viernes, 1 de junio de 2012

Sábado 9 de junio de 2012


“LA  VIDA ES LA MEJOR OFRENDA DADA A DIOS”

PRIMERA LECTURA
2TIMOTEO 4,1-8

“Cumple tu tarea de evangelizador. Yo estoy a punto de ser sacrificado, y el Señor me premiará con la corona merecida

Querido hermano: Ante Dios y ante Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y muertos, te conjuro por su venida en majestad: proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, reprocha, exhorta, con toda paciencia y deseo de instruir. Porque vendrá un tiempo en que la gente no soportará la doctrina sana, sino que, para halagarse el oído, se rodearán de maestros a la medida de sus deseos y, apartando el oído de la verdad, se volverán a las fábulas. Tú estate siempre alerta; soporta lo adverso, cumple tu tarea de evangelizador, desempeña tu ministerio.
Yo estoy a punto de ser sacrificado, y el momento de mi partida es inminente. He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe. Ahora me aguarda la corona merecida, con la que el Señor, juez justo, me premiará en aquel día; y no sólo a mí, sino a todos los que tienen amor a su venida.  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
El morir del cristiano, según aprendemos del ejemplo del apóstol Pablo hoy, no es simplemente terminar. Una vida con sentido es el preámbulo de una muerte con sentido. Pues así como una vida insignificante preludia una muerte absurda, así también una vida llena de mensaje es la introducción a una muerte cargada de significado. Pablo llama a su muerte "sacrificio."

El sacrificio es el acto propio del sacerdote. Morir es un acto sacerdotal por el cual el cristiano se une de modo único a Cristo, de tal manera que así como Cristo fue sacerdote y víctima, así el cristiano al morir es víctima de las consecuencias del pecado que ha alcanzado a la raza de Adán pero es sacerdote de la gracia que le ha alcanzado en virtud del nuevo Adán, que es Jesucristo.

SALMO RESPONSORIAL: 70
R. /Mi boca contará tu salvación, Señor.

Llena estaba mi boca de tu alabanza
y de tu gloria, todo el día.
No me rechaces ahora en la vejez,
me van faltando las fuerzas, no me abandones. R.

Yo, en cambio, seguiré esperando,
redoblaré tus alabanzas;
mi boca contará tu auxilio,
y todo el día tu salvación. R.

Contaré tus proezas, Señor mío,
 narraré tu victoria, tuya entera.
Dios mío, me instruiste desde mi juventud,
y hasta hoy relato tus maravillas. R.

Y yo te daré gracias, Dios mío,
con el arpa, por tu lealtad;
tocaré para ti la cítara,
Santo de Israel. R.

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 12,38-44

“Esa pobre viuda ha echado más que nadie

En aquel tiempo, entre lo que enseñaba Jesús a la gente, dijo: "¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, con pretexto de largos rezos. Éstos recibirán una sentencia más rigurosa." Estando Jesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales. Llamando a sus discípulos, les dijo: "Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Las ofrendas que se hacían para financiar el funcionamiento y la conclusión de las obras ornamentales del Templo eran una notable muestra de piedad a los ojos de la mayor parte de los creyentes judíos de esa época. Mientras los fanáticos religiosos hubieran mirado con desprecio la pobreza de la viuda y los críticos hubiesen considerado superficial su ofrenda, Jesús descubre la sabiduría detrás de ese gesto. La actitud de la viuda, elogiada por Jesús, es la muestra más extraordinaria de la sinceridad y convicción de la religión popular. Jesús toma este ejemplo no para exhortar a sus discípulos a incrementar sus donaciones al Templo, sino como muestra de piedad y sabiduría que bien pueden encaminarse hacia la edificación de otros seres humanos. La generosidad de la viuda es la medida de la generosidad del cristiano para con la causa de Jesús. Ya no se trata de dar dinero para comprar piedras, sino dar de lo necesario para vivir para que otras personas puedan vivir. Así se supera la lógica positiva, pero insuficiente, del “viva y deje vivir” por la del “viva y haga vivir”. 

ORACIÓN
Precioso Dios mantennos unidos a Ti a través de la oración y tu Palabra para tener todo aquello que se necesita  en la entrega de la vida al escoger la mejor opción: anunciar el Evangelio. No permitas que nos desviemos cayendo en el querer figurar o buscar nuestros propios intereses. Ayúdanos a que constantemente interioricemos nuestro ser y hacer. Amén

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