domingo, 1 de febrero de 2015

Miércoles 04 de Febrero de 2015


 “SÓLO QUIEN TIENE FE DESCUBRE LA VERDADERA IDENTIDAD DE JESÚS”

PRIMERA LECTURA
HEBREOS 12,4-7.11-15

“El Señor reprende a los que ama”

Hermanos: Todavía no habéis llegado a la sangre en vuestra pelea contra el pecado. Habéis olvidado la exhortación paternal que os dieron: "Hijo mío, no rechaces la corrección del Señor, no te enfades por su reprensión; porque el Señor reprende a los que ama y castiga a sus hijos preferidos." Aceptad la corrección, porque Dios os trata como a hijos, pues, ¿qué padre no corrige a sus hijos? Ninguna corrección nos gusta cuando la recibimos, sino que nos duele; pero, después de pasar por ella, nos da como fruto una vida honrada y en paz.

Por eso, fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes, y caminad por una senda llana: así el pie cojo, en vez de retorcerse, se curará. Buscad la paz con todos y la santificación, sin la cual nadie verá al Señor. Procurad que nadie se quede sin la gracia de Dios y que ninguna raíz amarga rebrote y haga daño, contaminando a muchos. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Es difícil conciliar el sentirse amado con el sentirse reprendido. Nos gusta el amor cuando llega con rostro de sanación o de consuelo; poco nos atrae, si viene con la ropa adusta de la exhortación o incluso el castigo. Pero esto es infantilismo, y es preciso superarlo.

 La analogía fundamental viene del ambiente de familia: Dios nos guía y nos educa como un papá guía y conduce a su hijo. No es una comparación nueva en la Biblia, pues ya leíamos en el Deuteronomio: "debes comprender en tu corazón que el Señor tu Dios te estaba disciplinando así como un hombre disciplina a su hijo" (Dt 8,5). Y está además la cita de Prov 3,11-12 que el texto mismo incluye: "no desprecies la corrección del Señor...".

 Es bello el razonamiento que se nos propone: si eres hijo, es normal que te traten como a hijo. Aún más: es hermoso descubrirte hijo en el momento mismo en que llega la contradicción, sobre todo porque eso te hace semejante a Aquel que "siendo Hijo, aprendió sufriendo a obedecer..." (Heb 5,8).

SALMO RESPONSORIAL: 102
R. / La misericordia del Señor dura siempre, para los que cumplen sus mandatos.

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R.

Como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por sus fieles;
porque él conoce nuestra masa,
se acuerda de que somos barro. R.

Pero la misericordia del Señor dura siempre,
su justicia pasa de hijos a nietos:
para los que guardan la alianza. R.

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 6,1-6

“No desprecian a un profeta más que en su tierra”

En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: "¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?" Y esto les resultaba escandaloso.

Jesús les decía: "No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa." No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
En el curso de su ciclo misionero Jesús pasa por Nazaret, la ciudad de su familia. El sábado habla en la sinagoga conforme a las reglas admitidas, pero no cosecha más que indiferencia y repulsa. Marcos hace que su lector asista a una nueva manifestación de desconocimiento del pueblo respecto de Jesús. Este habla “con autoridad” no sólo porque su exposición es diferente de la predicación tradicional de los escribas, sino, sobre todo, porque su discurso no es evidentemente admisible si antes no se siente apego a su persona. No se presenta tan sólo como “rabino” frente a sus discípulos, sino como hombre que previamente a toda enseñanza quiere que se establezcan estrechas relaciones de confianza mutua. Jesús intensifica, pues, su papel de rabino: no se somete decididamente a los cuadros tradicionales; sitúa su enseñanza en un plano no habitual, buscando primero una apertura y una confianza que constituyen la auténtica ejercitación de la “fe”
La pobreza y sencillez de los padres de Jesús resultan inaceptables a aquéllos que esperaban un Mesías maravilloso (Jn 7,2-5). La intención de Jesús es, por el contrario, revelar la significación salvadora de esta pobreza: la felicidad no se adquiere ya a fuerza de acontecimientos extraordinarios, signos del poder divino, sino por medio de un Dios que asume toda la humanidad en su pobreza. Descubrir que Dios está, precisamente, en lo modesto, sencillo y pobre debe ser, una consigna vigente hoy, como nunca frente a los antivalores de nuestra sociedad.

ORACIÓN
Señor llévanos a darnos cuenta si te hemos reconocido, si realmente creemos en Ti a tal punto que la certeza de tu actuar en nuestra vida y en el mundo nos lleva a ser personas armoniosas, de paz y seguridad en sí mismas y en un Dios tan divino y tan humano como Tú, en quien confiamos y seguimos. Amén


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