viernes, 1 de julio de 2016

Lunes 25 de Julio de 2016

Santiago, apóstol

“EL VERDADERO PODER ES  EL DEL SERVICIO Y LA ENTREGA POR AMOR”

PRIMERA LECTURA
2 CORINTIOS 4,7-15

“Llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús”

Hermanos: Este tesoro del ministerio lo llevamos en vasijas de barro, para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros. Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan; estamos apurados, pero no desesperados; acosados, pero no abandonados; nos derriban, pero no nos rematan; en toda ocasión y por todas partes, llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. Mientras vivimos, continuamente nos están entregando a la muerte, por causa de Jesús; para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. Así, la muerte está actuando en nosotros, y la vida en vosotros.
Teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: "Creí, por eso hablé", también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también con Jesús nos resucitará y nos hará estar con vosotros. Todo es para vuestro bien. Cuantos más reciban la gracia, mayor será el agradecimiento, para gloria de Dios.  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Pablo nos ofrece en esta  lectura, toda una teología sobre el servicio y ministerio de la Palabra. Es un apóstol que habla desde su propia experiencia, desde una vida íntimamente relacionada con Cristo y consagrada por entero a predicar  al Mesías Salvador entre todos los pueblos. Pablo entiende que su ministerio es una participación en la muerte y resurrección de Jesucristo. Si en la muerte de Jesús triunfa la fuerza vivificante del Espíritu Santo, también triunfa la extraordinaria fuerza de Dios en medio de la debilidad de quienes anunciamos el evangelio. Pues el “evangelio es fuerza de Dios para salvar a los creyentes”. Que esta fuerza es de Dios y no de los hombres se ve con claridad precisamente al considerar las múltiples debilidades de quienes anuncian el evangelio.  Pablo  manifiesta, no solo a sí mismo sino a toda la  comunidad de Corinto que somos “vasijas de barro” en  las  manos del Creador,  que por dentro llevamos un tesoro muy grande, que es Jesucristo, salvación de Dios para toda la humanidad. Pablo, resume sus tareas apostólicas: “Nos aprietan, pero no nos aplastan, estamos apurados, pero no nos desesperamos”.  En todo nos sentimos unidos a Cristo. La comunidad se ha solidarizado con Cristo en los sufrimientos, con la esperanza de que también ella participará de su triunfo: “Quien resucitó al Señor Jesús también con Él nos resucitará a nosotros”. El discípulo(a) misionero(a), es ante todo ministro(a) o servidor(a) de la comunidad y para ello debe prepararse sabiendo que parte de su equipaje misionero va a ser el sufrimiento por Cristo, siendo consciente de que lleva un tesoro en vasija de barro. Todos somos frágiles, por las enfermedades, dificultades que nos aprietan desde afuera y por la debilidad que sentimos desde adentro. Esto nos debe hacer humildes y realistas.
Como Pablo, debemos confiar en Dios, no dejándonos amilanar ni desilusionar por las dificultades y debilidades personales y comunitarias. Hoy él nos da un ejemplo magnífico de valentía y generosidad en medio de las tribulaciones, siguiendo de esta manea los pasos de Jesús, que se entregó totalmente para liberar a la humanidad del yugo que la oprimía.

SALMO RESPONSORIAL: 125
R./ ¡Haz que cambie nuestra suerte!

 Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos pareció que estábamos soñando.
 Entonces nuestra boca y nuestros labios
se llenaron de risas y gritos de alegría; R

Entonces los paganos decían:
«¡El Señor ha hecho grandes cosas por ellos!»
 Sí, el Señor había hecho grandes cosas por nosotros,
y estábamos alegres.
 ¡Señor, haz que cambie de nuevo nuestra suerte,
como cambia el desierto con las lluvias! R.

 Los que siembran con lágrimas,
cosecharán con gritos de alegría.
 Aunque lloren mientras llevan el saco de semilla,
volverán cantando de alegría,
con manojos de trigo entre los brazos. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
El tono de este poema -como el del Salmo 85- refleja elocuentemente la situación espiritual de los israelitas al término del exilio. El edicto de Ciro (538 a. C.), que autorizó la vuelta de los cautivos a la patria, había provocado un inesperado cambio político y era motivo de la más intensa alegría. Pero al mismo tiempo, la restauración nacional se realizaba en medio de muchas dificultades, y los vaticinios proféticos (Is. 40 - 55) no acababan de cumplirse plenamente. Por eso Israel pide al Señor que “cambie la suerte” de Sión (v. 4), para que la fatigosa siembra se transforme en una gozosa cosecha (vs. 5-6)
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 20,20-28

“Mi cáliz lo beberéis”

En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: "¿Qué deseas?" Ella contestó: "Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda." Pero Jesús replicó: "No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber?" Contestaron: "Lo somos." Él les dijo: "Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre." Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: "Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
La memoria festiva de un apóstol es siempre estimulante para renovar nuestro modelo de iglesia. Por encima de todo, un apóstol es un testigo del Resucitado. Por un lado vemos a Santiago, una madre, unos discípulos dentro del esquema injusto de este mundo. Con ansias de poder, de prestigio, de protagonismo. Y la envidia rondando en la mente de los que no pueden escalar esos honores. Es el esquema del mesianismo de la toma de poder para oprimir a los demás. Lo increíble del texto evangélico es que todo esto sucede camino de Jerusalén. Para los discípulos, en su mente, es la ciudad del poder, del templo separado de la vida. Para Jesús es la ciudad donde se mata a los profetas. Dos músicas diferentes. Pero la fiesta de hoy nos hace comprender el cambio, la ruptura, el bautismo de sangre de estos testigos que experimentaron la novedad del Resucitado y se convirtieron en sus mensajeros hasta sufrir el martirio. Una fiesta para reflexionar sobre nuestro modelo de Iglesia. Puestos en una balanza, qué predomina hoy más en nuestras estructuras sociales y eclesiales: el servicio, la fraternidad o la sed de poder y de prestigio? 

ORACIÓN
Amado Dios, ayúdanos para que el anuncio del Evangelio refleje signos que generan vida, con nuestras actitudes y obras, que no perdamos el norte, que entendamos el propósito que tienes para con nosotros, danos de tu fortaleza y guía para hacerlo. Que al igual que los apóstoles, contemos con la luz de tu Espíritu, para que con sincera disposición nos entreguemos a dar y ayudar como tú lo hacías. Amén.


“Pidamos la gracia de entrar en la dinámica del servicio humilde y desinteresado a ejemplo de Jesús ”

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