lunes, 1 de agosto de 2016

AGOSTO 2016

“¿Y DESPUÉS QUÉ?”

Reflexionando en estos días sobre algunos temas de espiritualidad, me encontré con algunas meditaciones de San Felipe Neri, un santo del siglo XVI, famoso por su sabiduría pero especialmente por su alegría, por lo cual fue llamado el Santo de la Alegría. Y nos habla de una historia, de una conversación sencilla, pero al mismo tiempo profunda que tuvo Felipe con un joven muy emocionado que le dijo a Felipe: “Mis padres, finalmente han aceptado mi idea de estudiar leyes, Felipe le preguntó simplemente: ¿Y después qué?  Y el joven le contesto: Después me haré abogado. Y nuevamente Felipe le dijo ¿Y después qué? Y el joven le respondió, ganaré mucho dinero, compraré una casa en el campo, compraré un carruaje y unos caballos, me casaré con una mujer hermosa, viajaré por todo el mundo, y tendré una vida deleitosa. Felipe entonces le preguntó de nuevo: ¿Y después qué? El joven se extrañó ante esa insistencia de Felipe y comenzó a reflexionar por primera vez en torno a los sentidos más profundos de la vida, pensó en lo que nunca había pasado por su mente: La vejez, la enfermedad y la muerte. Se dio cuenta que tenía muchos planes en la vida pero no había tenido en cuenta estas realidades y mucho menos había incluido a Dios en sus proyectos,  que estaba construyendo una vida solo sobre valores temporales. Te invito a que hoy  también nos cuestionemos sobre nuestra vida: ¿Y después qué?.  Sé que tienes muchos planes; y después del próximo viaje ¿Qué?. ¿Y después del próximo negocio qué?   ¿Y  después de esa nueva relación afectiva qué?, ¿Y después de ese nuevo curso, diplomado, doctorado qué?. ¿Y después de ese nuevo bolso, zapatos, vestido, casa, apartamento y carro nuevo qué?.
Quizás la moraleja de esta reflexión o historia de Felipe Neri, no es que las riquezas sean malas, no es que los placeres sean malos; pero si se convierten en nuestra meta central, estamos ignorando la verdadera vida. Te has preguntado que con lo poco o mucho que puedas tener, no puedes esquivar la vejez, la enfermedad y la muerte. No sigamos ignorando el corto tiempo que estaremos aquí en esta tierra. Démonos una oportunidad de pensar en la Vida Eterna. Quizás algunos lleguen a pensar que no les falta nada, que todo lo tienen, pero que tal si llegara en estos días o en este momento  a la muerte, y entonces viene la gran pregunta ¿Y después qué?.
Miremos como el hombre es buscador de metas, pero apunta y pone su energía  muchas veces sobre objetivos y metas muy elementales, superfluas, como lo mencionábamos antes,; unos zapatos nuevos, un nuevo vestido, una nueva pareja, un casamiento, un viaje, una nueva casa, un nuevo automóvil, etc…..pero cuando se cumplen, llega luego un nuevo vacío al obtenerla, nuevamente está insatisfecho y busca una nueva meta que lo sacie, así es la psicología humana; por lo que la invitación es que  tenemos que apuntar a metas  más trascendentes, a buscar razones y sentidos más profundos para nuestra vida, que no nos dejen ese sinsabor, debemos apuntar a Dios y contar y someter toda nuestra vida y nuestros planes a Él… “si Dios lo permite” y así nuestra vida tendrá un nuevo y verdadero sentido.

Jesús el Señor, nos habló de una vida Eterna, una vida que no termina aquí en la tierra; pero una eternidad que comienza aquí y ahora mismo. La eternidad a la que se refiere Jesús y que en tu vida y mi vida puede comenzar ya, una vida con propósito y sentido en todo lo que hagamos, incluyendo los momentos difíciles.  No dependamos tanto de las cosas materiales, Jesús dijo que es imposible amar a Dios y al dinero (Mateo 6,24), y advirtió “No acumulen tesoros aquí en la tierra, sino más bien acumulen tesoros en el cielo. (Mateo 6,19-20).
Jóvenes y viejos por igual debemos hacer planes importantes para nuestra vida. Pero tengamos presente siempre la eternidad en nuestra mente y no olvidemos invitar a Dios en esos planes, sometiendo esos proyectos a su voluntad y bendición ( Santiago 4,13-16). 

“LA VERDADERA MEDIDA DE NUESTRA RIQUEZA ES EL TESORO QUE DESDE YA EMPEZAMOS A SEMBRAR PARA EL CIELO”

Roberto Zamudio



PROMESA BÍBLICA DEL MES

“La riquezas no son eternas”  Proverbios 27,24


OCTAVO FRUTO DE LA MISERICORDIA: SOLIDARIDAD Y FRATERNIDAD

SOLIDARIDAD

Hablamos de Solidaridad en el mundo o pensamiento bíblico como un hecho o acción de apoyo compromiso y adhesión incondicional a la causa o interés del Reino de Dios en la vida del otro (Prójimo), y que especialmente están atravesando situaciones de dificultad, sufrimientos y necesidades (Anawin: los pobres o necesitados de Dios).
Es un sentimiento profundo nacido de la compasión o misericordia, que por la acción del Espíritu Santo, me inquieta, me mueve y me empuja a hacer algo y comprometerme con el sufriente, caído en el camino (Parábola del Buen Samaritano, Lucas 10,25-37), me anima a ayudarle a levantarse con signos concretos de apoyo. La solidaridad es cuando dos o más personas (Comunidad) se reúnen con un mismo objetivo y deciden apoyarse y colaborar mutuamente para conseguir un fin común. La solidaridad es atreverse a compartir con otros la integralidad de la vida, no solamente lo relacionado con la fe, es decir lo espiritual, sino también lo afectivo o sentimental, pero “Ojo” también compartir lo material. La solidaridad es un valor humano y virtud esencial del Reino de Dios. Es sinónimo de apoyo, ayuda, respaldo y protección. La solidaridad en el pueblo de Dios (Etapa tribal), y en las primeras comunidades cristianas se convirtió en fortaleza para poder resistir con valentía las diferentes persecuciones, adversidades y en época de crisis y escasez. “La solidaridad no se queda simplemente en un sentimiento pasajero y superficial, sino debe convertirse en una determinación firme y perseverante, en una lucha y trabajo por el bien común, es decir el bien de todos y de cada uno para que todos seamos realmente responsables de todos” (Juan Pablo II). La solidaridad es uno de los emblemas o características del verdadero discípulo misionero y de la pequeña comunidad cristiana.

FRATERNIDAD

Del latín FRATER: que significa hermandad; por tanto la fraternidad cristiana significa vivir en una relación de parentesco no solamente sanguínea ni espiritual entre hermanas y hermanos. La fraternidad es un signo de que en la comunidad se vive la solidaridad, y estas dos son el fruto de una verdadera conversión a Jesús resucitado y a su proyecto de vida, es un lazo fuerte de amor entre los miembros de la comunidad en el Espíritu Santo, que lleva a las mujeres y hombres del movimiento de Jesús ( Iglesia) a vivir en una constante relación de igualdad, misericordia y servicio entre cada uno de sus miembros y también los lanza a compartir con los de afuera, con los que no son de la comunidad cristiana. La fraternidad nacida del Espíritu del Resucitado nos lleva a ser solidarios por amor misericordioso y compasivo, y nunca por lástima por los más necesitados.

“LO QUE YO HAGO HOY POR LOS DEMÁS, OTROS LO HARÁN MAÑANA POR MÍ”

Algunos textos bíblicos sobre esta reflexión:

Éxodo 17,12
Deuteronomio 15,11
Gálatas 6,2
Mateo 5,16
Mateo 5,42
Mateo 10,5
Lucas 3,10-11
Lucas 12,33-34
Juan 15,12
Santiago 1,17
Santiago 2, 14-17
1ra de Juan 3,17
1ra de Juan 4,19-20
Filipenses 2,4
Hechos 2,42-47
Hechos 4, 32-37





ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA

Señor Jesús, Pastor Amado, tú que en cada nuevo despertar, por el soplo de tu Espíritu nos restauras, eres un respiro para nuestra vida, es un motivo de alegría comenzar el día a tu lado, contando con tu presencia. Gracias por este nuevo día, sabemos que debemos enfrentar quizás diferentes adversidades, no solamente con los demás sino con nosotros mismos, con nuestro temperamento, malgenio, tristeza, desánimo, desaciertos y también aciertos; por eso Señor nos abandonamos a ti, para que a lo largo de este nuevo día tu tomes posesión de nuestro ser integral y en especial de cada situación que vamos a afrontar. Gracias por que si tú vas con nosotros y tu Espíritu nos anima no temeremos porque en tu nombre está asegurada la victoria. Gracias nos llenas de seguridad y renuevas nuestras fuerzas desgastadas, para salir a conquistar tu bendición en este día.
Que tu Espíritu  nos lleve a vivir en sintonía con el fruto de la misericordia que en este mes estaremos reflexionando: “Solidaridad y Fraternidad. Haznos primero testigos, es decir que experimentemos que tú eres solidario con nuestra necesidad, y luego envíanos en tu Espíritu a ser solidarios y fraternos con nuestro hermanos que especialmente más lo necesitan.   Amén


ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA


La noche ha llegado Buen Dios y ya en la quietud nos disponemos  a serenar nuestro Espíritu y  alma en ti; no sin antes darte gracias, alabarte y bendecirte por todo lo que nos has permitido vivir y por tu  Bendita misericordia sobre nuestras vidas. Gracias por hacernos sentir que somos personas valiosas,  gracias por cada experiencia que hoy nos llevo a crecer y madurar en nuestro caminar de fe. Que a través de este descanso,  tu mirada siga vigilante sobre nosotros, que tus manos sigan pasando sobre nuestros pensamientos, emociones y sentimientos, restaurándonos, sanándonos y liberándonos; queremos desde ya antes de ir al sueño, sentirnos totalmente llenos (as) de tu Espíritu, que Él nos inunde; que nos siga preparando para la gran bendición que tienes para nosotros el día de mañana.  Te pedimos Señor, que sigas  siendo solidario y fraterno con nosotros,  úsanos para seguir abriendo puertas y caminos de solidaridad con los demás. Quita todo recuerdo y pensamiento negativo de nuestra mente. Que tu paz se apodere de todo nuestro ser y desde ya empiece a ser signo de bendición para el nuevo día. Amén.          

Lunes 01 de Agosto de 2016


“COMPASIÓN  Y SOLIDARIDAD”

PRIMERA LECTURA
JEREMÍAS 28, 1-17

“Ananías, el Señor no te ha enviado, y tú has inducido al pueblo a una falsa confianza”

Al principio del reinado de Sedecías en Judá, el mes quinto, Ananías, hijo de Azur, profeta natural de Gabaón, me dijo en el templo, en presencia de los sacerdotes y de toda la gente: Así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: "Rompo el yugo del rey de Babilonia. Antes de dos años devolveré a este lugar todo el ajuar del templo que Nabucodonosor, rey de Babilonia, cogió y se llevó a Babilonia. A Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, y a todos los judíos desterrados en Babilonia yo los haré volver a este lugar -oráculo del Señor-, porque romperé el yugo del rey de Babilonia."
El profeta Jeremías respondió al profeta Ananías, en presencia de los sacerdotes y del pueblo que estaba en el templo; el profeta Jeremías dijo: Amén, así lo haga el Señor. Que el Señor cumpla tu profecía, trayendo de Babilonia a este lugar todo el ajuar del templo y a todos los desterrados. Pero escucha lo que yo te digo a ti y a todo el pueblo: "Los profetas que nos precedieron, a ti y a mí, desde tiempo inmemorial, profetizaron guerras, calamidades y epidemias a muchos países y a reinos dilatados. Cuando un profeta predecía prosperidad, sólo al cumplirse su profecía era reconocido como profeta enviado realmente por el Señor." Entonces Ananías le quitó el yugo del cuello al profeta Jeremías y lo rompió, diciendo en presencia de todo el pueblo: Así dice el Señor: "Así es como romperé el yugo del rey de Babilonia, que llevan al cuello tantas naciones, antes de dos años."" El profeta Jeremías se marchó por su camino.

Después que el profeta Ananías rompió el yugo del cuello del profeta Jeremías, vino la palabra del Señor a Jeremías: Ve y dile a Ananías: "Así dice el Señor: Tú has roto un yugo de madera, yo haré un yugo de hierro. Porque así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: Pondré yugo de hierro al cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia; y se le someterán, y hasta las bestias del campo le entregaré." El profeta Jeremías dijo a Ananías profeta: Escúchame, Ananías; el Señor no te ha enviado, y tú has inducido a este pueblo a una falsa confianza. Por eso, así dice el Señor: "Mira: yo te echaré de la superficie de la tierra; este año morirás, porque has predicado rebelión contra el Señor."  Y el profeta Ananías murió aquel mismo año, el séptimo mes. Palabra del Señor.


REFLEXIÓN
La primera lectura nos presenta el contraste entre dos profetas, uno falso, de nombre Ananías y otro verdadero, llamado Jeremías. La característica externa más sobresaliente del falso profeta es que pretendía decir lo que la gente quería oír, es decir, que los amagos de invasión que ya se habían presentado no iban a pasar de ser amagos. Jeremías, en cambio, tuvo que decir la parte que la gente no quería escuchar: que las cosas se iban a poner mucho peor, como efectivamente se pusieron. Ananías es un profeta que quiso ser demasiado aceptado y para eso modeló su lenguaje haciéndolo aceptable. En realidad estaba haciendo un daño a la gente, como se lo denunció Jeremías, pues le dijo: "has predicado rebelión contra el Señor." Esta denuncia del verdadero profeta es interesante porque solemos pensar que rebelarse contra Dios es tomar una actitud altanera y grosera, y no es así; por lo menos no es así forzosamente.
Hay una rebelión que consiste en gritar que uno no cree más en Dios; pero hay otra, más sutil pero no menos mala, que consiste en cambiar a Dios, en sustituirlo por algo o alguien, aunque sin hacer ruido. Como cuando ya no oramos pero sí hacemos "meditación zen," o cuando ya no perdonamos pero sí hacemos "higiene mental," o cuando ya no alabamos a Dios pero sí "entramos en armonía con el cosmos." Al final terminamos cambiando a Dios y olvidando el sacrificio de Jesús, esa es rebelión; esa es la rebelión que predicó Ananías...vista en versión del siglo XXI.

SALMO RESPONSORIAL: 118
R. / Instrúyeme, Señor, en tus leyes

Apártame del camino falso,
y dame la gracia de tu voluntad. R.

No quites de mi boca las palabras sinceras,
porque yo espero en tus mandamientos. R.

Vuelvan a mí tus fieles
que hacen caso de tus preceptos. R.

Sea mi corazón perfecto en tus leyes,
así no quedaré avergonzado. R.

Los malvados me esperaban para perderme,
pero yo meditaba tus preceptos. R.

No me aparto de tus mandamientos,
porque tú me has instruido. R.

OREMOS CON EL SALMO y acerquémonos a su contexto
Por su gran extensión y su estructura singular, este Salmo se distingue notablemente de todos los demás. En términos generales, se lo puede definir como una meditación sapiencial sobre las excelencias de la "Ley del Señor". Pero el salmista no expone su pensamiento en un tono impersonal, sino que reitera constantemente sus expresiones de amor y fidelidad a la voluntad divina, y suplica al Señor que le dé nueva luz y lo consuele en las aflicciones de la vida.


LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 14, 13-21

“Alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición y dio los panes a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente”
En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, El Bautista, se marchó de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos.Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer." Jesús les replicó: No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer." Ellos le replicaron: Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces." Les dijo: Traédmelos."Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños. Palabra del Señor
REFLEXIÓN
La imagen del pan que se toma, se bendice, se parte y se reparte sigue siendo la  propuesta de Jesús que se solidariza con las personas hambrientas. Resulta interesante que Mateo sitúe su “multiplicación de los panes”, inmediatamente después de “la comida de muerte” que provee Herodes a sus invitados, en donde es asesinado Juan el Bautista. Mateo señala la tentación de la comunidad de querer asociarse con las comidas que dan muerte en lugar de vida, precisamente al querer “despedir a la gente hambrienta” que posiblemente podría morir en el camino. Sin embargo, Jesús y sus comidas de vida nos retan a involucrarnos con la comunidad diciendo: “Denles ustedes de comer”. No se puede ser seguidor de Jesús si no se está totalmente involucrado en la vida de las personas. “La multiplicación del pan” no sucede utilizando “magia”. Los “milagros de Jesús”, al igual que la Eucaristía, necesitan del compromiso social de sus seguidores. Es necesario  que la comunidad vea, juzgue y actúe. Cuando las personas seguidoras de Jesús se involucren en la vida precaria y vulnerable de la comunidad, entonces todo mundo, sin lugar a dudas, podrá “comer y saciarse”. ¿A quiénes doy yo de “comer”?

ORACIÓN
Dios Padre de la verdad, ayúdanos a estar muy atentos de las palabras y las acciones de quienes proclaman y enseñan en tu Nombre, para que en discernimiento captemos el mensaje y podamos tomarlo como guía para nuestra vida, porque viene de ti, o desecharlo, porque no está basado en tu Palabra y en tu esencia. Amén.


“El falso profeta se identifica porque dice solo lo que la gente quiere oír, no lo que Dios quiere revelar y comunicar”


Martes 02 de Agosto de 2016


“LA FRÁGIL BARCA DE NUESTRA EXISTENCIA”


PRIMERA LECTURA
JEREMÍAS 30, 1-2. 12-15. 18-22

“Por la muchedumbre de tus pecados te he tratado así. Cambiaré la suerte de las tiendas de Jacob”

Palabra que Jeremías recibió del Señor: "Así dice el Señor, Dios de Israel: "Escribe en un libro todas las palabras que he dicho. Porque así dice el Señor: "Tu fractura es incurable, tu herida está enconada; no hay remedio para tu llaga, no hay medicinas que te cierren la herida. Tus amigos te olvidaron, ya no te buscan, porque te alcanzó el golpe enemigo, un cruel escarmiento, por el número de tus crímenes, por la muchedumbre de tus pecados. ¿Por qué gritas por tu herida? Tu llaga es incurable; por el número de tus crímenes, por la muchedumbre de tus pecados, te he tratado así." Así dice el Señor: "Yo cambiaré la suerte de las tiendas de Jacob, me compadeceré de sus moradas; sobre sus ruinas será reconstruida la ciudad, su palacio se asentará en su puesto. De ella saldrán alabanzas y gritos de alegría.

Los multiplicaré, y no disminuirán; los honraré, y no serán despreciados. Serán sus hijos como en otro tiempo, la asamblea será estable en mi presencia. Castigaré a sus opresores. Saldrá de ella un príncipe, su señor saldrá de en medio de ella; me lo acercaré y se llegará a mí, pues, ¿quién, si no, se atrevería a acercarse a mí? -oráculo del Señor-. Vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Esta profecía que leemos hoy en el libro de Jeremías llena de esperanza al pueblo, porque vaticina la liberación a través de la  prueba, la curación a través de la herida. El profeta anuncia que se avecina una restauración que afectará a todos, pero de diversas maneras: Si para los paganos será sentencia de aniquilación, para los israelitas será purificación y curación de sus heridas. La fractura o herida describe la situación presente, que el Señor se propone curar. En Jeremías encontramos frecuentemente las palabras quebrar, fracturar, romper; indicando varias veces el carácter incurable de la dolencia. También aquí: ni el paciente puede hacer nada para sanar ni sus amigos de antes le quieren prestar sus servicios, está enfermo y abandonado. El Señor interviene: primero diagnosticando la causa de la dolencia y la justicia del castigo; lo cual ya es curación interna, por el arrepentimiento y la conversión. Después, y como consecuencia, vendrá la curación completa.     

SALMO RESPONSORIAL: 101

El Señor reconstruyó Sión, y apareció en su gloria.
Los gentiles temerán tu nombre,
los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sión,
y aparezca su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones. R.

Quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte. R.

Los hijos de tus siervos vivirán seguros,
su linaje durará en tu presencia.
Para anunciar en Sión el nombre del Señor,
y su alabanza en Jerusalén,
cuando se reúnan unánimes los pueblos
y los reyes para dar culto al Señor. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Este Salmo es la oración de un afligido que está cansado y desahoga su angustia delante de Dios, es el sentimiento común que embarga a todo el pueblo judío que espera poder reconstruir las murallas de Jerusalén, su ciudad santa. El pueblo espera en su Dios, porque sabe que su poder es más grande que el de los reyes de la tierra, por lo tanto puede hacer renacer a una nueva vida, una existencia despedazada y una ciudad destruida.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 14, 22-36

“Mándame ir hacia ti andando sobre el agua”

Después que sació la gente, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaron a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento les era contrario. De madrugada se les acercó Jesús andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma. Jesús les dijo enseguida: "¡Animo, soy yo, no tengáis miedo! Pedro le contestó: "Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua". Él  le dijo: "Ven". Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: "Señor, sálvame". En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: "¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?
En cuanto subieron a la barca, amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él diciendo: "Realmente eres Hijo de Dios". Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret. Y los hombres de aquel lugar, apenas le reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella comarca y trajeron donde él a todos los enfermos. Le pedían tocar siquiera la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaron curados. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Jesús obliga a su comunidad que ha sido saciada a “embarcarse al otro lado”, a la región de Genesaret, en donde radican legiones de enfermos. Misteriosamente, la comunidad en vez de “embarcarse” con Jesús, se embarcan con sus miedos y prejuicios. Pedro (representante de la comunidad), es símbolo de la misión cerrada, de la que necesita milagros extraordinarios, como “caminar sobre las aguas”. La fe de Pedro es incompleta, porque sigue atada a un judaísmo nacionalista y cerrado sin comprender, que el Dios de Jesús, es un “Dios comunitario” y abierto a todos los pueblos. Cuando nuestra comunidad, iglesia, o misión, es motivada por el miedo, el prejuicio, o la falta de fe, para  entender las palabras de Jesús de: ¡Animo soy Yo” no nos extrañe que en vez de anunciar Buenas Nuevas, a todas las personas y a todas la culturas, sea el miedo el que domine nuestro discurso religioso. No podemos confesar que ¡Jesús es el hijo de Dios! Si no somos capaces de abrazar, celebrar y sanar a todas las personas. ¿Me dejo llevar por el miedo o el ‘qué dirán’?

ORACIÓN
Jesús misericordioso, gracias porque aunque te fallamos, nos enseñas, nos exhortas y nos invitas a volver a Ti, a confiar y hacerte nuestro compañero de camino. Ayúdanos por favor para no volver a retroceder, sino a mantenernos unidos(as)) a Ti, auméntanos la fe, Dios de la esperanza, sanidad, restauración y paz. Amén.


“Si te embarcas en el proyecto de Dios, pídele una fe profunda que sin miedo  te lleve  a andar sobre el agua”

Miércoles 03 de Agosto 2016


“LA FE DE UNA EXTRANJERA CONMUEVE A JESÚS”

PRIMERA LECTURA
JEREMÍAS 31, 1-7

“Con amor eterno te amé”

En aquel tiempo -oráculo del Señor-, seré el Dios de todas las tribus de Israel, y ellas serán mi pueblo. Así dice el Señor: "Halló gracia en el desierto el pueblo escapado de la espada; camina Israel a su descanso, el Señor se le apareció de lejos. Con amor eterno te amé, por eso prolongué mi misericordia. Todavía te construiré, y serás reconstruida, doncella de Israel; todavía te adornarás y saldrás con panderos a bailar en corros; todavía plantarás viñas en los montes de Samaria, y los que plantan cosecharán."Es de día", gritarán los centinelas en la montaña de Efraín: "Levantaos y marchemos a Sión, al Señor, nuestro Dios." Porque así dice el Señor: "Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos: proclamad, alabad y decid: "El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel."Palabra de Dios
REFLEXIÓN
El capítulo que empezamos a leer hoy en Jeremías es uno de los más importantes del libro, es la cumbre del mensaje de la esperanza. El Señor se dirige a los supervivientes de Israel con un mensaje de esperanza: habrá un nuevo éxodo y una peregrinación a Sión, inaugurando una era de alegría y bienestar. Para comprender esta profecía debemos recordar que a finales del siglo octavo Asiria destruyó el Reino del Norte con su capital, Samaria, deportando a la gente más importante. Por eso la profecía comienza hablando de la restauración de la alianza, para centrarse luego en el tema de la repatriación, presentándolo como resultado del amor eterno de Dios. Lo que el profeta anuncia es el vínculo que se retomará entre las tribus del Norte y las del Sur, con su capital en Jerusalén. La gente del Norte no se limita a reconstruir su capital y plantar sus antiguas viñas, también hay una reconstrucción religiosa, porque deciden unirse a los judíos, peregrinando a Sión para visitar al Señor su Dios. La fraternidad, la ausencia de envidias y antiguos rencores regionalistas es elemento esencial en la esperanza del profeta.      
SALMO RESPONSORIAL:  INTERLECCIONAL: JEREMÍAS 31
R./El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.

Escuchad, pueblos, la palabra del Señor,
anunciadla en las islas remotas:
"El que dispersó a Israel lo reunirá,
lo guardará como un pastor a su rebaño." R.

"Porque el Señor redimió a Jacob,
lo rescató de una mano más fuerte."
Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión,
afluirán hacia los bienes del Señor. R.

Entonces se alegrará la doncella en la danza,
gozarán los jóvenes y los viejos;
convertiré su tristeza en gozo,
los alegraré y aliviaré sus penas. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
La liturgia nos propone hoy reflexionar la continuación del poema hermoso y esperanzador de Jeremías que  leímos en la primera lectura. El profeta nos presenta a Dios bajo la figura del pastor, porque la decisión de Israel de subir a Jerusalén para dar culto a Yahveh, es señal de la reunificación de las doce tribus después de haber estado separadas durante varios siglos. 


LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 15, 21-28

“Mujer, qué grande es tu fe”

En aquel tiempo, Jesús salió y se retiró al país de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: "Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo". El no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: "Atiéndela, que viene detrás gritando". El les contestó: "Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel". Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió de rodillas: "Señor, socórreme". Él le contestó: "No está bien echar a los perros el pan de los hijos". Pero ella repuso: "Tienes razón, Señor, pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos". Jesús le respondió: "Mujer, ¡qué grande es tu fe!; que se cumpla lo que deseas". En aquel momento quedó curada su hija. Palabra del Señor
REFLEXIÓN
El encuentro de Jesús con la Cananea resulta escandaloso no solo porque se trata de una mujer, sino porque sus palabras y acciones son los requisitos del discipulado que Él requiere. Jesús cruza la frontera judía y se introduce a territorio pagano. Esta mujer es motivada por una fe más grande que la de los discípulos varones; ella sabe que el Dios de Jesús, no es solo para la “oveja perdida de Israel”, sino para toda la gente  que al igual que ella, sea capaz de clamar y postrarse a los pies del “Hijo de David”. Ante la fe de la mujer, Jesús no tiene más remedio que reconocer, que efectivamente, el Dios de Israel no discrimina a nadie a causa de la raza, género o etnia. Esta mujer es símbolo de la fe puesta en acción. Esta mujer, representa a todas las mujeres de todos los tiempos, que a pesar de ser discriminadas y excluidas se saben amadas, queridas y aceptadas por el Dios de Jesús. ¿Me siento amada y querida por Dios?

ORACIÓN

Buen Jesús, tu que te dejaste conmover por la fe de una pobre mujer extranjera, ayúdanos hoy a colaborar contigo en la extensión de tu Reino. Danos un Espíritu de misericordia pero también de pobreza, de desprendimiento que nos de libertad de movimiento, y capacidad de ser  testimonio vivo de tu solidaridad y servicio en medio de nosotros. Amén.

Jueves 04 de Agosto de 2016


¿QUIÉN ES JESÚS PARA MÍ”

PRIMERA LECTURA
Jeremías 31, 31-34

“Haré una alianza nueva y no recordaré sus pecados”

"Mirad que llegan días -oráculo del Señor- en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva. No como la alianza que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto: ellos quebrantaron mi alianza, aunque yo era su Señor -oráculo del Señor-.
Sino que así será la alianza que haré con ellos, después de aquellos días -oráculo del Señor-: Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Y no tendrá que enseñar uno a su prójimo, el otro a su hermano, diciendo: "Reconoce al Señor." Porque todos me conocerán, desde el pequeño al grande -oráculo del Señor-, cuando perdone sus crímenes y no recuerde sus pecados."  Palabra de Dios.

reflexión
Hoy llegamos a los versículos finales de esta profecía de Jeremías, los cuales quieren sellar la reconciliación de Dios con su pueblo, pactando una nueva alianza, fundada en un amor eterno; lo mismo que la primera alianza se fundaba en una promesa gratuita. La destrucción del Reino del Norte, que hacíamos mención ayer, no fue porque Dios hubiese sido infiel a su alianza, sino porque el pueblo la había quebrantado; por eso Dios estaba dispuesto a firmar una alianza nueva, de otro estilo, atacando la raíz del fracaso precedente. La alianza fracasada exigía adhesión exclusiva al Señor, traducida en el cumplimiento íntegro de la ley; la ley estaba formulada con toda claridad y respaldada con doble serie de bendiciones y maldiciones. La ley era una realidad externa grabada en una lápida, una serie de mandatos y prohibiciones desde fuera, que no  tocaba el interior del hombre. La nueva alianza, por el contrario, se caracteriza  porque su esencia nace y actúa desde el corazón.     

Salmo responsorial: 50
r. / Oh Dios, crea en mí un corazón puro.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti. R.

Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias. R.


OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Este Salmo –designado como Miserere- es la súplica penitencial por excelencia. El salmista es consciente de su profunda miseria  y experimenta la necesidad de una total transformación interior, para no dejarse arrastrar por su tendencia al pecado. Por eso, además de reconocer sus faltas y de implorar el perdón divino, suplica al Señor que lo renueve íntegramente, “creando” en su interior “un corazón puro” .El tono de la súplica es personal, y en el contenido del Salmo se percibe la influencia de los grandes profetas, en especial de Jeremías  y Ezequiel.

Lectura del evangelio
Mateo 16, 13-23

“Tú eres Pedro, y te daré las llaves del Reino de los Cielos”

En aquel tiempo llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo y preguntaba a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre? Ellos contestaron: Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas. El les preguntó: "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Simón Pedro tomó la palabra y dijo: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo". Jesús le respondió: "¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del Reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo". Y les mandó a los discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.
Desde entonces empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los senadores, sumos sacerdotes y letrados, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: "¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte". Jesús se volvió y dijo a Pedro: "Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios.  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Con el anuncio del “Reino de Dios”, Jesús comienza una comunidad alternativa ajena a todo tipo de poder. Es a esta comunidad alternativa, sin pretensiones de lujo ni de poder, que Pedro como representante está llamado y convocado a servir. Pedro como discípulo tiene que aprender que no basta con confesar a Jesús como Mesías sino que tiene que servirlo y seguirlo en el camino a la cruz. Pedro como representante de la comunidad alternativa de Jesús tiene que abandonar la falsa idea de poder y de su Mesías nacionalista. Una vez que Jesús anuncia no solamente su muerte, sino la muerte de toda la persona que quiera seguirle, Pedro, el que fue llamado primero a seguirlo, es el primero que hace el “papel de Satanás” al querer separar y “bloquear” a Jesús de su camino y de su cruz. ¿Te adhieres y agregas a la comunidad alternativa que propone Jesús, o sirves de “piedra de tropiezo” a la misma?

ORACIÓN
Señor de la gloria, anhelamos ese tiempo, como dice el profeta Jeremías, en que ya no habrá que instruir al prójimo, porque todos los seres humanos habremos tenido,  un encuentro contigo que nos llevará a asimilar y arraigar tu existencia en nuestro espíritu, a tal punto que podamos decir con toda certeza, como lo hicieron tus discípulos: “estamos con el Hijo del Dios vivo”. Amén.


“Confía en ti y estarás optimista, confía en Dios y estarás seguro(a)”

Viernes 05 de Agosto de 2016


“DAR LA VIDA PARA RECUPERARLA, AL ESTILO DE JESÚS”

PRIMERA LECTURA

“Ay de la ciudad sangrienta”

Mirad sobre los montes los pies del heraldo que pregona la paz, festeja tu fiesta, Judá; cumple tus votos, porque el criminal no volverá a pasar por ti, pues ha sido aniquilado. Porque el Señor restaura la gloria de Jacob y la gloria de Israel; lo habían desolado los salteadores, habían destruido sus sarmientos. Ay de la ciudad sangrienta, toda ella mentirosa, llena de crueldades, insaciable de despojos. Escuchad: látigos, estrépito de ruedas, caballos al galope, carros rebotando, jinetes al asalto, llamear de espadas, relampagueo de lanzas, muchos heridos, masas de cadáveres, cadáveres sin fin, se tropieza en cadáveres. Arrojaré basura sobre ti, haré de ti un espectáculo vergonzoso. Quien te vea se apartará de ti, diciendo: "Desolada está Nínive, ¿quién lo sentirá?; ¿dónde encontrar quien te consuele?"  Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
El breve libro del profeta Naún, en la Sagrada Escritura, casi lo único que hace es contar la derrota de Nínive ante la gran ciudad adversaria. Y lo que hemos escuchado en este día es precisamente la descripción terriblemente gráfica de la derrota de esta gran ciudad. En esa derrota se acumulan contra Nínive las mismas estrategias y la misma violencia que ella, como capital del Imperio, utilizó contra otros pueblos. Esos látigos, ese estrépito, esos carros que rebotan, esos jinetes al asalto que se vuelven contra Nínive, no son sino la repetición magnificada de los que esta misma ciudad imperial le había hecho a otros pueblos. Esta caída de Nínive revela una verdad que es esencial y es que el pecado, trae su forma de castigo con él mismo. Sobre la cabeza de Nínive recaen las mismas faltas que le había hecho a otros pueblos. Así sucede siempre con el pecado. Podemos decir que la enseñanza es que nunca se peca impunemente, que nunca se peca en vano, y que el pecado trae su propia consecuencia y esa consecuencia recae sobre el pecador. Esto significa que cada pecador es en realidad un culpable, pero además de culpable y casi por encima de ser culpable, es una víctima de su propio pecado. Y de esta manera, esa lectura que nos parece tan cruel y tan drástica, tan violenta, ya trae una semilla de compasión, porque en la medida que nos enseña que el pecador es la primera víctima de su propio pecado, nos está invitando también a que tengamos un sentimiento distinto con respecto a aquel que se equivoca, aquel que es violento, aquel que es víctima de su pecado.
SALMO RESPONSORIAL: DEUTERONOMIO 32,35-36,39-44
R. /Yo doy la muerte y la vida. 

El día de su perdición se acerca
y su suerte se apresura,
porque el Señor defenderá a su pueblo
y tendrá compasión de sus siervos. R.

Pero ahora mirad: yo soy yo,
y no hay otro fuera de mí;
yo doy la muerte y la vida,
yo desgarro y yo curo. R.

Cuando afile el relámpago de mi espada
y tome en mi mano la justicia,
haré venganza del enemigo
y daré su paga al adversario. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Cántico litúrgico que se remonta a los inicios de la historia del pueblo de Israel, con el que se concluye el libro del Deuteronomio. Es una invitación a la conversión, puesta en labios de Moisés en el momento de morir; es la última exhortación y como el testamento espiritual del gran caudillo que condujo a Israel desde Egipto al país de Canaán. Cuando Israel tome posesión de la tierra que Dios le ha preparado, debe estar atento en no olvidar al Señor, como, con tanta frecuencia, hizo mientras duró su peregrinación por el desierto.
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 16, 24-28

“¿Qué precio pagará un hombre por su vida?”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recuperarla?. Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta. Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin antes haber visto llegar al Hijo del hombre con majestad." Palabra del Señor
REFLEXIÓN
Ante tanto discurso religioso de “cargar” cruces, resulta a veces peligroso predicar las exigencias de la cruz, que propone Jesús: “Si alguno quiere venir detrás de mí, ... tome su cruz y sígame”. Como hemos trivializado y romantizado el significado de la cruz, nos hace bien recordar que en el siglo primero la persona crucificada era vista como maldita por Dios. Los ciudadanos romanos estaban exentos de este terrible suplicio. Si el nombre de la cruz provocaba pavor: ¿Por qué la propuesta tan radical de Jesús? ¡Porque en la cruz de Jesús, Dios se ha solidarizado con todos los crucificados de todos los tiempos! Hoy al igual que en tiempos de Jesús, la cruz anuncia esperanza y vida cuando se carga con valentía y se asumen los valores del evangelio. La cruz en manos de los poderosos causa miedo y muerte, para los seguidores de Jesús, la cruz se transforma en vida,  al descubrir que Dios sigue siendo crucificado en la persona desaparecida, en la persona indígena, en la mujer abusada, en la persona desplazada y en todas las personas que siguen fielmente al Dios de la Vida. ¿Cómo llevo yo la cruz de Jesús?

ORACIÓN
Señor de la Paz, Tú llamas a las personas, familias, comunidades y naciones enteras a encontrarnos contigo y caminar por la vida a tu lado. Por favor, te clamamos, Oh Señor ayúdanos a tomar conciencia que esta es la única manera en que podremos cambiar para lograr sociedades más humanas, pacifistas, justas y amorosas. Amén.


“No dependemos de sentimientos y emociones, sino de colocar nuestra confianza en la fidelidad de Dios y en las promesas de su Palabra”

Sábado 06 de Agosto de 2016

Transfiguración del Señor

“ESCUCHAR Y SEGUIR LA VOZ DEL HIJO PREDILECTO”

PRIMERA LECTURA
Daniel 7,9-10.13-14

“Su vestido era blanco como nieve”

Durante la visión, vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó; su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas. Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros. Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.   Palabra de Dios.


REFLEXIÓN
La visión  apocalíptica tiene sus raíces en la profecía. El profeta intenta mirar con los ojos de Dios la historia que transcurre. Intenta con esa ayuda, con esa gracia de Dios, dar el parecer divino sobre el conjunto de la historia, no sólo sobre el momento presente, sino sobre el desenlace, podríamos decir, sobre el misterio que se esconde detrás de la cotidianidad, detrás de las realidades de cada día.

 El libro de Daniel, lo mismo que otros textos apocalípticos, compara a los reinos de la tierra con todo género de fieras, algunas de ellas verdaderamente monstruosas: leones, leopardos, dragones, serpientes. Todo género de animales salvajes y crueles aparecen en estos textos y en estas visiones.
A través de esa comparación, podemos intuir el juicio de Dios sobre tantos gobiernos que existen en el mundo. Son feroces y se sostienen, precisamente, por la fuerza, por la crueldad. En contraste con todos esos poderes, la imagen de la primera lectura de hoy, es consoladora, es hermosa, es alentadora. Este es un poder con rostro humano. ¡Jesucristo, el que recibe del Anciano venerable poder sobre toda raza, lengua, pueblo y nación! Jesucristo es el poder; pero, un poder que tiene rostro de hombre. Y como el hombre es también imagen de Dios, el poder de Dios y el poder de Dios realizado en esta tierra, en realidad tienen el rostro de Jesucristo.

Salmo responsorial: 96
R. / El Señor reina, altísimo sobre la tierra

El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Tiniebla y nube lo rodean, 
justicia y derecho sostienen su trono. R.

Los montes se derriten como cera
ante el dueño de toda la tierra;
los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria. R.

Porque tú eres, Señor,
Altísimo sobre toda la tierra,
encumbrado sobre todos los dioses. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO.
La frase inicial de este “Himno a la realeza del Señor” (Sal 47; 93; 96; 98 - 99) es una solemne proclamación, que anuncia el advenimiento del Reino de Dios, inaugurado por una revelación en la que participan todos los elementos de la naturaleza. Esta manifestación del Señor como Rey significa el triunfo definitivo de la justicia y es un motivo de júbilo para su Pueblo.. La exhortación final parece estar dirigida a la comunidad congregada en el Templo, que actualizaba culturalmente la victoria del Señor sobre sus enemigos y el establecimiento de su Reino.

SEGUNDA LECTURA
2Pedro 1,16-19

“Esta voz del cielo la oímos nosotros”

Queridos hermanos: Cuando os dimos a conocer el poder y la última venida de nuestro Señor Jesucristo, no nos fundábamos en fábulas fantásticas, sino que habíamos sido testigos oculares de su grandeza. Él recibió de Dios Padre honra y gloria, cuando la Sublime Gloria le trajo aquella voz: "Éste es mi Hijo amado, mi predilecto." Esta voz, traída del cielo, la oímos nosotros, estando con él en la montaña sagrada. Esto nos confirma la palabra de los profetas, y hacéis muy bien en prestarle atención, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que despunte el día, y el lucero nazca en vuestros corazones. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
El texto de San Pedro es la certeza del testimonio de quien se ha hecho testigo y escuchó la declaración del Padre reconociendo en Jesús, a su Hijo Amado y su motivo de complacencia. Podemos celebrar esta fiesta de la Transfiguración con la certeza de este testimonio que nos entregan los discípulos misioneros del Señor, de aquellos que han contemplado la manifestación gloriosa de Jesús Salvador antes y después de su pasión.
Somos la comunidad (Iglesia) fundada sobre la experiencia de vida, amor martirial de los apóstoles y el testimonio de muchos profetas que estuvieron allí y que ahora fortalecen nuestra fe. De la misma manera valoramos y agradecemos hoy la entrega de tantos hombres y mujeres que se hacen los nuevos discípulos y misioneros, entregando su vida en el servicio a los demás, especialmente como el gran Maestro optando siempre por los más necesitados y excluidos de nuestra sociedad.  

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 9, 28B-36
“Moisés y Elías hablaban de su muerte” 
En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: -«Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» No sabía lo que decía. Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía: -«Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle.»Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto. Palabra del Señor
REFLEXIÓN
 Lucas presenta a Jesús, en la misma línea de los profetas del Antiguo Testamento. No hay contradicción entre esos grandes enviados de Dios para liberar a su pueblo y Jesús. Al contrario, ellos conversan con Jesús y nos presentan al Hijo amado, a quien la comunidad tiene que escuchar, en los momentos de gloria y también en los de agonía. Pedro toma la palabra y quiere permanecer, pero Jesús lo reta a bajar y seguir el camino que culminara en otro monte, el Calvario. La persona que sigue a Jesús no puede quedarse en los momentos de gloria, sino debe abrazar la Cruz. Ambos montes son parte de la vida de la comunidad, no se puede ser discípulo de Jesús quedándose solamente en el Tabor, escuchando: “Este es mi hijo muy amado”. Es necesario subir al Calvario para escuchar también, la voz desgarradora de: “Dios mío, Dios mío, porque me has abandonado”. ¿Qué voces privilegias en tu encuentro con Dios? ¿Descubres a Dios en el sufrimiento?

ORACIÓN
Señor eres para nosotros, la esperanza,  la luz que ilumina nuestro camino. Gracias por la unción de tu Espíritu, que nos fortalece, nos impulsa a seguir, que nos da una nueva visión, nos hace discernir  que la vida sin Ti no tiene sentido y que aunque hayan valles de oscuridad y muerte, que aunque tengamos que pasar por la cruz,  Tú eres  nuestra victoria; gracias por animarnos,  porque tenemos la certeza que nuestras vidas cimentadas en Ti son como casas sobre la piedra.  Amén 


“Si cada uno de tus días es una centella de luz, al final de la vida habrás iluminado una buena parte del mundo”