“ATENCIÓN, PREPARACIÓN
Y ESPERANZA ANTE LOS TIEMPOS FINALES”
PRIMERA
LECTURA
1CORINTIOS
1, 1-9
“Por
Él habéis sido enriquecidos en todo”
Yo
Pablo, llamado a ser apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, y Sóstenes,
nuestro hermano, escribimos a la Iglesia de Dios en Corinto, a los consagrados
por Cristo Jesús, a los santos que él llamó y a todos los demás que en
cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor de ellos y nuestro. La
gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean
con vosotros.
En
mi acción de gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios
os ha dado en Cristo Jesús. Pues por él habéis sido enriquecidos en todo: en el
hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo.
De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de
nuestro Señor Jesucristo. Él os mantendrá firmes hasta el final, para que no
tengan de qué acusaros en el día de Jesucristo, Señor nuestro. Dios os llamó a
participar en la vida de su Hijo, Jesucristo Señor nuestro. ¡Y él es fiel! Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Corinto
es una antigua ciudad griega, situada en el estrecho que une la parte
continental de Grecia con la península del Peloponeso. En el siglo I d.C.
estaba habitada principalmente por excombatientes romanos y por antiguos
esclavos libertados, procedentes de Italia, o por sus descendientes. Era
capital de la provincia de Acaya, y por su posición tanto geográfica como
política, tenía una activa vida comercial, cultural y religiosa. Las
referencias de algunos autores antiguos sobre el extremado desenfreno de sus
costumbres no parecen corresponder a la realidad de entonces. En este aspecto,
la situación de Corinto debía de ser semejante a la de tantos otros puertos del
Mediterráneo. La comunidad cristiana de Corinto fue fundada por Pablo en su segundo
viaje misionero ( Hch 18,1–18), a principios de la década de los 50. Algunos de
estos cristianos procedían del judaísmo, pero la mayoría eran de origen pagano
(1 Cor. 12,2). Aunque Pablo permaneció allí año y medio (Hch. 18.11), solo pudo
poner los fundamentos de la fe cristiana (1 Cor. 3,6, 10). Más tarde llegaron
otros maestros, entre los cuales Pablo menciona en particular a Apolo (1 Cor.
1,12).
La
actividad de algunos de los maestros venidos posteriormente fue ocasión de que
se crearan divisiones y grupos en la comunidad. Por otra parte, la intensa vida
carismática que se desarrolló en la iglesia de Corinto llevó a algunos a
creerse demasiado sabios. Además de todo esto, el pasado pagano de la mayoría
de los cristianos y el contacto inevitable con una sociedad pagana de
costumbres libertinas, así como las diferencias sociales entre los propios
miembros de la comunidad cristiana, dieron lugar a una serie de situaciones y
abusos, que Pablo se vio obligado a corregir
SALMO
RESPONSORIAL: 144
R.
/ Bendeciré tu nombre por siempre, Dios
mío, mi rey.
Día
tras día, te bendeciré
y
alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande
es el Señor, merece toda alabanza,
es
incalculable su grandeza. R.
Una
generación pondera tus obras a la otra,
y
le cuenta tus hazañas.
Alaban
ellos la gloria de tu majestad,
y
yo repito tus maravillas. R.
Encarecen
ellos tus temibles proezas,
y
yo narro tus grandes acciones;
difunden
la memoria de tu inmensa bondad,
y
aclaman tus victorias. R.
OREMOS
CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Este
himno celebra las grandes obras del Señor (vs. 4-7), que lo manifiestan como
Rey justo y poderoso, a la vez que bondadoso y lleno de misericordia hacia
todas sus criaturas. La estructura "alfabética" del Salmo hace que las
ideas se yuxtapongan bastante libremente, sin una conexión lógica demasiado
aparente. El uso litúrgico las unió más tarde, para asociar la oración por el
rey a la oración por todo el pueblo.
LECTURA
DEL EVANGELIO
MATEO
24, 42-51
“Estad
preparados”
En
aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Estad en vela, porque no sabéis
qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que, si supiera el dueño de casa a qué
hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete
en su casa. Por eso estad también vosotros preparados, porque a la hora que
menos penséis viene el Hijo del Hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso,
a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues
dichosos ese criado si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os
aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el
criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus
compañeros y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se
lo espera llegará el amo y lo hará pedazos, como se merecen los hipócritas.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes". Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
La
exhortación que Jesús hace a los discípulos hacia el final de su vida terrena
abre la esperanza de sus seguidores a un horizonte cargado de novedad: Él
volverá a presentarse a los suyos y, cuando regrese, quiere encontrarlos
ocupados en la misión que les ha encomendado. “Estar preparados” es, entonces,
la condición de la vigilia para quienes pretendan ser considerados servidores
fieles y prudentes. En esta tensa espera de la parusía hemos pasado ya más de
dos mil años. La historia de nuestra Iglesia ha sido pródiga en todo tipo de
ejemplos: Discípulos ejemplares, irreprochables, dignos de admiración; y otros
que resultan escandalosos, mediocres, dignos de condenación. Inclusive nosotros
mismos nos movemos y vacilamos entre estos dos extremos. ¿Quién de nosotros podría
considerarse irreprochable en la presencia del Señor, por propia iniciativa? El
carácter extremo y, bajo ciertos aspectos, amenazante de las palabras de Jesús
es complementado y profundizado por la reflexión y las palabras con las cuales
Pablo y Sóstenes animan a los cristianos de Corinto: “Estar prevenidos” implica
ciertamente crecer en fidelidad y compromiso. Pero no se trata tanto de un mero
ejercicio de la voluntad cuanto de acoger un don que viene de Dios, un llamado
que Él nos hace por pura gracia e iniciativa suya, y de cultivarlo como tal en
nuestro corazón de discípulos. ¿Estoy preparado…?
ORACIÓN
Señor a tus fieles los has enriquecido
en todo lo que se refiere a la Palabra, al conocimiento y dones espirituales.
Por favor síguenos enriqueciendo para que cumpliendo con nuestro deber de
vigilar y estar preparados logremos comprender la esencia de tu propuesta para
el mundo, así como de los ataques de los enemigos de la instauración de tu
Reino pacifista, justo y solidario en comunidades fraternas. Parece algo
imposible, pero que vemos en quienes perseveran. Amén
“Un ejercicio de conversión
y desarrollo del amor es sintonizarse con la vida de Jesús”
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