viernes, 1 de mayo de 2015

Miércoles 20 de Mayo de 2015


“JESÚS ORA PARA QUE PERMANEZCAMOS EN LA VERDAD”

PRIMERA LECTURA
HECHOS 20, 28-38

“Confiados pero no ingenuos”
Por lo tanto, estén atentos y cuiden de toda la congregación, en la cual el Espíritu Santo los ha puesto como pastores para que cuiden de la iglesia de Dios, que él compró con su propia sangre. Sé que cuando yo me vaya vendrán otros que, como lobos feroces, querrán acabar con la iglesia. Aun entre ustedes mismos se levantarán algunos que enseñarán mentiras para que los creyentes los sigan. Estén alerta; acuérdense de que durante tres años, de día y de noche, no dejé de aconsejar con lágrimas a cada uno de ustedes.
"Ahora, hermanos, los encomiendo a Dios y al mensaje de su amor. Él tiene poder para hacerlos crecer espiritualmente y darles todo lo que ha prometido a su pueblo santo. No he querido para mí mismo ni el dinero ni la ropa de nadie; al contrario, bien saben ustedes que trabajé con mis propias manos para conseguir lo necesario para mí y para los que estaban conmigo. Siempre les he enseñado que así se debe trabajar y ayudar a los que están en necesidad, recordando aquellas palabras del Señor Jesús: 'Hay más dicha en dar que en recibir.” Después de decir esto, Pablo se puso de rodillas y oró con todos ellos. Todos lloraron, y abrazaron y besaron a Pablo. Y estaban muy tristes, porque les había dicho que no volverían a verlo. Luego lo acompañaron hasta el barco. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
La primera lectura de hoy continúa el relato el encuentro de Pablo en Mileto con los dirigentes de la comunidad de Efeso. Habiéndoles recordado cómo se había dedicado a la misión bajo el impulso el Espíritu, se detiene ahora en otro aspecto de suma importancia: el cuidado que deben tener en el pastoreo de la iglesia. Pablo entrega a los dirigentes la responsabilidad de predicar el Evangelio y de cuidar el rebaño del Señor, protegiéndolo de los peligros que lo acechan: de herejes y perversos que surgirán en sus propias filas. Esta entrega de la responsabilidad es la llamada “sucesión apostólica”, sucesores que garanticen la transmisión del Evangelio. Esta lectura nos presenta hoy a un Pablo lleno de sentimiento pero también lleno de claridad. Siente, desde luego, le duele partir; pero también sabe que los ojos que lloran porque él se va podrán también mentir cuando se haya ido. Pablo habla con confianza, pero no con ingenuidad. Es cercano pero no manipulable. Se le puede conmover pero no engañar. Pablo apela a su propio ejemplo: “acuérdense de que durante tres años, día y noche, no me cansé de exhortarlos hasta con lágrimas a cada uno de ustedes...” Feliz testigo que puede invitar a leer la verdad en la vida. Y Pablo también hace una advertencia a los responsables de la iglesia: a no ambicionar del dinero y cuidarse de olvidar a los pobres. Poniéndose a él mismo como ejemplo de trabajador al servicio de los más necesitados, les recuerda: “Hay mayor felicidad en dar que en recibir”
Y termina diciéndoles: “ahora les encomiendo a Dios”. Ha sabido llegar, ha sabido servir; ha sabido orar, y ahora demuestra que sabe también partir. Si su corazón se apega es como el seno que quiere dar leche a la criatura, no como el que busca ganancias de esta tierra o como el que depende del afecto que se le brinda. Es generoso y es libre. Como es generoso, se da; como es libre, sabe irse.
SALMO RESPONSORIAL: 67
R./ Reyes de la tierra, canten al Señor.

Oh Dios, despliega tu poder,
tu poder, oh Dios, que actúa en favor nuestro.
A tu templo de Jerusalén
traigan los reyes su tributo. R.

Reyes de la tierra, cantad a Dios,
tocad para el Señor,
que avanza por los cielos,
los cielos antiquísimos,
que lanza su voz, su voz poderosa:
"Reconoced el poder de Dios." R.

Sobre Israel resplandece su majestad,
y su poder, sobre las nubes.
¡Dios sea bendito! R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Aquí tenemos una canción de liberación que desemboca en el reino. El tema es entonces, liberación y victoria. Vemos al Rey en Su gloria y fuerza. El ser humano ha de reconocer Su gloria y Dios ha orientado la historia hacia aquel día en que toda la tierra reconocerá esa gloria. Los seres humanos no lo hacen hoy y muchos desechan Su nombre.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 17, 11b-19

“Para que sean uno, como nosotros”

Padre Santo, cuídalos con el poder de tu nombre, el nombre que me has dado, para que estén completamente unidos, como tú y yo. Cuando yo estaba con ellos en este mundo, los cuidaba y los protegía con el poder de tu nombre, el nombre que me has dado. Y ninguno de ellos se perdió, sino aquel que ya estaba perdido, para que se cumpliera lo que dice la Escritura.
"Ahora voy a donde tú estás; pero digo estas cosas mientras estoy en el mundo, para que ellos se llenen de la misma perfecta alegría que yo tengo. Yo les he comunicado tu palabra, pero el mundo los odia porque ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los protejas del mal. Así como yo no soy del mundo, ellos tampoco son del mundo. Conságralos a ti mismo por medio de la verdad; tu palabra es la verdad. Como me enviaste a mí entre los que son del mundo, también yo los envío a ellos entre los que son del mundo. Y por causa de ellos me consagro a mí mismo, para que también ellos sean consagrados por medio de la verdad. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN:
Tres temas resuenan en esta oración, que están en continuidad con los textos anteriormente comentados. Primero, la unidad: Jesús pide la unidad para sus seguidores. Pero no cualquier tipo de unidad, sino de la misma naturaleza que la que él mantiene con el Padre. Sólo esa comunión íntima, profunda, existencial, puede garantizar la fidelidad. Es indudable que en el trasfondo del texto nos encontramos con una comunidad seriamente amenazada por rivalidades y fracturas a su interior. De ahí la insistencia del evangelista en la unidad como un don divino. Está luego el gozo: desde luego se trata del gozo que proviene del Espíritu; es decir, el gozo de sentirse plenamente hijo de Dios tal y como lo ha prometido Jesús; el gozo de sentirse salvado; el gozo de saber que se cuenta con la presencia “defensora” del Espíritu.
Y está, finalmente, la verdad: tema de gran relevancia en el evangelio de Juan. La verdad no sólo como claridad mental, sino como fidelidad y autenticidad de vida. Eso es lo que nos ofrece y nos pide el Señor hoy: unidad, gozo, verdad, fidelidad. En última instancia, es ser testigos fieles y gozosos de la verdad y la unidad, en un mundo saturado de mentiras y egoísmo tanto personal como estructural y colectivo.

ORACIÓN
Señor hoy oramos por nuestra familia, comunidad y amigos, los ponemos en tus manos y en las del Padre Dios para que sean cubiertos por tu gracia, protección y apoyo. Ayúdanos también a mantenernos unidos, fortaleciéndonos y aprendiendo unos de otros en la misión de transmitir tu mensaje, para lograr cambios de vida, haciéndonos mejores personas e hijos (hijas) del Dios de la vida y el amor. Amén   


“Con la oración conocemos nuestro puesto en presencia de Dios, quién es Dios y quiénes somos nosotros” 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mensaje o Intercesión por: