Santa
María Magdalena
“JESÚS SE INTERESA POR LOS SUYOS”
PRIMERA
LECTURA
CANTAR
DE LOS CANTARES 3, 1-4
“Encontré
el amor de mi alma”
Así dice la esposa: “En mi cama, por la
noche, buscaba el amor de mi lama: lo busqué y no lo encontré. Me levanté y
recorrí la ciudad por las calles y las plazas, buscando el amor de mi alma; lo
busqué y no lo encontré. Me han encontrado los guardias que rondan por la
ciudad: “¿Visteis al amor de mi alma?”. Pero, apenas los pasé, encontré al amor
de mi alma." Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
En esta primera lectura del libro
sapiencial de los cantares, que todavía no encuentra dentro de los
especialistas bíblicos un acuerdo en su interpretación: ¿cantan al amor humano
y al encuentro del hombre y de la mujer liberada de prácticas mágicas y
alienantes impuestas al amor por las religiones antiguas o bien son alegorías
que celebran directamente el amor divino, es decir el de Dios a su pueblo? En
perspectiva de fe, hoy podríamos decir en un primer momento que este pasaje
describe la ardiente pasión humana de los prometidos que arden en deseos de
encontrarse de nuevo, que se anhelan, se desean y que se esperan mutuamente con
la impaciencia del encuentro. Es el amor en su expresión más fresca, aún no
madurado por la prueba del tiempo.
Los poemas últimos del Cantar
propondrán, un concepto más adulto del amor, marcado por la fidelidad y más
fuerte que la misma muerte. Las etapas sucesivas del amor humano son buenas en
sí mismas, y pueden servir de experiencia religiosa o de fe y convertirse en
signos del amor de Dios a su pueblo. A través de este cantico, la Escritura
recuerda al hombre que su universo no está hecho solo de técnica y de razón, de
ciencia, teología y de política filosofía, sociología, sino de gratuidad y del
don del amor venido de Dios vivido en solidaridad y fraternidad.
SALMO
RESPONSORIAL: 62, 2-6.8-9
R.
/ Mi alma está sedienta de ti, mi Dios
Oh
Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo ,
mi alma está sedienta de ti;
mi
carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua. R.
¡Como
te contemplaba en el santuario
Viendo
tu fuerza y tu gloria!
Tu
gracia vale más que la vida,
Me
saciaré como de enjundia y de manteca,
Y
mis labios te alabarán jubilosos. R.
Porque
fuiste mi auxilio,
y
a la sombra de tus alas canto con jubilo;
mi
alma está unida a ti,
y
tu diestra me sostiene. R.
OREMOS
CON EL SALMO Y ACERQUEMONOS A SU CONTEXTO
La experiencia del culto en el templo
deja en el salmista un profundo anhelo de comunión con Dios y de alegría
confiada. El anhelo de unión con Dios está inherente en el espíritu humano. La
experiencia religiosa es fuente de alegría y de paz. Cristo promete torrentes
de agua vivía a quienes crean, confíen y le sigan a Él.
LECTURA
DEL EVANGELIO
JUAN
20,1.11-18
“Mujer,
¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?”
El primer día de la semana, María
Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa
quitada del sepulcro. Fuera, junto al sepulcro, estaba María, llorando.
Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco,
sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de
Jesús. Ellos le preguntan: "Mujer, ¿por qué lloras?" Ella les
contesta: "Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han
puesto." Dicho esto, da media vuelta y ve a Jesús, de pie, pero no sabía
que era Jesús. Jesús le dice: "Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?
Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: "Señor, si tú te lo has
llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré." Jesús le dice:
"¡María!" Ella se vuelve y le dice: "¡Rabboni!", que
significa: "¡Maestro!" Jesús le dice: "Suéltame, que todavía no
he subido al Padre. Anda, ve a mis hermanos y diles: "Subo al Padre mío y
Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro."" María Magdalena fue y
anunció a los discípulos: "He visto al Señor y ha dicho esto."
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
La Iglesia recuerda hoy con especial cariño a María
Magdalena: apóstol de los apóstoles y con ella celebra la presencia de las
mujeres en el Movimiento de Jesús. Presencia desde los inicios de la Iglesia
que sigue cuestionando nuestro modelo patriarcal. María Magdalena sigue un itinerario
espiritual en búsqueda de Jesús hasta encontrarlo y convertirse al discipulado.
No se rinde ante la evidencia de la muerte y del sepulcro de su amado Jesús.
Viaja con él desde la Galilea campesina a la ciudad. Le acompaña en su pasión
con otras mujeres. Ni la muerte, ni el sepulcro le rompe su itinerario de fe.
No se rinde ante hechos evidentes. Su amor intuye más cosas. Imposible que este
Jesús termine así. Esa es la música que suena en su corazón. Lo busca como a un
Jesús del pasado. Ahora es un Viviente con una vida nueva. No lo reconoce en el
jardinero como los discípulos de Emaús en el peregrino. María Magdalena lo
reconoce por la manera como Jesús pronuncia su nombre: ¡María! con aquel acento
de amor a su discípula amada. Allí descubre en la música de su voz, en el
acento amoroso de su Amado Maestro que Él está vivo. Allí nace su vocación de
ser la primera testigo de la resurrección.
ORACIÓN
¡Ay Señor Jesús!, hoy también nos
confrontas y con un tema bien importante que nos lanza a estos interrogantes:
Somos el resultado de habernos encontrado personalmente contigo, con tu amor de
Hijo de Dios?, nos interesamos de verdad, por los sufrimientos y necesidades de
nuestro prójimo? Gracias, por enseñarnos como te interesas por los demás y como
tratas de manera tan especial a la mujer y la envías a evangelizar. Amén.
“Dad gracias al Señor por la
facultad que te da de amar, de sentir ternura, dolor y piedad por tus
semejantes ”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Mensaje o Intercesión por: