“LA FE QUE DECLARAMOS CONDUCE A
DIOS”
PRIMERA LECTURA
ROMANOS 10,9-18
“La fe nace del mensaje, y el mensaje consiste en hablar de Cristo”
Si tus labios profesan que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios
lo resucitó de entre los muertos, te salvarás. Por la fe del corazón llegamos a
la justificación, y por la profesión de los labios, a la salvación.
Dice la Escritura: "Nadie que cree en él quedará defraudado."
Porque no hay distinción entre judío y griego; ya que uno mismo es el Señor de
todos, generoso con todos los que lo invocan. Pues "todo el que invoca el
nombre del Señor se salvará". Ahora bien, ¿cómo van a invocarlo si no
creen en él?; ¿cómo van a creer, si no oyen hablar de él?; y ¿cómo van a oír
sin alguien que proclame?; y ¿cómo van a proclamar si no los envían? Lo dice la
Escritura: "¡Qué hermosos los pies de los que anuncian el Evangelio!"
Pero no todos han prestado oído al Evangelio; como dice Isaías: "Señor,
¿quién ha dado fe a nuestro mensaje?" Así, pues, la fe nace del mensaje, y
el mensaje consiste en hablar de Cristo. Pero yo pregunto: "¿Es que no lo
han oído?" Todo lo contrario: "A toda la tierra alcanza su pregón, y
hasta los límites del orbe su lenguaje." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
En la escuela, cuando íbamos a iniciar un nuevo párrafo o un nuevo
capítulo siempre oíamos esa expresión del dictado: "punto y aparte".
Algo que se cierra y algo nuevo que empieza. Eso es lo que Jesús trae a nuestra
vida: punto y aparte. Como sucedió a aquellos primeros llamados por Él: dejaron
una vida y empezaron una historia nueva.
Cristo viene, pues, a romper algo en el hilo de nuestra vida; o mejor:
viene a revelar la continuidad profunda de nuestro hoy incierto, con su mañana
glorioso. No es igual pescar peces que pescar hombres, pero hay una
continuidad: pescar. Nuestro hoy y nuestro mañana en Cristo tienen una
continuidad; algo que no hemos podido encontrar y que sólo encontraremos al
ritmo de su voz.
SALMO RESPONSORIAL: 18
R./ A toda la tierra alcanza su pregón.
El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa su mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R.
Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este salmo hace la alabanza de la revelación de Dios, primero en las
obras de a creación y luego en la ley, para terminar con una humilde oración.
La revelación de Dios tiene su punto culminante en Jesús, palabra definitiva de
Dios, camino, verdad y vida.
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 4,18-22
“Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron”
En aquel tiempo, pasando Jesús ante el lago de Galilea, vio a dos
hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban
echando el copo en el lago, pues eran pescadores. Les dijo: "Venid y
seguidme, y os haré pescadores de hombres." Inmediatamente dejaron las
redes y lo siguieron. Y, pasando adelante, vio a otros dos hermanos, a
Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las
redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también. Inmediatamente dejaron la
barca y a su padre y lo siguieron. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Encontramos en el evangelio de hoy varios elementos del llamado al
seguimiento, que Jesús dirige a todas las personas y comunidades.
Jesús toma la iniciativa. No esperó, sino salió al encuentro y tomó la
palabra: “Vengan conmigo...”. El se acerca a nuestra vida cotidiana, en nuestro
trabajo, en nuestra comunidad. Tenemos que aprender a ser sensibles a sus
acercamientos, en las personas necesitadas, en las situaciones de compromiso en
favor de la justicia, en los llamados a defender la vida…
Jesús no nos llama a seguirlo para aislarnos del resto de su pueblo. Nos
invita a un servicio para la vida, a realizarse en medio de la comunidad. Él
llamó a los discípulos para comprometerles en una misión que suponía seguirle y
para transmitirles un mensaje que, a la vez, debe vivirse en el camino.
Esta invitación de Jesús afecta a toda la persona. Por eso, los
discípulos no se quedaron con las redes. Fue necesario para ellos un cambio de
vida. Así también con nosotros, no podemos seguir siendo iguales, después de
acoger la invitación que Jesús nos hace.
Jesús hace también la misma invitación a las comunidades y a nosotros
cristianos del presente.
ORACIÓN
Al finalizar este mes, elevamos a ti Buen Señor nuestra oración de
gratitud, alabanza y adoración, por estos treinta días de bendición, “en el día
a día con tu Palabra”. Gracias por el regalo de la fe, que nos conduce hacia
ti. Pronuncia hoy nuestro nombre y haznos tus discípulos(as), queremos seguir
perteneciendo a tu escuela discipular y alimentarnos a diario de tus
enseñanzas. Anhelamos aprender más de ti y llevar esa Buena Noticia hasta los
confines. Permítenos ser tus amigos, servidores y testigos. Amén
“Quien pone la mano en el arado pero mira hacia atrás no es apto para el
Reino de los Cielos”
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