martes, 1 de diciembre de 2015

Jueves 10 de Diciembre de 2015


“LLAMADOS(AS) A CONQUISTAR EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA”

PRIMERA LECTURA
ISAÍAS  41,13-20

“Yo soy tu redentor, el Santo de Israel”

PRIMERA LECTURA
Yo, el Señor, tu Dios, te agarro de la diestra y te digo: "No temas, yo mismo te auxilio." No temas, gusanito de Jacob, oruga de Israel, yo mismo te auxilio -oráculo del Señor-, tu redentor es el Santo de Israel. Mira, te convierto en trillo aguzado, nuevo, dentado: trillarás los montes y los triturarás; harás paja de las colinas; los aventarás, y el viento los arrebatará, el vendaval los dispersará; y tú te alegrarás con el Señor, te gloriarás del Santo de Israel. Los pobres y los indigentes buscan agua, y no la hay; su lengua está reseca de sed. Yo, el Señor, les responderé; yo, el Dios de Israel, no los abandonaré. Alumbraré ríos en cumbres peladas; en medio de las vaguadas, manantiales; transformaré el desierto en estanque y el yermo en fuentes de agua; pondré en el desierto cedros, y acacias, y mirtos, y olivos; plantaré en la estepa cipreses, y olmos y alerces, juntos. Para que vean y conozcan, reflexionen y aprendan de una vez, que la mano del Señor lo ha hecho, que el Santo de Israel lo ha creado. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
En la primera lectura la conclusión de la profecía es el gozo, que se expresa en himnos y cánticos, y se realiza en la compañía experimentada de Dios: el santo, trascendente, abrasador, exigente, es ahora fuente de garantía de la satisfacción. Frente a la situación difícil en el desierto, la eterna experiencia de la sed, que en un momento es cuestión de  vida o muerte, el Señor responde con una transformación milagrosa; el desierto se convierte no simplemente en una región habitable, sino en auténtico paraíso, con sus cuatro ramos de agua: ríos, manantiales, estanques, fuentes, que atraviesan montes y barrancos; con siete espacios de árboles escogidos. La consecuencia de la acción histórica de Dios es el reconocimiento, o sea, el aceptar con fe la revelación hecha en palabras o acciones. Los ojos ven la historia, la fe reconoce al protagonista; pues bien, en esta nueva etapa de la historia Dios está creando otra vez, porque salvar es la profunda y superior creación de Dios.        
SALMO 144:
R./ El Señor es clemente y misericordioso

Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
 bendeciré tu nombre por siempre jamás.
 El Señor es bueno con todos,
 es cariñoso con todas sus criaturas. R.

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
 que hablen de tus hazañas; R.

explicando tus hazañas a los hombres,
 la gloria y majestad de tu reinado.
 Tu reinado es un reinado perpetuo,
 tu gobierno va de edad en edad. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Salmo alfabético, pues cada verso comienza con una de las letras del alfabeto... Signo de que se quiere cantar "la Alianza" en forma tota.  Los judíos recitan este salmo todos los días en el oficio matinal, respondiendo a la invitación del comienzo: "cada día, quiero bendecirte..." Jesús debió recitarlo miles de veces. El vocabulario de la alabanza hímnica es de una gran densidad: Exaltar, Bendecir,  Alabar, Decir, Proclamar. El salmista no puede contenerse de "dar gloria" a su rey que es Dios. Alaba su "gloria", su "magnificencia", su "grandeza" su "poder", su "esplendor"... ¡Cualidades eminentemente reales! Pero canta también su "bondad", su "justicia", su "ternura", su "piedad", su "amor", su "fidelidad", su "proximidad"... Cualidades más que todo paternales. ¡Dios es Rey! Pero un rey que pone todo su poder al servicio de su amor y derrama sus bendiciones sobre la humanidad

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 11,11-15

“No ha surgido aún alguien mayor que Juan el Bautista”

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él. Desde los días de Juan, el Bautista, hasta ahora se hace violencia contra el reino de Dios, y gente violenta quiere arrebatárselo. Los profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo. El que tenga oídos que escuche." Palabra del Señor.


REFLEXÍON
La figura de Juan Bautista da unidad al texto de donde están tomados los versículos del evangelio que hoy se nos presenta. Mateo presta mucha atención a Juan, pues ve en él al precursor de Jesús, teniendo posiblemente presente al grupo de seguidores de Juan Bautista, integrantes también de las primeras comunidades cristianas de su entorno. Este texto está precedido por algunas preguntas que hace Jesús sobre Juan: Juan no es una caña movida por el viento, aludiendo a los predicadores oportunistas, que los había muchos en su momento; Juan Bautista no es un hombre elegantemente vestido, aludiendo a los cortesanos de donde Juan no procede; Juan se presenta como un verdadero profeta y precursor del Mesías liberador del pueblo, tan esperado por todos. El evangelio de Mateo nos quiere poner en sintonía con un proyecto de sociedad distinta a la imperante y establecida, que genera violencia y muerte, que deshumaniza de tantas formas al ser humano. Nos invita a estar abiertos a la escucha de la voz de Dios en tantos hombres y mujeres que trabajan solidariamente por hacer posible un mundo más justo y humano, un mundo donde todos podamos ser hermanos.

ORACIÓN
Amado Señor, rey de los cielos y de la tierra dirige y santifica en este día nuestra vida, nuestros corazones, nuestros sentidos, palabras y acciones, según tu amor y tus mandatos, para que reinando en nosotros podamos transmitir tu paz y esperanza a todos los que nos rodean. Ayúdanos también a abrir nuestros oídos, estar dispuestos a escuchar a otros, a tantos profetas de nuestro tiempo que nos invitan a construir tu Reino. Amén.       

“Escuchemos la voz de Dios en quienes trabajan por hacer posible un mundo más justo, a partir de su propuesta de amor”

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