viernes, 1 de agosto de 2014

Miércoles 20 de Agosto de 2014


“LLEGAR A LOS ALEJADOS(AS) DE DIOS”

PRIMERA LECTURA
Ezequiel 34, 1-11

“Libraré a mis ovejas de sus fauces, para que no sean su manjar”

Me vino esta palabra del Señor: Hijo de Adán, profetiza contra los pastores de Israel, profetiza, diciéndoles: "¡Pastores!, esto dice el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No son las ovejas lo que tienen que apacentar los pastores?

Os coméis su enjundia, os vestís con su lana; matáis las más gordas, y las ovejas no las apacentáis. No fortalecéis a las débiles, ni curáis a las enfermas, ni vendáis a las heridas; no recogéis a las descarriadas, ni buscáis las perdidas, y maltratáis brutalmente a las fuertes.

Al no tener pastor, se desperdigaron y fueron pasto de las fieras del campo. Mis ovejas se desperdigaron y vagaron sin rumbo por montes y altos cerros; mis ovejas se dispersaron por toda la tierra, sin que nadie las buscase, siguiendo su rastro.

Por eso, pastores, escuchad la palabra del Señor: '¡Lo juro por mi vida! -oráculo del Señor-. Mis ovejas fueron presa, mis ovejas fueron pasto de las fieras del campo, por falta de pastor; pues los pastores no las cuidaban, los pastores se apacentaban a sí mismos; por eso, pastores, escuchad la palabra del Señor:

Así dice el Señor: Me voy a enfrentar con los pastores; les reclamaré mis ovejas, los quitaré de pastores de mis ovejas, para que dejen de apacentarse a sí mismos los pastores; libraré a mis ovejas de sus fauces, para que no sean su manjar."' Así dice el Señor Dios:

"Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro.""   Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

El profeta Ezequiel vuelve al ataque, ahora contra los guías del pueblo, los que manejan los destinos económicos, políticos y religiosos,  pues ellos han abandonado al rebaño, han olvidado su responsabilidad y se dedican únicamente a apacentarse a sí mismos, han invertido los papeles y el Señor les va a juzgar y los va a destituir. Ahora el mismo será el pastor de su rebaño para recogerlo guiarlo y curarlo, para apacentarlo. El Señor quiere arrancar de los malos pastores a su rebaño que les había confiado. La imagen de Dios como pastor recorre muchos textos del Antiguo Testamento, pero en el Nuevo Testamento ya no es una imagen, sino una persona, la que personaliza a ese pastor solícito, Jesucristo, “el Buen Pastor”. 

Salmo responsorial: 22
r. / El Señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R.

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R.

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.

OREMOS CON EL SALMO y acerquémonos a su contexto
Comprende un sentimiento de profunda confianza en Dios  -expresado en un lenguaje de incomparable belleza poética- es la característica de este Salmo. En la primera parte, el salmista se vale de la imagen del “pastor” para describir su experiencia de la protección divina. En la segunda, los elementos simbólicos parecen entrecruzarse con la referencia a una situación concreta: el salmista, perseguido por sus enemigos se pone al amparo del Señor en el Templo y allí el Señor le brinda su hospitalidad, haciéndolo partícipe de su mesa. El Nuevo Testamento retoma la imagen del “pastor” para aplicarla a Cristo,  el “Buen Pastor” que da la vida por sus ovejas. La tradición de la Iglesia ha visto en este Salmo una figura de los Sacramentos de la Iniciación cristiana.

LECTURA DEL EVANGELIO
Mateo 20, 1-16


¿Vas a tener tú envidia porque soy yo bueno?

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo y les dijo: "Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo debido". Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros parados, y les dijo: "¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?" Le respondieron: "Nadie nos ha contratado". El les dijo: "Id también vosotros a mi viña". Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz: "Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros".

Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: "Estos últimos han trabajado sólo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno". El replicó a uno de ellos: "Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno? Así, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos".  Palabra del Señor.
  
REFLEXIÓN
La parábola de los trabajadores de la viña desafía nuestro sentido de equidad, ya que fácilmente nos sentimos inclinados a pensar que la paga debe ser proporcional al trabajo realizado. Sin embargo, una lectura atenta del texto nos ayuda a comprender cómo la equidad está en ofrecer a todos las mismas posibilidades. Los obreros contratados al comenzar el día reciben el salario justo que correspondía en esa época a un denario diario, lo que por lo general alcanzaba para sobrevivir dos o tres días más. Los otros obreros, contratados a lo largo del día, simplemente aceptan la oferta de trabajo porque se encuentran desempleados y esperan cualquier paga, proporcional al esfuerzo. Al caer la tarde todos reciben lo mismo y por ello vienen los reclamos. Sin embargo, a los primeros no se les hace injusticia, ya que reciben lo justo y acordado; en cambio, los que fueron llegando al correr del día reciben una paga generosa, tan conveniente a su condición de jornaleros desempleados. Si el dueño de la viña los hubiese contratado temprano, habrían hecho el mismo número de horas de trabajo que los primeros.
¿Comprendemos la justicia a partir de las necesidades humanas o sólo nos atenemos a nuestros juicios arbitrarios y predeterminados?

ORACIÓN
Dios bondadoso, Tu sabes cómo llegar a los más dispersos y distantes de ti, ayúdanos a encontrar las acciones, palabras y estrategias adecuadas, para mostrarles la grandeza de tu amor, de tu proyecto de vida y el verdadero sentido del paso por esta tierra. Que les lleve, como lo hiciste con nosotros a través de tus servidores y servidoras, a concerté y reconocerte como el principal fin de la existencia.  Amén 

“Aun los que han caído en rebeldía frente a Dios son objeto de su misericordia y evangelización”



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