“AMAR PARA SEGUIR”
PRIMERA LECTURA
ROMANOS 13,8-10
“Amar es cumplir la ley entera”
Hermanos: A nadie le debáis nada, más que amor; porque el que ama a su
prójimo tiene cumplido el resto de la ley. De hecho, el "no cometerás
adulterio, no matarás, no robarás, no envidiarás" y los demás mandamientos
que haya, se resumen en esta frase: "Amarás a tu prójimo como a ti
mismo." Uno que ama a su prójimo no le hace daño; por eso amar es cumplir
la ley entera. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Seguimos la idea que Pablo ha comenzado en días anteriores en su mensaje
a la comunidad de Roma, la vida en torno a la convivencia comunitaria. Es
necesario, además de la doctrina dada en los capítulos anteriores cierta
práctica que ayude a manejar las sanas relaciones interpersonales, en la vida
de la comunidad. La idea que le interesa a Pablo subrayar es “ El Amor”,
el que ama tiene cumplido el resto de la ley. Todos los mandamientos y normas
de relación están cimentadas y contenidas en el mandamiento del amor, y “todo
el proyecto de Jesús se resume en esta frase: Amarás al Señor y a tu prójimo
como a ti mismo”.
SALMO RESPONSORIAL:
111
R/ Dichoso el que se apiada y presta.
Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita. R.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos. R.
Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este Salmo siguiendo el tono de las reflexiones de los sabios, proclama
la felicidad que gozará el que es bueno, clemente y compasivo. Las
bienaventuranzas de Jesús proponen temas complementarios en relación con su
proclamación del Reino de Dios, que Él hace presente entre los hombres.
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 14,25-33
“El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío”
En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les
dijo: "Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y
a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí
mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede
ser discípulo mío. Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no
se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea
que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los
que miran, diciendo: "Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de
acabar." ¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta
primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca
con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para
pedir condiciones de paz. Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus
bienes, no puede ser discípulo mío." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
La familia, como muchas otras estructuras sociales del tiempo de Jesús
(religión, gobierno, economía), había perdido su sentido original y se habían
convertido en centro de manipulación, discriminación y poder machista. Jesús
propone en las parábolas del constructor que puede fracasar y en la del
guerrero que puede ser derrotado, un cambio en nuestra mentalidad cerrada y
egoísta, que genere un nuevo tipo de relaciones afianzadas en la solidaridad y
la hermandad de las relaciones humanas. El camino del evangelio pasa por la
necesidad de renunciar a nuestras falsas seguridades, nuestra autosuficiencia,
y principalmente a la manía del consumismo, que como una enfermedad corroe la
sencillez y la sobriedad a cambio de atiborrar nuestra vida de bienes
materiales superfluos. Saber renunciar con criterio y a tiempo le permite al
discípulo centrar su vida y su proyecto en Jesús, calcular sus puntos fuertes y
débiles para construir una sociedad sobre las bases firmes del evangelio y
vencer la tentación de los centros de consumo masivo, que como un imán le atraen
para adquirir lo superfluo e innecesario. Cargar con la cruz es asumir con
radicalidad el proyecto de Jesús, que defiende la vida más allá de la vida
misma.
ORACIÓN
Amado Dios, hoy nos dices que no basta con decir que somos
seguidores(as) de Jesucristo declarándolo de labios para afuera, es necesario
que los gestos y signos de amor solidario y desinteresado se hagan evidentes.
Señor por favor ayúdanos a que esto se haga realidad en nuestra vida, pues solo
así, muchos se acercarán buscando vivir del mismo Espíritu de justicia y
solidaridad. Amén
“El Señor
concede la lucidez necesaria para seguir llevando nuestra vida cada día”
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