA
La paciencia y especialmente en el mundo bíblico no es como algunos piensan que es algo pasivo, que tiene que ver con la pereza, precisamente el autor de la carta a los Hebreos, nos afirma: “No sean perezosos más bien imiten a quienes por su fe y paciencia trabajan por el cumplimiento de las promesas”  Hebreos 6,12. La paciencia es algo activo y dinámico. Tiene como un gran objetivo, viajar a través del temperamento y transformando el carácter para llegar a dominar la conducta. La Biblia no nos invita solo a pensar y vivir en la paciencia, sino a pensar, decir y hacer paciencia. Como quien dice vivir la paciencia. Pensemos ahora para terminar en algunas relaciones con los demás, en las cuales es muy importantes y necesarios ser pacientes:
-          Paciencia con los gobernantes. Aunque a veces resulta muy difícil, pero en la Biblia esto no es cuestión al igual que la paz de opiniones políticas. Proverbios 25,15.
-          Paciencia en la relación con los familiares y amigos. Efesios 4,2. Miremos muy bien lo que dice el apóstol Pablo: Humildad, amabilidad, paciencia, tolerancia y amor; todo ello a través de la paciencia. La pregunta del millón sería, si el Señor te tolera a ti y a mí, entonces porque no toleramos a nuestros hermanos.
-          Paciencia con los ignorantes. Gálatas 6,1.
-          Paciencia con todos. 1ra de Tesalonicenses 5,14
-          Paciencia en toda situación. Colosenses 1,11
-          Paciencia en la esperanza. Santiago 5,7-8


Busquemos seguir creciendo en la paciencia, teniendo en cuenta que la oración y el encuentro con la Palabra, nos mueven a la acción y de esta manera siempre estaremos en caminos directos hacia la paciencia.  
ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA
Buen Padre Dios, al comenzar este nuevo día quiero no solamente levantar mis manos sino mi corazón en gratitud a ti, para alabarte y bendecirte por todo el derroche de amor que has tenido conmigo y con cada uno de nosotros en todo el mes anterior y en este nuevo que estamos comenzando. Gracias, aún por las diferentes situaciones de dificultad, prueba y adversidad que estoy  atravesando, no me quejo; sino más bien desde ellos y con ellos te doy gracias y te bendigo. Porque sé que hay esperanza y victoria, que podré vaciar mis cargas  y dolor para ser consolado, fortalecido, animado y alimentado por ti, para continuar el camino. Que al comenzar  mis diferentes tareas de este nuevo día me llenes  tu Espíritu de Vida; inúndame  de tu amor sanador, restaurador y liberador que me transmite paz, alegría, seguridad y esperanza.
Coloco mi vida con cada una de las actividades que vaya a desarrollar en este día en tus benditas manos. Con la acción y luz de tu Espíritu, guíame, gobiérname y oriéntame en los momentos de confusión. Ponme en sintonía con las tres grandes claves de este mes: Día de todos los Santos, conmemoración de todos los difuntos y vivencia en el fruto de la misericordia de este mes que es la paciencia. Santifícame desde tu amor en el día a día de mi existir; hazme madurar y crecer siempre en la esperanza de la resurrección, con la certeza de que todos los que ya se nos adelantaron y partieron al encuentro contigo y yo y nuestros demás familiares cuando nos toque el turno de enfrentar el capítulo de la vida que se llama la muerte, vivamos de tu resurrección; con la seguridad de que Tú de antemano ya has vencido la muerte, y que nos espera solamente seguir viviendo y reinando contigo, porque eres un Dios de vivos y no de muertos. Hazme  vivir y crecer en el don de la paciencia, especialmente en los momentos de prueba, sufrimiento y dolor. Con  fe y confianza, quiero iniciar este día y mes declarándome bendecido(a) por Ti. Amén            
        
ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA
Aunque quizás el cuerpo pueda estar cansado, por el trajín de este día, mi vida antes de ir al descanso anhela, busca, y necesita de tu presencia; te doy infinitas gracias, te alabo y te  bendigo por lo generoso y misericordioso que has sido conmigo y con los míos en este día que ya está finalizando. Gracias porque has compartido conmigo lo mejor que tienes y que eres Tú: “AMOR”. Gracias por cada experiencia de este día, por cada aprendizaje, gracias por todo lo que pude compartir para ayudar a hacer un poquito más feliz a las demás personas que Tú has colocado en mi camino. Gracias porque a pesar de las luchas y dificultades tu le has dado sentido a mi vivir. Aunque siga con dificultades, estoy optimista y esperanzado, porque sé que puedo con tu ayuda encontrar respuestas y soluciones a mis problemas. Gracias por esta nueva noche y reposo que Tú has preparado para cada mí y los que me rodean. Estoy seguro(a) que mientras duermo tu continuaras tu obra santificadora y restauradora en mi vida. Suplico a esta hora tu misericordia y bendición por todas las personas que a esta hora están sufriendo mucho; te lo recuerdo y oro por cada uno de ellos, enfermos, agonizantes, cautivos, personas que no tienen empleo, o que mientras  descanso ellos trabajan en la noche. Bendice a los que no tienen paz en su corazón, a todos los que se sienten atormentados y oprimidos en alguna área de su vida. Gracias por amarnos y escucharnos a esta hora. Gracias  de antemano por la bendición maravillosa que Tú tienes preparada y que nos va a sorprender en el nuevo día de mañana. Te amo Buen Padre Dios, en Jesucristo tu Hijo  por la fuerza y amor de tu Espíritu Santo. Amén.


Martes 01 de Noviembre 2016


Todos los Santos

“LA SALVACIÓN ES PARA TODOS NO PARA UN GRUPO SELECTO”

PRIMERA LECTURA
APOCALIPSIS 7,2-4.9-14

“Apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua
Yo, Juan, vi a otro ángel que subía del oriente llevando el sello del Dios vivo. Gritó con voz potente a los cuatro ángeles encargados de dañar a la tierra y al mar, diciéndoles: "No dañéis a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que marquemos en la frente a los siervos de nuestro Dios." Oí también el número de los marcados, ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de Israel.
Después esto apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritaban con voz potente: "¡La victoria es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!" Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro vivientes cayeron rostro a tierra ante el trono, y rindieron homenaje a Dios, diciendo: "Amén. La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza son de nuestro Dios, por los siglos de los siglos. Amén."
Y uno de los ancianos me dijo: "Ésos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?" Yo le respondí: "Señor mío, tú lo sabrás." Él me respondió: "Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Lo primero que atrae nuestra atención en este día es la contundente manifestación del bien. Estamos acostumbrados a que el mal haga espectáculo. El mal es notorio y llega a volverse notable, y nuestra mente quizá ha llegado a acostumbrarse a eso. La primera lectura cambia este hábito de nuestra mente: "una muchedumbre que nadie podría contar" (Ap.7,9). Después de todo, el bien también existe; está entre nosotros, aunque, por ahora, permanece de modo casi invisible.
En esa muchedumbre el vidente del Apocalipsis encuentra gentes de toda raza, lengua, pueblo y nación. Otra imagen que nos sorprende. Tal vez estamos acostumbrados a pensar la salvación en términos de élites y de exclusiones: los del hemisferio Norte tienen un nivel de vida, y los del Sur, otro; los ricos gozan lo que no pueden disfrutar los pobres; los educados y los incultos, los sanos y los enfermos. Siempre parece que la salvación y la felicidad son para un grupo cerrado que deja excluido al resto. La alegría del Apocalipsis es distinta; en ella la exclusión ha sido excluida.
La muchedumbre de la tierra se une a la muchedumbre del cielo. Pensábamos que luchábamos solos, que sufríamos solos, que no teníamos más compañía que nuestras propias ideas y recursos. De repente, el velo se corre y vemos que estamos y que siempre estuvimos acompañados. Millares de ángeles se gozan en el mismo Dios nuestro, y nuestro gozo es su mismo gozo.
SALMO RESPONSORIAL: 23
R./ Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
 el orbe y todos sus habitantes:
 él la fundó sobre los mares,
 él la afianzó sobre los ríos. R.

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
 El hombre de manos inocentes
 y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R.

Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Después de enunciar las condiciones morales para que el culto a Dios tenga sentido, se dramatiza la entrada de Dios, Rey de la gloria, en el templo. En la liturgia se aplica este salmo a la entrada de Cristo al santuario celestial, a su glorificación definitiva. De Él también se puede decir que es el Rey de la gloria, La conducta de los que buscan al Señor debe corresponde a su presión de fe.     


SEGUNDA LECTURA
1 JUAN 3, 1-3

“Veremos a Dios tal cual es”
Queridos hermanos: Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a Él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal cual es. Todo el que tiene esperanza en Él, se purifica a sí mismo, como él es puro.  Palabra del Señor.
REFLEXIÓN

En esta lectura nos hacen una afirmación contundente: el Padre nos ama y nos ha llamado hijos suyos. La filiación la recibimos por Cristo, en Él somos hijos del Padre que nos ama aunque todavía no se manifieste lo que seremos. Aunque no seamos santos, ni perfectos como Él quiere, Dios Padre, tiene siempre la esperanza abierta a que lo seamos, a que hagamos vida ese proyecto suyo. Vamos a ser semejantes a Él en todo, purificados en su amor, sin embargo, aún estamos lejos de vivir esa realidad y por eso nos invita a hacer su voluntad por medio de su Hijo y espera de nosotros que así sea. Esta confianza de Dios debe ser respondida con actitudes existenciales de nuestra parte, de apertura, de amor, de compromiso con su voluntad y de resistencia al pecado.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 5,1-12a

"Estén alegres y contentos, porque su recompensa será grande en el cielo"
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y Él se puso a hablar, enseñándoles: "Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Hoy celebramos en nuestra liturgia la fiesta de todos los santos. Dios nos quiere a todos felices y para alcanzar esa plenitud en la comunión con Él, nos hace hoy esta invitación a ser santos como Él es santo (Lev.19,2).  Esta festividad nos representa visualmente a toda la multitud de los redimidos para descubrirnos el destino que nos espera también a nosotros, como peregrinos en esta vida. Es, además, un motivo para hacernos conscientes de nuestra solidaridad con todos aquellos que nos han precedido en el mundo del espíritu. Todos aquellos, que ya viven frente a Dios, y que siguen dando esperanza en el recuerdo e impulso a nuestra vida.

Infortunadamente se sigue pensando que los santos fueron unos personajes extraños de los primeros siglos de la era cristiana o de la edad media, mas no de nuestros tiempos. Se ha creído que la santidad consiste en hacer cosas extrañas, adquirir posturas o espiritualidades raras, místicas. Ser santo al estilo de Jesús es simplemente tratar de reproducir la imagen de Cristo, asumiendo y comprometiéndome con su Palabra y su proyecto de vida. Por tanto podemos afirmar que la santidad no es una propuesta inalcanzable, se trata con la ayuda y guía del Espíritu Santo de ser fiel, ir hasta el final, permanecer y perseverar en el camino de Dios, cubrir la distancia, como el Padre con su Hijo (Mateo 5,48).

Para iluminar esta fiesta se nos propone los primeros doce versículos de Mateo 5. En la tradición este pasaje se ha denominado el texto del “sermón del monte o de las bienaventuranzas”. Según Mateo este anuncio testimonial de Jesús va dirigido a las muchedumbres. Sin embargo, en un círculo más próximo, se hallan los discípulos, y para superar la experiencia de Moisés en el Sinaí, el Hijo de Dios, desde un monte entrega la nueva enseñanza y propuesta de vida a todos los suyos. Jesús camina para enseñar con su propia vida, pero también, como en este caso se “sienta” para darnos en su Palabra una explicación de la manera como entiende su existencia.

Las bienaventuranzas proclamadas por Jesús a sus discípulos representan, de manera sintética, una nueva forma de comprender la acción de Dios en la humanidad. No son una nueva ley que determina estrictamente la vida de sus seguidores, sino una propuesta de vida que tiene como eje fundamental la misericordia. Son verdaderamente felices y santos los que viven según la misericordia, es decir, aquellos que reaccionan ante el sufrimiento ajeno y buscan erradicarlo movidos simplemente por el amor al otro.

Con las bienaventuranzas Jesús está expresando su más profundo querer: que todos los seres humanos sean felices, en especial aquellos que son víctimas de la injusticia social; es el nuevo programa del reinado de Dios, es la expresión de la voluntad de Dios para sus hijos, es la respuesta amorosa de Dios para los que sufren por su causa. Aquí encontramos un nuevo orden de valores y realidades: son felices los pobres, los mansos, los afligidos, los perseguidos, en últimas, aquellos que no representan algún poder o importancia en la sociedad. Seguir entonces a Jesús implica abrir los ojos y los oídos al mundo de los pobres, pasar por nuestro corazón sus situaciones de dolor y actuar misericordiosamente, es lo que verdaderamente nos conduce a la santidad.

ORACIÓN
Señor, gracias porque hoy tu Palabra nos lleva a comprender que todos y todas sin distinción,  estamos llamados(as)  a vivir en comunión contigo para desarrollar tu proyecto de justicia, paz e igualdad. Que sin dejar de ser  comunes y corrientes, estamos en el camino de la santidad, que si practicamos el don del amor, que nos hace humildes y sencillos de corazón, podremos ser de los miles que lucharon y luchan por  ser fermento, sal y luz desde sus realidades de vida. Amén

“La santidad no se limita sólo al culto dado a Dios, sino que abarca

todas las dimensiones de la vida”

Miércoles 02 de Noviembre 2016

Todos los Fieles Difuntos


“JESÚS, MOTIVO PARA CREER Y CELEBRAR LA VIDA HOY Y DESPUÉS DEL GRAN PASO”
           
PRIMERA LECTURA
2 MACABEOS 12, 43-46  
 Efectuó entre sus soldados una colecta y entonces envió hasta dos mil monedas de plata a Jerusalén a fin de que allí se ofreciera un sacrificio por el pecado. Todo esto lo hicieron muy bien inspirados por la creencia de la resurrección, pues si no hubieran creído que los compañeros caídos iban a resucitar, habría sido cosa inútil y estúpida orar por ellos. Pero creían firmemente en una valiosa recompensa para los que mueren como creyentes; de ahí que su inquietud era santa y de acuerdo con la fe. Esta fue la razón por la cual Judas ofreció este sacrificio por los muertos; para que fueran perdonados de su pecado.  Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
El texto que nos propone la liturgia de la celebración de los fieles difuntos es 2 Macabeos en el capítulo 12, es un escrito muy tardío del Antiguo Testamento. Durante la dominación griega en Jerusalén, hacia el siglo II antes de Cristo nos cuenta como, después de la batalla contra  Gorguias, el ejército de Judas Macabeo fue a recoger los muertos para darles sepultura y encontraron en muchos de ellos “objetos consagrados a los ídolos” que la ley prohíbe a los judíos. Judas macabeo, entonces ofrece una celebración de sacrificios de expiación, unos, para pedir perdón de los pecados; pero con el pensamiento puesto en la resurrección.
Hay aquí dos elementos muy propios de nuestra experiencia cristiana: la conciencia del pecado comunitario, que lleva a celebrar un sacrificio para pedir perdón, y la esperanza puesta en la resurrección. Lo segundo da confianza para lo primero; porque creemos en la resurrección, pedimos perdón a Dios por el pecado de todos, no solo por los pecados de nuestros difuntos.       

SALMO 129
R. / Desde lo hondo grito a Ti, Señor.
Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica. R.

Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto. R.

Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora R.

Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
En medio del peligro amenazante el salmista expresa su confianza inalterable en Dios. Solo de Él espera ayuda. Igual confianza nos inspira el Nuevo Testamento, pero nos proporciona un motivo más profundo de esperanza: la unión con Cristo presente en medio de su pueblo    . 
SEGUNDA LECTURA
ROMANOS 6,3-9

¿No saben ustedes que, al quedar unidos a Cristo Jesús en el bautismo, quedamos unidos a su muerte? Pues por el bautismo fuimos sepultados con Cristo, y morimos para ser resucitados y vivir una vida nueva, así como Cristo fue resucitado por el glorioso poder del Padre.

Si nos hemos unido a Cristo en una muerte como la suya, también nos uniremos a él en su resurrección. Sabemos que lo que antes éramos fue crucificado con Cristo, para que el poder de nuestra naturaleza pecadora quedara destruido y ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado. Porque, cuando uno muere, queda libre del pecado. Si nosotros hemos muerto con Cristo, confiamos en que también viviremos con él. Sabemos que Cristo, habiendo resucitado, no volverá a morir. La muerte ya no tiene poder sobre él. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
El texto que nos regala la liturgia de hoy se comprende mejor si se piensa en el bautismo primitivo cuando se usaba en el rito de la inmersión: el signo de sumergirse en el agua y salir de ella expresa muy bien lo que sucede a través de este rito: el hombre se une a Cristo sepultado en la muerte y resucitado de entre los muertos. Eso tiene una primera consecuencia: esta unión con Cristo trae un cambio en el modo de vivir. El que se ha unido conscientemente con Él, ciertamente querrá vivir del modo más parecido, sin pecado. Y esta unión tiene una segunda consecuencia que es vivir con Él más allá de la muerte. El cristiano cree que Jesús ha resucitado y vive para siempre, y por eso cree también que el que se ha sumergido con Él en la muerte vivirá también por siempre.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 14,1-6
“En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones y yo les estoy preparando la suya”

"No se angustien ustedes. Crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchos lugares donde vivir; si no fuera así, yo no les hubiera dicho que voy a prepararles un lugar. Y después de irme y de prepararles un lugar, vendré otra vez para llevarlos conmigo, para que ustedes estén en el mismo lugar en donde yo voy a estar. Ustedes saben el camino que lleva a donde yo voy."
Tomás le dijo a Jesús: --Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino?
Jesús le contestó: --Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Los que nos han precedido, nos han dejado una herencia vivida en el amor y en la fe, en el sacrificio y en el trabajo. Por eso, celebrar hoy la conmemoración de los fieles difuntos es la manifestación fraterna de nuestra solicitud cristiana y de nuestro agradecimiento por nuestros seres queridos. El sacrificio de Cristo en la cruz, nos alcanza la salvación, abre a ellos y a nosotros la esperanza de la vida eterna. Como lo vimos en la segunda lectura de hoy, el apóstol Pablo nos anuncia hoy un mensaje de alegría, de esperanza y victoria; ante la muerte, Pablo no quiere que vivamos tristes y desconsolados como los que no tienen esperanza. Para un cristiano la muerte no puede ser el final, sino el comienzo de una vida nueva, pues tiene la absoluta certeza de que Dios le concede participar de la muerte de Jesús para resucitar victorioso con Él.

“Muchos dicen que soy un ser para la muerte, los filósofos dicen que soy un ser para la nada, pero mi fe tiene una razón: ¡Yo creo que Jesús murió y resucitó!” Hoy es una noticia consoladora saber que si participamos de la muerte de Cristo, también participaremos un día de su gloriosa resurrección. Recordamos en este día con afecto y gratitud a todos nuestros seres queridos difuntos con la feliz esperanza de que un día nos encontraremos todos en el gran banquete del Reino de Dios.
No es que estemos festejando el dominio de la muerte en nuestras vidas, como si la muerte fuera el destino último de la humanidad, como si la muerte tuviese la última palabra; el evangelio de este día nos confirma, a través de la resurrección de Jesús, que la vida está por encima de la muerte. La vida es el destino de la humanidad, pues es el querer de Dios, es su proyecto; y es este proyecto el que Jesús vivió y proclamó: que todos y todas tuviéramos vida abundante y digna. Los que presenciaban la agonía de Jesús en la cruz creían que era la derrota de un hombre y de un proyecto, no la donación de una vida a favor de la humanidad; el único que confiesa la acción salvífica de Dios efectuada en Jesús es el centurión romano: Realmente este hombre era Hijo de Dios; esta confesión nos lleva a afirmar que la muerte, y con ella todos los sistemas que ciegan la vida, es derrotada. Por lo tanto, la fe que confesamos debe estar apoyada por verdaderas acciones que defiendan la vida, tal como lo hizo Jesús de Nazaret.

ORACIÓN
Amado Jesús Tú nos llamas a ver con claridad el sentido del paso de este mundo a la verdadera resurrección, aquella que nos acerca a ti desde el hoy y que permitirá que nos reconozcas cuando regresemos a tu dimensión de libertad y plenitud. Ayúdanos por favor a tomar conciencia de nuestra misión en este  mundo, a partir de la comunión contigo velando por tus preferidos. Te agradecemos también por los que ya pasaron y dejaron huellas de amor en nuestra vida. Amén

“Somos capacitados para mirar más allá de la muerte y alegrarnos de la feliz resurrección”

Jueves 03 de Noviembre 2016


“LA ALEGRÍA DE HABER EXPERIMENTADO LA MISERICORDIA DE DIOS”

 PRIMERA LECTURA
FILIPENSES 3,3-8 a

“Lo que para mí era ganancia lo consideré pérdida comparado con Cristo
Hermanos: Los circuncisos somos nosotros, que damos culto con el Espíritu de Dios, y que ponemos nuestra gloria en Cristo Jesús, sin confiar en la carne. Aunque, lo que es yo, ciertamente tendría motivos para confiar en la carne, y si algún otro piensa que puede hacerlo, yo mucho más: circuncidado a los ocho días de nacer, israelita de nación, de la tribu de Benjamín, hebreo por los cuatro costados y, por lo que toca a la ley, fariseo; si se trata de intransigencia, fui perseguidor de la Iglesia, si de ser justo por la ley, era irreprochable.
Sin embargo, todo eso que para mí era ganancia lo consideré pérdida comparado con Cristo; más aún, todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Parece que la comunidad de Filipo tenía problemas, algunos de los judíos que se convirtieron al cristianismo querían imponer sus costumbres, especialmente la circuncisión y las tradiciones rituales judías. Pablo se pone como ejemplo a sí mismo, convertido del judaísmo, renuncia a todo aquello que ha sido superado por el evangelio de Cristo. Si el predica la liberación de la ley antigua no es porque no sea o no se sienta judío. Está orgulloso de pertenecer al pueblo de Israel: de haber sido circuncidado a los ocho días de nacer, como los buenos judíos, de pertenecer a la tribu de Benjamín, de ser “hebreo por los cuatro costados” y, en concreto, de ser fariseo, y como buen fariseo, haber sido irreprochable en el cumplimiento de la ley, como luego fue intransigente en la persecución de los cristiano. Pero ha pasado algo decisivo en su vida: se encontró con Cristo Jesús, y entonces todo lo anterior, “que para él era ganancia, lo consideró pérdida comparado con Cristo”. Todo lo demás lo dejó a un lado, “lo estimó basura”, “con tal de ganar a Cristo”. Los que ven nuestro estilo de vida tendrían que notar que los cristianos hemos hecho una opción por los valores de Cristo, por encima de otros valores humanos. Y ahora  ¿podríamos decir que todo lo que se considera “ganancia” según los criterios del mundo, lo hemos dejado en segundo término, porque hemos descubierto a Cristo en nuestra vida, y le damos el primer lugar?
SALMO RESPONSORIAL: 104
R. / Que se alegren los que buscan al Señor.

Cantadle al son de instrumentos,
hablad de sus maravillas;
gloriaos de su nombre santo,
que se alegren los que buscan al Señor. R.

Recurrid al Señor y a su poder,
buscad continuamente su rostro.
Recordad las maravillas que hizo,
sus prodigios, las sentencias de su boca. R.

¡Estirpe de Abrahán, su siervo;
hijos de Jacob, su elegido!
El Señor es nuestro Dios,
él gobierna toda la tierra. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Este es un himno litúrgico de alabanza a Dios por las maravillas hechas en favor de su pueblo, recordando la historia desde los patriarcas hasta la entada a la tierra prometida. La historia de salvación de Israel hace parte de nuestra propia historia de salvación, pero ella se completa con la nueva alianza mediada por Jesucristo y con el ofrecimiento de salvación a todos los pueblos.    

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 15,1-10

“Habrá alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta”
En aquel tiempo se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los letrados murmuraban entre ellos: "Ese acoge a los pecadores y come con ellos". Jesús les dijo esta parábola: "Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros muy contento; y al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles: "¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido". Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, reúne a las amigas y vecinas para decirles "¡Felicitadme!, he encontrado la moneda que se me había perdido". Os digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta".  Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Los fariseos y los doctores de la ley se escandalizaban hasta el extremo porque Jesús acogía y comía con los pecadores, los recaudadores de impuestos, y hasta las mismas prostitutas, para enseñarlos y revelarles el rostro misericordioso de Dios Padre.
Los publicanos o recaudadores de impuestos eran personas contratadas por el gobierno de Roma para cobrar los impuestos. Tenían que entregar una cantidad determinada, pero para su manutención podía sobrecargar los impuestos. Tanto por su oficio como por su proceder eran considerados como “pecadores”.
En el texto de hoy Jesús una vez más, es observado y criticado por parte del rígido legalismo del poder judío. Pero a Jesús lo tiene sin cuidado ese tipo de comentarios, pues sabe muy bien que ha venido para cumplir la voluntad de Dios y no para agradar ni complacer a los hombres. ¡Y cuál es la voluntad de Dios sino que todos los hombres y mujeres se salven y realicen y lleguen así al conocimiento de la verdad!

La alegría del pastor que encuentra su oveja perdida o la de la mujer que encuentra su moneda es la misma, incluso en grado superior, a la que siente Dios cuando sus hijos que se han extraviado del camino se dejan encontrar por su amor y su misericordia infinita. Nuestro Padre Dios no puede permitir que ninguno de sus hijos más amados se pierda. El Dios de nosotros los cristianos es aquel que sale en busca del ser humano, que nunca lo abandona, que no se complace en la miseria ni en el sufrimiento. Dejémonos encontrar hoy de su infinita misericordia que nos renueva, purifica y transforma. Ante los ojos de Dios siempre somos valiosos: Él nos creó con amor y nos acompaña a lo largo de nuestra vida. Jesús revela este mismo criterio en todo el evangelio, cuando sale a buscar a diario a los pecadores, a los marginados, a los enfermos, a los niños, a las mujeres necesitadas, a los pobres, etc.; pero también Jesús se pone siempre al servicio del justo, pues su amor no es excluyente. Cuando una mamá cuida a su hijo enfermo no descuida a los otros, así también lo hace Dios.

ORACIÓN
Señor gracias por tu amor y misericordia infinita, porque el encuentro contigo es lo mejor que ha pasado en nuestras vidas, pues aún en medio de nuestra miseria tú te acercaste, nos invitaste a seguirte y trabajas en nuestro ser para ser personas sanas, restauradas, no tanto física como espiritualmente. Señor haz que nuestros sentimientos, emociones y acciones estén encaminadas a ti y a agradarte en  la realidad en que vivimos. Amén.
“La alegría del evangelio, llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús”


Viernes 4 de Noviembre de 2016


“DISPONER LAS HABILIDADES PARA DIOS”

PRIMERA LECTURA
FILIPENSES 3,17- 4,1
“Cristo transformará nuestro cuerpo miserable en un cuerpo glorioso como el suyo”
Seguid mi ejemplo, hermanos, y fijaos en los que andan según el modelo que tenéis en nosotros.
Porque, como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos, hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas. Sólo aspiran a cosas terrenas. Nosotros, por el contrario, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo todo.

Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mí corona, manteneos así, en el Señor, queridos. Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
Si ser enemigo de la Cruz de Cristo es apoyarse en prácticas externas y humanas como las de la ley de Moisés, entendemos también qué significa ser amigo de la Cruz del Señor. Tal amistad consiste sobre todo en aceptar el bien propio del sacrificio de Jesús, que es nuestra salvación.  Del amor de Cristo recibimos un cuerpo nuevo y una ciudadanía nueva. No vale la pena dar demasiada importancia al vientre, es decir: qué alimentos están prohibidos o permitidos por la Ley; ni a la circuncisión, es decir: si soy o no judío de raza, o si mi genealogía es más o menos limpia que la tuya. Nuestras expectativas y nuestra gloria siguen otras sendas, fundadas en Cristo: "El transformará nuestro frágil cuerpo en un cuerpo glorioso como el suyo" (Flp 3,21).  Tampoco vale la pena anclarnos en los "elementos de este mundo" y encerrar nuestra lógica en pensamientos que sólo se refieren a cosas y prácticas que pasarán cuando este mundo pase. ¡Nuestra ciudadanía está en los cielos!, grita Pablo (Flp 3,20), proclamando la maravillosa libertad de los que no dependen de sí mismos sino de Dios en cuanto a su destino eterno.

SALMO RESPONSORIAL 121

R./Vamos alegres a la casa del Señor. 
¡Qué alegría cuando me dijeron:
 "Vamos a la casa del Señor"!
 Ya están pisando nuestros pies / tus umbrales, Jerusalén. R.
Allá suben las tribus,
 las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Este es un canto entonado por los peregrinos que se dirigen al templo de Jerusalén para celebrar una fiesta. El encuentro con Dios es motivo de profunda alegría. La casa definitiva de Dios, el lugar de encuentro de Dios con la humanidad es Cristo, presente en su Iglesia. La paz es símbolo de todos los beneficios divinos

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 16,1-8

“Los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-«Un hombre rico tenía un administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes.

Entonces lo llamó y le dijo: "¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido."  El administrador se puso a echar sus cálculos: "¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa." Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero:"¿Cuánto debes a mi amo?" Éste respondió: "Cien barriles de aceite."Él le dijo: "Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta."Luego dijo a otro:"Y tú, ¿cuánto debes?" Él contestó:"Cien fanegas de trigo."

Le dijo: "Aquí está tu recibo, escribe ochenta." Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que habla procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz.» Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
Una  buena clave para comprender mejor cada una de las parábolas narradas por Jesús es tratar de descubrir el doble objetivo que buscaba Jesús a través de ellas: denunciar y anunciar. Miremos qué es lo que denuncia Jesús aquí: salta a la vista que lo que Jesús quiere poner en evidencia es la tremenda corrupción administrativa de su tiempo, corrupción que toca todas las esferas del sistema; esto es, la política, la economía, la religión. ¿No nos hemos sentido admirados también nosotros por la diversidad de formas de corrupción que campea hoy en nuestros países o ciudades, pero sobre todo por la sagacidad y la astucia con que actúan los corruptos?
Cierto que esta no es una conducta que debamos imitar; aunque el administrador es felicitado por su patrón, es claro que la parábola está denunciando toda forma de corrupción; sin embargo, a partir de algo tan negativo Jesús invita a utilizar también la sagacidad y la astucia en las tareas de implantación del Reino. Y esa debería ser una súplica constante al Señor: que nos ayude a ser más sagaces, más astutos, más audaces en las tareas de denuncia y de anuncio del reinado de Dios entre nosotros.

ORACIÓN
Padre Amado, acércanos a tu corazón para que hoy se reflejen en nuestra vida tus sentimientos, todo lo bueno que viene de ti. Que nuestros actos sean reflejo de tu amor que nos conquisto, ese amor incondicional y perfecto, que podamos dar a nuestros hermanos un poco de lo que tú nos has dado y salir juntos a tu encuentro. Amén.



“Todas aquellas pericias que tenías para manejar el mundo, ponlas al servicio del amor en Jesucristo”



Sábado 05 de Noviembre 2016


“DEPENDIÉNDO SOLO DE CRISTO”

PRIMERA LECTURA
FILIPENSES 4,10-19

“Todo lo puedo en aquel que me conforta”
Hermanos: Me alegré muchísimo en Cristo de que ahora por fin pudierais expresar el interés que sentís por mí; siempre lo habíais sentido, pero os faltaba la ocasión. Aunque ando escaso de recursos, no lo digo por eso; yo he aprendido a arreglarme en toda circunstancia. Sé vivir en pobreza y abundancia. Estoy entrenado para todo y en todo: la hartura y el hambre, la abundancia y la privación. Todo lo puedo en aquel que me conforta. En todo caso, hicisteis bien en compartir mi tribulación.
Vosotros, los filipenses, sabéis además que, desde que salí de Macedonia y empecé a predicar el Evangelio, ninguna Iglesia, aparte de vosotros, me abrió una cuenta de haber y debe. Ya a Tesalónica, me mandasteis más de una vez un subsidio para aliviar mi necesidad; no es que yo busque regalos, busco que los intereses se acumulen en vuestra cuenta. Éste es mi recibo: por todo y por más todavía. Estoy plenamente pagado al recibir lo que me mandáis con Epafrodito: es un incienso perfumado, un sacrificio aceptable que agrada a Dios.
En pago, mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades con magnificencia, conforme a su espléndida riqueza en Cristo Jesús. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Pablo usualmente ganó con sus propias manos los recursos materiales que necesitaba para subsistir. Sabemos por Hch. 18,3 que se dedicaba a tejer lonas para tiendas o toldos. Sin embargo, no hemos de mirarle como una persona autosuficiente o como alguien que no supiera valorar un regalo. Era escrupuloso en evitar que la gente creyera que él obraba por mezquino interés, pero sabía apreciar el apoyo no sólo espiritual, en la oración, sino también material, en el cubrimiento de sus necesidades.
Esto queda particularmente claro en la primera lectura de hoy, que nos presenta un episodio más de la relación de entrañable afecto que unió a este apóstol con una comunidad cristiana, la de Filipos. Los filipenses fueron solícitos de los gastos y estrecheces que veían que pasaba Pablo y él aceptó la bondad de ellos.
Lo más hermoso aquí es que Pablo, que estaba adaptado a todo, a vivir en abundancia o necesidad, se regocija en los bienes que recibe pero no tanto por lo que él mismo recibe sino porque está convencido que dar atrae bendiciones y por eso se goza al ver que sus amigos se están colmando de bendiciones gracias a todo lo que están dando y compartiendo. ¡Qué preciosa lección para nosotros!

SALMO RESPONSORIAL: 111
R. / Dichoso quien teme al Señor.

Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
 Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita. R.

Dichoso el que se apiada y presta,
administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo. R.

Su corazón está seguro, sin temor.
Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Este es un salmo alfabético. Siguiendo el tono de las reflexiones de los sabios, proclama la felicidad que gozará el que es bueno, clemente u compasivo. Las bienaventuranzas de Jesús proponen temas complementarios en relación con su proclamación de Reino de Dios, que él hace presente entre los hombres.    

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 16, 9-15

“Si no fuisteis de fiar en el vil dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras?
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:-«Ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo tampoco en lo importante es honrado.
Si no fuisteis de fiar en el injusto dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?. Ningún siervo puede servir a dos amos, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.» Oyeron esto los fariseos, amigos del dinero, y se burlaban de él.
Jesús les dijo:-«Vosotros presumís de observantes delante de la gente, pero Dios os conoce por dentro. La arrogancia con los hombres Dios la detesta.» Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El relato de este día nos invita en la oración a usar bien el dinero. No se puede servir a Dios y al dinero, pero con el dinero si se puede servir a Dios, presente en las necesidades de los pobres, excluidos e indigentes. El dinero administrado rectamente, con justicia y sabiduría, se puede convertir en ofrenda y sacrificio que acepta a Dios con agrado y recompensa en bendición y, al mismo tiempo constituye una maravillosa ocasión para Él hacernos ricos ante Él por medio de nuestros donativos. Un ejemplo de generosidad sin medida lo encontramos en la comunidad de Filipos que nos recuerda la primera lectura, comunidad que ayudó a Pablo especialmente cuando se encontraba en momentos de gran dificultad.
Para conquistar el tesoro del cielo es necesario ser buenos administradores, esto es lo que representa ser fieles en lo mínimo o poco, en comparación con la inefable riqueza de la vida futura de gloria prometida por nuestro Padre Celestial. Pidamos hoy al Señor nos conceda un corazón generoso, sensible a las necesidades de los demás. Recordemos el sabio consejo del anciano Tobit a su hijo: “practica con tus bienes la limosna y no apartes tu rostro de ningún  pobre, porque así no apartará de ti su rostro el Señor”. Aprendamos también la serenidad y el equilibrio de San Pablo para afrontar las situaciones como se van presentando, dando siempre gracias a Dios por la abundancia y la prosperidad, pero también por la escasez y la adversidad.
La limosna en el antiguo testamento era muy apreciada y valorada por encima de los ayunos, sacrificios y prácticas similares., en el nuevo testamento se le dan nuevos motivos, como el amor al prójimo (ofrenda). La ofrenda no puede ser una mera obra exterior, sino que debe corresponder a una actitud interior.

ORACIÓN
Cuando nos das el don de la vida en Ti, comenzamos a comprender que nada de lo que tenemos nos pertenece, que todo lo recibimos por tu gran amor y misericordia. Por favor ayúdanos a compartir lo que recibimos con quienes te sirven y con los que padecen necesidades, para que te reflejes en ellos y descubran también que es por tu gracia que reciben la bendición de la solidaridad. Amén

“Hay personas tan pobres, tan pobres que de lo único que dependen es del dinero”