domingo, 1 de septiembre de 2024

Domingo 15 de Septiembre de 2024

 

 

 


“EL MESÍAS PROMETIDO PASA POR LA PRUEBA DEL SUFRIMIENTO Y LA CRUZ”

 

PRIMERA LECTURA

ISAÍAS 50, 5-9A

 

“Ofrecí la espalda a los que me apaleaban”

 

El Señor me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me aplastaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal,  sabiendo que no quedaría defraudado. Tengo cerca a mi defensor, ¿quién pleiteará contra mí? Comparezcamos juntos. ¿Quién tiene algo contra mí? Que se me acerque. Mirad, el Señor me ayuda, ¿quién me condenará?   Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

El profeta Isaías nos enseña que el camino de la justicia, de la misericordia y la solidaridad no es un idílico sendero tapizado de rosas. La persona que opta por la verdad y la equidad debe prepararse al rechazo más rotundo e, incluso, a una muerte ignominiosa. Esto puede sonar un poco «patético», sin embargo, basta también leer cualquier página del evangelio para verificar que ésta es la realidad de Jesús, su opción y su camino.

 

SALMO RESPONSORIAL: 114

R. / Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.

 

Amo al Señor, porque escucha

mi voz suplicante,

porque inclina su oído hacia mí

el día que lo invoco. R.

 

Me envolvían redes de muerte,

me alcanzaron los lazos del abismo,

caí en tristeza y angustia.

Invoqué el nombre el Señor,

"Señor, salva mi vida." R.

 

El Señor es benigno y justo,

nuestro Dios es compasivo;

el Señor guarda a los sencillos:

estando yo sin fuerzas, me salvó R.

 

Arrancó mi alma de la muerte,

mis ojos de las lágrimas,

mis pies de la caída.

Caminaré en presencia del Señor

en el país de la vida. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este Salmo expresa la profesión de fe en el verdadero Dios e invocación implorando las bendiciones de Dios sobre el pueblo. Es necesario proclamar nuestra fe en el verdadero Dios frente a los ídolos modernos (la riqueza, el poder, el placer, la fama…). En la persona de Cristo Dios nos ha bendecido con toda clase de bienes espirituales. 

 

SEGUNDA LECTURA

SANTIAGO 2, 14-18

 

“La fe, si no tiene obras, está muerta”

 

¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Es que esa fe lo podrá salvar? Supongamos que un hermano o una hermana andan sin ropa y faltos de alimento diario, y que uno de vosotros les dice: "Dios os ampare; abrigaos y llenaos el estómago", y no le dais lo necesario para el cuerpo; ¿de que sirve? Esto pasa con la fe: si no tiene obras, por sí sola está muerta. Alguno dirá: "Tú tienes fe, y yo tengo obras. Enséñame tu fe sin obras, y yo, por las obras, te probaré mi fe."  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Cuando los cristianos se propusieron la transformación del mundo esclavista, inhumano y violento que había impuesto el imperio romano, no comenzaron su labor apelando al hambre de la gente, ni a sus deseos de «acabar con los opresores romanos», sino que apelaron a la conciencia. En efecto, los discursos que prometen remediar el hambre, sólo son efectivos en la medida en que la carencia, la desprotección y el abandono son vistos como injusticias. De lo contrario, no pasan de ser una búsqueda de satisfacciones inmediatas y poco duraderas. Lo mismo ocurre con el deseo de derrocar a los poderosos del imperio y colocar allí a la gente del pueblo. Al poco tiempo, los líderes se llenan de ambiciones y se convierten en tiranos implacables. La única alternativa que queda y de la cual nos habla la carta de Santiago, es la frágil dignidad humana. Si la comunidad no está dispuesta a transformar en su interior toda esa realidad de muerte, miseria y marginación, es inútil que se proponga transformarla afuera. La solidaridad de la comunidad no sólo es un camino para remediar la injusticia en «pequeña escala», es una alternativa de vida. La solidaridad de una comunidad nos permite descubrir que «otro mundo es posible» y que el destino no está atado a la destrucción y la barbarie. La fe cristiana no es tal si se contenta con mirar, desde la barrera, el panorama en el que mueren tantas personas inocentes.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MARCOS 8, 27-35

 

“Tú eres el Mesías. . . El Hijo del hombre tiene que padecer mucho”

 

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Felipe; por el camino, preguntó a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que soy yo?" Ellos le contestaron: "Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas." Él les preguntó: "Y vosotros, ¿quién decís que soy?" Pedro le contestó: "Tú eres el Mesías." Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y empezó a instruirlos: "El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días." Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Jesús se volvió y, de cara a los discípulos, increpó a Pedro: "¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!" Después llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: "El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará."  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

 

El camino a Jerusalén estaba plagado de dificultades, incertidumbres y ambigüedades. Una de ellas, era la incapacidad del grupo de discípulos para reconocer la identidad de Jesús. Aunque él había demostrado a lo largo del camino que su interés no era el poder, en todas sus variedades, sino el servicio, en todas sus posibilidades, sin embargo, los seguidores se empeñaban en hacerse una imagen triunfalista de su Maestro. Jesús, entonces, debe recurrir a duras palabras para poner en evidencia la falta de visión de quienes lo seguían. Pedro, Juan y Santiago, líderes del grupo de Galilea, siguen aferrados a la ideología del caudillo nacionalista o del místico líder religioso y no descubren en Jesús al «siervo sufriente» que anunció el profeta Isaías. Este episodio marca el centro del evangelio de Marcos y es el punto de quiebre en el cual el camino de Jesús sorprende a sus seguidores. Ninguno está de acuerdo con él, aunque él esté realizando la voluntad del Padre. En medio de esta crisis del grupo de discípulos, Jesús decide continuar el camino y tratar de enderezar la mentalidad de sus discípulos, torcida por las ideologías sectarias y triunfalistas. El anuncio que Jesús hace de las dificultades que van a venir, la «Pasión», la «Cruz», debe ser tomada siempre como una consecuencia inevitable, no como algo buscado... Jesús no buscó la Cruz, ni debemos buscarla nosotros, era una realidad inevitable. Preguntémonos hoy también nosotros ¿Quién es Jesús para nosotros? ¿ Y qué significa para nuestra vida?

 

ORACIÓN

Qué hermoso y maravilloso eres  Señor, se cumplen las profecías de un ser increíble  como Tú, quien al pasar por el dolor, la exclusión, la traición y la violencia, se mantuvo firme como una roca, porque sabía que su Padre no lo dejaría ni le abandonaría nunca, sino que le sostendría en el duro paso por la cruz.  Por eso hoy estás vivo en nuestros corazones y queremos mantenernos fieles a Ti y pedirte que camines con nosotros hasta el final. Oramos, damos gracias y bendecimos la vida de Nayibe González en su cumpleaños. Amén    

 

“Conocer a Dios es hacer posible la vida en abundancia”

 

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