Natividad
de la Santísima Virgen María
“LA SALVACIÓN DE DIOS SE REALIZA POR EL
ESPÍRITU Y LA COLABORACIÓN HUMANA”
PRIMERA
LECTURA
Miqueas
5,1-4a
“El
tiempo en que la madre dé a luz”
REFLEXIÓN
En
esta primera lectura escuchamos al profeta campesino Miqueas, que vive y actúa
en los años 750 y 700 AC. Miqueas ha tenido que huir de su pueblo a causa de la
invasión a Siria, y se ha refugiado en Jerusalén. Allí, al ver la situación de
injusticia social, la proliferación de cultos paganos, lanza sus denuncias de
destrucción mezclados con anuncios de esperanza de una nueva situación en la
que se cumplirán las promesas de Dios, mediante una monarquía digna de sus
orígenes davídicos.
El
nuevo rey se caracterizará por varias cosas:
Sus orígenes humildes, pues nacerá en la pequeña aldea de Belén; con él
terminará el tiempo de abandono y
dispersión; en él se manifestará la mano de Dios a favor de su pueblo
pobre; y como el objetivo es que el pueblo pueda vivir en paz, este rey tiene
como nombre la misma paz.
Grandes
hombres y mujeres proceden, a veces, de los lugares más pequeños y de ambientes
no muy destacados. De la misma manera, el futuro Mesías de Israel tendría un
origen humilde y llegaría a ser el más
grande sobre la tierra. Fue engendrado en el vientre de una humilde mujer
campesina, se crío en la anónima Nazareth, ejerció un oficio sencillo junto a
José, y por muchos años paso desapercibido para los “grandes e importantes de
su tiempo”. Ojalá hoy nos dejemos motivar por este mensaje y permitamos que el
Señor siga sacando de cada uno de nosotros lo mejor de sus dones, para ponerlos
al servicio de nuestros hermanos y de la paz que tanto anhelamos.
Salmo
responsorial: 12
R.
/ Desbordo de gozo con el Señor.Y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho. R.
LECTURA DEL EVANGELIO
Mateo 1,1-16.18-23
“La
criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo”
Genealogía
de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán. Abrahán engendró a Isaac, Isaac
a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos. Judá engendró, de Tamar, a Farés y a
Zará, Farés a Esrón, Esrón a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a Naasón, Naasón a
Salmón, Salmón engendró, de Rahab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed
a Jesé, Jesé engendró a David, el rey.
Después
del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel,
Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquín, Eliaquín a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a
Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob; y Jacob
engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.]
El
nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada
con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra
del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla,
decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le
apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: "José, hijo de David,
no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en
ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre
Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados." Todo esto sucedió
para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta: "Mirad:
la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que
significa "Dios con nosotros"." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El Evangelio nos
presenta los orígenes de Jesús acudiendo a dos recursos muy frecuentes en el
Antiguo Testamento. El primero es una genealogía que vincula a Jesús con la
promesa universal realizada por medio de la bendición de Abraham y, al mismo
tiempo, con la promesa nacional por medio del profeta Natán. Las genealogías
son listas de antepasados celebres que tienen como función destacar la misión y
el significado de Jesús para la historia de la Salvación. El segundo recurso es
el nacimiento milagroso, como ocurrió con Moisés, con Sansón y con Samuel. Al
igual que otros destacados personajes bíblicos, el nacimiento excepcional de
Jesús destaca un valor especial en la vida de la comunidad. Con él renace la
esperanza de una intervención extraordinaria de parte de Dios para redimir la
situación del pueblo de Dios. Detrás de estos dos recursos está la maravillosa
figura de una mujer que supo como nadie conjugar la urgencia histórica de su
pueblo con su decidida entrega personal. En la persona de María de Nazaret
converge toda la historia de salvación con su potencial salvador. La comunidad
cristiana recuerda hoy la fecha de su nacimiento y le da valor de buena noticia
y de fiesta.
ORACIÓN
Señor, a través de la historia tomas a tus criaturas humanas para desarrollar el proyecto liberador. De los descendientes del Pueblo escogido tomaste a quienes darían una familia a tu Hijo: María y José, los dos dispuestos, entregados, llenos del Espíritu y de amor por su Padre Creador. Por favor Haz de nosotros instrumento para colaborar también en la propagación de tu Reino. Amén
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