miércoles, 1 de agosto de 2012

Viernes 24 de agosto 2012


"EL TESTIMONIO DE LOS APÓSTOLES ES LA FIRMEZA DE LA FE EN LA COMUNIDAD"

PRIMERA LECTURA
APOCALIPSIS 21,9b-14

Doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero
El ángel me habló así: "Ven acá, voy a mostrarte a la novia, a la esposa del Cordero." Me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios. Brillaba como una piedra preciosa, como jaspe traslúcido. Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las tribus de Israel. A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y a occidente tres puertas. La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero.  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
En esa visión del Apocalipsis, los nombres de las tribus de Israel y los nombres de los Apóstoles del Cordero, rodean a la muralla. Cada una de las puertas de esa espléndida ciudad lleva los nombres de las tribus de Israel, y los basamentos de la misma muralla llevan los nombres del Cordero.

Doce hijos de Israel, doce Apóstoles. Las doce tribus, expresión de la totalidad de Israel; los doce Apóstoles, imagen de la totalidad de este pueblo nuevo que se congrega por la predicación del Nuevo Testamento. Y luego en el evangelio, en otro tono y de otra manera, la misma idea.

Este es un israelita de verdad que se convierte en un apóstol de verdad, de manera que las lecturas de hoy nos invitan a hacer alguna reflexión sobre las tribus de Israel y los Apóstoles del Cordero.

Todo Israel nace de esas doce tribus y toda a Iglesia nace de esos doce Apóstoles. Esos doce hijos de Jacob son la expresión de su historia, la expresión de su amor, la expresión de su fuerza, la permanencia de su vida, pero resulta que todos apelativos, hechas las debida proporciones, también las podemos aplicar a los Apóstoles con respecto a  Jesucristo.

 SALMO RESPONSORIAL : 144
R./Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.

Que todas las criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas R.

Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo
tu gobierno va de edad en edad. R.

El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 1,45-51

“Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño”

En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dice: "Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret." Natanael le replicó: "¿De Nazaret puede salir algo bueno?" Felipe le contestó: "Ven y verás." Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: "Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño." Natanael le contesta: "¿De qué me conoces?" Jesús le responde: "Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi." Natanael respondió: "Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel." Jesús le contestó: "¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores." Y le añadió: "Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre."  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
De los apóstoles poco sabemos, aparte de algunas noticias sueltas sobre Pedro. Su valor radica principalmente en haber sido los continuadores de la misión de Jesús. La Iglesia los recuerda con particular predilección, a pesar de su anonimato, y destaca de ellos lo poco que llegamos a saber por el Nuevo Testamento y alguna que otra información suelta proveniente de los escritos de los Padres de los primeros siglos. La mayoría de nosotros, al igual que los apóstoles, somos cristianos anónimos que intentamos continuar la misión de Jesús. Y, como los apóstoles, nos reconocemos, por una parte, carentes de aptitudes extraordinarias y por otra ungidos de gracia divina para llegar a convertirnos en oyentes y servidores de la Palabra al servicio de la vida. Como a Bartolomé, muchas veces nos sorprende el llamado que nos hace Jesús desde su Palabra en medio de las vicisitudes de la vida cotidiana. El evangelio nos pilla muchas veces a la sombra del árbol de la desesperanza y nos conduce al árbol de la vida, donde siempre es posible discernir el presente y tomar una decisión acorde con la voluntad de Dios.
¿Qué desafíos nos plantea el evangelio de hoy?

ORACIÓN
Señor necesitamos como tus primeros apóstoles dar testimonio de tus maravillas. Ayúdanos a  reflejar, con nuestra propia vida personal y comunitaria, tu obra de conversión, amor, fidelidad y desarrollo de tus promesas, pues desde lo que parece poco o pequeño te manifiestas grandemente. Amén 

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