“EL AMOR DE DIOS LO DA TODO, LO ENTREGA Y LO
ESPERA TODO”
PRIMERA
LECTURA
OSEAS
11,1b.3-4.8c-9
“Se
me revuelve el corazón”
Así dice el Señor: "Cuando Israel era joven, lo amé,
desde Egipto llamé a mi hijo. Yo enseñe a andar a Efraín, lo alzaba en brazos;
y él no comprendía que yo lo curaba. Con cuerdas humanas, con correas de amor
lo atraía; era para ellos como el que levanta el yugo de la cerviz, me
inclinaba y le daba de comer. Se me revuelve el corazón, se me conmueven las
entrañas. No cederé al ardor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraín; que
soy Dios, y no hombre; santo en medio de ti, y no enemigo a la puerta."
Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
El
texto nos muestra el corazón de Dios, es
un canto absoluto a su amor que está a prueba de todo. El profeta, sirviéndose
del procedimiento acusatorio, presenta una de las más bellas y profundas
síntesis del amor de Dios, negativamente más destacado aún por la ingratitud de
Israel: "Cuando Israel era joven, le amé; y desde Egipto
llamé a mi hijo. Pero cuanto más lo llamaba, más se alejaban de mi: ofrecían
sacrificios a los baales…..”El amor es presentado como la causa del nacimiento
de Israel, la clave de la elección. Todo el amor tierno, pero educador, de Dios
se resume en la imagen del padre que levanta a su hijo hasta sus mejillas y le
ayuda a comer. Todas estas imágenes intentan traducir la realidad vital del
compromiso de Dios a favor del hombre.
Pero Israel ha despreciado el don del amor. Pecar, opción de esclavitud, de retorno a
Egipto, es para Oseas obligar a Dios, el más amoroso de los padres, a castigar.
Sin embargo, el castigo no es la última palabra del Señor. en el corazón de
Dios hay una especie de “conversión”. Oseas la describe con una afirmación
única en toda la literatura profética: “. No cederé al ardor de mi cólera, no
volveré a destruir a Efraín; que soy Dios, y no hombre; santo en medio de ti, y
no enemigo a la puerta." No, el
estilo de Dios no es el estilo vengativo del hombre, el estilo de Dios es el
estilo del amor.
SALMO
RESPONSORIAL
ISAÍAS
12,2-6
R. / Sacaréis aguas
con gozo de las fuentes de la salvación.
El Señor es mi Dios y Salvador:
confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y
mi poder es el Señor,
él fue mi
salvación.
Y sacaréis aguas
con gozo
de las fuentes de
la salvación. R.
Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso. R.
Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda
la tierra;
gritad jubilosos,
habitantes de Sión:
"Qué grande es en medio de ti / el santo de
Israel." R.
SEGUNDA
LECTURA
EFESIOS
3,8-12.14-19
“Comprendiendo
lo que trasciende toda filosofía: el amor cristiano”
Hermanos: A mí, el más insignificante de todos los
santos, se me ha dado esta gracia: anunciar a los gentiles la riqueza
insondable que es Cristo, y aclarar a todos la realización del misterio,
escondido desde el principio de los siglos en Dios, creador de todo. Así,
mediante la Iglesia, los Principados y Potestades en los cielos conocen ahora
la multiforme sabiduría de Dios, según el designo eterno, realizado en Cristo
Jesús, Señor nuestro, por quien tenemos libre y confiado acceso a Dios, por la
fe en él.
Por esta razón, doblo las rodillas ante el Padre, de
quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra, pidiéndole que, de
los tesoros de su gloria, os conceda por medio de su Espíritu robusteceros en
lo profundo de vuestro ser, que Cristo habite por la fe en vuestros corazones,
que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; y así, con todos los santos,
lograréis abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo lo
que trasciende toda filosofía: el amor cristiano. Así llegaréis a vuestra
plenitud, según la plenitud total de Dios.
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Dios habla como hablan los filósofos, los literatos, los
historiadores, o los poetas. Y habla para ser comprendido. Pero, habla, sobre
todo, para que comprendamos que no comprendemos, para que entendiéndolo,
sepamos que su entendimiento y su sabiduría superan la nuestra.
La Escritura habla para que nuestro corazón y nuestra
mente entiendan lo que no
entienden, entiendan en qué dirección y
hacia dónde está ese Infinito para el que hemos sido creados.
De esta manera, la Escritura Sagrada, cuya plenitud es
Jesucristo, se hace camino con nosotros. Puesto que el ser humano es peregrino,
Dios también se hizo peregrino con su Palabra.
Acompaña con su predicación nuestros pasos,
continuamente, iluminando nuestro corazón. Calentando nuestro corazón en su
amor, lo va dirigiendo hacia el Infinito. Y de ese modo transcurren los días en
esta tierra, hasta que más allá de esta tierra, ya sin ruido de palabras,
podamos encontrarnos con la Palabra. Para que ya no sean muchos los amores ni
muchas las providencias, sino uno sólo el don y uno sólo el amor.
Y luego de haber experimentado de tantos modos la ternura de Dios y su solicitud en esta tierra, será un
sólo amor, un sólo viento y una sola llama, su Espíritu, el que nos incendie en
eso mismo que Él es.
LECTURA
DEL EVANGELIO
JUAN
19,31-37
“Le
traspasó el costado, y salió sangre y agua”
En aquel tiempo, los judíos, como era el día de la
Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque
aquel sábado era un día solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las
piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al
primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús,
viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los
soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua.
El que lo vio da testimonio, y su testimonio es
verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también vosotros creáis. Esto
ocurrió para que se cumpliera la Escritura: "No le quebrarán un
hueso"; y en otro lugar la Escritura dice: "Mirarán al que
atravesaron." Palabra del Señor,
REFLEXIÓN
El texto que nos presenta Juan es doloroso y difícil de
entender. Cambia totalmente nuestras
lógicas, las rompe, las supera. Jesús en la cruz es la gran señal hacia la que
convergen todas las que se han ido narrando en el evangelio y que da a todas su
explicación y su pleno sentido. Ella es la clave de interpretación de su
actividad y la fuente de su potencia salvadora.
Es paradójico, sin embargo, que esta gran señal sea, por decirlo así,
una antiseñal: un hombre condenado y muerto en una cruz. Nada más lejos de lo que podía esperarse como
manifestación divina. En la narración,
que cierra con una fórmula incluye una cita del Antiguo Testamento que ilumina
el sentido de este acontecimiento. “No
le quebrarán hueso alguno”, dice Juan, y cita una frase del ritual de la pascua
judía, una de las prescripciones acerca del cordero pascual. Con esto da a
conocer que Jesús, cuyo costado fue traspasado a la misma hora en que tenía
lugar el sacrificio ritual de los corderos pascuales en el templo, es el verdadero cordero pascual, inmaculado, en
quien por fin se realiza el sentido de todo culto y de todo ritual. También hay una alusión al acto de abrir el
costado, como Dios a Adán, para sacar de
la costilla su mujer, por eso creemos que de este costado, abierto nace la
esposa del cordero, su iglesia.
ORACIÓN
Al entrar en tu Palabra y en comunión contigo solo podemos
exclamar: ¡Muchas Gracias Señor!, que se queda corta ante tanta donación y
oblación de tu parte. También admirarnos al ver como tus seguidores(as), con la
fuerza de tu Espíritu Santo, lograron sentirse honrados(as) al sufrir por
vuestra causa. Ayúdanos para que nosotros(as) también podamos vivir ese
verdadero amor. Amén
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Mensaje o Intercesión por: