viernes, 1 de junio de 2012

BUSCANDO COMPRENDER LA LÓGICA DE DIOS


Un personaje que me emociona leer en el Antiguo Testamento es Gedeón (Jueces 6). Me emociona porque se parece mucho a mí y a muchos de ustedes, Dios le propone a Gedeón, lo que seguramente, te está proponiendo a ti y a mí para este nuevo mes. Cuando el ángel del Señor se le aparece le presenta tres obstáculos o ideas que me parecen caracterizan a muchas mujeres y hombres de hoy:

1. Si Dios existe y nos ama tanto ¿Por qué entonces nos va tan mal?: “¿Por qué a veces nos enfermamos tanto…? ¿porque sucede todo esto? ¿Dónde han quedado aquellos prodigios que nos contaban nuestros padres…?”. ¿Tú no te has preguntado en un momento de tu vida lo mismo?. Seguro que muchas veces que nos lees o nos escuchas en los grupos decir que Dios te ama, ¿acaso no te preguntas lo mismo que Gedeón?. ¿Por qué a veces en vez de avanzar, nos estancamos o echamos para atrás?; trabajamos y trabajamos y cada vez nos alcanza menos el dinero y no salimos de las deudas. Pues, Dios está en tu vida y en la mía aunque a veces las cosas estén mal. No olvides que muchas bendiciones vienen disfrazadas con cara de dificultades, en cuanto nos permiten crecer y madurar en situaciones y realidades que necesitamos.

2. Entre más pequeño, débil y más joven menos importante: “¿Cómo puedo yo librar a Israel? ¿Precisamente mi familia es la más pequeña y débil de Manasés, y yo soy el más pequeño y débil en la casa de mi padre? ”. Claro, estamos acostumbrados a juzgar desde las apariencias, desde lo externo. Estamos seguros de que las cosas importantes y valiosas tienen que ser grandes, espectaculares, que brillen y hagan mucha bulla. Pero la lógica de Dios no es así, es diferente. En Dios los proyectos pequeños, sencillos y humildes, que se pongan al servicio de los más débiles son los que tienen más valor (pequeñas comunidades, pequeños proyectos alternativos de economía solidaria, basados en el amor por encima de todo). Dios no piensa ni juzga con la misma lógica de los seres humanos. Él tiene sus propias condiciones para elegir a sus siervas y sus siervos. En Jesús no son los más santos y los más sanos; sino lo contrario los pecadores y los enfermos, quizás como tú y yo. Aunque muchos te desprecien porque eres débil y no útil, ni fuerte, Dios te elige y te ama hasta el extremo.

3. Siempre nos gusta estar seguros, y tener una demostración: “Si he alcanzado tu favor, entonces dame una buena señal de que eres tu quien habla conmigo”. Como nos cuesta creer y confiar. Nos gusta saber y tener conocimiento. Este es el mayor obstáculo para poder comprender a Dios y sus manifestaciones en nuestra vida. Pedimos pruebas, signos, que nos hagan estar seguros para creer. El amor es más para los que creen, no para los que están seguros. “Bienaventurados los que sin ver, creen”.

Pidámosle al Buen Dios que en este nuevo mes a través de su Espíritu nos regale la posibilidad de comprender cada vez más su lógica de vida para poderle amar y servir.

Agradezco a todos y todas sus oraciones y bendiciones en este tiempo de enfermedad. En el nombre del Señor Jesús les animo y les bendigo en este mes.

Roberto Zamudio

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