martes, 1 de noviembre de 2011

Martes, 1 de noviembre de 2011

“LA SANTIDAD META DEL CRISTIANO”



PRIMERA LECTURA
APOCALIPSIS 7,2-4.9-14



“VI UNA MUCHEDUMBRE INMENSA, DE TODA NACIÓN, RAZAS, PUEBLOS Y LENGUAS”

También vi otro ángel que venía del oriente, y que tenía el sello del Dios viviente. Este ángel gritó con fuerte voz a los otros cuatro que habían recibido poder para hacer daño a la tierra y al mar: "¡No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, mientras no hayamos puesto un sello en la frente a los siervos de nuestro Dios!"
Y oí el número de los que así fueron señalados: ciento cuarenta y cuatro mil de entre todas las tribus israelitas.
Después de esto, miré y vi una gran multitud de todas las naciones, razas, lenguas y pueblos. Estaban en pie delante del trono y delante del Cordero, y eran tantos que nadie podía contarlos. Iban vestidos de blanco y llevaban palmas en las manos. Todos gritaban con fuerte voz:
"¡La salvación se debe a nuestro Dios
que está sentado en el trono,
y al Cordero!"
Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se inclinaron delante del trono hasta tocar el suelo con la frente, y adoraron a Dios diciendo:
"¡Amén!
La alabanza, la gloria,
la sabiduría, la gratitud,
el honor, el poder y la fuerza
sean dados a nuestro Dios por todos los siglos.
¡Amén!"
Entonces uno de los ancianos me preguntó: "¿Quiénes son estos que están vestidos de blanco, y de dónde han venido?" "Tú lo sabes, señor", le contesté. Y él me dijo: "Estos son los que han pasado por la gran tribulación, los que han lavado sus ropas y las han blanqueado en la sangre del Cordero.

REFLEXIÓN
Al comenzar este mes, la Iglesia nos invita a celebrar con gozo la solemnidad de Todos los Santos.
Hoy, la Palabra de Dios orienta nuestra mirada hacia la meta. Esta lectura nos presenta un panorama espectacular y hermoso: la visión de una inmensa multitud que goza victoriosa y alaba a Dios en el cielo. Es la Iglesia de los Santos, de aquellos que siguieron fielmente a Jesús y ahora gozan de plena alegría en la eternidad de Dios. No son sólo los 144.000, como dicen algunos que leen literalmente la palabra, sino “una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua”.
La muchedumbre de la tierra se une a la muchedumbre del cielo. Pensábamos que luchábamos solos, que sufríamos solos, que no teníamos más compañía que nuestras propias ideas y recursos. De repente, el velo se corre y vemos que estamos y que siempre estuvimos acompañados. Millares de ángeles se gozan en el mismo Dios nuestro, y nuestro gozo es su mismo gozo.

SALMO RESPONSORIAL: 23
R. / Éste el grupo que viene a tu presencia, Señor.

SEGUNDA LECTURA
PRIMERA DE JUAN 3,1-3

“VEREMOS A DIOS TAL CUAL ES”

Miren cuánto nos ama Dios el Padre, que se nos puede llamar hijos de Dios,[a] y lo somos. Por eso, los que son del mundo no nos conocen, pues no han conocido a Dios. 2 Queridos hermanos, ya somos hijos de Dios. Y aunque no se ve todavía lo que seremos después, sabemos que cuando Jesucristo aparezca seremos como él, porque lo veremos tal como es. 3 Y todo el que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, de la misma manera que Jesucristo es puro.

REFLEXIÓN

El secreto de la santidad no esta en el esfuerzo humano sino en la iniciativa gratuita de amor con que Dios nos llama a ser sus hijos. En otras palabras, Dios nos quiere tanto, que desea que seamos como Él. “Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!”. Dios se inserta en nuestra historia imprimiéndole a nuestro ser su misma santidad y haciendo así de nuestra vida una bendición para el mundo.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 5,1-12ª


FELICES LOS QUE ELIGEN EL REINADO DE DIOS”



Al ver la multitud, Jesús subió al monte y se sentó. Sus discípulos se le acercaron, y él tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:
Lo que realmente cuenta ante Dios
(Lc 6.20-23)
"Dichosos los que tienen espíritu de pobres,
porque de ellos es el reino de los cielos.
"Dichosos los que sufren,
porque serán consolados.
"Dichosos los humildes,
porque heredarán la tierra prometida.
"Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque serán satisfechos.
"Dichosos los compasivos,
porque Dios tendrá compasión de ellos.
"Dichosos los de corazón limpio,
porque verán a Dios.
"Dichosos los que trabajan por la paz,
porque Dios los llamará hijos suyos.
"Dichosos los perseguidos por hacer lo que es justo,
porque de ellos es el reino de los cielos.
"Dichosos ustedes, cuando la gente los insulte y los maltrate, y cuando por causa mía los ataquen con toda clase de mentiras. Alégrense, estén contentos, porque van a recibir un gran premio en el cielo;


REFLEXIÓN
Aparece Jesús seguido por multitudes judías y paganas; su actividad trasciende las fronteras de su pueblo. Sube al monte y se dispone a enseñar. El lugar nos refiere a Moisés, y la actividad a Dios mismo. Se sienta como un maestro y comienza a enseñar a sus discípulos.

Jesús va a hablar del Reino en muchas oportunidades, pero siempre de manera misteriosa, en parábolas. Aquí nos regala toda una propuesta para comenzar a vivir el proyecto del Padre, en el aquí y ahora de la historia, sabiendo que su consumación plena será al final de los tiempos. La misma lógica del reinado de Dios, que no encaja en la lógica del sistema imperante, no se entiende sino en la paradoja misma: “Felices los afligidos”, “felices los desposeídos”. La lógica de Jesús es ilógica para aquellos que no piensan y sienten desde el corazón de Dios. La herencia de la tierra es el Reino mismo que ya viven los que todo lo esperan en Dios, los que no acumulan, sino que comparten lo propio. En ellos ya está Dios reinando.

El programa de Jesús nos invita también a no descansar en la búsqueda de la paz, que proviene de la justicia, y a asumir el riesgo profético que lleva consigo el oponer una alternativa de inclusión, solidaridad e igualdad al sistema de opresión e injusticia. La persecución y la injuria serán elementos para discernir si nuestras opciones son las de Jesús y el Reino u otras.

Esta invitación es a vivir la verdadera santidad a la que nos llama la liturgia del día de hoy. Ser santos en el día a día para hacer realidad el Reino que Jesús nos mostró con palabras y hechos.

ORACIÓN
Sólo Tú eres Santo, Señor. Sólo en Ti encuentro la motivación para cambiar de vida, pues me permites descubrir que aunque débil y descuidado, Tú vienes en mi ayuda y vences todo lo que quiere apartarme del camino del amor y de la paz. Te lo pido, Señor: ¡ Hazme santo, como Tú eres Santo! Amén.

Miércoles, 2 de Noviembre de 2011

“JESÚS ES LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA”

PRIMERA LECTURA
ROMANOS 6,3-9

¿No saben ustedes que, al quedar unidos a Cristo Jesús en el bautismo, quedamos unidos a su muerte? Pues por el bautismo fuimos sepultados con Cristo, y morimos para ser resucitados y vivir una vida nueva, así como Cristo fue resucitado por el glorioso poder del Padre.
Si nos hemos unido a Cristo en una muerte como la suya, también nos uniremos a él en su resurrección. Sabemos que lo que antes éramos fue crucificado con Cristo, para que el poder de nuestra naturaleza pecadora quedara destruido y ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado. Porque, cuando uno muere, queda libre del pecado. Si nosotros hemos muerto con Cristo, confiamos en que también viviremos con él. Sabemos que Cristo, habiendo resucitado, no volverá a morir. La muerte ya no tiene poder sobre él.

REFLEXIÓN
Hoy es un día después de haber celebrado la solemnidad de Todos los Santos, la Iglesia ora por los difuntos. Al orar por los difuntos, la Iglesia contempla, ante todo, el misterio Pascual de Cristo, su muerte y su resurrección, a través del cual nos ha obtenido la salvación y la vida eterna. Si Cristo ha vencido a la muerte y nos ha abierto el camino a la verdadera vida, entonces, ninguna situación está totalmente perdida. En el sacrificio de Cristo se funda nuestra esperanza, la fe en la vida eterna, donde veremos a Dios cara a cara.


Esta lectura nos introduce en lo que significa el sacramento del bautismo para el cristiano, al sumergirse en el agua, el cristiano “muere” con Cristo al pecado y al salir de ella, entra a participar de la vida nueva que Él nos ha ganado. Esta unión íntima con Cristo, tiene una doble consecuencia: primero, exige del nuevo bautizado dejar su antiguo modo de vivir, para vivir a la manera de Cristo, pues “quien se compromete a vivir como Él, queda liberado del miedo a la muerte; segundo, comportará vivir con él más allá de la muerte, pues el cristiano que cree que Jesús ha resucitado y vive para siempre, cree también que el que se ha sumergido con Él en la muerte vivirá también con Él por siempre.

SALMO RESPONSORIAL: 129
R. / Espero en el Señor, espero en su Palabra.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 14,1-6

“EN LA CASA DE MI PADRE HAY MUCHOS LUGARES DONDE VIVIR”

"No se angustien ustedes. Crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchos lugares donde vivir; si no fuera así, yo no les hubiera dicho que voy a prepararles un lugar. Y después de irme y de prepararles un lugar, vendré otra vez para llevarlos conmigo, para que ustedes estén en el mismo lugar en donde yo voy a estar. Ustedes saben el camino que lleva a donde yo voy."
Tomás le dijo a Jesús:

--Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino?

Jesús le contestó:

--Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.

REFLEXIÓN
¿De veras seguimos con fidelidad el camino central, que es Jesús? O ¿A veces nos gusta probar otros caminos y atajos que nos pueden parecer más atractivos a corto plazo, más fáciles y agradables?
La meditación de hoy debe ser claramente cristocéntrica. Al “Yo soy” de Jesús le debe responder nuestra fe y nuestra opción siempre renovada y sin equívocos.

Conscientes de que fuera de Él, no hay verdad ni vida, porque Él es el único camino. Eso debería notarse en los mil pequeños detalles de cada día, en nuestro trato con los demás, en nuestra manera de juzgar los acontecimientos, incluso la misma realidad de la muerte. Cristo es el que va delante de nosotros. Seguir sus huellas es seguir su camino.

ORACIÓN
No te lo puedo negar, Señor, estoy tan aferrado a esta vida, que temo no estar preparado para la muerte. Es más, sólo pensar en ella me produce angustia y temor. Pero hoy, cuando hago un alto en el camino de mi vida para recordar a quienes ya partieron al encuentro definitivo contigo, te pido me ayudes a estar vigilante y dispuesto a la acción de tu Espíritu para que, cuando me llegue la hora, pueda participar de la gloria de tu Reino. Amén.

Jueves, 3 de noviembre de 2011

“LA CONVERSIÓN CREA ALEGRÍA EN DIOS”


PRIMERA LECTURA
ROMANOS 14,7-12

“EN LA VIDA Y EN LA MUERTE SOMOS DEL SEÑOR”


Ninguno de nosotros vive para sí mismo ni muere para sí mismo. Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. De manera que, tanto en la vida como en la muerte, del Señor somos. Para eso murió Cristo y volvió a la vida: para ser Señor tanto de los muertos como de los vivos.
¿Por qué, entonces, criticas a tu hermano? ¿O tú, por qué lo desprecias? Todos tendremos que presentarnos delante de Dios, para que él nos juzgue. Porque la Escritura dice:
"Juro por mi vida, dice el Señor,
que ante mí todos doblarán la rodilla
y todos alabarán a Dios." Así pues, cada uno de nosotros tendrá que dar cuenta de sí mismo a Dios.

REFLEXIÓN
Pablo pregunta: "¿por qué juzgas a tu hermano?". Es una buena pregunta, y no deberíamos darla por respondida. De hecho, si no la respondemos a conciencia, lo más probable es que creamos que nuestros motivos y nuestras motivaciones al juzgar están correctas, y con ello por allá en la mente, seguiremos juzgando, y juzgando mal. Así que preguntémonos por qué juzgamos.
Pero antes hay que aclarar que no todos los juicios son iguales. Una cosa es tener clara una opinión sobre lo bueno y lo malo y otra cosa es clasificar a las personas en buenas y malas. Cuando la Biblia nos prohíbe juzgar va más en este segundo sentido, como queda claro en lo que nos enseña Pablo: "cada uno de nosotros tendrá que dar cuenta de sí mismo a Dios", de modo que lo pecaminoso es eso de querer tomar el lugar de Dios.
Sin embargo, es un hecho que hemos juzgado a muchas personas. ¿Por qué? ¿Qué bien esperamos sacar de ello? Esa es una pregunta que puede orientarnos. Tal vez queremos sentir que el bien está de nuestro lado, y por lo tanto que valen la pena nuestros esfuerzos por ser "buenos". Tal vez queremos alejar de nuestro pensamiento a la gente que sentimos como una "amenaza" para nuestra integridad o nuestros bienes, para nuestra honra o nuestras personas queridas. Tal vez porque nos atraen los bienes deleitables que vemos que cometen los mismos que juzgamos: produciendo una condena "severa" intentamos que no nos seduzcan los pecados que visiblemente disfrutan aquellos que obran a su antojo. Tal vez, en fin, por halagar nuestro ego, ya sea como un ejercicio de caricia a nosotros mismos, o como una exhibición de virtud que esperamos que nos atraiga admiración y amistad de otros.
Estos motivos para juzgar a las personas no van a desaparecer como por encanto después de oír a san Pablo, pero reconocer cómo y por qué obramos puede hacernos más sensibles a nuestra verdad profunda, que es lugar que Dios ama para revelarnos también su propia verdad.


SALMO RESPONSORIAL: 26
R./ Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 15,1-10

“HABRÁ ALEGRÍA EN EL CIELO POR UN SOLO PECADOR QUE SE CONVIERTA”

Todos los que cobraban impuestos para Roma y otra gente de mala fama se acercaban a Jesús, para oírlo. Los fariseos y los maestros de la ley lo criticaban por esto, diciendo:
--Este recibe a los pecadores y come con ellos.

Entonces Jesús les dijo esta parábola: "¿Quién de ustedes, si tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las otras noventa y nueve en el campo y va en busca de la oveja perdida, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, contento la pone sobre sus hombros, y al llegar a casa junta a sus amigos y vecinos, y les dice: 'Alégrense conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido.' Les digo que así también hay más alegría en el cielo por un pecador que se convierte que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.

"O bien, ¿qué mujer que tiene diez monedas y pierde una de ellas, no enciende una lámpara y barre la casa buscando con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, y les dice: 'Alégrense conmigo, porque ya encontré la moneda que había perdido.' Les digo que así también hay alegría entre los ángeles de Dios por un pecador que se convierte."

REFLEXIÓN
El texto contiene dos parábolas que, junto a la del Padre misericordioso, conforman una unidad. La dinámica del Reino es presentada a través de la misma secuencia de acontecimientos. La totalidad (cien ovejas, 10 monedas…), la pérdida, la búsqueda trabajosa, la alegría del reencuentro, compartir esa alegría con otros y hacer fiesta. En las tres parábolas hay unos que esperan de la gratuidad, sabiendo que no merecen el premio ni por mérito ni por derecho propio, y otros que murmuran y reclaman juicio, premio y castigo.

El movimiento del amor de Dios supera cualquier cálculo o intercambio posible. Va más allá. Dios, como Padre-Madre de Bondad, busca desde el margen y se desvive por quien está perdido, por el alejado. Sale a atraer y acoger, para salvar, restituir y liberar.

En la dinámica del Reino, la oveja perdida y esa moneda de poco valor son en realidad el «tesoro» de Dios. Ser discípulos de la Palabra del Reino nos compromete a ponernos al servicio de eso que el sistema considera despreciable, “poca cosa”, “los que no cuentan”. Ellos son los preferidos de Dios.

ORACIÓN
Dios de amor y de misericordia, te doy gracias porque estaba perdido y me encontraste, porque estaba muerto por el pecado y me has vuelto a la vida. Sin no hubiese sido por Ti, mi alma se habría perdido, sin poder entrar en la gran fiesta de la eternidad. Me rindo nuevamente a tu amor y te pido un corazón misericordioso para con mis hermanos, especialmente para con los más débiles. Amén.

Viernes, 4 de noviembre de 2011

“LOS CARISMAS SON PARA COMPARTIRLOS”


PRIMERA LECTURA
ROMANOS 15,14-21

“MI ACCIÓN SAGRADA CONSISTE EN ANUNCIAR LA BUENA NOTICIA DE DIOS”


Hermanos míos, estoy convencido de que ustedes están llenos de bondad y de todo conocimiento, y que saben aconsejarse unos a otros; pero en esta carta me he atrevido a escribirles francamente sobre algunas cosas, para que no las olviden. Lo hago por el encargo que Dios en su bondad me ha dado, de servir a Cristo Jesús para bien de los que no son judíos. El servicio sacerdotal que presto consiste en anunciar el evangelio de Dios, con el fin de presentar ante él a los no judíos, como ofrenda que le sea grata, santificada por el Espíritu Santo.
Tengo razón para gloriarme en Cristo Jesús de mi servicio a Dios, porque no me atrevo a hablar de nada, aparte de lo que Cristo mismo ha hecho por medio de mí para llevar a los no judíos a obedecer a Dios. Esto se ha realizado con palabras y hechos, por el poder de señales y milagros y por el poder del Espíritu de Dios. De esta manera he llevado a buen término el anuncio del evangelio de Cristo, desde Jerusalén y por todas partes hasta la región de Iliria. Pero siempre he procurado anunciar el evangelio donde nunca antes se había oído hablar de Cristo, para no construir sobre bases puestas por otros, sino más bien, como dice la Escritura: "Verán los que nunca habían tenido noticias de él;
entenderán los que nunca habían oído de él."

REFLEXIÓN
Pablo no es el fundador de la comunidad cristiana de Roma. Por eso, al final de su carta siente la necesidad de justificas por qué él escribe. Incluso “a veces propasándose un poco”. ¿La razón? Pablo no puede vivir sin evangelizar. El sentido de su vida y misión es anunciar la buena noticia de Dios a los gentiles. Y Roma, la capital del mundo, a la que piensa ir próximamente, donde se encuentra esa comunidad de la que se siente corresponsable, aunque todavía no les conozca, es un gran desafío. Pablo se siente orgulloso y feliz de su labor evangelizadora en medio de los gentiles. Ha puesto todas sus energías para que llegue el evangelio a todas partes, pero reconoce que todo eso es obra de Cristo y de su Espíritu. Ahora bien, Pablo aprendió que el anuncio del evangelio exige del cristiano mucha creatividad y astucia, pues el mundo no va a hacer fácil la tarea.

SALMO RESPONSORIAL:97
R./ El Señor revela a las naciones su victoria.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 16,1-8


“DAME CUENTAS DE TU ADMINISTRACIÓN”


Jesús contó también esto a sus discípulos: "Había un hombre rico que tenía un mayordomo; y fueron a decirle que este le estaba malgastando sus bienes. El amo lo llamó y le dijo: '¿Qué es esto que me dicen de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque ya no puedes seguir siendo mi mayordomo.' El mayordomo se puso a pensar: '¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me deja sin trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra, y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para tener quienes me reciban en sus casas cuando me quede sin trabajo.' Llamó entonces uno por uno a los que le debían algo a su amo. Al primero le preguntó: '¿Cuánto le debes a mi amo?' Le contestó: 'Le debo cien barriles de aceite.' El mayordomo le dijo: 'Aquí está tu vale; siéntate en seguida y haz otro por cincuenta solamente.' Después preguntó a otro: 'Y tú, ¿cuánto le debes?' Este le contestó: 'Cien medidas de trigo.' Le dijo: 'Aquí está tu vale; haz otro por ochenta solamente.' El amo reconoció que el mal mayordomo había sido listo en su manera de hacer las cosas. Y es que cuando se trata de sus propios negocios, los que pertenecen al mundo son más listos que los que pertenecen a la luz.

REFLEXIÓN
Hay muchas interpretaciones sobre este texto. Algunos dicen que en realidad el administrador es acusado por ejercer una economía alternativa, revolucionaria, del Reino, y que, para asegurarse dónde vivir (signo de que no había acumulado bienes), rebaja de la cuenta de los mayoristas arrendatarios de su amo un porcentaje de lo que le correspondía de comisión. Por eso es alabado.

De cualquier forma, la frase final de Jesús nos provoca: Los hijos de este mundo son más astutos que los hijos de la luz. ¿Qué astucia nos reclama Jesús? ¿Será la sensatez de vivir y asumir radicalmente hasta las últimas consecuencias la fe que profesamos, con la misma intensidad de los que buscan el dinero para sí, sin importarles sus hermanos?

Urge actuar con la misma resolución y previsión poniendo todas nuestras capacidades, nuestros bienes, nuestra intuición y creatividad al servicio de la dinámica del reino. Con mansedumbre y astucia. Sin ingenuidad.

Nada en la vida del cristiano se puede dejar a la improvisación. El encargo que hemos recibido del Señor es el más importante de nuestra vida.

ORACIÓN
Todo procede de Ti, Señor, nada de cuanto existe tiene consistencia y sentido si no fuese por Tí. Por eso, te elevo hoy mi oración confiada, para que me enseñes a ser un buen administrador de todo cuanto me has confiado. Que nada en este mundo atrape mi corazón. Al contrario, que viva tan pendiente de ayudar a los demás, que el momento de la partida me sorprenda ligero de equipaje y lleno de buenas obras. Amén.

Sábado 5 de Noviembre de 2011

“NO SE PUEDE SERVIR A DIOS Y AL DINERO”

PRIMERA LECTURA
ROMANOS 16,3-9.16.22-27

“SALUDAOS UNOS A OTROS CON EL BESO SANTO”

Saluden a Prisca y Áquila, mis compañeros de trabajo en el servicio de Cristo Jesús. A ellos, que pusieron en peligro su propia vida por salvar la mía, no solo yo les doy las gracias, sino también todos los hermanos de las iglesias no judías. Saluden igualmente a la iglesia que se reúne en casa de Prisca y Áquila. Saluden a mi querido amigo Epéneto, que en la provincia de Asia fue el primer creyente en Cristo. Saluden a María, que tanto ha trabajado por ustedes. 7 Saluden a mis paisanos Andrónico y Junias, que fueron mis compañeros de cárcel; se han distinguido entre los apóstoles, y se hicieron creyentes en Cristo antes que yo.

Saluden a Ampliato, mi querido amigo en el Señor. 9 Saluden a Urbano, nuestro compañero de trabajo en Cristo, y a mi querido Estaquis.
Salúdense los unos a los otros con un beso santo. Todas las iglesias de Cristo les mandan saludos.

Yo, Tercio, que estoy escribiendo esta carta, también les mando saludos en el Señor.

Los saluda Gayo. Estoy alojado en su casa, que él pone a disposición de toda la iglesia. También los saluda Erasto, tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto.

Alabemos a Dios, que puede hacerlos a ustedes firmes conforme al evangelio que yo anuncio y la enseñanza acerca de Jesucristo. Esto está de acuerdo con lo que Dios ha revelado de su designio secreto, el cual estuvo oculto desde antes que el mundo existiera, pero ahora se ha dado a conocer por los escritos de los profetas, de acuerdo con el mandato del Dios eterno. Este secreto del plan de Dios se ha dado a conocer a todas las naciones, para que crean y obedezcan.
¡A Dios, el único y sabio, sea la gloria para siempre por medio de Jesucristo! Amén

REFLEXIÓN
Llegamos al final de la Carta a los Romanos, es un saludo de Pablo afectuoso y agradecido a personas muy concretas que han trabajado en la obra del evangelio y le han colaborado en su misión. Él no ha estado todavía en Roma, pero se ve que muchos de sus conocidos de otras regiones han ido a parar allá. También, transmite saludos a la comunidad y termina con una alabanza a Dios, por medio de Jesucristo. Pablo no trabaja en solitario, es cierto que tenía grandes cualidades y una gran capacidad de liderazgo, pero eso no impide que se apoye en otros hermanos. Aún más, los reconoce por su nombre y agradece a cada uno lo que ha hecho. De la misma manera nosotros, tanto clérigos como laicos, debemos reconocer con humildad que, por mas cualidades y capacidades que tengamos para la evangelización, sin la ayuda de otros no podríamos hacer nada.

SALMO RESPONSORIAL:144
R./ Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi Rey.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 16,9-15

“AL QUE ES FIEL EN LO POCO SE LE CONFIARÁ LO MUCHO”


"Les aconsejo que usen las falsas riquezas de este mundo para ganarse amigos, para que cuando las riquezas se acaben, haya quien los reciba a ustedes en las viviendas eternas.

"El que se porta honradamente en lo poco, también se porta honradamente en lo mucho; y el que no tiene honradez en lo poco, tampoco la tiene en lo mucho. De manera que, si con las falsas riquezas de este mundo ustedes no se portan honradamente, ¿quién les confiará las verdaderas riquezas? Y si no se portan honradamente con lo ajeno, ¿quién les dará lo que les pertenece?

"Ningún sirviente puede servir a dos amos; porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas."

Los fariseos, que eran amigos del dinero, oyeron todo esto y se burlaron de Jesús. Jesús les dijo: "Ustedes son los que se hacen pasar por justos delante de la gente, pero Dios conoce sus corazones; pues lo que los hombres tienen por más elevado, Dios lo aborrece.


REFLEXIÓN
Hoy, está Cristo haciéndonos ver la diferencia entre aquello que vale poco y aquello que vale mucho; y hay una frase que es clave: "El que es de fiar en lo poco, es de fiar en lo mucho" San Lucas 16,10. Es decir, Cristo quiere que nosotros valoremos lo que hacemos, no tanto por lo que se pone en nuestras manos, sino por la limpieza de esas manos y de ese corazón.

Aquel que cree que lo que tiene entre manos es poco, y por eso lo puede desperdiciar, no se da cuenta que antes que desperdiciar lo que se le ha encomendado, está desperdiciando su tiempo, su vida, su corazón, su oportunidad de crecer en la virtud. Podemos decir, con algo de filosofía, que aquí Cristo quiere que distingamos muy bien entre el obrero y su obra. El Papa juan Pablo lo describió muy bien en su encíclica "Laborem Exercens". Dice: "Al trabajar, el trabajador transforma el mundo, pero también se transforma a sí mismo". Él se vuelve distinto.

Cuando hacemos algo, el mundo se vuelve diferente, pero nosotros también cambiamos, porque dependiendo de la calidad, la formación, el corazón con el que hagamos las cosas, nosotros también somos personas distintas. Y ese valor interno del trabajo, no depende entonces de aquello en lo que nos estemos ocupando. Una labor muy humilde se puede hacer con un valor inmenso para el cielo.

¿De qué sirve recibir grandes encargos si nuestras manos están sucias? ¿De qué sirve recibir grandes encargos si nuestro corazón es torpe y miope para reconocer esa grandeza y esa belleza? No son las cosas que recibimos las que nos van a hacer valiosos, somos nosotros los que le damos el valor a ese trabajo.

El principio de valor no está en las cosas, el principio del valor está en nosotros. Y por eso, a medida que descubrimos el valor interno de las cosas en la manera como trabajamos con ellas, entonces nosotros mismos somos transformados; y por eso, el que aprende a ser fiel en lo poco, se vuelve diferente, es él quien cambia, y entonces es de fiar en lo mucho.

Que Dios nos permita reconocer el valor de cada cosa que hacemos. Jamás menospreciemos lo que parece pequeño, porque ahí también se forma nuestro corazón, y ese es el verdadero valor.

ORACIÓN
Señor Jesús, me propones dejarlo todo para seguirte y recibir un tesoro en el cielo. Pero el mundo, todos los días me ofrece tesoros en la tierra y satisfacciones inmediatas que son muy atractivas. Ayúdame a ser fiel a tus enseñanzas aunque tenga que enfrentar al mundo y sus propuestas. Amén.

Domingo, 06 de Noviembre de 2011

“VIGILEN Y ESTEN PREPARADOS”



PRIMERA LECTURA
SABIDURÍA 6,12-16


“ENCUENTRAN LA SABIDURIA LOS QUE LA BUSCAN”



La sabiduría es radiante e inmarcesible, la ven fácilmente los que la aman, y la encuentran los que la buscan; ella misma se da a conocer a los que la desean. Quien madruga por ella no se cansa: la encuentra sentada a la puerta. Meditar en ella es prudencia consumada, el que vela por ella pronto se ve libre de preocupaciones; ella misma va de un lado a otro buscando a los que la merecen; los aborda benigna por los caminos y les sale al paso en cada pensamiento.


REFLEXIÓN
En estos domingos «finales» del año litúrgico, los textos nos dirigen una invitación a reflexionar sobre el «fin» de toda existencia. Éste fin es considerado no sólo como la meta en que la vida adquiere realización o acabamiento, sino también como la meta del caminar histórico colectivo del ser humano y de la realidad toda. Semanas para contemplar este aspecto ineludible de nuestras vidas.

El Libro de la Sabiduría, es un himno que canta las maravillas de la Sabiduría. Ésta sale al encuentro de quienes la buscan, de quienes la aman, y ella misma se muestra. La sabiduría es una cualidad, una manera en que Dios se manifiesta a quienes realmente lo buscan. La única condición para que este encuentro se llegue a dar, es estar abierto a la sabiduría, buscarla; como se busca a Dios.
Vale la pena recordar que esta sabiduría es mucho más que conocimiento. No se trata de erudición o de capacidad intelectual, aunque tampoco riñe con ellas, y colabora con ellos en todos sus proyectos" (Sab 6,16). Consiste más, entonces, en una ciencia para la vida, un saber vivir. Por consiguiente el mensaje sería: saber vivir el camino de esta vida prepara la vida que vendrá después de este camino.

SALMO RESPONSORIAL: 62
R. / Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío

SEGUNDA LECTURA
PRIMERA CARTA TESALONICENSES


“DIOS LLEVARÁ CON JESÚS A LOS QUE MURIERON CON ÉL”


Hermanos, no queremos que se queden sin saber lo que pasa con los muertos, para que ustedes no se entristezcan como los otros, los que no tienen esperanza. Así como creemos que Jesús murió y resucitó, así también creemos que Dios va a resucitar con Jesús a los que murieron creyendo en él.
Por esto les decimos a ustedes, como enseñanza del Señor, que nosotros, los que quedemos vivos hasta la venida del Señor, no nos adelantaremos a los que murieron. Porque se oirá una voz de mando, la voz de un arcángel y el sonido de la trompeta de Dios, y el Señor mismo bajará del cielo. Y los que murieron creyendo en Cristo, resucitarán primero; después, los que hayamos quedado vivos seremos llevados, juntamente con ellos, en las nubes, para encontrarnos con el Señor en el aire; y así estaremos con el Señor para siempre. Anímense, pues, unos a otros con estas palabras.

REFLEXIÓN
Por su parte Pablo, en la carta a los Tesalonicenses, intenta responder las dudas de algunos hermanos que han ingresado hace poco a la comunidad. Estos hermanos consideran desfavorecidos a los difuntos porque iban a estar ausentes de la cercana venida del Señor. Pablo reafirma la enseñanza que él recibió. Los que murieron en Jesús estarán presentes con él en el último día. Ellos resucitarán en primer lugar y los que quedemos seremos llevados al Señor. Por que si creemos que Jesús murió y resucitó, Dios llevará consigo a quienes murieron en Jesús, pues para Pablo en el bautismo, expresión de conversión, nos sumergimos en la muerte del Señor para resucitar con él; así mismo quienes murieron con Cristo resucitan con él porque han participado del camino, del seguimiento, y la alegría por continuar anunciando la Utopía de Dios, que llamamos Reino.
Nosotros como cristianos sabemos que estamos aguardando el retorno de Jesucristo, esta es una verdad muy importante que hay que tenerla a la vista, porque significa mucho más de lo que parece. En un primer momento, entre otras cosas, el retorno de Jesucristo indica que nuestra historia humana no ha sido solamente bendecida por el Señor como un proyecto para esta tierra.
Esta es la diferencia o una de las diferencias entre el Cristianismo y las más diversas formas de humanismo. La filosofía, la política, la economía trabajan por hacer más hermosa, más saludable, más justa esta tierra; el cristianismo tiene también una palabra en este sentido, porque el amor que trae Jesucristo a nuestras vidas, florece efectivamente en justicia, en amor, en solidaridad, en trabajo por la paz, pero no se agota ahí, no somos solamente como un proyecto de mejoramiento de la tierra, ni solamente trabajadores para este mundo, tenemos en nosotros una fuerza, una vida que trasciende la historia, que supera todo lo creado y todo lo visible, es decir, tenemos una fuerza, una promesa que apunta hacia eso que sólo Dios puede darnos.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 25,1-13


"ESTAD ATENTOS, PORQUE NO SABEN NI EL DÍA NI LA HORA"

"Sucederá entonces con el reino de los cielos como lo que sucedió en una boda: diez muchachas tomaron sus lámparas de aceite y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran despreocupadas y cinco previsoras. Las despreocupadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; en cambio, las previsoras llevaron sus botellas de aceite, además de sus lámparas. Como el novio tardaba en llegar, les dio sueño a todas, y por fin se durmieron. Cerca de la medianoche, se oyó gritar: '¡Ya viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!' Todas las muchachas se levantaron y comenzaron a preparar sus lámparas. Entonces las cinco despreocupadas dijeron a las cinco previsoras: 'Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando.' Pero las muchachas previsoras contestaron: 'No, porque así no alcanzará ni para nosotras ni para ustedes. Más vale que vayan a donde lo venden, y compren para ustedes mismas.' Pero mientras aquellas cinco muchachas fueron a comprar aceite, llegó el novio, y las que habían sido previsoras entraron con él en la boda, y se cerró la puerta. Después llegaron las otras muchachas, diciendo: '¡Señor, señor, ábrenos!' Pero él les contestó: 'Les aseguro que no las conozco.'
"Manténganse ustedes despiertos --añadió Jesús--, porque no saben ni el día ni la hora.

REFLEXIÓN
El evangelio nos trae la parábola de las diez vírgenes, prudentes y necias, que estaban esperando al novio. No dice a sus novios o a los novios. «El novio» designa a Jesús mismo (Mateo 9, 15). Y recordemos que el Reino de Dios también es simbolizado con un banquete de bodas...

La parábola nos enseña que el final de cada persona depende del camino que se escoja, que de alguna manera, la muerte es consecuencia de la vida –prudente o necia- que se ha llevado. Muchachas necias son las que han escuchado el mensaje de Jesús pero no lo han llevado a la práctica. Muchachas prudentes son las que lo han traducido en su vida, por eso entran al banquete del Reino. De esta manera, la lectura del evangelio se enmarca en la preocupación de los cristianos recién convertidos de la comunidad de Tesalónica, Grecia, (los Tesalonicenses), la preocupación por el final de los tiempos.

La parábola es una seria llamada de atención para nosotros. "ustedes velen, porque no saben el día ni la hora". No dejen que en ningún momento se apague la lámpara de la fe, porque cualquier momento puede ser el último. Estén atentos, porque la fiesta de la vida está teniendo lugar ya, ahora mismo. El Reino está ya aquí. Enciendan las lámparas con el aceite de la fe, con el aceite de la fraternidad, de la caridad mutua. Nuestros corazones llenos así de luz nos permitirán vivir la auténtica alegría aquí y ahora. Los demás, los que viven a nuestro alrededor se verán también iluminados, conocerán también el gozo de la presencia del Novio esperado. Jesús nos pide que nunca nos falte ese aceite en nuestras lámparas.

Ciertamente tenemos que aprovechar el momento presente, pero para construir fraternidad, no para buscar de manera egoísta nuestro propio bienestar. Las vírgenes necias pusieron otro aceite en sus lámparas: el que sólo sirve para alumbrar egoístamente nuestro camino. No pudieron entrar en la fiesta de la boda. Y si hubiesen entrado no hubiesen entendido absolutamente nada. En la fiesta de la hermandad los que sólo miran por su propio interés se aburren.

PARA REFLEXIONAR
Sería bueno preguntarnos de qué tipo es el aceite que alimenta nuestras lámparas. Sería bueno examinar cómo trabajamos día a día para aumentar la intensidad de nuestro fuego, y de nuestras reservas. ¿O acaso desperdiciamos las ocasiones de crear fraternidad, de amar y servir a los hermanos?

ORACIÓN
Señor Jesús, hemos recibido tu invitación a participar en las bodas del Reino y queremos salir a tu encuentro con el aceite de las buenas obras y una vida gastada al servicio de los hermanos. Que no temamos nunca tu Venida, porque la vivimos a diario y podamos entrar contigo en la fiesta de la Vida Eterna. Amén.

Lunes, 07 de Noviembre de 2011

“LA CORRECCIÓN FRATERNA ES FUNDAMENTAL PARA LA CONVIVENCIA”


PRIMERA LECTURA
SABIDURÍA 1,1-7


"EL ESPÍRITU DEL SEÑOR LLENA LA TIERRA"



Amad la justicia, los que regís la tierra, pensad correctamente del Señor y buscadlo con corazón entero. Lo encuentran los que no exigen pruebas, y se revela a los que no desconfían. Los razonamientos retorcidos alejan de Dios, y su poder, sometido a prueba, pone en evidencia a los necios. La sabiduría no entra en alma de mala ley ni habita en cuerpo deudor del pecado. El espíritu educador y santo rehúye la estratagema, levanta el campo ante los razonamientos sin sentido y se rinde ante el asalto de la injusticia. La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres que no deja impune al deslenguado; Dios penetra sus entrañas, vigila puntualmente su corazón y escucha lo que dice su lengua. Porque el espíritu del Señor llena la tierra y, como da consistencia al universo, no ignora ningún sonido.

REFLEXIÓN
La sabiduría es un don de Dios y sólo la pueden llegar a poseer los de corazón sencillo, “los que no desconfían” los que no tienen “razonamientos retorcidos”. La encuentran “los que la buscan de corazón entero”. Sobre todo, “la sabiduría no entra en alma de mala ley ni habita en cuerpo deudor del pecado”. Los necios y los deslenguados tampoco sabrán acoger sí mismos esta sabiduría que viene de Dios.
La sabiduría no es igual a los muchos conocimientos, sino esa intuición interior que nos hace ver las cosas con la mirada de Dios. Es la capacidad de descubrir que el hilo conductor de la historia lo lleva el Padre del cielo, quien se nos ha revelado plenamente en la persona de su Hijo Jesús. Por eso, debemos desearla y pedirla por encima de todas las cosas, así como lo hizo Salomón cuando fue puesto para gobernar a su pueblo, para poder proceder con justicia, misericordia y caridad en todos los aspectos de la vida.

SALMO RESPONSORIAL: 138
R. / Guíame, Señor, por el camino recto.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 17,1-6


“AY DEL QUE ESCANDALICE A LOS PEQUEÑOS”


Jesús dijo a sus discípulos: "No se puede evitar que haya incitaciones al pecado; pero ¡ay del hombre que haga pecar a los demás! Mejor le sería que lo echaran al mar con una piedra de molino atada al cuello, que hacer caer en pecado a uno de estos pequeñitos. ¡Tengan cuidado!
"Si tu hermano peca, repréndelo; pero si cambia de actitud, perdónalo. Aunque peque contra ti siete veces en un día, si siete veces viene a decirte: 'No lo volveré a hacer', debes perdonarlo."

Los apóstoles pidieron al Señor:
--Danos más fe.

El Señor les contestó:

--Si ustedes tuvieran fe, aunque solo fuera del tamaño de una semilla de mostaza, podrían decirle a este árbol: 'Arráncate de aquí y plántate en el mar', y les haría caso.

REFLEXIÓN
Escandalizar es poner piedras o trampas en el camino para provocar el tropiezo, la caída. Lucas presenta otro de sus frecuentes ayes, e instruye a los discípulos sobre las actitudes que deben vivir en la comunidad fraterna. Es dura la advertencia para aquellos que escandalizaren a los preferidos del Padre, los pequeños. Jesús se desvive por ellos y nadie debe apartarlos del camino ni provocar su humillación y dolor por medio de la acumulación de bienes, la ostentación de los mimos, la injusticia y la violencia.
Seguir a Jesús no nos evita automáticamente caer en pecado; pero sí nos exige optar por practicar los valores del Evangelio en la convivencia y el intercambio. Perdonar, corregir fraternalmente, ser sinceros y respetuosos en la diversidad, acoger con bondad, son actitudes irrenunciables de los discípulos de Jesús.
Perdonar… ¿cuántas veces? Si la medida del amor es Jesús, él nos propone amar sin medida. Perdonar setenta veces siete equivale a estar dispuesto a confiar, y a apostar por la bondad intrínseca de la humanidad, lo cual no nos exime de reprender a quien se desvía del camino, e incluso señalar con toda claridad y firmeza a los que descaradamente practican la injusticia y el oprobio contra los más débiles.

ORACIÓN
Aquí estoy, mi Dios, ante tu presencia amorosa e incondicional. Sé que no siempre estoy dignamente preparado para escucharte, pero también sé que Tú no miras mi pecado sino la intención de mi corazón. Por eso mismo, te pido que me des un corazón sencillo, tierno y misericordioso como el tuyo, que no juzgue a nadie ni condene por anticipado. Pues, sólo Tú conoces el corazón de cada uno y aún así, estás siempre presto a perdonar. Amén.

Martes, 8 de noviembre de 2011

“SÓLO HEMOS HECHO LO QUE TENIAMOS QUE HACER”

PRIMERA LECTURA
SABIDURÍA 2,23-3,9


“LOS QUE CONFÍAN EN ÉL COMPRENDERÁN LA VERDAD”


Dios creó al hombre para la inmortalidad y lo hizo a imagen de su propio ser; pero la muerte entró en el mundo por la envidia del diablo, y los de su partido pasarán por ella.
En cambio, la vida de los justos está en manos de Dios, y no los tocará el tormento. La gente insensata pensaba que morían, consideraba su tránsito como una desgracia, y su partida de entre nosotros como una destrucción; pero ellos están en paz. La gente pensaba que cumplían una pena, pero ellos esperaban de lleno la inmortalidad; sufrieron pequeños castigos, recibirán grandes favores, porque Dios los puso a prueba y los halló dignos de sí; los probó como oro en crisol, los recibió como sacrificio de holocausto; a la hora de la cuenta resplandecerán como chispas que prenden por un cañaveral; gobernarán naciones, someterán pueblos, y el Señor reinará sobre ellos eternamente. Los que confían en él comprenderán la verdad, los fieles a su amor seguirán a su lado; porque quiere a sus devotos, se apiada de ellos y mira por sus elegidos.


REFLEXIÓN
La primera lectura es un canto a la vida. Un canto recio, casi altanero; es una proclama firme de frente contra la muerte, y contra aquel que la entró al mundo. Los ateos, que en algunos lugares prefieren denominarse "humanistas", miran la muerte como el desenlace "natural" de la vida. De ahí a decir que la vida desemboca en la muerte o que la vida es para la muerte ya no falta mucho. Y es interesante ver adónde conduce la postura de tener sólo una "vida para la muerte".
En cambio nuestra fe es distinta. Se trata de una muerte serena, con la huella del plan de Dios, una muerte que debe ser vencida, incluso cuando parece vencer ella misma, cuando logra aplastar al pequeño, al inocente, al santo. Por fe sabemos que los justos están destinados a la vida: “La gente insensata esperaba que morían, pero ellos están en paz; la gente pensaba que eran castigados, pero ellos esperan seguros la inmortalidad.
Esta certeza es la que le da sentido a nuestro presente y la que nos mantiene en la esperanza. La muerte no es un absurdo, ni una desgracia. Los justos vivirán en Dios, en el amor, en la felicidad”. Las tribulaciones y pruebas por las que pasan pierden importancia, ante la intensidad de lo que les espera “sufriendo un poco, pero recibirán grandes favores”. Estamos destinados a compartir con Cristo su existencia gloriosa. El día de nuestra muerte nacemos a la vida definitiva.


SALMO RESPONSORIAL: 33
R./ Bendigo al Señor, en todo momento.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 17, 7-10


“HEMOS HECHO LO QUE TENÍAMOS QUE HACER”


En aquel tiempo, dijo el Señor: "Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: "En seguida, ven y ponte a la mesa"? ¿No le diréis: "Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú"? ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: "Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer."


REFLEXIÓN
En este tramo del evangelio de Lucas comenzamos lo que llamamos el “camino hacia Jerusalén”; es un momento cargado de enseñanzas a los discípulos, preparándolos para el desenlace final. En este pasaje, Lucas nos presenta una imagen que muchas veces ha sido contemplada como sumisión ante los “amos” de turno. Pero no nos confundamos; lo que quiere mostrarse aquí es que el cristiano no es más que otros por el mero hecho de realizar lo que se le “ordena”. A nosotros nos toca servir al proyecto del Reino con amor y humildad, sin jactancias, pues al ser convocados no hacemos más que nuestro deber.
Entonces podemos notar que son dos los ejes de las palabras de Jesús: Por un lado, no debemos esperar agradecimientos ni retribuciones a cambio de lo que hagamos en su nombre; debemos ser obedientes, aun cuando tengamos la sensación de que se nos ignora y desprecia por nuestra labor. Por otro lado, debemos tener la lucidez para pensar que nadie puede, ni por sus obras en favor del proyecto de Dios ni por ningún otro motivo, considerarse amo de sus hermanos. Esto nos plantea una situación de igualdad.


ORACIÓN
Señor, cuántas luchas, cuántos esfuerzos, cuánta espera, cuantas decepciones y desespero ante la situaciones de la vida. Pero hoy queremos nuevamente creer en ti, que aún en medio de las dificultades, de la desesperanza, eres Tú luz y sal para nuestra vida, que aún en medio del cansancio, Tú eres nuestro descanso, que aún mas allá de la muerte hay vida en Ti y vida abundante. Amén.

Miércoles, 9 de noviembre de 2011

“LA CASA DE MI PADRE NO ES UN MERCADO DE EXPLOTACIÓN”


Celebramos hoy en la Iglesia la dedicación o consagración de la Basílica de San Juan de Letrán, catedral del Papa, obispo de Roma. Esta basílica es el símbolo de la unidad de todas las iglesias del mundo con la Iglesia de Roma, y por eso ostenta el título de Iglesia principal y madre de todas las Iglesias. Su importancia es superior a la de la misma Basílica de San Pedro del Vaticano, que no es una catedral, sino un santuario edificado sobre la tumba de San Pedro y el lugar de residencia actual del Papa. El emperador Constantino, primer emperador romano que concedió a los cristianos el permiso para construir templos, le regaló al Sumo Pontífice Silvestre el Palacio Basílica de Letrán, que el Papa convirtió en el templo cristiano y lo consagró el 9 de noviembre del año 324. Por esta razón, en cada lectura de hoy se habla del Templo, del Santuario de Dios.
Es un día pues, para meditar en el misterio y la bendición que significa el templo : el templo renovado de Jerusalén, según la visión de Ezequiel; el templo que es Cristo mismo según nos enseña el Evangelio.

PRIMERA LECTURA
EZEQUIEL 47,1-2.8-9.12


“VI SALIR AGUA DEL TEMPLO: ERA UN AGUA QUE DABA VIDA Y FERTILIDAD”


En aquellos días, el ángel me hizo volver a la entrada del templo. Del zaguán del templo manaba agua hacia levante -el templo miraba a levante-. El agua iba bajando por el lado derecho del templo, al mediodía del altar.Me sacó por la puerta septentrional y me llevó a la puerta exterior que mira a levante. El agua iba corriendo por el lado derecho.Me dijo:-«Estas aguas fluyen hacia la comarca levantina, bajarán hasta la estepa, desembocarán en el mar de las aguas salobres, y lo sanearán. Todos los seres vivos que bullan allí donde desemboque la corriente, tendrán vida; y habrá peces en abundancia. Al desembocar allí estas aguas, quedará saneado el mar y habrá vida dondequiera que llegue la corriente.A la vera del río, en sus dos riberas, crecerán toda clase de frutales; no se marchitarán sus hojas ni sus frutos se acabarán; darán cosecha nueva cada luna, porque los riegan aguas que manan del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales.»


REFLEXIÓN

En todas las culturas, los templos son expresión visible de la presencia de la divinidad, y también de la oración o la búsqueda de esa presencia por los hombres. Al templo acudimos con nuestras necesidades, preguntas, dolores, ofrendas o esperanzas, y en él esperamos encontrar luz, guía, consuelo, paz, remedio a nuestras dolencias.


Ezequiel nos presenta una visión del templo de Jerusalén, que fue profanado y destruido por los babilonios, pero ahora renovado y espléndido, construido por el mismo Dios. Un templo del que brotan la vida y la salvación. Un lugar de gracia. Un manantial de vida que sanea las aguas dañadas y que hace fecundos los árboles, con frutos deliciosos y nutritivos, y con hojas medicinales. Un río que se va volviendo más y más impetuoso a medida que corre. Todo lo cambia a su paso avanza invencible restaurando el orden y la salud que se habían perdido. Si lo miramos bien, se trata de un retorno victorioso a la condición inicial del paraíso. Es como si la maldición y la desgracia que han pesado sobre Israel y su territorio comenzaran a desaparecer al paso de esa agua vivificante y purificadora, la cual sugiere ya la acción del Espíritu de Dios en medio de su pueblo.


SALMO RESPONSORIAL: 45
R./ El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 2, 13-22


“JESÚS HABLABA DEL TEMPLO DE SU CUERPO”

Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo:-«Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.»Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron:-«¿Qué signos nos muestras para obrar así?»Jesús contestó:-«Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.»Los judíos replicaron:-«Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo habla dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.

REFLEXIÓN
En el evangelio Jesús declara que él mismo es el Santuario de Dios. La expulsión que hace de los mercaderes que comerciaban en los atrios del templo es un acto simbólico que Jesús realizó en su condición de Mesías que, según la tradición judía, habría de purificar el templo y devolverle su santidad original.
El santuario se había convertido en el epicentro de un poder económico y político, detentado por la aristocracia sacerdotal que se lucraba de los impuestos que esos mercaderes tenían que pagar. Por eso, Jesús proclama que el templo es casa de Dios, y no de tráficos mercantiles, que el templo construido por manos humanas está a punto de ser abolido para dar lugar a un templo espiritual: su cuerpo glorioso de resucitado y, una vez llena del Espíritu Santo, su Iglesia extendida por toda la tierra.
Gracias a la entrega de su vida por nosotros, Jesucristo ha hecho de los creyentes un templo vivo de Dios. Por esta razón, el mensaje cristiano nos recuerda que toda persona humana es sagrada y está habitada por Dios.

Reflexionemos la palabra que San Pablo nos dice: “ Cada uno de nosotros, somos templo del Espíritu Santo”. Ojalá conservemos nuestra alma bella y limpia, como le agrada a Dios que seamos sus templos santos. Así vivirá contento el Espíritu Santo en nuestra alma.

ORACIÓN
Señor, me hiciste templo de tu Espíritu, lugar de tu morada, con amor profundo me construiste. Toma Señor mi vida, mi barro, hazme tu vasija, moldéame según tu voluntad, quiero ser templo vivo, de tu presencia en mi y conservar mi alma como te agrada a ti. Amén.

Jueves, 10 de Noviembre de 2011

“EL REINO DE DIOS ES JUSTICIA Y MISERICORDIA PARA TODOS”

PRIMERA LECTURA
SABIDURÍA 7,22-8,1

“LA SABIDURIA GOBIERNA EL UNIVERSO CON ACIERTO”


La sabiduría es un espíritu inteligente, santo, único, múltiple, sutil, móvil, penetrante, inmaculado, lúcido, invulnerable, bondadoso, agudo, incoercible, benéfico, amigo del hombre, firme, seguro, sereno, todopoderoso, todo vigilante, que penetra todos los espíritus inteligentes, puros, sutilísimos. La sabiduría es más móvil que cualquier movimiento, y, en virtud de su pureza, lo atraviesa y lo penetra todo; porque es efluvio del poder divino, emanación purísima de la gloria del Omnipotente; por eso, nada inmundo se le pega. Es reflejo de la luz eterna, espejo nítido de la actividad de Dios e imagen de su bondad.

Siendo una sola, todo lo puede; sin cambiar en nada, renueva el universo, y, entrando en las almas buenas de cada generación, va haciendo amigos de Dios y profetas; pues Dios ama sólo a quien convive con la sabiduría. Es más bella que el sol y que todas las constelaciones; comparada a la luz del día, sale ganando, pues a éste le releva la noche, mientras que a la sabiduría no le puede el mal. Alcanza con vigor de extremo a extremo y gobierna el universo con acierto.


REFLEXIÓN
Escoge entre lo más hermoso de nuestro lenguaje para cantar la belleza, el poder y la presencia indeclinable de la sabiduría.

El autor define la naturaleza de la sabiduría con términos de la filosofía griega aplicados a la religión judía. Enumera 21 características de la sabiduría y establece la relación de ésta con Dios y con la creación. De este modo, el autor del libro expresa la superioridad de la sabiduría respecto al conocimiento griego.
Al leer este bello elogio de la sabiduría, no podemos evitar pensar en Cristo Jesús: Él es la Palabra misma hecha carne, la Sabiduría en persona.
La sabiduría es el mejor don que podemos apetecer. Una sabiduría que no sólo es sentido común y sensatez humana, que no es poco, sino también luz que impregna nuestra visión de las cosas y de los acontecimientos, viéndolo todo desde Dios. Hay personas sencillas que pueden tener esta sabiduría, mientras que nosotros, que tal vez nos ufanábamos de tantos conocimientos y talentos, somos sabios para otras cosas, pero no para las de Dios.

SALMO RESPONSORIAL: 118
R. / Tu Palabra Señor, es eterna.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 17,20-25

“EL REINO DE DIOS ESTÁ DENTRO DE USTEDES”

Los fariseos le preguntaron a Jesús cuándo había de llegar el reino de Dios, y él les contestó:
--La venida del reino de Dios no es algo que todo el mundo pueda ver. No se va a decir: 'Aquí está', o 'Allí está'; porque el reino de Dios ya está entre ustedes.

Y dijo a sus discípulos:

--Llegará el tiempo en que ustedes querrán ver siquiera uno de los días del Hijo del hombre, y no lo verán. Algunos dirán: 'Aquí está', o 'Allí está'; pero no vayan ni los sigan. Porque así como el relámpago, al brillar, ilumina el cielo de uno a otro lado, así será el Hijo del hombre en el día de su regreso. Pero primero tiene que sufrir mucho y ser rechazado por la gente de este tiempo.

REFLEXIÓN
Las autoridades políticas y religiosas judías creían que el Mesías esperado iba a ser el rey y el liberador de Israel del Imperio Romano y que establecería, con el pueblo judío, un imperio mundial, que tendría a Jerusalén como capital. Por eso le cuestionan sobre “cuándo” llegaría el Reino de Dios. Aquí entramos en un discurso que no presenta una visión “cronológica”, sino “escatológica” de Jesús en nuestra historia. El primer gran Día del Hijo del Hombre es su Resurrección (vv. 23-24), que llega como un relámpago que ilumina todo el cielo. Pero antes de ese día Jesús debe padecer (v.25). Este padecimiento contradice la lógica de las expectativas mesiánicas mencionadas.
Este texto nos invita a pensar en las lógicas de las expectativas de éxito o fracaso que construimos en nuestra sociedad. ¿Somos conscientes de que en el contexto capitalista en que vivimos son cada vez más los desposeídos de vida? Entonces, habremos de ser conscientes de que, para la lógica de los poderes de nuestro tiempo, la propuesta de Jesús sigue siendo locura y necedad (cfr. 1 Cor).


PARA REFLEXIONAR

1. ¿Estamos asimilando esta sabiduría de Dios?
2. ¿Cuando escuchamos la Palabra de Dios en las lecturas bíblicas?
3. ¿Vamos identificando nuestra mentalidad con la de Dios, vemos las cosas con sus mismos ojos?
4. ¿Nos esforzamos por reproducir en nuestra vida la vida de Cristo?

ORACIÓN
Mi mayor anhelo, Señor, es estar junto a Ti para siempre y contemplar con gozo tu rostro por toda la eternidad. Pero se que eso no es posible, si no asumo responsablemente la misión que me has encomendado de ser colaborador tuyo en la construcción de un mundo más humano, signo de la presencia de tu Reino. Por eso, me pongo en tus manos para que conduzcas mis pasos y me hagas tu testigo. Amén.

Viernes 11 de Noviembre de 2011

“EL PASO DE JESÚS POR NUESTRAS VIDAS”




PRIMERA LECTURA

SABIDURÍA 13, 1-9

“SI AVERIGUARON EL PRINCIPIO DEL COSMOS, ¿CÓMO NO ENCONTRARON A SU DUEÑO?


Eran naturalmente vanos todos los hombres que ignoraban a Dios y fueron incapaces de conocer al que es, partiendo de las cosas buenas que están a la vista, y no reconocieron al Artífice, fijándose en sus obras, sino que tuvieron por dioses al fuego, al viento, al aire leve, a las órbitas astrales, al agua impetuosa, a las lumbreras celestes, regidoras del mundo. Si, fascinados por su hermosura, los creyeron dioses, sepan cuánto los aventaja su Dueño, pues los creó el autor de la belleza; y si los asombró su poder y actividad, calculen cuánto más poderoso es quien los hizo; pues, por la magnitud y belleza de las criaturas, se descubre por analogía el que les dio el ser.

Con todo, a éstos poco se les puede echar en cara, pues tal vez andan extraviados, buscando a Dios y queriéndolo encontrar; en efecto, dan vueltas a sus obras, las exploran, y su apariencia los subyuga, porque es bello lo que ven. Pero ni siquiera éstos son perdonables, porque, si lograron saber tanto que fueron capaces de averiguar el principio del cosmos, ¿cómo no encontraron antes a su Dueño?


REFLEXIÓN
Presenta el tema antiguo y profundo de la revelación de Dios en su Creación. Si lo miramos bien, de lo que se trata es de ponderar la huella maravillosa que Dios ha dejado en sus obras, para que así también aprendamos a ir, de la sabiduría que descubrimos en las cosas creadas, hacia la sabiduría increada.
Si miramos, se balancea entre la indulgencia y el reproche con aquellos que no logran encontrar a Dios en medio de la belleza y el esplendor de sus obras.
En la sociedad en que vivimos hoy, todo es tan apurado que en el correr de la vida nos hemos olvidado de fascinarnos con los regalos tan maravillosos que Dios nos da a diario. Algunas veces nos despertamos en la mañana y no valoramos el hecho de tener vida y poder levantarnos y que debemos de agradecerle eso a nuestro Padre; lo que hacemos en cambio es levantarnos a prisa y cumplir con la rutina de siempre la cual la hacemos de manera casi mecánica.

SALMO RESPONSORIAL: 18
R. / El cielo proclama la gloria de Dios

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 17,26-37



"EL DÍA QUE SE MANIFIESTE EL HIJO DEL HOMBRE”



Como pasó en los tiempos de Noé, así pasará también en los días en que regrese el Hijo del hombre. La gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca, y llegó el diluvio y todos murieron. Lo mismo sucedió en los tiempos de Lot: la gente comía y bebía, compraba y vendía, sembraba y construía casas; pero cuando Lot salió de la ciudad de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y todos murieron. Así será el día en que el Hijo del hombre aparezca.
"En aquel día, el que se encuentre en la azotea y tenga sus cosas dentro de la casa, que no baje a sacarlas; y el que esté en el campo, que no regrese a su casa. Acuérdense de la mujer de Lot. El que trate de conservar su vida, la perderá; pero el que la pierda, la conservará.
"Les digo que en aquella noche, de dos que estén en una misma cama, uno será llevado y el otro será dejado. De dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra será dejada."
Le preguntaron entonces:
--¿Dónde ocurrirá eso, Señor?
Y él les contestó:
--Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres./em>


REFLEXIÓN
Se acercan los días del Hijo del Hombre: Su Apocalipsis (manifestación). No se habla ni de Parusía ni de Venida, sino de su manifestación en todos los momentos de la historia. Esta manifestación es inesperada, pero sucede en medio de las actividades de la vida cotidiana: comer, beber, casarse, comprar, vender, plantar y construir (vv. 26-30). Las exigencias, cuando llegue aquel Día, se concretan en no mirar atrás, ni aferrarse a la vida. La respuesta al “dónde” es ambigua y enigmática; es un dicho popular, no una metáfora. Se insinúa solamente la fuerza de atracción que tiene la manifestación. Los buitres son atraídos por el cuerpo muerto. Una de las teorías de más consenso es que Jesús aludiría aquí a Jerusalén, que era muy corrupta --como un cuerpo muerto-- y por eso atraía su propia destrucción.

Teniendo en cuenta las claves propuestas por el texto, consideremos si nuestras vidas son vidas al servicio de la manifestación de Jesús y su Reino. Hablamos aquí de cotidianeidad, ¿es acaso nuestra vida personal y comunitaria la rendija que deja ver el anticipo de la Gloria del Reino?

ORACIÓN
Señor, danos la gracia para que no perdamos ese valor tan importante que en su inocencia tienen los niños: el de sorprendernos por las cosas sencillas en las que a diario nos dices: "Yo estoy aquí", que podamos maravillarnos de lo ordinario, y que a cada instante nuestro corazón te manifieste el agradecimiento, por amarnos tanto al permitirnos disfrutar de tu hermosa creación, pero que nunca olvidemos que Tú eres el Creador de todo cuanto existe, quien merece la honra y la gloria por los siglos de los siglos. Amén

Sábado 12 de noviembre de 2011

PERSEVERANCIA EN LA ORACIÓN”



PRIMERA LECTURA
SABIDURÍA 18,14-16; 19,6-9


“LA CREACIÓN ENTERA CUMPLIÓ TUS ÓRDENES”

Un silencio sereno lo envolvía todo, y, al mediar la noche su carrera, tu palabra todopoderosa se abalanzó, como paladín inexorable, desde el trono real de los cielos al país condenado; llevaba la espada afilada tu orden terminante; se detuvo y lo llenó todo de muerte; pisaba la tierra y tocaba el cielo. Porque la creación entera, cumpliendo tus órdenes, cambió radicalmente de naturaleza, para guardar incólumes a tus hijos. Se vio la nube dando sombra al campamento, la tierra firme emergiendo donde había antes agua, el mar Rojo convertido en camino practicable y el violento oleaje hecho una vega verde; por allí pasaron, en formación compacta, los que iban protegidos por tu mano, presenciando prodigios asombrosos. Retozaban como potros y triscaban como corderos, alabándote a ti, Señor, su libertador.

REFLEXIÓN
El autor del libro reflexiona sobre la décima plaga que cayó en tiempos de Moisés sobre Egipto, hecho que obligó al Faraón a dejar salir a los judíos hacia el desierto. Es una descripción cósmica: en el silencio de la noche, como espada afilada, la palabra poderosa de Dios desciende sobre los primogénitos de Egipto causándoles la muerte. En cambio, la nube, la tierra,, el mar y su oleaje, se ponen de parte de los israelitas.
Toda la historia de Israel está marcada por la acción poderosa de Dios a su favor. Pero también lo está la historia de la Iglesia y la de todos aquellos que, con humildad y fe, reconocen que sólo en Él hay salvación. El éxodo de los israelitas fue una poderosa figura del definitivo éxodo, la muerte y resurrección de Jesús, su paso a través de la muerte a la nueva existencia, guiando, como nuevo Moisés, al pueblo de los salvados.

A la luz de esta pascua, hemos de interpretar la historia y los pequeños o grandes acontecimientos de nuestra vida, con la consecuencia de que siempre estemos optimistas, alegres, y llenos de confianza en Dios.

SALMO RESPONSORIAL: 104
R./ Recuerden las maravillas que hizo el Señor.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 18,1-8


“DIOS HARÁ JUSTICIA A SUS ELEGIDOS QUE LE GRITAN”


Jesús les contó una parábola para enseñarles que debían orar siempre, sin desanimarse. Les dijo: "Había en un pueblo un juez que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. En el mismo pueblo había también una viuda que tenía un pleito y que fue al juez a pedirle justicia contra su adversario. Durante mucho tiempo el juez no quiso atenderla, pero después pensó: 'Aunque ni temo a Dios ni respeto a los hombres, sin embargo, como esta viuda no deja de molestarme, la voy a defender, para que no siga viniendo y acabe con mi paciencia.' "
Y el Señor añadió: "Esto es lo que dijo el juez malo. Pues bien, ¿acaso Dios no defenderá también a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Los hará esperar? Les digo que los defenderá sin demora. Pero cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará todavía fe en la tierra?"

REFLEXIÓN
En este pasaje Lucas hace explícita mención del objetivo de las palabras de Jesús: “Inculcarles que hace falta orar siempre sin cansarse”, y tiene un carácter redaccional y teológico. La viuda que pide justicia (‘hacer justicia’ aparece cuatro veces) es el ejemplo de la insistencia y de la persistencia.

Pero cabe preguntarnos, ¿es que Dios necesita de nuestra oración insistente cual juez que no respeta a los hombres? La clave para resolver esta contradicción viene dada por la pedagogía que presentan las palabras de Jesús. Por un lado tenemos la dimensión de la práctica y por otro la de la fe. La práctica representada en el ámbito de las leyes humanas, y la fe circunscrita al ámbito de la relación con Dios. El pedir justicia en el ámbito humano y el no cansarnos de confiar (tener fe) en que Dios es el último y máximo juez. En este camino de reflexión podemos notar que lo que se presenta contradictorio en primera instancia, se hace complementariedad en nuestras vidas de cristianos y cristianas.

ORACIÓN
Señor tu nos enseñas a ser perseverantes, a orar y orar insistentemente, aumenta Señor nuestra fe, fortalécenos Señor en una vida de oración, ayúdanos a no desesperarnos, a creerte siempre, a esperar en tí, en tu tiempo y vivir en tu voluntad. Amén.

Domingo, 13 de noviembre de 2011

“VIGILEN Y ESTÉN PREPARADOS”

PRIMERA LECTURA
PROVERBIOS
31,10-13.19-20.30-31

“TRABAJA CON LA DESTREZA DE SUS MANOS”


Mujer ejemplar no es fácil hallarla;
¡vale más que las piedras preciosas!
Su esposo confía plenamente en ella,
y nunca le faltan ganancias.
Brinda a su esposo grandes satisfacciones
todos los días de su vida.
Va en busca de lana y lino,
y con placer realiza labores manuales.
Con sus propias manos
hace hilados y tejidos.
Siempre les tiende la mano
a los pobres y necesitados.
Los encantos son una mentira,
la belleza no es más que ilusión,
pero la mujer que honra al Señor
es digna de alabanza.
¡Alábenla ante todo el pueblo!
¡Denle crédito por todo lo que ha hecho!

REFLEXIÓN
Estamos en el último capítulo del libro de los Proverbios, en él se presenta el retrato de una mujer que hace fructificar sus talentos, se trata de la mujer ideal.
El libro de los Proverbios fue construido como una colección de piezas de diversa procedencia y de distintas épocas. Es importante recordar que estamos en un contexto social y cultural que no coincide con el actual: el texto de Proverbios se sitúa en una civilización agraria en el que la mujer es vista básicamente como dedicada al hogar. Podríamos preguntarnos si tiene valor para hoy.
Hay valores en el texto que hay que subrayar. En primer lugar, le da a la mujer plena autonomía en su campo de acción, trata de liberarla de la tendencia a reducirla a un “artículo de belleza” que puede ser “usado”, y la pone a la par del varón en la construcción de la sociedad.
Una mujer trabajadora y responsable “vale más que las perlas”, merece la alabanza de la asamblea porque dedica su vida al servicio de su familia y de los pobres.

SALMO RESPONSORIAL: 127
R./ Dichoso el que teme al Señor

SEGUNDA LECTURA
PRIMERA DE TESALONICENSES
5,1-6

“QUE EL DÍA DEL SEÑOR NO LOS SORPRENDA COMO UN LADRÓN”


En cuanto a las fechas y los tiempos, hermanos, no necesitan que les escribamos. Ustedes saben muy bien que el día del regreso del Señor llegará cuando menos se lo espere, como un ladrón que llega de noche. Cuando la gente diga: "Todo está en paz y tranquilo", entonces vendrá de repente sobre ellos la destrucción, como le vienen los dolores de parto a una mujer que está encinta; y no podrán escapar. Pero ustedes, hermanos, no están en la oscuridad, para que el día del regreso del Señor los sorprenda como un ladrón. Todos ustedes son de la luz y del día. No somos de la noche ni de la oscuridad; por eso no debemos dormir como los otros, sino mantenernos despiertos y en nuestro sano juicio.

REFLEXIÓN
El “Día del Señor” es una expresión que proviene del Antiguo Testamento, particularmente de los profetas, se trata del día de la manifestación de Dios en el cual interviene poderosamente para juzgar a los injustos y salvar a los justos; es el día de la justicia de Dios y como tal está en la cumbre de la historia. Día de “esperanza de salvación” para unos o amenazante para otros.
Para ejercer esta vigilancia, el cristiano debe vivir su cotidianidad como alguien que está en vela en medio de la noche.
El uso de imágenes contrapuestas como “luz” y “oscuridad” tiene una connotación bautismal. Alude al proceso de conversión a Jesús, el cual supone un antes y un después a partir de una experiencia en la que se ha renacido, por eso es “hijo de la luz e hijo del día” . Es una referencia a la nueva identidad cristiana.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 25,14-30

“HAS SIDO FIEL EN LO POCO, PASA AL BANQUETE DE TU SEÑOR”


"Sucederá también con el reino de los cielos como con un hombre que, estando a punto de irse a otro país, llamó a sus empleados y les encargó que le cuidaran su dinero. A uno de ellos le entregó cinco mil monedas, a otro dos mil y a otro mil: a cada uno según su capacidad. Entonces se fue de viaje. El empleado que recibió las cinco mil monedas hizo negocio con el dinero y ganó otras cinco mil monedas. Del mismo modo, el que recibió dos mil ganó otras dos mil. Pero el que recibió mil fue y escondió el dinero de su jefe en un hoyo que hizo en la tierra.
"Mucho tiempo después volvió el jefe de aquellos empleados, y se puso a hacer cuentas con ellos. Primero llegó el que había recibido las cinco mil monedas, y entregó a su jefe otras cinco mil, diciéndole: 'Señor, usted me dio cinco mil, y aquí tiene otras cinco mil que gané.' El jefe le dijo: 'Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.' Después llegó el empleado que había recibido las dos mil monedas, y dijo: 'Señor, usted me dio dos mil, y aquí tiene otras dos mil que gané.' El jefe le dijo: 'Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.'

"Pero cuando llegó el empleado que había recibido las mil monedas, le dijo a su jefe: 'Señor, yo sabía que usted es un hombre duro, que cosecha donde no sembró y recoge donde no esparció. Por eso tuve miedo, y fui y escondí su dinero en la tierra. Pero aquí tiene lo que es suyo.' El jefe le contestó: 'Tú eres un empleado malo y perezoso, pues si sabías que yo cosecho donde no sembré y que recojo donde no esparcí, deberías haber llevado mi dinero al banco, y yo, al volver, habría recibido mi dinero más los intereses.' Y dijo a los que estaban allí: 'Quítenle las mil monedas, y dénselas al que tiene diez mil. Porque al que tiene, se le dará más, y tendrá de sobra; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. Y a este empleado inútil, échenlo fuera, a la oscuridad. Entonces vendrán el llanto y la desesperación.'


REFLEXIÓN
La parábola nos devuelve a nuestra realidad actual: ¿Qué estamos haciendo? Jesús nos enseña que la manera de esperar su venida es trabajando, con sentido de pertenencia, haciendo en todo momento lo que él haría en nuestro lugar, incrementando lo recibido y pensando siempre en función de los demás.
Todo este “actuar” en el mundo debe ser basado en la confianza en Dios. Dios no es un déspota ni un patrón avaro, es ternura y bondad. Piensa en el bien de todos sus hijos y da a cada uno según sus capacidades. El más grande de los bienes es su propio Hijo: en Él nos entregó un tesoro vivo que no puede ser escondido. Es así como un discípulo no puede permitirse esconder la lámpara, sino que debe hacerla brillar para bien y provecho de todos.

Si atendemos bien, notaremos que la diferencia entre los tres hombres de la parábola no estaba tanto en lo que recibieron sino en los ojos con que acogieron lo que recibieron. Tanto el que recibió cinco como el que recibió dos talentos miraron lo que habían recibido; el que recibió un talento miró no lo que tenía sino lo que no tenía. Además no miró a lo que él podía hacer sino a lo que le podían hacer. Su problema no está en la cantidad, sino en la calidad, y no en la calidad de lo que recibe sino en la calidad del corazón y los ojos que reciben.

PARA REFLEXIONAR
1. ¿Qué idea del Señor tienen los dos siervos buenos y qué idea tiene el siervo malo?
2. ¿Qué imagen de Dios tengo y cómo veo mi relación de dependencia (señorío de Dios / mi servicio) con él?
3. ¿Qué dones me ha dado Dios? ¿Consigo verlos y reconocerlos con gratitud? Por ejemplo: ¿Qué me ha dado en este día?
4. ¿Cuáles son los dones más grandes e importantes para mí? ¿Qué es lo que más aspiro?
5. ¿Cómo utilizo los dones recibidos? ¿Qué quiere Dios hacer con los demás a través de mí? ¿A quién quiere ayudar a través de mí?

ORACIÓN
Gracias, Señor, por todos los dones que nos has dado para trabajar en tu Reino, gracias por la confianza que pusiste en nuestra debilidad. Queremos responderte lo mejor posible y hacer fructificar tus dones. Que tu gracia nos acompañe y tu fuerza nos sostenga para que puedas glorificarte con nuestro esfuerzo y nosotros podamos entrar seguros en el gozo de tu reino. Amén.

Lunes, 14 de Noviembre de 2011

“SEÑOR JESÚS, TEN COMPASIÓN DE MI”



PRIMERA LECTURA
PRIMER LIBRO DE MACABEOS
1,10-15.41-43.54-57.62-64


“UN CÓLERA TERRIBLE SE ABATIÓ SOBRE ISRAEL”



En aquellos días, brotó un vástago perverso: Antíoco Epifanes, hijo del rey Antíoco. Había estado en Roma como rehén, y subió al trono el año ciento treinta y siete de laera seléucida. Por entonces hubo unos israelitas apóstatas que convencieron a muchos: "¡Vamos a hacer un pacto con las naciones vecinas, pues, desde que nos hemos aislado, nos han venido muchas desgracias!" Gustó la propuesta, y algunos del pueblo se decidieron a ir al rey. El rey los autorizó a adoptar las costumbres paganas, y entonces, acomodándose a los usos paganos, construyeron un gimnasio en Jerusalén; disimularon la circuncisión, apostataron de la alianza santa, emparentaron con los paganos y se vendieron para hacer el mal.

El rey Antíoco decretó la unidad nacional para todos sus súbditos de su imperio, obligando a cada uno a abandonar su legislación particular. Todas las naciones acataron la orden del rey, e incluso muchos israelitas adoptaron la religión oficial: ofrecieron sacrificios a los ídolos y profanaron el sábado. El día quince del mes de Casleu del año ciento cuarenta y cinco, el rey mandó poner sobre el altar un ara sacrílega, y fueron poniendo aras por todas las poblaciones judías del contorno: quemaban incienso ante las puertas de las casas y en las plazas; los libros de la Ley que encontraban, los rasgaban y los echaban al fuego, al que le encontraban en casa un libro de la alianza y al que vivía de acuerdo con la Ley, lo ajusticiaban, según el decreto real.

Pero hubo muchos israelitas que resistieron, haciendo el firme propósito de no comer alimentos impuros; prefirieron la muerte antes que contaminarse con aquellos alimentos y profanar la alianza santa. Y murieron. Una cólera terrible se abatió sobre Israel.


REFLEXIÓN
Entramos en la penúltima semana del año litúrgico, durante la cual meditamos en la primera lectura algunos textos tomados de los libros primero y segundo de los Macabeos. Estos libros toman su nombre de la familia Macabea, quienes se mantuvieron fieles a la Alianza en medio de la persecución ordenada por el rey Antíoco Epífanes, en el siglo II antes de Cristo, contra los judíos que no dejaran sus costumbres y se negaran a adoptar las costumbres paganas.


La lectura de hoy narra cómo en aquellas circunstancias, ya sea por miedo, por confabularse con el poder reinante, o por adoptar el estilo de vida de las naciones paganas que les parecía muy atractivo, muchos judíos, excepto algunos pocos liderados por los Macabeos, estuvieron de acuerdo con el rey y aceptaron sus medidas, abandonando la fe en el Dios de Israel.
También hoy sigue existiendo la tentación secularizante, es decir, el riesgo de que los cristianos, queriendo parecer muy modernos y civilizados, terminemos aliándonos con los poderes y pareceres de este mundo, poniendo en riesgo nuestra relación con Cristo, nuestra identidad y nuestros valores.


No se trata de que rechacemos todos los progresos de la ciencia y de la cultura, sino que sepamos discernir, a la luz del Espíritu, lo que es bueno y acorde con la voluntad de Dios. Aunque, en algunas ocasiones, inevitablemente, tendremos que ser fuertes y luchar contra la corriente, como lo hicieron aquellos judíos fieles, que prefirieron morir antes que apostatar de su fe.

SALMO RESPONSORIAL: 118
R. / Dame vida Señor, y guardaré tus decretos.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 18,35-43


¿QUÉ QUIERES QUE HAGA POR TI?. –SEÑOR, QUE VEA OTRA VEZ


Cuando ya se encontraba Jesús cerca de Jericó, un ciego que estaba sentado junto al camino pidiendo limosna, al oír que pasaba mucha gente, preguntó qué sucedía. Le dijeron que Jesús de Nazaret pasaba por allí, y él gritó:
--¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!

Los que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más todavía:

--¡Hijo de David, ten compasión de mí!

Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando lo tuvo cerca, le preguntó:

--¿Qué quieres que haga por ti?

El ciego contestó:

--Señor, quiero recobrar la vista.

Jesús le dijo:

--¡Recóbrala! Por tu fe has sido sanado.

En aquel mismo momento el ciego recobró la vista, y siguió a Jesús alabando a Dios. Y toda la gente que vio esto, también alababa a Dios.

REFLEXIÓN
Jesús aparece utilizando su poder de aliviar la aflicción de un ser humano, víctima de un trastorno físico: Le devuelve la capacidad de ver; responde a la fe del individuo que lo impulsa a dirigirse a Jesús como al Hijo de David. La actitud de Jesús trae salvación a un excluido de la humanidad, víctima de una enfermedad que lo condena a pasar sus días a la vera del camino, mendigando. El ciego recupera la vista y al mismo tiempo reconoce lo que otros no querían que conociera.

Muchas veces podemos sentir que obramos como quienes no reconocen a Jesús en toda su dimensión, y, a la vez, les niegan a otros la posibilidad de hacerlo. El nombre “Hijo de David” no implica solamente la restauración espiritualizada del Reino de Dios, es también la esperanza política del pueblo de Israel, el rey que todos esperaban; si bien no será el rey al modo en que muchos lo esperaban. Sí es rey en cuanto elegido, ungido de Dios, quien propone una lógica distinta en cuanto a las relaciones políticas, económicas y sociales.

ORACIÓN
“Jesús, hijo de David, ten compasión de mi” Necesito ver con tu mirada el mundo, para no desesperar. Necesito tu luz para salir de las tinieblas que oscurecen mi vida y que me llevan por caminos equivocados. Necesito que me escuches, que atiendas mis súplicas, pues me siento como abandonado, sin rumbo, sin sentido, sin amor. Haz que vea, Señor, para colaborar contigo en la transformación del mundo. Amén.

Martes, 15 de noviembre de 2011

“HOY HA LLEGADO LA SALVACIÓN A ESTA CASA”

PRIMERA LECTURA
SEGUNDA DE MACABEOS 6, 18-31


“PREFIRIÓ LA MUERTE HONROSA A LA VIDA DE INFAMIA”

En aquellos días, a Eleazar, uno de los principales escribas, hombre de edad avanzada y semblante muy digno, le abrían la boca a la fuerza para que comiera carne de cerdo. Pero él, prefiriendo una muerte honrosa a una vida de infamia, escupió la carne y avanzó voluntariamente al suplicio, como deben hacer los que son constantes en rechazar manjares prohibidos, aun a costa de la vida.
Los que presidían aquel sacrificio ilegal, viejos amigos de Eleazar, lo llevaron aparte y le propusieron que hiciera traer carne permitida, preparada por él mismo, y que la comiera, haciendo como que comía carne del sacrificio ordenado por el rey, para que así se librara de la muerte y, dada su antigua amistad, lo tratasen con consideración. Pero él, adoptando una actitud cortés, digna de sus años, de su noble ancianidad, de sus canas honradas e ilustres, de su conducta intachable desde niño y, sobre todo, digna de la Ley santa dada por Dios, respondió todo seguido: "¡Enviadme al sepulcro! Que no es digno de mi edad ese engaño. Van a creer muchos jóvenes que Eleazar, a los noventa años, ha apostatado, y, si miento por un poco de vida que me queda, se van a extraviar con mi mal ejemplo. Eso sería manchar e infamar mi vejez. Y, aunque de momento me librase del castigo de los hombres, no escaparía de la mano del Omnipotente, ni vivo ni muerto. Si muero ahora como un valiente, me mostraré digno de mis años y legaré a los jóvenes un noble ejemplo, para que aprendan a arrostrar voluntariamente una muerte noble por amor a nuestra santa y venerable Ley."
Dicho esto, se dirigió en seguida al suplicio. Los que lo llevaban, poco antes deferentes con él, se endurecieron, considerando insensatas las palabras que acababa de pronunciar. Él, a punto de morir a fuerza de golpes, dijo entre suspiros: "Bien sabe el Señor, que posee la santa sabiduría, que, pudiendo librarme de la muerte, aguanto en mi cuerpo los crueles dolores de la flagelación, y los sufro con gusto en mi alma por respeto a él." Así terminó su vida, dejando, no sólo a los jóvenes, sino a toda la nación, un ejemplo memorable de heroísmo y de virtud.

REFLEXIÓN:
En la primera lectura contemplamos el ejemplo admirable del anciano Eleazar, que se mantiene firme en su fe a pesar de las promesas y de las amenazas de los enemigos de Israel. Su testimonio es uno de los primeros en la larga lista de quienes prefirieron luchar, y hasta morir, antes de irse en contra de su fe. La actitud de Eleazar nos deja varias enseñanzas: el derecho a la rebeldía ante quienes pretendan violar los derechos fundamentales; la fidelidad a Dios y su plan de salvación por encima de todas cosas; la disposición a una resistencia pasiva, que provoque en los demás el deseo de trabajar por la libertad y la dignidad, aún a riesgo de la propia vida; y la lucha contra toda forma de corrupción, enfermedad que azota a todos los países del mundo, sobre todos los más pobres.


De otro lado miremos como el “anciano” o “adulto mayor” como se le llama hoy, experimenta una avalancha de realidades irreversibles: declive de sus capacidades y fuerzas, recrudecimiento de enfermedades nuevas o viejas, aislamiento de las esferas de decisión, pérdida de amigos y seres queridos, bajas perspectivas de un cambio de todo ello hacia el futuro. No es fácil, y por ello es acto de humanidad, de justicia y de caridad dar de nuestro tiempo y amor a nuestros mayores. Por eso entendemos que con cierta frecuencia la ancianidad esté marcada por estados de ánimo que, vistos desde fuera, resultan incómodos, incomprensibles o difíciles de soportar. La amargura, la ansiedad o la depresión pueden provocar una sensación general de debilidad y de temor, especialmente ante el desafío de un peligro inminente.
En esta perspectiva, cuán noble y bella nos resulta la estampa que nos ofrece, la actitud de el anciano Eleazar. Venerable y valiente, sabio y caritativo, piadoso y muy consciente de su valer, Eleazar, es una hermosa enseñanza para nosotros, como lo fue para los jóvenes de su tiempo. Sus palabras, profundas y audaces a la vez, hablan del vigor de una fe que no se apaga. Y aunque las fuerzas de su cuerpo faltaran, bien se ve cuánta energía transparentan sus palabras. Eternamente vivo, para siempre joven, Eleazar es más grande que las limitaciones propias de su edad.


SALMO RESPONSORIAL: 3
R: A los vencedores los sentaré en mi trono, junto a mí.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 19,1-10

“EL HIJO DEL HOMBRE HA VENIDO A BUSCAR Y A SALVAR LO QUE ESTABA PERDIDO”

En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad. Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió en una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: "Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa."
Él bajó en seguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: "Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador." Pero Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor: "Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más." Jesús le contestó: "Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido."
En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad. Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió en una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: "Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa."
Él bajó en seguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: "Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador." Pero Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor: "Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más." Jesús le contestó: "Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido."
En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad. Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió en una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: "Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa."
Él bajó en seguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: "Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador." Pero Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor: "Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más." Jesús le contestó: "Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido."

REFLEXIÓN

Zaqueo es cobrador de impuestos y además rico. Lucas nos relata las peripecias de este hombre, pequeño de estatura, que siente una gran curiosidad por conocer a Jesús. Podemos constatar dos ideas fundamentales en este El tema de la salvación en y por Jesús, y el tema de la universalidad de la salvación, que alcanza a todos, espacial y temporalmente.
La recaudación de impuestos era vista por los judíos como una forma de humillación a la que todos tenían que someterse, aunque fuera a regañadientes. Quienes se prestaban a ese “sucio” oficio eran vistos como indeseables e impuros. Es lógico que la decisión de Jesús de hospedarse en la casa de Zaqueo provocara la crítica y el descontento de sus acompañantes. Ante las mismas, Zaqueo se aflige, pero no elude su responsabilidad, ya que decide dar la mitad de sus bienes a los pobres y resarcir cuatro veces más a quienes haya defraudado. Las palabras de Jesús, dirigidas a los murmuradores, justifican a Zaqueo y dejan bien claro que incluso una persona como él puede encontrar la salvación.
Es importante en nuestra época, donde hay quienes viven a costa de los pobres, discernir la tarea que nos ha sido dada: no podemos callar frente a las injusticias.

ORACIÓN
Señor, te pertenecemos, queremos que tu guíes nuestros pensamientos, palabras, acciones y todos los momentos de nuestra vida. Ayúdanos a ser valientes, firmes, desprendidos como lo fueron Eleazar y Zaqueo dispuestos a luchar, hasta morir y darlo todo por el Reino. Amén