lunes, 1 de agosto de 2016

Domingo 14 de Agosto de 2016


“JESÚS: SIGNO DE OPCIÓN Y CONTRADICCIÓN”

El común denominador de las lecturas de hoy es claro: el lenguaje de Dios no entra fácilmente en oídos humanos; por consiguiente, quien se ponga de parte de Dios encontrará oposición e incluso persecución.

PRIMERA LECTURA
JEREMÍAS 38, 4-6. 8-10

“Me engendraste hombre de pleitos para todo el país”
En aquellos días, los príncipes dijeron al rey: "Muera ese Jeremías, porque está desmoralizando a los soldados que quedan en la ciudad y a todo el pueblo, con semejantes discursos. Ese hombre no busca el bien del pueblo, sino su desgracia."Respondió el rey Sedecías: "Ahí lo tenéis, en vuestro poder: el rey no puede nada contra vosotros."Ellos cogieron a Jeremías y lo arrojaron en el aljibe de Malquías, príncipe real, en el patio de la guardia, descolgándolo con sogas. En el aljibe no había agua, sino lodo, y Jeremías se hundió en el lodo. Ebedmelek salió del palacio y habló al rey: "Mi rey y señor, esos hombres han tratado inicuamente al profeta Jeremías, arrojándolo al aljibe, donde morirá de hambre, porque no queda pan en la ciudad."Entonces el rey ordenó a Ebedmelek, el cusita: "Toma tres hombres a tu mando, y sacad al profeta Jeremías del aljibe, antes de que muera."Palabra de Dios
REFLEXIÓN
Jeremías tuvo  una misión difícil en extremo. El episodio de Jeremías  de hoy es un triste ejemplo de este sufrimiento que acarrea al profeta su fidelidad a la palabra de Dios, cuando el pueblo y sus líderes no la quieren escuchar. Él tenía que anunciar la destrucción del templo, de la dinastía davídica y de la ciudad de Jerusalén, por no querer someterse a Babilonia en ese momento. Era como poner punto final a las solemnes promesas hechas por Natán y otros profetas a David y a su ciudad capital, Jerusalén. Además, este descendiente de sacerdotes, debe predecir la ruina del templo salomónico. No le gustaban para nada esas desgracias que le tocaba anunciar, y sufrió enormemente por causa de esa misma palabra dura que debía predicar; pero lo que pretendía era precisamente que eso no ocurriera, porque si le hacían caso, si se convertían, se evitaban esas catástrofes. No logró esa conversión del pueblo, y menos aún de los líderes religiosos y políticos. Más bien logró esa división entre unos y otros, pues hasta entre el alto liderazgo político encuentra opositores y ayudantes, mientras el rey se deja llevar del viento político que sopla en cada momento. Pero la palabra de Dios y su profeta no es un viento cambiante, sino una palabra firme y segura, que exige darle fe y cambiar de mente y de conducta; que pide una opción radical de parte de los oyentes.
La gente de su tiempo no le escuchó, pretendió confiar en el templo de Dios, como señal de una alianza indeleble; mientras al mismo tiempo, los actos de ellos contradecían espantosamente esa misma alianza. A Jeremías le correspondió denunciar esta incoherencia y mostrar también las consecuencias a las que habría de conducir: a la destrucción misma de Jerusalén y finalmente al destierro.  

SALMO RESPONSORIAL: 39
R./Señor, date prisa en socorrerme.

Yo esperaba con ansia al Señor;
él se inclinó y escuchó mi grito . R.

Me levantó de la fosa fatal,
de la charca fangosa;
afianzó mis pies sobre roca,
y aseguró mis pasos. R.

Me puso en la boca un cántico nuevo,
un himno a nuestro Dios.
Muchos, al verlo,
quedaron sobrecogidos y
confiaron en el Señor. R.

Yo soy pobre y desgraciado,
pero el Señor se cuida de mí;
tú eres mi auxilio y mi liberación:
 Dios mío, no tardes. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
En este Salmo se encuentran reunidos dos poemas de estilo y contenido diversos. La primera parte del Salmo es un canto de alabanza a Dios por haber experimentado su ayuda, lo que obliga a la persona a proclamar lo que Dios ha hecho con ella La segunda parte es la suplica para pedir ayuda divina de un justo perseguido y que se encuentra en un momento de desgracia.


SEGUNDA LECTURA
HEBREOS 12, 1-4

“Corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos”

Hermanos: Una nube ingente de testigos nos rodea: por tanto, quitémonos lo que nos estorba y el pecado que nos ata, y corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe: Jesús, que, renunciando al gozo inmediato, soportó la cruz, despreciando la ignominia, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Recordad al que soportó la oposición de los pecadores, y no os canséis ni perdáis el ánimo.Todavía no habéis llegado a la sangre en vuestra pelea contra el pecado. Palabra del Señor
REFLEXIÓN
Esta segunda lectura está tomada de la carta a los Hebreos y en ella quisiera recordarles que este texto se dirige especialmente en una forma de motivación a una comunidad cansada, confundida y vacilante en la fe, como talvez tu y yo, y nuestras comunidades en algunos momentos de nuestro caminar espiritual nos hemos encontrado. Hace un énfasis en tener cuidado cuando se va perdiendo el primer entusiasmo, la novedad del mensaje que se ha convertido en una costumbre, y se dejan sentir con más fuerza las diferentes dificultades internas y externas en la comunidad, y el camino de la cruz se presenta como una carga demasiado pesada. La comunidad está en crisis y no era lo que al comienzo se esperaba de ella. El motivador o animador de esta comunidad trata de incentivarlos, animarlos, y para ello les recuerda el testimonio de fe de los antepasados, como un estímulo para la comunidad en orden a perseverar en la fe. Les recuerda que el verdadero modelo de persistencia, valentía y lucha en las adversidades es Cristo. La totalidad solidaridad con Él, significa que su destino está ligado con Cristo también.        
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 12, 49-53

“No he venido a traer paz, sino división”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla!.¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra." Palabra del Señor
REFLEXIÓN
Estamos en camino con Jesús y sus discípulos en su último viaje a Jerusalén, donde sabe que va a morir, y así se los va diciendo. Esta subida a Jerusalén se alarga en el evangelio de Lucas y parece que Jesús cambia aquí radicalmente su mensaje. La Buena Nueva que nos parece tan hermosa, tan atenta a los débiles y pequeños, tan llena de amor y solicitud hasta por los pecadores y enemigos, que su mensaje no puede ser otro que el de una gran paz y armonía entre todos los hombres. Aquí, sin embargo cambia y Jesús parece decir todo lo contrario. Su mensaje no viene a producir paz y concordia entre todos, sino que lleva a la división incluso entre los miembros más allegados de la familia, padres e hijos, nueras y suegras. Pero no se trata de cualquier mensaje, de cualquier propuesta, sino de la presencia misma del Reino de Dios en sus palabras y sus gestos, en sus milagros y sus actuaciones. No cabe oír esa Buena Nueva del Reino y permanecer neutral o indiferente; no cabe entusiasmarse con Jesús y seguir en lo mismo de siempre. Por eso hay que optar con pasión, hay que tomar decisiones y actuaciones que implican cambios muy radicales en la vida. Por eso nos van a afectar a todos profundamente, más allá incluso de los vínculos familiares, por muy respetables que estos sean. El que no pone por delante a Jesús, incluso sobre su propia familia, no puede ser su discípulo (Lc 14, 26).
Jesús aquí es radical,  pues se trata de la urgencia misma de construir el Reino presente. Es la hora de las opciones más decisivas, que pueden llevar, y han llevado de hecho a muchos cristianos a la gracia del martirio, de seguir al Maestro hasta la hora de la cruz. La Iglesia de América Latina  recientemente, sobre todo por denunciar,  ha tenido muchos mártires, sin duda ellos son los que más claramente han optado por Jesús, por la verdad esperada del Reino, y por la fraternidad humana soñada y anticipada en su misma vida ordinaria o en sus mejores gestos, como ese final glorioso.
Entendamos que Cristo nos quiere resueltos. Que no seamos maquilladores de los problemas, de la injusticia social, de la corrupción,  sino gente que cree que existen soluciones reales, que cree en la verdad, en la justicia y que lucha por ella.  En este sentido reconocer que somos distintos y que no podemos decir que sí a todo es un paso adelante, aunque por un tiempo produzca divisiones y conflictos. A la fase de denuncia tendrá que seguirle otra fase de conversión y de reconciliación, y a la fase de reconciliación otra etapa de construcción de una unidad sobre la verdad. Corona de todo ese esfuerzo será la paz, pero no una paz como la que da el mundo, sino sólo como aquella que el Señor mismo nos da a precio de su pascua, aunque innumerables veces pasando por la cruz.

ORACIÓN
Señor Jesús, que la presencia renovadora de tu Espíritu, venga hoy a nuestros corazones y nos sumerja en tu amor, para que podamos enfrentar conscientemente los signos contradictorios que el mundo nos ofrece ante la propuesta de tu evangelio, danos fortaleza para enfrentar las luchas de la vida, superar las pruebas que se nos vienen encima, y salir vencedores por el poder de tu resurrección. Anímanos a seguir perseverantes en nuestra fe y compromiso cristiano. Amén.



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