“APRENDER
A LEER LOS SIGNOS”
PRIMERA LECTURA
Ezequiel 24,
15-24
“Ezequiel os servirá de señal: haréis lo
mismo que él ha hecho”
Me vino esta palabra del Señor:
"Hijo de Adán, voy a arrebatarte repentinamente el encanto de tus ojos no
llores ni hagas duelo ni derrames lágrimas; aflígete en silencio como un
muerto, sin hacer duelo; líate el turbante y cálzate las sandalias; no te emboces
la cara ni comas el pan del duelo." Por la mañana, yo hablaba a la gente;
por la tarde, se murió mi mujer; y, a la mañana siguiente, hice lo que se me
había mandado.
Entonces me dijo la gente:
"¿Quieres explicarnos qué nos anuncia lo que estás haciendo?" Les
respondí: "Me vino esta palabra del Señor: "Dile a la casa de Israel:
'Así dice el Señor: Mira, voy a profanar mi santuario, vuestro soberbio
baluarte, el encanto de vuestros ojos, el tesoro de vuestras almas.
Los hijos e hijas que dejasteis caerán a
espada. Entonces haréis lo que yo he hecho: no os embozaréis la cara ni
comeréis el pan del duelo; seguiréis con el turbante en la cabeza y las
sandalias en los pies, no lloraréis ni haréis luto; os consumiréis por vuestra
culpa y os lamentaréis unos con otros.
Ezequiel os servirá de señal: haréis lo
mismo que él ha hecho. Y, cuando suceda, sabréis que yo soy el
Señor."'" Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
No dejan de
impresionarnos los hechos que narra la primera lectura: Ezequiel pierde a su
esposa y su dolor mismo se convierte en un lenguaje que habla de la tragedia
que sobrevendrá al pueblo de Israel. Dos cosas destacamos de este hecho.
Primero:
todo el profeta, toda su vida, está al servicio de su misión; o lo que es
igual: su misión no es una parte, sino todo en su vida; por ello, su dolor no
es solamente un acontecimiento suyo sino una palabra para el pueblo. Su
existencia así entendida se vuelve un instrumento precioso que, puesto en manos
de Dios, habla. Lo cual es a la vez un honor muy grande y una abnegación
inmensa.
Segundo:
Dios habla de "profanar" su santuario, lugar del orgullo nacional.
Tal profanación sucederá cuando el ejército de Nabucodonosor se adueñe de
Jerusalén y arrase el templo. La palabra del profeta, que predice este hecho,
muestra que detrás de la codicia impía de Nabucodonosor está la mano de Dios
que no pierde gobierno sobre el mundo ni cuando se alzan las banderas de sus
enemigos declarados. Es algo misterioso, pero en el fondo muy bello: donde la maldad no es una fugitiva de la soberanía
del Todopoderoso.
SALMO RESPONSORIAL: Interleccional: Deuteronomio 32,18-21
R. / Despreciaste a la Roca que te
engendró.
Despreciaste a la Roca que te engendró,
y olvidaste al Dios que te dio a luz.
Lo vio el Señor, e irritado
rechazó a sus hijos e hijas. R.
Pensando: "Les esconderé mi rostro
y veré en qué acaban,
porque son una generación depravada,
unos hijos desleales." R.
"Ellos me han dado celos con un
dios ilusorio,
me han irritado con ídolos vacíos;
pues yo les daré celos con un pueblo
ilusorio,
los irritaré con una nación fatua."
R.
OREMOS CON EL SALMO Y acerquémonos a su contexto
Durante los cuarenta años de camino, por
parte de Dios hubo únicamente amor y benevolencia. Por parte del pueblo, en
cambio, sólo hubo infidelidades e ingratitudes. Apliquemos este cántico a
nosotros mismos y a toda la Iglesia. Somos los elegidos de Dios, su pueblo
amado; pero, al mismo tiempo, los ingratos y los infieles a su bondad. Que
descienda cual lluvia esta doctrina sobre el campo de nuestra alma y nos ayude
a dar gloria a nuestro Dios por medio de la propia conversión.
LECTURA DEL EVANGELIO
Mateo 19, 16-22
“Si
quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, así tendrás un tesoro en el cielo”
En aquel tiempo se acercó uno a Jesús y
le preguntó: "¿Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida
eterna? Jesús le contestó: "¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo
es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos". El
le preguntó: "¿Cuáles?". Jesús le contestó: "No matarás, no
cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y
a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo". El muchacho le dijo:
"Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?". Jesús le contestó:
"Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los
pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego vente conmigo". Al oír
esto, el joven se fue triste, porque era rico.
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Qué más se le puede pedir a la vida que
ser joven y, además, rico? Sin embargo,
este joven, a pesar de tener todo asegurado, se siente inseguro de su religión
y acude a un ‘gran Maestro’ para resolver su angustia. La respuesta de Jesús no
podía ser más simple, directa y contundente: respetar la vida en todas sus
manifestaciones, desde la más elemental como ‘no matar’, hasta la más compleja
como ‘amar al prójimo como a sí mismo’. Pero el joven se resiste a aceptar lo
que significan los mandamientos y, todavía más, lo que Jesús le pide. No se
puede ser joven y rico, y no hacer con ese capital económico y humano algo
realmente significativo por los demás. Francisco de Asís, ante un dilema
semejante, entregó su vida al servicio de los pobres y sus riquezas en función
de su misión. Por el contrario, cuando Jesús le traduce al joven rico las
enseñanzas tradicionales en términos de optar por los pobres, el joven huye
espantado. En nuestra época muchas
personas se sienten cansadas de la religiosidad tradicional y buscan cualquier
innovación para serenar su angustia; sin embargo, la novedad del evangelio aún
no ha sido completamente comprendida, y el llamado a transformar este mundo
sigue vigente.
ORACIÓN
Dios al que seguimos y debemos obedecer,
ayúdanos a comprender tu obrar, tus planes y peticiones, pues muchas veces
vemos que obras de manera que no podemos entender. Como tus hijos e hijas
pedimos la luz de tu Espíritu para poder comprender lo que nos quieres mostrar,
más aún si te hemos dicho “heme aquí que dispuesta(o) estoy”. Ayúdanos para que
como tus profetas seamos ejemplo. Amén.
“En
la adversidad hay que preguntarse por el sentido de los acontecimientos y
descubrir en ellos el propósito liberador de Dios”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Mensaje o Intercesión por: