miércoles, 1 de noviembre de 2023

Viernes 03 de Noviembre de 2023

 

“FIDELIDAD Y FELICIDAD CRISTIANA”

 

PRIMERA LECTURA

ROMANOS 9,1-5

 

“El Espíritu confirma mi testimonio”

 

Hermanos: Digo la verdad en Cristo; mi conciencia, iluminada por el Espíritu Santo, me asegura que no miento. Siento una gran pena y un dolor incesante en mi corazón, pues por el bien de mis hermanos, los de mi raza según la carne, quisiera incluso ser un proscrito lejos de Cristo. Ellos descienden de Israel, fueron adoptados como hijos, tienen la presencia de Dios, la alianza, la ley, el culto y las promesas. Suyos son los patriarcas, de quienes, según la carne, nació el Mesías, el que está por encima de todo: Dios bendito por los siglos. Amén. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Bastante han discutido  sobre cómo encajan los capítulos 9 a 11 de la Carta a los Romanos dentro del resto de esta Carta. El motivo es que hay un brusco cambio de tema entre el capítulo octavo, que hablaba de la vida en el Espíritu Santo y este noveno que trata un tema muy distinto, relativo a los judíos y cómo puede entenderse su dureza para creer, con el conjunto del anuncio de salvación y de gracia que Pablo predica. Veamoslo en la  dimensión personal de Pablo. Todo su mundo, hasta su conversión, había sido el mundo de su religión. Convertirse, para él, no significaba abandonar ese mundo, desde luego, sino entender que todo cobraba su pleno sentido y obtenía su real respuesta en Cristo, y por lo tanto, entender que toda la ley y todas las prácticas judías adquirían su valor en la gracia abundante que Cristo nos trajo. ¿Cómo abandonar a sus hermanos, amigos y parientes, carne de su carne, precisamente cuando llega la esperanza, cuando amanece la gracia, cuando llega la respuesta a tantos años de desolación?.

También está la dimensión teológica como tal. Pablo, iluminado por su experiencia del Espíritu Santo, ha podido contemplar como en un arco maravilloso el conjunto del plan divino. Ha podido comprender que hay una dinámica bellísima que va de la promesa al cumplimiento y de la esperanza a la posesión de lo prometido. Consiguientemente, se supone que el hombre ha de pasar del anhelo a la gratitud y de la súplica a la alabanza. Pero no sucede así. Hay un muro  de ingratitud y dureza que tiene el pueblo amado y elegido. Esto destroza el corazón de Pablo. Desde el primer momento Pablo ha sentado como tesis básica que todos estamos necesitados de la salvación que nos llega por gracia y mediante la fe en el sacrificio redentor de Cristo. Y para afirmar ello, desde el principio ha dejado bien entendido en qué términos particulares quedan los judíos, precisamente en cuanto pueblo de las promesas, pueblo al que Dios ha empeñado su fidelidad. ¿Y qué nos enseñan esos párrafos sobre el judaísmo? Mucho. Nos muestran de un modo muy sugestivo y real a un Dios sabio, fiel, compasivo y poderoso.

 

SALMO RESPONSORIAL: 147

R./ Glorifica al Señor, Jerusalén.

 

Glorifica al Señor, Jerusalén;

alaba a tu Dios, Sión:

que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,

y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R.

 

Ha puesto paz en tus fronteras,

te sacia con flor de harina.

Él envía su mensaje a la tierra,

y su palabra corre veloz. R.

 

Anuncia su palabra a Jacob,

sus decretos y mandatos a Israel;

con ninguna nación obró así,

ni les dio a conocer sus mandatos. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este salmo es un canto de acción de gracias a Dios por la reconstrucción de Jerusalén y el regreso de los derrotados, y de alabanza por la providencia con que gobierna el universo. La restauración de Jerusalén es anticipo y símbolo de la redención obrada por Dios en Cristo. Él sigue presente en medio de su pueblo y le ofrece diariamente pruebas de su amor.  

 

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 14,1-6

 

“Si a uno se le cae al pozo el hijo o el buey, ¿no lo saca, aunque sea sábado?”

 

Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Se encontró delante un hombre enfermo de hidropesía y, dirigiéndose a los maestros de la Ley y fariseos, preguntó: "¿Es lícito curar los sábados, o no?" Ellos se quedaron callados. Jesús, tocando al enfermo, lo curó y lo despidió. Y a ellos les dijo: "Si a uno de vosotros se le cae al pozo el hijo o el buey, ¿no lo saca en seguida, aunque sea sábado?" Y se quedaron sin respuesta. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

El Evangelio de hoy muestra cómo el actuar de Jesús manifiesta el querer de Dios para la comunidad. Jesús no se “entromete” en la vida de la comunidad sino que se deja invitar desde dentro de ella sin caer en falsas componendas. Este sentido del texto es muy actual para las comunidades cristianas hoy. Primero, porque es necesario establecer otro tipo de relaciones interpersonales y comunitarias no calculadoras ni discriminatorias, sino que impliquen visibilizar, reconocer y hacer justicia a aquellas personas vulneradas en sus derechos, que viven en condiciones de discapacidad. Segundo, porque los roles, las funciones, las normas y las actividades no pueden estar por encima de la actitud rehabilitadora y sanadora de la comunidad misma para quienes la conforman. Ante todo somos personas, no procesos o números. Tercero, porque no podemos escatimar esfuerzos en la construcción de dinámicas de contacto y cuidado humano a escala social y global. ¿Nuestras comunidades reconocen, sanan y humanizan? ¿O son lugares de discriminación, enfermizos y deshumanizadores? 

 

ORACIÓN

Señor reconocemos que eres el creador de todo cuanto existe y estás lleno de misericordia para con todos nosotros, que nos aceptas y nos llamas como somos,  no importando raza, ni color, ni clase social. Sabemos que  has venido a traer liberación, paz, sanación a nuestras vidas y no opresión ni ataduras; ayúdanos te pedimos a vivir en la libertad de tu fe  y a llevarla de manera trasparente, verdadera, humanizante  a todos los que nos rodean. Amén

 

“Que los demás reconozcan en nuestras acciones de vida que somos seguidores(as) de Cristo”

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