“LA SANA DOCTRINA CONDUCE A LA UNICA FUENTE DEL AMOR”
PRIMERA LECTURA
2TIMOTEO 2,8-15
“La
palabra de Dios no está encadenada. Si morimos con él, viviremos con él”
Querido
hermano: Haz memoria de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, nacido del
linaje de David. Éste ha sido mi Evangelio, por el que sufro hasta llevar
cadenas, como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada. Por eso
lo aguanto todo por los elegidos, para que ellos también alcancen la salvación,
lograda por Cristo Jesús, con la gloria eterna. Es doctrina segura: Si morimos
con él, viviremos con él. Si perseveramos, reinaremos con él. Si lo negamos,
también él nos negará. Si somos infieles, él permanece fiel, porque no puede
negarse a sí mismo.
Sígueles
recordando todo esto, avisándoles seriamente en nombre de Dios que no disputen
sobre palabras; no sirve para nada y es catastrófico para los oyentes.
Esfuérzate por presentarte ante Dios y merecer su aprobación, como un obrero
irreprensible que predica la verdad sin desviaciones. Palabra del Señor
REFLEXIÓN
Pablo, como buen pastor, quiere que haya siempre alimento sano y
abundante para el rebaño de Cristo. Y el primero y principal alimento de
nuestra fe es la noticia que sobresale por encima de toda otra noticia y que a
la vez es soporte de nuestra fe entera: Jesucristo vivo. Sin él, nada tendríamos para celebrar y nada
tendríamos para anunciar; "vana sería nuestra fe," dice el mismo
apóstol en 1 Cor 15,14.
Recordar que Jesucristo vive es tener presente su vida, para vivir
también en su presencia. Hay que
recordar que Cristo vive porque hay muchas fuerzas de muerte, que quieren que
olvidemos que él vive, quieren que nos
olvidemos de él, ya que no pudieron frenar la verdad de su Pascua, ahora
quieren frenar que se difunda esa verdad. Como cristianos, nunca le neguemos, proclamemos su Palabra y seamos testigos ante el mundo,
a quién pertenece la victoria, el honor y el poder por los siglos.
Salmo
responsorial: 24
R. / Señor, enséñame tus
caminos.
Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi
Dios y Salvador. R.
El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los
pecadores;
hace caminar a los humildes con
rectitud,
enseña su camino a los humildes. R.
Las sendas del Señor son
misericordia y lealtad
para los que guardan su alianza
y sus mandatos.
El Señor se confía con sus
fieles
y les da a conocer su alianza.
R.
LECTURA DEL EL EVANGELIO
MARCOS 12, 28-34
“El
principal mandamiento”
En
aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: -«¿Qué mandamiento es
el primero de todos?» Respondió Jesús: -«El primero es: "Escucha, Israel,
el Señor, Nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo
tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser. " El
segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay
mandamiento mayor que éstos.» El escriba replicó: -«Muy bien, Maestro, tienes
razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que
amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar
al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.»
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: -«No estás lejos del
reino de Dios.» Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Los más de seiscientos preceptos que
aparecen en el Pentateuco desconcertarían a cualquier cristiano de la
actualidad. No sabría cuáles son los más importantes y permanentes y cuáles los
menos importantes y ocasionales. Por esta razón, ya desde tiempos antiguos, los
maestros de la Ley y los sacerdotes intentaron sintetizar esa multiplicidad en
unos preceptos mínimos condensados en el Decálogo (Ex 20, 1-17; Dt 5, 6ss). Los
Diez Mandamientos en sus dos partes reúnen toda esa sabiduría y la proponen de
manera simple e imperiosa para el creyente. La primera parte comprende los tres
primeros mandamientos que regulan la relación con Dios: él es único, su nombre
se debe respetar y se debe dar un debido sentido al día de reposo. La segunda
se refiere a las relaciones con el prójimo, comenzando por los prójimos más
cercanos, que son el padre y la madre, y terminando con la pareja y los bienes
de las otras personas.
El evangelio de hoy nos presenta una
última y poderosa síntesis que los condensa en dos mandamientos, relativos a la
relación amorosa con Dios y con el prójimo, como el fundamento de toda posible
ley y de toda interpretación de esa Ley: “Amar al
Señor con todo el corazón, y amar al prójimo como a sí mismo". Lo primero y lo fundamental es ese doble y
único amor. Pues Cristo lo quiere predicar hoy también en nuestro corazón,
porque para que nosotros pudiéramos amar a Dios y pudiéramos amar al prójimo,
Dios se hizo prójimo en Cristo; y para que nosotros pudiéramos encontrar a
Dios, se hizo cercano, no se quedó lejos
de nosotros, sino que Dios quiso hacerse
encontradizo en Cristo. Y para que pudiéramos amar al prójimo, que a veces
parece tan lejano, Dios se hizo cercano en Cristo.
¿Amamos verdaderamente a Dios?,
¿Es Dios nuestro máximo, primer, radical y
total amor?
ORACIÓN
Oh
mi Señor tus enseñanzas respecto al amor y todo lo que es tu Evangelio son tan
profundas, y maravillosas, Señor que tu ocupes siempre el primer lugar en
nuestra vida, que tú seas siempre nuestro primer amor y el más importante y que
a partir de este amor, amemos a nuestro prójimo, y seamos verdadero testimonio
de ti. Amén
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Mensaje o Intercesión por: