“AHORA SOLO CABE LA ALEGRÍA Y EL COMPROMISO
MISIONERO”
PRIMERA
LECTURA
CANTAR
DE LOS CANTARES 3, 1-4
“Encontré
el amor de mi alma”
Así
dice la esposa: “En mi cama, por la noche, buscaba el amor de mi lama: lo
busqué y no lo encontré. Me levanté y recorrí la ciudad por las calles y las
plazas, buscando el amor de mi alma; lo busqué y no lo encontré. Me han
encontrado los guardias que rondan por la ciudad: “¿Visteis al amor de mi
alma?”. Pero, apenas los pasé, encontré al amor de mi alma." Palabra de
Dios.
REFLEXIÓN
El
Cantar de los Cantares es una obra poética del Israel del Antiguo Testamento.
Este libro es una colección de cantos de
amor en el que el pueblo canta la plenitud de la unión personal que desde un centro, ilumina y transfigura el
mundo, elevándolo a su razón de ser: el amor. El amor no se agota en sí mismo,
sino que se abre para el descubrimiento, el amor es grande e invencible porque
es fuego que viene de Dios, y viene de Dios, porque “Dios es Amor”. El amor que
plantea Cantar de los Cantares quiere manifestarnos la encarnación más alta del
amor de Dios, ese amor hecho hombre se llama Jesucristo. Para llegar a entender
a Dios como amor es de vital importancia amar plenamente a la humanidad. Cuando
somos capaces de afirmar el amor humano, es posible descubrir en él la
revelación de Dios que es amor.
SALMO
RESPONSORIAL: 62
R. / Mi
alma está sedienta de ti, mi Dios
Oh Dios,
tú eres mi Dios, por ti madrugo ,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne
tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua. R.
¡Como te
contemplaba en el santuario
Viendo
tu fuerza y tu gloria!
Tu
gracia vale más que la vida,
Me
saciaré como de enjundia y de manteca,
Y mis
labios te alabarán jubilosos. R.
Porque
fuiste mi auxilio,
y a la
sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma
está unida a ti,
y tu
diestra me sostiene. R.
OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Un
profundo anhelo de Dios -bellamente
expresado con la imagen de la tierra sedienta (v. 2)- es el sentimiento que
domina todo este Salmo. Su autor podría ser un levita desterrado, que recuerda
el tiempo en que vivía junto al Santuario, gozando de la intimidad con el
Señor. En el silencio de la noche rememora aquellas horas felices, y ese
recuerdo le sirve de consuelo (vs. 7-9). El versículo final indica que el
salmista identifica su propia suerte con la de todo su Pueblo, representado en
la persona del rey.
LECTURA
DEL EVANGELIO
JUAN
20,1.11-18
“Mujer,
¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?”
El
primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando
aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Fuera, junto al
sepulcro, estaba María, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio
dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies,
donde había estado el cuerpo de Jesús. Ellos le preguntan: "Mujer, ¿por
qué lloras?" Ella les contesta: "Porque se han llevado a mi Señor y
no sé dónde lo han puesto." Dicho esto, da media vuelta y ve a Jesús, de
pie, pero no sabía que era Jesús. Jesús le dice: "Mujer, ¿por qué lloras?,
¿a quién buscas? Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: "Señor, si
tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré." Jesús le
dice: "¡María!" Ella se vuelve y le dice: "¡Rabboni!", que
significa: "¡Maestro!" Jesús le dice: "Suéltame, que todavía no
he subido al Padre. Anda, ve a mis hermanos y diles: "Subo al Padre mío y
Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro."" María Magdalena fue y
anunció a los discípulos: "He visto al Señor y ha dicho esto."Palabra
del Señor.
REFLEXIÓN
La Iglesia recuerda hoy con especial cariño a María
Magdalena: apóstol de los apóstoles y con ella celebra la presencia de las
mujeres en el Movimiento de Jesús. Presencia desde los inicios de la Iglesia
que sigue cuestionando nuestro modelo patriarcal. María Magdalena sigue un
itinerario espiritual en búsqueda de Jesús hasta encontrarlo y convertirse al
discipulado. No se rinde ante la evidencia de la muerte y del sepulcro de su
amado Jesús. Viaja con él desde la Galilea campesina a la ciudad. Le acompaña
en su pasión con otras mujeres. Ni la muerte, ni el sepulcro le rompe su
itinerario de fe. No se rinde ante hechos evidentes. Su amor intuye más cosas.
Imposible que este Jesús termine así. Esa es la música que suena en su corazón.
Lo busca como a un Jesús del pasado. Ahora es un Viviente con una vida nueva.
No lo reconoce en el jardinero como los discípulos de Emaús en el peregrino.
María Magdalena lo reconoce por la manera como Jesús pronuncia su nombre:
¡María! con aquel acento de amor a su discípula amada. Allí descubre en la
música de su voz, en el acento amoroso de su Amado Maestro que Él está vivo.
Allí nace su vocación de ser la primera testigo de la resurrección.
ORACIÓN
¡Ay
Señor Jesús!, hoy también nos confrontas y con un tema bien importante que nos
lanza a estos interrogantes: Somos el resultado de habernos encontrado
personalmente contigo, con tu amor de Hijos de Dios?, nos interesamos de
verdad, por los sufrimientos y necesidades de nuestro prójimo? Gracias, por
enseñarnos como te interesas por los demás y como tratas de manera tan especial
a la mujer y la envías a evangelizar. Amén.
“Dad gracias al Señor
por la facultad que te da de amar, de sentir ternura, dolor y piedad por tus
semejantes”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Mensaje o Intercesión por: