PRIMERA
LECTURA
1Corintios
5, 1-8
“Quitad
la levadura vieja, porque ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo”
Hermanos:
Se sabe públicamente que hay un caso de unión ilegítima en vuestra comunidad, y
tan grave que ni los gentiles la toleran; me refiero a ése que vive con la
mujer de su padre.
¿Y
todavía os engreís? Estaría mejor ponerse de luto, para que el que ha hecho eso
desaparezca de vuestro grupo.
Lo
que es yo, ausente en el cuerpo, pero presente en espíritu, ya he tomado una
decisión como si estuviera presente: reunidos vosotros en nombre de nuestro
Señor Jesús, y yo presente en espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesús
entregar al que ha hecho eso en manos del diablo; en la carne quedará
destrozado, pero así su espíritu se salvará en el día del Señor.
Ese orgullo vuestro no tiene razón de ser. ¿No sabéis que un poco de levadura fermenta toda la masa? Quitad la levadura vieja para ser una masa nueva, ya que sois panes ázimos. Porque ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo. Así, pues, celebremos la Pascua, no con levadura vieja (levadura de corrupción y de maldad), sino con los panes ázimos de la sinceridad y la verdad. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Hay algunas diferencias entre la celebración de la Eucaristía que tenemos los cristianos Occidentales y la que tienen los Orientales. Una de ellas es que los Orientales usan pan con levadura mientras que nosotros no: nuestras hostias no tienen levadura.
Esta lectura podría servir como de comentario explicativo a la costumbre que seguimos los Occidentales: en el texto de san Pablo a los corintios la levadura es aquello que el pan no debería tener. El pan sin levadura, también llamado "ácimo" es, en cambio, la expresión de un pan que es sólo pan, un pan más puro.
En el caso de los corintios, la levadura que iba afectando e infectando a la masa entera era la inmoralidad. El pan ácimo, en cambio, se refiere a aquel que no ha sido tocado o afectado por esa levadura, es decir, es la imagen de una comunidad que ha resistido eficazmente a la propagación del pecado.
Una
Iglesia modelada sobre la figura del pan ácimo es una comunidad que conocen el precio de su propia salvación
y la grandeza del don de la gracia y a la vez se mantienen firmes y defienden con ardor y eficacia la libertad que
han recibido.
Salmo responsorial: 5
R. / Señor, guíame con tu justicia.
Tú no eres un Dios que ame la maldad,
ni el malvado es tu huésped,
ni el arrogante se mantiene en tu presencia. R.
Detestas
a los malhechores,
destruyes
a los mentirosos; al hombre sanguinario y traicionero
lo aborrece el Señor. R.
Que se alegren los que se acogen a ti,
con júbilo eterno;
protégelos, para que se llenen de gozo
los que aman tu nombre. R.
LECTURA DEL EVANGELIO
Lucas 6, 6-11
“Estaban
al acecho para ver si curaba en sábado”
Un
sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar. Había allí un hombre que tenía
parálisis en el brazo derecho. Los letrados y los fariseos estaban al acecho
para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo. Pero él, sabiendo lo
que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico: "Levántate y ponte ahí
en medio". El se levantó y se quedó en pie. Jesús les dijo: "Os voy a
hacer una pregunta: ¿Qué está permitido hacer en sábado: hacer el bien o el
mal, salvar a uno o dejarlo morir?" Y, echando en torno una mirada a
todos, le dijo al hombre: "Extiende el brazo".
Él
lo hizo, y el brazo quedó restablecido. Ellos se pusieron furiosos y discutían
qué había que hacer con Jesús. Palabra
del Señor.
REFLEXIÓN
El
dilema planteado por Jesús sólo tiene una respuesta. Cualquier creyente, judío
o cristiano, puede declararse solamente a favor de la vida y de la salvación.
Cualquier otra respuesta sería una contradicción, incluso entre los más
conservadores y fanáticos. Por eso sus detractores guardan silencio y Jesús
debe interpretar ese silencio a favor de la persona lisiada. Restaurar la
capacidad de trabajar es un signo claramente mesiánico y profético que le da de
nuevo a la persona el poder de participar de la vida común. Restaurar la
autonomía de la persona no es un bien menor, sino que es darle de nuevo la
posibilidad de que sea libre. Es decir, la sanación es un proceso de liberación
que fundamenta la posibilidad de ser libres y de actuar en libertad. La
esperanza mesiánica se ve así acrecentada en la acción de Jesús. – La comunidad
cristiana tiene, entonces, un nuevo punto de partida para preparar la llegada
definitiva del Reino. Cada cristiano se enfrenta al desafío de continuar esa
práctica de Jesús en su propia conducta personal. ¿Favorece el estilo de vida
que llevamos a nuestra capacidad de ayudar a los demás, o somos paralizados por
la avalancha informativa de los medios?
ORACIÓN
Señor que triste
cuando vemos que nuestra sociedad se sume en la pérdida del valor de la
dignidad de las personas siendo más importante el dinero, el consumo, el saber,
la diversión, en si lo superficial, que la vida en el Espíritu, donde prevalece
el amor a Dios y al prójimo, que se refleja en personas, familias,
comunidades y gobiernos gobernados por
Tí. Ayúdanos por favor para vivir
realmente tu Evangelio. Amén
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