“EN JESÚS NOS HEMOS ACERCADO AL
NUEVO ROSTRO DE DIOS”
PRIMERA LECTURA
HEBREOS
12,18-19.21-24
“Os habéis acercado
al monte Sión, ciudad del Dios vivo”
Hermanos:
Vosotros no os habéis acercado a un monte tangible, a un fuego encendido, a
densos nubarrones, a la tormenta, al sonido de la trompeta; ni habéis oído
aquella voz que el pueblo, al oírla, pidió que no les siguiera hablando. Y tan
terrible era el espectáculo, que Moisés exclamó: "Estoy temblando de
miedo".
Vosotros
os habéis acercado al monte Sión, ciudad del Dios vivo, Jerusalén del cielo, a
millares de ángeles en fiesta, a la asamblea de los primogénitos inscritos en
el cielo, a Dios, juez de todos, a las almas de los justos que han llegado a su
destino y al Mediador de la nueva alianza, Jesús, y a la aspersión purificadora
de una sangre que habla mejor que la de Abel. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Un
punto central de todo el discurso sacerdotal ha sido mostrarnos la necesidad
para la experiencia de fe de la ofrenda de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.
Sin su ofrenda nada tiene sentido, nada alcanza la plenitud. El pasaje de la
Carta a los Hebreos en este día nos ofrece un paralelo entre dos montes y dos
alianzas. Sinaí con Moisés, por un lado; Sión con Jesús por el otro. Aunque
esta comparación tiene algo de forzado porque Moisés celebró la alianza con
Yahvé en el monte Sinaí, mientras que Jesús no estaba en la colina de Sión, en
Jerusalén, sino en el montículo de la calavera, el Calvario. Desde luego, el
autor de esta Carta conocía en dónde había derramado su Sangre nuestro Señor, y
por ello empieza su comparación diciendo: "ustedes no se han acercado a
algo palpable". Mucho le interesa que entendamos este punto y por eso no
toma como lugar del nuevo pacto al Calvario sino a la imagen evocadora y
densamente teológica del monte Sión.
SALMO RESPONSORIAL:
47
R. / Oh Dios,
meditamos tu misericordia en medio de tu templo.
Grande es el Señor
y muy digno de alabanza
en la ciudad de
nuestro Dios,
su monte santo,
altura hermosa,
alegría de toda la
tierra. R.
El monte Sión,
vértice del cielo,
ciudad del gran
rey;
entre sus palacios,
Dios descuella como
un alcázar. R.
Lo que habíamos
oído lo hemos visto
en la ciudad del
Señor de los ejércitos,
en la ciudad de
nuestro Dios:
que Dios la ha
fundado para siempre. R.
Oh Dios, meditamos
tu misericordia
en medio de tu
templo:
como tu renombre,
oh Dios, tu alabanza
llega al confín de
la tierra;
tu diestra está
llena de justicia. R.
LECTURA DEL
EVANGELIO
MARCOS 6,7-13
“Los fue enviando”
En
aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles
autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino
un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que
llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y añadió: "Quedaos en
la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os
recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar
su culpa." Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos
demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Luego
de haber instituido a los Doce, Jesús envía a sus discípulos. Marcos describe
este envío de una manera muy detallada, en la que cada instrucción tiene un
significado profundo en todo tiempo y lugar. Una primera instrucción relevante
es que deben ir “de dos en dos”, lo cual expresa que los que anuncian la Buena
Nueva necesitan de la compañía, la integración y la escucha de otros para compartir
la experiencia y el trabajo, para poder dar un verdadero testimonio del Señor.
Una segunda instrucción que llama la atención es que los discípulos no deben
llevar “ni pan, ni alforja, ni dinero”; deben ir con las manos libres, tal como
vivió Jesús, quien fue libre para servir y amar a sus hermanos.
Este
texto invita entonces a todos los que conformamos la Iglesia de Jesús a
redescubrir que la misión se realiza en comunidad, en donde todos participamos
(laicos, pastores, sacerdotes, grupos comunitarios, etc.), y que el testimonio
más fiel de la Buena Nueva es el estilo de vida, caracterizado por su sencillez
y humildad.
ORACIÓN
Señor
aquí estamos para ir donde quieras, para
hacer tu voluntad, para anunciarte donde nos pongas, para hablar de lo que haces
en nosotros; aquí estamos para servir de
testigos y decir que contigo se vive mucho mejor. Eres nuestro Maestro y modelo de vida, ayúdanos a no
desfallecer y llevar en alto tu nombre. Amén
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