sábado, 1 de septiembre de 2012

Miércoles 26 de Septiembre de 2012

“PALABRA Y VIDA SON DOS COMPONENTES DEL ANUNCIO DEL EVANGELIO”

PRIMERA LECTURA

Proverbios 30, 5-9

“No me des riqueza ni pobreza, concédeme mi ración de pan”

La palabra de Dios es acendrada, él es escudo para los que se refugian en él.

No añadas nada a sus palabras, porque te replicará y quedarás por mentiroso.

Dos cosas te he pedido; no me las niegues antes de morir: aleja de mí falsedad y mentira; no me des riqueza ni pobreza, concédeme mi ración de pan; no sea que me sacie y reniegue de ti, diciendo: "¿Quién es el Señor?"; no sea que, necesitando, robe y blasfeme el nombre de mi Dios. Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

Cuando uno empieza a acercarse a Dios normalmente hace oraciones muy concretas y como muy utilitarias: "quiero ganarme la lotería", "quiero que se me quita esta enfermedad", "quiero que tal persona se fije en mí y me ame." La primera lectura de hoy es una lección muy hermosa y sencilla sobre lo que es hacer peticiones que podemos llamar "sabias."

El primer ejemplo de este tipo de petición es "aleja de mí falsedad y mentira." Esta súplica es sabia porque entraña la resolución de vivir en la verdad. No es sólo que otros no me digan mentiras sino que yo mismo no las diga ni me las diga. Y vivir en la verdad es conocerse, saber de los propios límites y no cerrarse al desarrollo de los propios talentos: ¡todo un programa de vida!

La otra petición es sapientísima y se explica como por ella misma: "no me des pobreza ni riqueza, dame sólo lo necesario para vivir; no sea que la abundancia me aparte de ti y me haga olvidarte; no sea que la pobreza me obligue a robar y me lleve a ofenderte." Lo interesante de este ruego es que pone por encima de la necesidad material la unión con Dios; es decir, el criterio para gobernar las cosas temporales es no perder las eternas.

Salmo responsorial: 118

R. / Lámpara es tu palabra para mis pasos, Señor.

Apártame del camino falso,

y dame la gracia de tu voluntad. R.

Más estimo yo los preceptos de tu boca

que miles de monedas de oro y plata. R.

Tu palabra, Señor, es eterna,

más estable que el cielo. R.

Aparto mi pie de toda senda mala,

para guardar tu palabra. R.

Considero tus decretos,

y odio el camino de la mentira. R.

Detesto y aborrezco la mentira,

y amo tu voluntad. R.

LECTURA DEL EVANGELIO

Lucas 9, 1-6

“Los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar a los enfermos”

En aquel tiempo, Jesús reunió a los Doce y les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades. Luego los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles: "No llevéis nada para el camino: ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero; tampoco llevéis túnica de repuesto. Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si alguien no os recibe, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa".

Ellos de pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando la Buena Noticia y curando en todas partes. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Jesús da a los Doce “poder y autoridad” y les fija una tarea y una exigencia. El poder que él les transmite es el de amar incondicionalmente a todos los seres humanos, especialmente a los pobres y pecadores. La autoridad es la que nace de una interpretación transformadora de la Escritura. A diferencia del poder de dominación que todos los grupos religiosos y políticos utilizan para manipular a las demás personas, Jesús ejerce un poder restaurador que reconcilia a los seres humanos entre sí, con la naturaleza y con Dios. La tarea es continuación de la que él mismo realiza: luchar contra el mal, sanar las dolencias, liberar de las esclavitudes y anunciar la Buena Noticia. La exigencia es la misma que él asume: libertad en el camino y gratuidad en la casa. El exceso de equipaje retrasaría la actividad evangelizadora y la construcción de casas propias distraería de lo fundamental. El evangelio que los Doce comunican cambiará la situación de todas las personas que escuchen ese mensaje y lo conviertan en un patrón de vida. – Como discípulos de Jesús tenemos la oportunidad y la misión de llevar su mensaje reconciliador a todas las situaciones y lugares, para que la autoridad de la libertad y el poder del amor transformen todas las situaciones humanas.

ORACIÓN
Nos envías a difundir la Buena Nueva con un estilo de vida diferente al del mundo, sin riquezas, sino lo necesario para subsistir dignamente, confiados en tu provisión, con la verdad por delante y dando testimonio con nuestra manera de obrar, pensar, hablar y servir. Ayúdanos a hacer vida tu Palabra y responder a tu encargo. Mi Señor, no es nada fácil pero en ti logramos vencer. Amén

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mensaje o Intercesión por: