domingo, 1 de enero de 2012

“AÑO NUEVO – BENDICIÓN NUEVA”

“Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Entonces ustedes me buscarán y vendrán a mí en oración y yo me dejaré encontrar y los bendeciré”, dice el Señor.
Jeremías 29, 11-15.


Estamos iniciando este año 2012. Es habitual que al principio de un nuevo año y de un nuevo milenio, se oigan muchas predicciones. Todo tipo de gente especula sobre lo que sucederá en estos 12 meses venideros, incluso en lo que pasará en la próxima semana. Pero ninguno de ellos realmente conoce el futuro, el futuro siempre y solamente está en manos de Dios, a quien si le pertenecen las predicciones divinas y le pertenece nuestra vida. Sólo Él conoce nuestro futuro y nos lo enseña en su Palabra.


Mira hoy tu realidad, tienes muchas expectativas, muchos miedos y preocupaciones; pero también muchas esperanzas de que cosas mejores vendrán para tu vida en este nuevo año. Hoy la invitación es para que sigas la clave verdadera para tu vida: seguir confiando y abandonándote en las manos del Padre Dios y dejar que sea Él quien le dé sentido a todo lo que vas a vivir en este nuevo año. No te dejes llenar de tantos sentimientos estresantes sino confía en el poder, y amor misericordioso de nuestro buen Dios. Pero además de confianza y fe necesitas también la decisión de comprometerte con mejorar en muchos aspectos de tu vida, y pensar y discernir cada una de las acciones y decisiones que vas a realizar. Si trabajas duro, si sabes para dónde vas, y te esfuerzas en hacer las cosas bien y no te das por vencido ante las diversas adversidades o golpes de la cotidianidad, entonces verás los resultados. Oramos, creemos pero debemos actuar; “a Dios rogando pero con el mazo dando”.


Amamos a Dios y le pedimos que se haga presente en nuestra vida, pero debemos luchar una y otra vez hasta alcanzar lo que estamos queriendo, necesitaremos eso sí, una alta dosis de paciencia y de tolerancia, de espera, de espera en el “tiempo de Dios”. Entendamos de una vez que no todo tiene que salir como nosotros queremos. Tenemos que ser pacientes para aceptar, asumir y ver también respuesta en las dificultades. Pero también para tolerar el fracaso que forma parte de la vida y que no podemos despreciar.


Hoy el Señor nos regala para este nuevo año 2012, la promesa bíblica en Jeremías 29, 11-15, que nos invita a buscar realizar el plan o proyecto de Dios para nuestras vidas: “Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Me buscarán y vendrán a mí y yo me dejaré encontrar y los bendeciré”, dice el Señor.


No nos desesperemos ante las adversidades que tengamos que atravesar, en el nombre del Señor seremos capaces de salir adelante y encontrar la victoria.
Estoy seguro de que este nuevo año será de bendición para ti, tu familia, tu comunidad y todo tu entorno. En este 2012, Dios se mostrará, grande, poderoso y misericordioso. Las nuevas experiencias de crecimiento espiritual a través de este devocional de “DÍA A DÍA CON LA PALABRA” nos darán a todos la oportunidad de ser cada vez más humanos y divinos; discípulos (las) y misioneros (ras) al servicio de su Reino. En el nombre del Señor Jesús les bendigo y los declaro victoriosos en su Amor.


Roberto Zamudio.
FELIZ AÑO 2012
ORACIÓN DEL NUEVO AÑO


Gracias Señor, por todo lo que me diste en el año que termina.
Gracias por los días de sol y los nublados, por las tardes tranquilas y las noches oscuras.
Gracias por todo lo que me prestaste y luego me lo pediste.
Gracias Señor, por la sonrisa amable y por la mano amiga, por el amor, por todo lo hermoso y por todo lo dulce, por las flores y las estrellas, por la existencia de mi familia y de las almas buenas.
Gracias por las soledad y por el trabajo, por las inquietudes, las dificultades y por la lágrimas; por lo que me acercó a ti. Gracias por haberme conservado la vida y por haberme dado abrigo y sustento. ¡GRACIAS, SEÑOR!.

¿QUÉ ME TRAERÁ EL AÑO QUE EMPIEZA?

Lo que Tú quieras Señor.
Pero te pido: Fe para mirarte en todo. Esperanza para no desfallecer y caridad para amarte cada día más y para hacerte amar de los que me rodean.
Dame paciencia y humildad, desprendimiento y generosidad.
Dame, Señor lo que Tú sabes que me conviene y yo no sé pedir.
Que tenga el corazón alerta y el oído atento, las manos y la mente activas y que me halles siempre dispuesto (a) a hacer tu voluntad.
Derrama Señor tus bendiciones sobre todos los que amo y concede tu paz al mundo entero. AMÉN

Domingo 1 de enero de 2012

Día mundial de la Paz.


“CRECIENDO EN EL DISCIPULADO MATERNO DE MARÍA”


Litúrgicamente, hoy es la fiesta de «Santa María Madre de Dios»; es también la «octava, o los ocho días de Navidad» y por tanto el recuerdo de «la circuncisión de Jesús», celebración judía que se celebraba al octavo día del nacimiento del niño, y en la que se le imponía el nombre. Pero hoy es también el primer día de nuestro año civil, celebración de «¡Año Nuevo!», y de la Jornada Mundial por la Paz.

PRIMERA LECTURA
NÚMEROS 6, 22-27


“INVOCARÁN MI NOMBRE SOBRE LOS ISRAELITAS, Y YO LOS BENDECIRÉ”


El Señor habló a Moisés: "Di a Aarón y a sus hijos: Ésta es la fórmula con que bendeciréis a los israelitas: "El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz". Así invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré.


REFLEXIÓN
En Números encontramos la llamada bendición aaronítica (de Aarón), porque se afirma que Dios la reveló a Moisés para que éste a su vez la enseñara a Aarón y a sus hijos, los sacerdotes de Israel, para que con ella bendijeran al pueblo. Seguramente fue usada ampliamente en el antiguo Israel. Incluso se ha encontrado grabada en plaquetas metálicas para llevar al cuello, o atada de algún modo al cuerpo. Bien nos viene una bendición de parte de Dios al comenzar el año: que su rostro amoroso brille sobre todos nosotros como prenda de paz. La paz tan anhelada por la humanidad entera, y lamentablemente tan esquiva. Pero es que no basta con que Dios nos bendiga por medio de sus sacerdotes. No basta que él nos muestre su rostro. Aquí no se trata de bendiciones mágicas sino de un llamado a empeñarnos también nosotros en la consecución y construcción de la paz: con nosotros mismos, en nuestro entorno, con los cercanos y los lejanos, con la naturaleza tan maltratada por nosotros y nuestras codicias; un llamado a buscar paz con Dios y la Paz de Dios.


Buen comienzo del año en bendición y recibiendo la bendición de Dios. Los refranes populares han consagrado ese deseo de "volver a comenzar" que sentimos todos al llegar esta fecha: "Año nuevo, vida nueva". Se quisieran olvidar los errores, borrar toda culpa que moleste nuestra conciencia, estrenar una página nueva del libro de nuestra vida, y empezarla dando un buen paso, dando rienda suelta a los mejores deseos de nuestro corazón... Por eso es bueno comenzar el año con una bendición en los labios, después de escuchar la bendición de Dios en su Palabra.


Bendigamos al Señor por todo lo que hemos vivido hasta ahora, y por el nuevo año que aparece ante nuestros ojos: nuevos días por delante, nuevas oportunidades, tiempo a nuestra disposición... Alabemos al Señor por la misericordia que ha tenido con nosotros hasta ahora. Y también porque nos va a permitir ser también nosotros una bendición en este nuevo año que comienza: bendición para los hermanos, para todos los que nos rodean y bendición para Dios mismo. Año nuevo, vida nueva, bendición de Dios.


SALMO RESPONSORIAL: 66
R: El Señor tenga piedad y nos bendiga.

El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R.

Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe. R.

SEGUNDA LECTURA
GÁLATAS 4,4-7


“ENVIÓ DIOS A SU HIJO, NACIDO DE UNA MUJER”


Hermanos: Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción. Como sois hijos, Dios envió a nuestros corazones al Espíritu de su Hijo que clama: "¡Abbá! (Padre)." Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.


REFLEXIÓN
En Gálatas encontramos una apretada síntesis de lo que Pablo nos enseña en tantos otros pasajes de sus cartas. En primer lugar, nos dice que el tiempo que vivimos es de plenitud, porque en él Dios ha enviado a su Hijo, no de cualquier manera, sino «nacido de mujer y nacido bajo la ley», es decir, semejante en todo a nosotros y en nuestra humanidad. Pero este abajamiento del Hijo de Dios, nos ha alcanzado la más grande de las gracias: la de llegar a ser, todos nosotros los seres humanos, sin exclusión alguna, hijos de Dios, capaces de llamarlo «Abba», es decir, Padre. Nuestra condición filial fundamenta una nueva dignidad de seres humanos libres, herederos del amor de Dios. Parecerían hermosas palabras, nada más, frente a tantos sufrimientos y miserias que todavía experimentamos, pero se trata de que pongamos de nuestra parte para que la obra de Jesucristo se haga realidad. Se trata de que nos apropiemos de nuestra dignidad de hijos libres, rechazando los males personales y sociales que nos agobian, luchando juntos contra ellos. Esto implica una tarea y una misión: la de hacernos verdaderos hijos de Dios, y a nuestros hermanos que conozcan esta dignidad.


Nacido de mujer, nacido bajo la ley, nos recuerda Pablo en Gálatas 4,4. Nació en la debilidad, en la pobreza, fuera de la ciudad, en la cueva, porque no hubo para ellos lugar en la posada... Nace en la misma situación que el conjunto del pueblo, los sencillos, los humildes, los sin poder. Este nacimiento real y concreto es asumido por Dios para abrazar en el amor a todos los que la tradición había dejado fuera. Es la visita real de aquel que, por simple misericordia, nos da la gracia de poder llamar a Dios con la familiaridad de Abba -"papito"- y la posibilidad de considerar a todos los hombres y mujeres hermanos muy amados.


En Jesús, nacido de María -la mujer que aceptó ser instrumento en las manos de Dios para iniciar la nueva historia- todos los seres humanos hemos sido declarados hijos y no esclavos, hemos sido declarados coherederos, por voluntad del Padre. La bendición o benevolencia de Dios para los seres humanos da un gran paso: Dios ya no bendice con palabras, ahora bendice a todos los seres humanos y aún a toda la creación, con la misma persona de su Hijo, que se hace hermano de todos. Y nadie queda marginado de su amor. "Ha aparecido la bondad de Dios" en Jesús, y es hora de una inmensa alegría, para hacer saber al mundo, que Dios ha florecido en nuestra tierra y todos somos depositarios de esa herencia de felicidad.


LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 2, 16-21

“Y LE PUSIERON POR NOMBRE JESÚS”


En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho.
Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.


REFLEXIÓN:
Lucas nos muestra a un Jesús sencillo, un Jesús que no nace entre los grandes y poderosos del mundo sino entre los pequeños y humildes; como los pastores de Belén, que no son sólo figuras decorativas de nuestros «belenes», pesebres o nacimientos, sino que eran, en los tiempos de Jesús, personas mal vistas, con fama de ladrones, de ignorantes y de incapaces de cumplir la ley religiosa judía. A ellos en primer lugar llaman los «ángeles» a saludar y a adorar al Salvador recién nacido. Ellos se convierten en pregoneros de las maravillas de Dios que habían podido ver y oír por sí mismos. Algo similar pasa con María y José: no eran una pareja de nobles ni de potentados, eran apenas un humilde matrimonio de artesanos, sin poder ni prestigio alguno. Con María, la madre, que «guardaba y meditaba estos acontecimientos en su corazón», y seguramente se alegraba y daba gracias a Dios por ellos, y estaba dispuesta a testimoniarlo delante de los demás, como lo hizo delante de Isabel, entonando el Magníficat.


La «maternidad divina de María», motivo oficial de la celebración litúrgica de hoy, pero con la imagen conciliar que la Iglesia tiene de María, «la madre de Jesús», una imagen desmitificada, María una mujer sencilla, dispuesta a servir, María como discípula, siempre dispuesta a seguirle y permanecer en el camino hasta el final. Contemplemos a María como nos la describe Lucas, María, Madre de Dios, Madre que recibe a Cristo y que a la vez ofrece a Cristo. Que Ella atraiga para nosotros, y para todos los que amamos, abundantes bendiciones, y que como ella nosotros permanezcamos por la fuerza de su amor en el camino de Jesús y en la construcción de su Reino.


Festejemos este Año Nuevo, como un nuevo regalo que el Señor hace a nuestra vida, agradezcámosle con todo el corazón la alegría de vivir, la oportunidad maravillosa que nos da de seguir amando y seguir siendo amados, y la capacidad que nos ha dado para cambiar, rectificar, recapacitar y continuar en su camino.


ORACIÓN
Padre Bueno, te damos infinitas gracias por el año que acaba de terminar y por este año nuevo que queremos iniciar en el nombre de tu Hijo Jesucristo, en tu paz y en tu amor ; declarando tu presencia bendición y victoria sobre cada uno de los días se éste nuevo año. Te ofrecemos todo lo que vamos a vivir en este año y nos ofrecemos a nosotros mismos a ti como una ofrenda de gratitud alabanza y amor. Glorifícate Señor en cada uno de nosotros y ayúdanos a vivir como verdaderos hijos tuyos en medio de este mundo. Que acojamos la vida y el proyecto de tu Hijo Jesús en nosotros y seamos fieles como María la madre de Nazareth a la alianza que un día hicimos contigo en el bautismo, para que vivamos como hijos y no como esclavos. Amén

Lunes, 2 de Enero de 2012

“¿QUIÉN ERES TÚ?”



PRIMERA LECTURA
1 JUAN 2,22-28


“LO QUE HABÉIS OÍDO DESDE EL PRINCIPIO PERMANEZCA EN VOSOTROS



Queridos hermanos: ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ése es el Anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre. Quien confiesa al Hijo posee también al Padre. En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros. Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre; y ésta es la promesa que él mismo nos hizo: la vida eterna.
Os he escrito esto respecto a los que tratan de engañaros.
Y en cuanto a vosotros, la unción que de él habéis
recibido permanece en vosotros, y no necesitáis que nadie os enseñe. Pero como su unción os enseña acerca de todas las cosas -y es verdadera y no mentirosa- según os enseñó, permanecéis en él. Y ahora, hijos, permaneced en él para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y no quedemos avergonzados lejos de él en su venida.



REFLEXIÓN
Desde la óptica de Juan hay una verdad que es la más grande del mundo. Esa verdad está en la encarnación de Cristo, en Jesús hecho hombre, en esta revelación que hemos visto, oído y palpado, revelación en la que Dios nos ha dado de su amor y su salvación.
La gran mentira es negar esa revelación que tiene precio y valor de sangre del Hijo de Dios. Y eso es lo propio del anticristo; o sea de aquel o aquellos que se oponen a Jesús y a su proyecto.
Por eso es fuerte la exhortación de hoy: "permanezcan en lo que han oído" (1 Juan 2,24). Es una advertencia severa, que podríamos poner en paralelo con las palabras, también graves, del apóstol Pablo: Estoy muy sorprendido de que ustedes se hayan alejado tan pronto de Dios, que los llamó mostrando en Cristo su bondad, y se hayan pasado a otro evangelio. En realidad no es que haya otro evangelio. Lo que pasa es que hay algunos que los perturban a ustedes, y que quieren trastornar el evangelio de Cristo. Pero si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara un evangelio distinto del que ya les hemos anunciado, que caiga sobre él la maldición de Dios.

SALMO RESPONSORIAL: 97
R: Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.


El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 1,19-28

“EN MEDIO DE VOSOTROS HAY UNO QUE NO CONOCÉIS”


Este fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan a que le preguntaran: "¿Tú quién eres?" Él confesó sin reservas: "Yo no soy el Mesías." Le preguntaron: "¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?" Él dijo: "No lo soy." "¿Eres tú el Profeta?" Respondió: "No." Y le dijeron: "¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?" Él contestó: "Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del Señor", como dijo el profeta Isaías."
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: "Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?" Juan les respondió: "Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia." Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.

REFLEXIÓN:
La misión de Juan Bautista es sensibilizar al pueblo para reconocer al ungido de Dios. Pero esta misión choca con una dificultad enorme: la incredulidad. Y el problema no es sólo que no crean en él, sino que tampoco creen en el testimonio de la Escritura. La voz de los profetas, que desde Moisés resuena con toda claridad a través del Antiguo Testamento, parece atenuarse ante la cortina de conveniencias que las autoridades del Templo levantan para proteger sus privilegios. Por esta razón Juan se dirige al desierto. Allí nació el pueblo de Dios. Allí se prepara la venida del Señor. El desierto es la periferia donde nace la alternativa frente a Jerusalén, centro autoritario y opresor.
En nuestro tiempo ocurre algo semejante. Muchos profetas desde la periferia nos llaman a la cordura frente a las locuras del poder; a la sobriedad frente a la embriaguez de consumo en nuestras sociedades. Nosotros debemos elegir. El centro es seguro, pero destructor; la periferia es insegura, pero creativa.
Podemos ir al encuentro del Señor allí donde él nos espera con riesgo, o amarrarnos a nuestras seguridades y esperarlo
donde no lo dejan llegar. ¿Tomamos el camino de Juan o el de sus inquisidores? ¿Estamos tomando el camino correcto?



ORACIÓN
Señor Jesús, gracias por este nuevo encuentro de vida que nos regalas a través de tu palabra en este devocional; Señor, ayúdanos a ser fieles a tu amor y a tu palabra, fiel a la misión que tu me has encomendado. Haz Señor, que en este nuevo día que tu me regalas, mi vida entera se una más a ti y que todo lo mío hable de ti. Quiero saber más quien eres tú; y quiero saber más acerca de quién soy yo. No permitas que el ruido de este mundo me distraiga y olvide el verdadero sentido de mi vida que es: conocerte, amarte y servirte dándote a conocer con mi anuncio desde mi propio testimonio de amor en ti. Amén.

Martes, 3 de enero de 2012

Día del Santísimo nombre de Jesús



“ESTE ES EL CORDERO DE DIOS…..”


PRIMERA LECTURA
1ª de JUAN 2,29-3,6


“QUIEN PERMANECE CON ÉL NO PECA”


Queridos hermanos: Si sabéis que él es justo, reconoced que todo el que obra la justicia ha nacido de él. Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Todo el que tiene esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro.

Todo el que comete pecado quebranta también la ley, pues el pecado es quebrantamiento de la ley. Y sabéis que él se manifestó para quitar los pecados, y en él no hay pecado. Todo el que permanece en él no peca. Todo el que peca no le ha visto ni conocido.

REFLEXIÓN
Escribe el apóstol: "consideren el amor tan grande que nos ha demostrado el Padre" (1 Juan 3,1); ello corresponde al pasado; luego dice: "ahora somos ya hijos de Dios" (1 Juan 3,2); eso alude al presente; por último añade: "seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es" (1 Juan 3,2).

El amor manifiesto se convierte en una promesa. Es un cheque a nuestro favor; es el anuncio de algo maravilloso que no esperábamos, que no merecíamos, que no podíamos describir siquiera. Ese amor se traduce en un presente cargado de noble dignidad: somos hijos de Dios. De allí brotan todos nuestros derechos y deberes. Pero no es ello todo, sino solo la primicia de algo mayor aún: seremos semejantes a él. Es la plenitud. El tiempo tiene una dirección y esa dirección apunta hacia la plenitud.

SALMO RESPONSORIAL: 97
R: / Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R.

Tañed la citara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 1,29-34:

“AHÍ ESTÁ EL CORDERO DE DIOS”

Al día siguiente, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: "Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es aquel de quien yo dije: "Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel."

Y Juan dio testimonio diciendo: "He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo." Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios."

REFLEXIÓN:
Así como una radiografía revela la estructura de un ser humano, del mismo modo, según el Evangelio de Juan, el bautizo que Juan Bautista ofrece a la gente revela su verdadera naturaleza. Los que buscan perdón y conversión acuden al desierto; los que están seguros de sí mismos no se mueven. Pero, en medio de esa procesión que pone de manifiesto las verdades ocultas en el corazón humano, aparece Jesús de Nazaret como el ser humano definitivo. Por esto en el Evangelio Juan llama a Jesús ‘cordero’, la ‘persona que viene después, pero está adelante’, ‘el portador del Espíritu’, ‘el Hijo de Dios’. Esa función reveladora del bautismo de Juan, la ejerce en el cristianismo el ‘seguimiento de Cristo’. Compartir con Jesús su Palabra, vida y misión nos permite hacernos la radiografía y preguntarnos si tenemos la estructura motivacional y emotiva para anunciar el evangelio.

Nosotros ya no somos como Juan Bautista profetas precursores, sino, como el evangelista Juan, profetas evangelizadores.

PARA REFLEXIONAR
1. ¿Qué nos revela nuestro bautismo cristiano con respecto a nuestra misión evangelizadora?
2. ¿Nos ayuda el seguimiento de Jesús a clarificar nuestras verdaderas motivaciones como cristianos?

ORACIÓN
Mis ojos han podido contemplar tu gloria y majestad, Buen Señor. Tú Señor Jesús, eres quien siempre esperé. Gracias, porque tu amor en mi ha hecho maravillas, porque tu misericordia ha estado continua todos los días de mi vida. Tú Señor Jesús eres el Cordero vivo de Dios que me amas perdonas y restauras. A ti sean hoy y siempre la gratitud, el honor y la gloria por todos los siglos. Amén.

Miércoles, 4 de enero de 2012

“MAESTRO ¿DÓNDE VIVES?”



PRIMERA LECTURA
1ª JUAN 3,7-10

“NACIDOS DE DIOS”

Hijos míos, que nadie os engañe. Quien obra la justicia es justo, como él es justo. Quien comete el pecado es del diablo, pues el diablo peca desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo. Todo el que ha nacido de Dios no comete pecado, porque su germen permanece en él, y no puede pecar, porque ha nacido de Dios. En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo el que no obra la justicia no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano.

REFLEXIÓN
Ya el Evangelio de Juan nos había hecho el maravilloso anuncio: los que acogen la Palabra reciben poder llegar a ser hijos de Dios (Juan 1,12). Es muy importante para este apóstol que descubramos nuestra vocación: hemos nacido de Dios.
El propósito del pasaje de hoy es que descubramos cómo el ser y el obrar necesariamente van de la mano. El obrar sigue al ser. Si nuestro ser tiene su fuente en Dios, porque de él hemos nacido, nuestro obrar sigue al obrar de Dios, a la forma en que Él lo hace. Juan nos escribe: "que nadie los engañe; el que hace la voluntad de Dios es justo, como él es justo".
Cuando Juan dice: "que nadie los engañe" es porque sabe de buena fuente que hay quien engaña. Y el engaño también lo podemos conocer: en aquel tiempo se trataba de una especie de secta, tal vez en proceso de formación, y a si mismo lo vemos en muchas corrientes ahora, que enseñan entre otras cosas que nuestra conducta no importa realmente, mientras mantengamos una especie de luz o de conocimiento sublime y celeste en nuestra mente. Nos dice que la conducta es asunto de cosa humana o carnal y lo carnal no importa. Por consiguiente, lo que hagamos con nuestra conducta tampoco importa.
Pero claro que importa, importa la conducta en la vida de cada día. Si te olvidas de la conducta no sólo niega el misterio de Aquel que "se hizo carne", sino que niegas su precepto principal: el amor.
SALMO RESPONSORIAL: 97
R: / Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 1,35-42

“HEMOS ENCONTRADO AL MESIAS”

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: "Éste es el Cordero de Dios." Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: "¿Qué buscáis?" Ellos le contestaron: "Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?" Él les dijo: "Venid y lo veréis." Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde.

Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: "Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)." Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: "Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro)."

REFLEXIÓN:

Cada persona y cada grupo reaccionan de manera distinta ante el llamado profético de Juan Bautista y de Jesús de Nazaret. Así como el llamado de Juan Bautista había puesto en evidencia las verdaderas intenciones del pueblo sencillo y la oposición de las autoridades religiosas, así el encuentro con Jesús revela las intenciones de sus discípulos. Por el testimonio de Juan los dos primeros discípulos reconocen a Jesús como Maestro, y luego lo proclaman como Mesías; Pedro tendrá que hacer un recorrido más largo.

Los que reconocen a Jesús, tanto pronto como tarde, deberán preguntarse constantemente: ¿qué significa este encuentro para mí?, ¿cómo afecta mi vida?, ¿qué debo hacer para responder al llamado de Jesús que me dice “ven y verás”? Encontrar a Jesús significa reconocerle como ‘maestro de vida’ o Rabí; interpretar su mensaje en términos de seguimiento; aceptar que compartimos su misión. Respondemos a su llamado acudiendo a los lugares donde Él vive y actúa. Nos transformamos en mensajeros suyos cuando aceptamos nuestra condición de ‘ungidos para la vida’, que es lo que realmente significa nuestro nombre de cristianos.


PARA REFLEXIONAR
1.¿Hemos encontrado al Mesías?
2. Entonces, ¿qué significa para nosotros la unción de Jesús?
3.¿Qué significa nuestra propia unción?

ORACIÓN

Al comenzar este nuevo día, nuestra gratitud a ti buen Señor, por todos los signos de tu bondad y misericordia. Ilumina en este día mi vida con tu luz, mantenme en la rectitud. Que pueda aprovechar esta oportunidad del nuevo día rebosando de alegría en mi corazón. Eres tú Señor mi fortaleza y protección, tú eres mi fuerza motivadora que hoy y siempre me hace vencedor. Contigo vivo seguro y nada temo. Quiero habitar como tú y donde tú vives: donde hay amor, justicia, equidad, perdón y solidaridad. Amén.


Jueves 5 de enero de 2012

“TÚ, HOY SÍGUEME”


PRIMERA LECTURA

1ª JUAN 3,11-21



"HEMOS PASADO DE LA MUERTE A LA VIDA, PORQUE AMAMOS A LOS HERMANOS”


Queridos hermanos: Éste es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos unos a otros. No seamos como Caín, que procedía del Maligno y asesinó a su hermano. ¿Y por qué lo asesinó? Porque sus obras eran malas, mientras que las de su hermano eran buenas. No os sorprenda, hermanos, que el mundo os odie; nosotros hemos pasado de la muerte a la vida: lo sabemos porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida. Y sabéis que ningún homicida lleva en sí vida eterna. En esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos.

Pero si uno tiene de qué vivir y, viendo a su hermano en necesidad, le cierra sus entrañas, ¿cómo va a estar en él el amor de Dios? Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras. En esto conoceremos que somos de la verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia ante él, en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo. Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios.

REFLEXIÓN
Continuamos esa lectura que habíamos emprendido en la Octava de Navidad, prolongando lo que se dijo allá en el principio.

Porque en el fondo toda esta Primera Carta es como una especie de comentario teológico al misterio de Jesús hecho hombre ( La Encarnación), todo en ella está diciendo que "la Palabra se manifestó, que nosotros hemos visto y tocado y escuchado y que ahora damos testimonio para que estéis en plena comunión con nosotros y para que rompáis todo vínculo de incredulidad y de pecado" 1 Juan, 1,3.

Las lecturas del día de hoy tienen, por decirlo así, tema diverso. En la parte que hemos escuchado de la Primera Carta de Juan, se nos invita a manifestar con nuestro hermano, con nuestro prójimo, aquel amor que nosotros hemos recibido de Dios.

No tenemos ninguna prueba definitiva sobre que amamos a Dios, si no es el amor del prójimo; la única prueba decisiva que tenemos de que amamos a Dios, es que producimos vida, protegemos la vida y propiciamos vida en el prójimo.

SALMO RESPONSORIAL: 99
R./ Aclama al Señor, tierra entera.

Aclama al Señor, tierra entera, /
servid al Señor con alegría, /
entrad en su presencia con vítores. R.

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R.

Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre. R.

"El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades." R.


LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 1,43-51


“TÚ ERES EL HIJO DE DIOS, EL REY DE ISRAEL”


En aquel tiempo, determinó Jesús salir para Galilea; encuentra a Felipe y le dice: "Sígueme." Felipe era de Betsaida, ciudad de Andrés y de Pedro. Felipe encuentra a Natanael y le dice: "Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret." Natanael le replicó: "¿De Nazaret puede salir algo bueno?" Felipe le contestó: "Ven y verás."

Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: "Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño." Natanael le contesta: "¿De qué me conoces?" Jesús le responde: "Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi." Natanael respondió: "Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel." Jesús le contestó: "¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores." Y le añadió: "Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre."

REFLEXIÓN:
La vida cristiana intenta superar las vivencias inmediatas para experimentar en profundidad la ‘esperanza’. Nuestras expectativas nos llevan a buscar algo ‘más allá’, que nos ayude a colocar en perspectiva los conflictos del ‘más acá’. Los primeros cristianos comprendieron la misión de Jesús por las esperanzas que en ellos habían sembrado la Ley y los Profetas. Tanto nosotros como ellos descubrimos a Jesús gracias a nuestras propias esperanzas. Son nuestras búsquedas, expectativas, utopías y anhelos, los que nos permiten trascender el estrecho marco de la vida cotidiana y nos hacen descubrir que es Dios mismo quien nos sale al encuentro en la persona de Jesús. Dios no anula nuestras búsquedas, pero sí las coloca “en la perspectiva” de un más allá que trasciende la inmediatez del presente y nos abre a un futuro de una humanidad reconciliada en el ‘cordero’. Hay personas, como Jesús, que renuncian a toda violencia y ponen su vida al servicio de una causa mayor: ‘la vida en abundancia’ (Juan 10, 10). Como Natanael podemos preguntarle a Jesús: ¿de qué me conoces? Y él seguramente nos responderá que nos ve cada día bajo la higuera de nuestras contrariedades, ansiedades y búsquedas. Igual que a Natanael, nos invita a “ver cosas todavía mayores”.

ORACIÓN.
Padre, Dios de amor; levántame en este nuevo día. Dale vida a mi vida, enséñame a amar como tu. Que mis obras en este día sean agradables a ti, quiero hoy responder a tu llamado siguiéndote plenamente con todo lo que soy, tengo y puedo, has que en este nuevo día que yo pueda ver tu rostro en mis hermanos, y ellos te puedan encontrar a través mío. Amén.

Viernes, 6 de enero de 2012

“TODOS SOMOS HIJOS PREDILECTOS DE DIOS”

PRIMERA LECTURA
1ª JUAN 5,5-13




“LA GLORIA DEL SEÑOR AMANECE SOBRE TÍ”



Queridos hermanos: ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Éste es el que vino con agua y con sangre: Jesucristo. No sólo con agua, sino con agua y con sangre; y el Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los testigos: el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres están de acuerdo.

Si aceptamos el testimonio humano, más fuerza tiene el testimonio de Dios. Éste es el testimonio de Dios, un testimonio acerca de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios tiene dentro el testimonio. Quien no cree a Dios le hace mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y éste es el testimonio: Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. Quien tiene al Hijo tiene la vida, quien no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Os he escrito estas cosas a los que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que os deis cuenta de que tenéis vida eterna.

REFLEXIÓN
La comunidad de Juan nos motiva a creer y crecer en la fe en Jesucristo, el enviado y testigo del Padre, la fe según Juan se traduce en vida. Esa es la gran afirmación de la primera lectura de hoy nuestra fe puesta no en algo “sino en alguien: Jesucristo el Señor es la que nos hace fuertes frente a las amenazas del mundo: el sufrimiento, las dificultades, las persecuciones, la enfermedad y el miedo…… El abandono confiado en el Señor y su proyecto de vida nos mantiene despiertos, con capacidad de lucha de superación hacia el futuro. La fe cristiana es confianza plena en el Dios que hace posible lo que parece imposible, que cumple sus promesas a veces por caminos desconocidos para nosotros.
Para la comunidad de Juan, el testimonio que Dios da acerca de Jesús su hijo es triple: el Espíritu, el agua y la sangre. El Espíritu desciende sobre Jesús en el Jordán el día de su bautismo, donde el Padre lo declara como su Hijo y lo capacita para su misión mesiánica. Y, al morir en la cruz, de su costado herido brota “sangre y agua”, como signos de salvación y santificación para su Iglesia lo cual atestigua el mismo Espíritu.
Por lo tanto, todo aquel que opta libremente por Jesucristo, aceptándolo en su corazón como Señor y salvador y siendo bautizado en su nombre, asume su redención y acepta convertirse en Templo vivo del Espíritu Santo.


SALMO RESPONSORIAL: 147
R: / Glorifica al Señor, Jerusalén.

Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R.

Ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz. R.

Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos. R.

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 1,7-11



“TÚ ERES MI HIJO AMADO MI PREDILECTO”



En aquel tiempo, proclamaba Juan: "Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo."

Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán. Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo: "Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto."

REFLEXIÓN:
Las palabras de Juan tuvieron que tener un impacto formidable en medio de la gente. Él mismo era tenido por profeta y santo entre la gente, y he aquí que habla de alguien "más grande," que además trae un bautismo "más grande."

Es más grande el bautismo que trae Jesús porque declara mejor quién es Dios y revela mejor su plan para el hombre. Mientras que Juan mostraba qué poca cosa nos volvemos lejos de Dios, Jesús mostrará con su predicación y sus obras todo lo que podemos ser cuando nos acercamos a Dios, ahora que Él mismo se ha acercado a nosotros, precisamente en Jesucristo.

ORACIÓN
Señor, yo creo que tu eres el Cristo, el Mesías enviado de Dios. Yo hoy te recibo en mi corazón y en mi vida como mi único Señor y salvador. Ayúdame a vencer toda tentación para que nada me distraiga y me turbe, nada me desvíe de tu camino. Enséñame a esperar en ti y confiar en tu amor. Que tu Espíritu Santo descienda hoy sobre mi y me haga sentir hoy un hijo (a) predilecto tuyo. Tráeme hoy tu paz y tu bendición. Amén.

Sábado 7 de enero de 2012

“LA ABUNDANCIA DEL AMOR DE DIOS”

PRIMERA LECTURA
1 JUAN 5,14-21

NOS ESCUCHA EN LO QUE PEDIMOS”




Queridos hermanos: En esto está la confianza que tenemos en él: en que si le pedimos algo según su voluntad, nos escucha. Y si sabemos que nos escucha en lo que le pedimos, sabemos que tenemos conseguido lo que le hayamos pedido.
Si alguno ve que su hermano comete un pecado que no es de muerte, pida y Dios le dará vida -a los que cometan pecados que no son de muerte, pues hay un pecado que es de muerte, por el cual no digo que pida-. Toda injusticia es pecado, pero hay pecado que no es de muerte.
Sabemos que todo el que ha nacido de Dios no peca, sino que el Engendrado de Dios lo guarda, y el Maligno no llega a tocarle. Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero yace en poder del Maligno. Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al Verdadero. Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Éste es el Dios verdadero y la vida eterna. Hijos míos, guardaos de los ídolos.



REFLEXIÓN
Terminando este tiempo de Navidad la primera lectura nos recuerda hoy que mientras vivamos en Cristo Jesús confiados en Él y en sintonía profunda con su persona y su proyecto de vida, nuestra oración cobra poder porque aprendemos a pedir según su voluntad, con la certeza de ser escuchados. Puede que en el seguimiento del Señor tengamos algunas caídas que pueden debilitar nuestra relación con Él, disminuyendo nuestra capacidad de percepción de su voluntad, pero Él mismo viene en nuestra ayuda, endereza nuestros pasos, y no nos deja abandonados a nuestra suerte, porque permanece siempre fiel a su amor misericordioso.

Alejarnos de Dios es entrar en el mundo de la muerte, lejos de la comunión de la vida con Él.



Cuando el ser humano se hace dios de si mismo y criterio de su propia conducta egoísta y autosuficiente, está negando a Jesucristo que es la vida misma y crea de esta manera las condiciones para su propio fracaso y derrota, pues se convierte en idolatra. Tal vez una de las grandes razones aparte de la búsqueda desmesurara del tener, placer y poder es la mentalidad relativista del mundo actual en que vivimos, que lo hace creer que nada es malo y que la fe en Dios es un estorbo para su realización personal. Por eso estamos llamados, en cuanto a discípulos(as) de Jesucristo, a mantenernos vigilantes y abiertos a sus bendiciones, y dispuestos a llevar su Buena Noticia a quienes viven alejados de Él.

SALMO RESPONSORIAL: 149
R: El Señor ama a su pueblo.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey. R.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas,
con vítores a Dios en la boca;
es un honor para todos sus fieles. R.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 2, 1-12


“EN CANÁ DE GALILEA JESÚS COMENZÓ SUS SIGNOS”




En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: "No les queda vino." Jesús le contestó: "Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora." Su madre dijo a los sirvientes: "Haced lo que él diga."
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dijo: "Llenad las tinajas de agua." Y las llenaron hasta arriba. Entonces les mandó: "Sacad ahora y llevádselo al mayordomo." Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo: "Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora."
Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en él. Después bajó a Cafarnaún con su madre y sus hermanos y sus discípulos, pero no se quedaron allí muchos días.



REFLEXIÓN:
En la Biblia se recurre al símbolo nupcial para representar la relación particular de Dios con su pueblo. Los amigos de una pareja que se ama sinceramente se congratulan por las decisiones que ellos toman y no hay lugar a la rivalidad. La rivalidad que se pudiera haber presentado entre los seguidores del Bautista y los seguidores de Jesús se resuelve apelando a este símbolo. El sentimiento que prevalece entre el novio y sus invitados es el de la amistad y el de la alegría. No hay rivalidad entre los seguidores de Jesús y los del Bautista. La figura de Jesús crece, pero no opaca a la del Bautista. Cada uno tiene lugar en la fiesta del reino. No hay lugar para rivalidades cuando de por medio está la salvación de un pueblo que sufre. Juan anuncia la salvación desde una orilla, la de la conversión y del arrepentimiento. Su llamado ético se dirige a los hijos dispersos de Israel. Jesús anuncia desde la otra orilla, parte de la exigencia ética de la conversión, pero concentra toda su energía en el anuncio de la salvación definitiva que acontece en su anuncio del evangelio.
¡Escuchemos la voz de Jesús allí donde él se manifiesta!

ORACIÓN
Gracias, Buen Señor, por este nuevo día y encuentro con tu bendita Palabra que me transforma. Hoy declaro, que soy tuyo(a), que te pertenezco. En ti coloco toda mi esperanza y confianza en este nuevo día. Llena mi vida con la presencia de tu Espíritu y calma mi sed. Llena las tinajas de mi vida con todo lo bueno que viene de ti. Quiero sumergirme en este día plenamente en la abundancia de tu amor. Te doy gracias y alabo tu nombre en todo tiempo y lugar. Amén.

Domingo, 8 de enero de 2012

EPÍFANÍA DEL SEÑOR

“LLAMADA UNIVERSAL A LA SALVACIÓN”

PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 60, 1-6

“LA GLORIA DEL SEÑOR AMANECE SOBRE TI”

¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti! Mira: las tinieblas cubren la tierra, la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá sobre ti; y caminarán los pueblos a tu luz; los reyes al resplandor de tu aurora. Levanta la vista en torno, mira: todos ésos se han reunido, vienen a ti: tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces lo verás, radiante de alegría; tu corazón se asombrará, se ensanchará, cuando vuelquen sobre ti los tesoros del mar y te traigan las riquezas de los pueblos. Te inundará una multitud de camellos, los dromedarios de Madián y de Efá. Vienen todos de Sabá, trayendo incienso y oro, y proclamando las alabanzas del Señor.

REFLEXIÓN
La época en que se escribe esta parte del libro del profeta Isaías (Tercer Isaías) corresponde a la restauración, es decir, al regreso a Jerusalén de los exiliados en Babilonia, regreso a la gran ciudad de Dios. Cuando este grupo de exiliados llegó a Israel encontró sus ciudades destruidas, sus campos abandonados o apropiados por otras familias, las murallas derruidas y el templo, el lugar donde Yahvé habitaba, incendiado. Esta dramática realidad los desanimó completamente, centrando sus esperanzas y sus motivaciones únicamente en la reconstrucción de sus viviendas y sus campos, dejando de lado la restauración del templo y, con ello, la confianza en la venida gloriosa de Yahvé, quien traería para Israel la salvación plena en la misma historia. Isaías anima la fe de su pueblo, los invita a poner nuevamente su fe y su corazón en la fuerza salvífica de Yahvé, quien traerá la paz y la justicia a su pueblo, por ello Jerusalén será una ciudad radiante, llena de luz, en donde la presencia de Dios como rey hará de ella una nación grande, ante cuya presencia se postrarán todos los pueblos de la tierra. El profeta manifiesta con esta gran revelación que Dios es quien dará inicio a una nueva época para Israel, una época donde reinará la luz de Dios y serán destruidas todas las fuerzas del mal, pues Dios se hace presente en Israel y ya más nadie podrá hacerle daño.

SALMO RESPONSORIAL: 71
R: Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra.

Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes:
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R. Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar, del Gran Río
al confín de la tierra. R.
Que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributos; que los reyes de Sabá y de Arabia le ofrezcan sus dones, que se postren ante él todos los reyes, y que todos los pueblos le sirvan. R. Porque él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres. R.

SEGUNDA LECTURA
EFESIOS 3, 2-6

“AHORA HA SIDO REVELADO QUE TAMBIÉN LOS GENTILES SON COHEREDEROS”

Hermanos: Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor vuestro. Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la Promesa en Jesucristo, por el Evangelio.

REFLEXIÓN
La visión profética descrita en la primera lectura, posee una comprensión muy reducida de la acción salvífica de Dios, ya que es asumida como una promesa que se cumplirá en beneficio única y exclusivamente del pueblo de Israel y no de toda la tierra. Pablo, a través de la carta a los Efesios, ampliará esa comprensión, afirmando que la salvación venida por Dios, a través de Jesús, es para “todos”, judíos y paganos. El plan de Dios, según Pablo, consiste en formar un solo pueblo, una sola comunidad creyente, un solo cuerpo, una sola Iglesia, un organismo vivo capaz de comunicar a toda la creación la vida y la salvación otorgada por Dios. La carta a los Efesios expresa que el misterio recibido por Pablo consiste en que la Buena Nueva de Cristo se hace efectiva también en los paganos, ellos son coherederos y miembros de ese mismo Cuerpo; esto significa que Dios se ha querido revelar a toda la humanidad, actúa en todos, salva a todos, reconcilia a todos sin excepción.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 2, 1-12

“VENIMOS DE ORIENTE PARA ADORAR AL REY”

Jesús nació en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes. Entonces, unos Magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: "¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo". Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos pontífices y a los letrados del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: "En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta: "Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judá; pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel"".
Entonces Herodes llamó en secreto a los Magos, para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: "Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño, y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo". Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Y habiendo recibido en sueños un oráculo para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.

REFLEXIÓN:
El evangelio que leemos hoy, en la Fiesta de la «Epi-fanía», confirma este carácter universal de la salvación de Dios. Mateo expresa, por medio de este relato simbólico, el origen divino de Jesús y su tarea salvífica como Mesías, como rey de Israel, heredero del trono de David; para ello el evangelista insiste en nombrar con exactitud el lugar donde nació Jesús y en confirmar, a través del Antiguo Testamento, que con su presencia en la historia se da cumplimiento a las palabras de los profetas. Por otro lado, el rechazo de este nacimiento por parte de las autoridades políticas (Herodes) y religiosas (sumos sacerdotes y escribas) del pueblo judío y el gozo infinito de los magos, venidos de Oriente, anuncian desde ya ese carácter universal de la misión de Jesús, la apertura del evangelio a los paganos y su vinculación a la comunidad cristiana. La Epifanía del Señor es la celebración precisa para confesar nuestra fe en un Dios que se manifiesta a toda la humanidad, que se hace presente en todas las culturas, que actúa en todos, y que invita a la comunidad creyente a abrir sus puertas a las necesidades y diversidad del mundo actual. Es decir, Cristo es la epifanía de la misericordia divina para nosotros y para todos los pueblos.
Es la epifanía, la manifestación de Dios en su Hijo Jesucristo, que ha venido a nuestra tierra y que ha revelado la gloria del Padre, vemos a los " los Magos de Oriente", que nos menciona el evangelio, venidos de Oriente contemplan a Jesucristo y le dan sus regalos. Es de destacar, que más que un encuentro cualquiera, sin importancia, estos personajes descubrieron en Cristo la satisfacción más profunda de su búsqueda y de su anhelo. Porque ellos eran gente que observaba los cielos, que exploraba el horizonte en la noche buscando una luz, buscando una gracia, buscando una verdad, una sabiduría, y la encontraron en Cristo. De modo que en Cristo vinieron a satisfacerse todas sus necesidades y anhelos.

Pidamos al Señor, que Cristo sea nuestra epifanía, que en Él encontremos la respuesta a nuestros interrogantes más profundos, a nuestras búsquedas, a nuestra búsqueda de alegría y de paz, y que nosotros mismos seamos epifanía de Dios para todos los que nos rodean.

ORACIÓN
Gracias, Padre, porque te sigues manifestando en mi vida, lleno de misericordia y amor, en tu hijo Jesucristo. Queremos verte a ti, en este día y nuevo año presente en nuestra historia, queremos acoger los signos permanentes de tu salvación; queremos ofrecerte hoy nuestra vida y nuestra actividad, para que tu evangelio sea conocido cada vez más y tu Reino se establezca en nuestro mundo. Amén.

Lunes, 9 de enero de 2012

BAUTISMO DEL SEÑOR

“EL BAUTISMO CONFIRMA A JESÚS COMO MESÍAS”

PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 42,1-4.6-7

“MIRA A MI SIERVO, A QUIEN PREFIERO”

Así dice el Señor: "Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará. Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará, hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas. Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he cogido de la mano, te he formado, y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones. Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan las tinieblas."
REFLEXIÓN
Es necesario y saludable insistir, como se hace en la Iglesia, en una verdad fundamental: Cristo es el Hijo de Dios. Mas esa afirmación central no anula otras que son posibles, que vienen de la Escritura y que hacen mucho bien a nuestro entendimiento y gran misterio de Jesucristo; hoy vamos a centrarnos en Cristo como "Siervo" de Dios.
Partamos de una base: proclamar el señorío de Dios es proclamar nuestra servidumbre hacia Dios. ¿Qué es, en efecto, un señor sin siervos? ¿Hay algo más ridículo que un señor que no tiene quién atienda a sus órdenes ni quién quiera agradarle con sus acciones? Si tomamos en serio que Dios es Señor hemos de tomar en serio que nosotros somos siervos suyos. Y tal es el mensaje de Cristo: mostrándose en obras y palabras como verdadero Siervo de Dios mostró con sus palabras y con sus obras que Dios es el Señor, es decir, mostró que Dios reina; nos dejó ver el Reino de Dios.
Isaías, en la primera lectura de hoy, nos presenta un perfil de un siervo de Dios. De todas las características que él menciona, detengámonos en una, o mejor en la combinación de dos de ellas: compasivo y fuerte. No rompe la caña resquebrajada y a la vez manifiesta firmemente el derecho. Entiende al cansado pero no se cansa; acoge al caído mientras conserva su propio lugar y su propia misión. ¡Admirable virtud, que bien vemos brillar en Jesucristo!

SALMO RESPONSORIAL: 28
R: El Señor bendice a su pueblo con la paz.

Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado. R.

La voz del Señor sobre las aguas,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica. R.

El Dios de la gloria ha tronado.
En su templo un grito unánime: "¡Gloria!"
El Señor se sienta por encima del aguacero,
el Señor se sienta como rey eterno. R.

SEGUNDA LECTURA
HECHOS DE LOS APÓSTOLES 10,34-38

“UNGIDOS POR DIOS CON LA FUERZA DEL ESPÍRITU SANTO”

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: "Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los israelitas, anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos. Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él."

REFLEXIÓN
En casa de Cornelio, un extranjero, Pedro tiene su propia experiencia de la resurrección de Jesús en su vida y al mismo tiempo de la presencia pentecostal del espíritu del resucitado que le da nueva vida. Como resultado de este encuentro con el Dios de la vida representado en Jesús de Nazareth, comienza a abrírsele los ojos para romper con radicalidad, con su cultura y mentalidad judías y entender y aceptar el proyecto universal del Mesías que se ha cumplido en Cristo Jesús.

Con gran convicción Pedro lleno del Espíritu da testimonio de Jesús y lo hace con palabras que muestran su contacto con él; habla de su propia experiencia de haber descubierto a Jesús como el ungido como el Espíritu que pasó por la vida haciendo el bien.

“Hemos comido y bebido con él después de su resurrección” es el gran anuncio testimonial que Pedro da. Qué certera descripción de Jesús. Quién nos diera a nosotros también pasar por esta vida viviendo al estilo de Jesús como vivió Pedro.

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 1, 7-11

“TÚ ERES MI HIJO AMADO, MI PREDILECTO”

En aquel tiempo, proclamaba Juan: "Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo." Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán. Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo: "Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto."

REFLEXIÓN:
Para Jesús sentirse “Hijo amado” implica llevar una luz de esperanza a las personas que viven en la angustia y la miseria. Las palabras que Jesús descubre como un llamado de su Padre se las comunica el profeta Isaías en ‘el cántico del siervo’ que parece como primera lectura. Jesús acude al llamado de Juan al igual que una gran parte de Israel; pero, a diferencia de ellos, para Jesús se hace evidente la urgencia de realización de la alianza que Dios ha dejado como testamento de su voluntad, pues como dice Isaías “yo te he llamado para ser alianza del pueblo y luz de las naciones”.
El bautismo de Juan es un llamado a todo el pueblo de Dios para que cambie su manera de pensar y se comprometa en un nuevo estilo de vida. La misión y el llamado de Juan Bautista se ubican en el desierto, símbolo de la peregrinación de Israel. Allí el pueblo de Dios tiene de manera permanente la posibilidad de reencontrarse con Dios y recuperar el ardor de la primera llamada que los condujo de la esclavitud a la tierra prometida.
Juan propone el símbolo del bautismo para representar un cambio en la manera de pensar. La palabra bautismo significa inmersión. El pueblo es sumergido por Juan en las aguas del Jordán para representar el cambio necesario antes de dar el primer paso en la tierra prometida. El pueblo que escucha el llamado de Juan quiere renovarse en las aguas del Jordán y confesar su falta de fidelidad a la alianza que Dios ha hecho con ellos. Ya no serán más un pueblo tranquilizado en su conciencia por los ritos religiosos, sino un grupo humano nuevo, dispuesto a hacer realidad la alianza de Dios.
El bautismo de Jesús va más allá de la inmersión en el agua y se convierte en una unción del Espíritu. Su tarea no va a consistir, como Juan, sólo en un llamado a la conversión, sino en un testimonio de la urgencia y posibilidad de instaurar el Reino de Dios por medio de la conversión al evangelio y la fe en su capacidad de redimir la existencia humana. Al igual que Jesús los cristianos nos descubrimos como hijos amados, predilectos, enviados por el Padre a anunciar el evangelio ante la inminencia del Reino de Dios que ya se acerca. Para cualquier cristiano, el bautismo lo compromete a realizar la misma misión que Jesús se propuso.

ORACIÓN

Tú, Señor, que me has formado, me has tomado de la mano para que pueda ver la grandeza de tu misericordia. Me has hecho tu hijo(a) y me has elegido para que lleve al mundo el mensaje de tu amor y justicia. Así como tú fuiste bautizado en el fuego del Espíritu Santo yo te pido hoy que me bautices a mí, a mi familia y a todos los que creemos en ti en ese mismo fuego transformador de tu Espíritu que nos da vida nueva. Amén.

Martes, 10 de enero de 2012

“CÁLLATE Y SAL DE ÉL”

PRIMERA LECTURA
1Samuel 1, 9-20

“EL SEÑOR SE ACORDÓ DE ANA, Y DIO LUZ A SAMUEL”

En aquellos días, después de la comida en Siló, mientras el sacerdote Elí estaba sentado en su silla junto a la puerta del templo del Señor, Ana se levantó y, desconsolada, rezó al Señor deshaciéndose en lágrimas e hizo este voto: "Señor de los ejércitos, si te dignas mirar la aflicción de tu esclava, si te acuerdas de mí y no me olvidas, si concedes a tu esclava un hijo varón, se lo ofreceré al Señor para toda la vida y la navaja no pasará por su cabeza". Mientras repetía su oración al Señor, Elí la observaba. Ana hablaba para sus adentros: movía los labios, sin que se oyera su voz. Elí, creyendo que estaba borracha, le dijo: "¿Hasta cuándo vas a seguir borracha? Devuelve el vino que has bebido". Ana respondió: "No es eso, señor; no he bebido vino ni licores; lo que pasa es que estoy afligida y me desahogo con el Señor. No me tengas por una mujer perdida, que hasta ahora he hablado movida por mi gran desazón y pesadumbre".

Entonces dijo Elí: "Vete en paz. Que el Señor de Israel te conceda lo que le has pedido". Y ella respondió: "Que tu sierva halle gracia ante ti".

La mujer se marchó, comió, y se transformó su semblante. A la mañana siguiente madrugaron, adoraron al señor y se volvieron. Llegados a su casa de Ramá, Elcaná se unió a su mujer, Ana, y el Señor se acordó de ella. Ana concibió, dio a luz un hijo y le puso de nombre Samuel, diciendo: "¡Al Señor se lo pedí!"

REFLEXIÓN
Es oportuno preguntarnos por qué leemos hoy el primer libro de Samuel. Como hemos dicho ya, el tiempo ordinario es una espaciosa contemplación del misterio de Cristo a lo largo de los evangelios. Ahora bien, como los evangelios son la culminación de cuanto fue anunciado en el Antiguo Testamento, es natural que la primera lectura de la mayor parte del tiempo ordinario venga del Antiguo Testamento para que veamos de modo más completo quién es este Jesús, que fue anunciado y esperado desde tiempos tan antiguos.
La primera lectura empieza en los orígenes de la dinastía del rey David, porque precisamente Jesús será el verdadero "David." Y para entender de dónde viene el rey David hay que ir a los orígenes de la monarquía misma, que arranca de los tiempos del profeta Samuel, hijo de Ana. Con Samuel se divide la historia entre jueces y monarcas. Samuel abre la historia de la monarquía en Israel, de una manera polémica y de una manera difícil, a veces casi en contra de su propia voluntad, abre la etapa de la monarquía y prepara la llegada de ese rey David.
Y veamos a Ana, no deja de ser conmovedor ver que en la esterilidad vencida de esta pobre mujer hay una señal del amor divino que finalmente conduce a la designación de David como rey de Israel y de Judá.
A lo largo de ese camino iremos descubriendo que hay ciertas "constantes," como, por ejemplo, la alegría de los humildes. Desde el cántico de Ana, madre de Samuel, hasta el cántico de María, madre de Jesús, hay una continuidad en la alegría de todos los que se han sentido abandonados y humillados por el mundo pero han descubierto en Dios su fortaleza y su victoria.

SALMO RESPONSORIAL: 1 SAMUEL 2,1.4-8
R. / Mi corazón se regocija por el Señor, mi salvador.

Mi corazón se regocija por el Señor, mi poder se exalta por Dios;
mi boca se ríe de mis enemigos, porque gozo con tu salvación. R.

Se rompen los arcos de los valientes, mientras los cobardes se ciñen de valor;
los hartos se contratan por el pan, mientras los hambrientos engordan;
la mujer estéril da a luz siete hijos, mientras la madre de muchos queda baldía. R.

El Señor da la muerte y la vida, hunde en el abismo y levanta;
da la pobreza y la riqueza, humilla y enaltece. R.

El levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre,
para hacer que se siente entre príncipes y que herede un trono de gloria. R.

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 1,21-28

"LES ENSEÑABA CON AUTORIDAD”

Llego Jesús a Cafarnaúm y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su enseñanza, porque no enseñaba como los letrados, sino con autoridad. Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios". Jesús lo increpó: "Cállate y sal de él". El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió.

Todos se preguntaron estupefactos: "¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen". Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.


REFLEXIÓN:
La gente sencilla diferencia con claridad la enseñanza de Jesús de la de otros maestros de la época. Tan novedoso es el mensaje de Jesús que desconcierta a sus interlocutores. En aquel tiempo, cada grupo religioso hacía su interpretación particular de la Escritura, invocando la doctrina de maestros prestigiosos. Pero la palabra de Jesús se impone por su propia autoridad. Pero ¿qué es lo que hace completamente diferente la enseñanza de Jesús de la de otros? Jesús habla un lenguaje emotivo y concreto, lleno de colorido e imágenes, tomado de las preocupaciones cotidianas de agricultores, pescadores, amas de casa, pastores. Los otros maestros citaban de memoria eruditas interpretaciones de maestros más antiguos, pero el pueblo sencillo no podía validar esas doctrinas en su propia experiencia de vida. Los escribas se acreditaban recurriendo a explicaciones tan eruditas como desactualizadas; Jesús, en cambio, echa mano de la sabiduría popular. De hecho en los evangelios encontramos una variada colección de dichos y parábolas de Jesús donde aparecen máximas, refranes y sentencias tomadas de la experiencia diaria del creyente común. Todavía hoy, a pesar de vivir muchos en una cultura urbana, somos capaces de captar al vuelo la novedad y frescura del mensaje de Jesús.

ORACIÓN.
Te alabo y te doy gracias Padre misericordioso por este nuevo día, y por tu bendita Palabra que me da vida. Dame hoy una palabra con autoridad, una palabra que sea capaz de sanar, de construir espacios de bendición, como en el evangelio de hoy; una palabra con autoridad, que libere, que construya puentes, una palabra como la tuya que edifique, una palabra que eres tú, que genere vida en abundancia. Amén.

Miércoles, 11 de enero de 2012

“JESÚS SE FUE A UN LUGAR SOLITARIO DONDE SE PUSO A ORAR”

PRIMERA LECTURA
1SAMUEL 3, 1-20

“HABLA SEÑOR, QUE TU SIERVO TE ESCUCHA”

En aquellos días, el pequeño Samuel servía en templo del Señor bajo la vigilancia de Elí. Por aquellos días las palabras del Señor eran raras y no eran frecuentes las visiones. Un día estaba Elí acostado en su habitación; se le iba apagando la vista y casi no podía ver. Aún ardía la lámpara de Dios, y Samuel estaba acostado en el templo del Señor, donde estaba el arca de Dios. El Señor llamó a Samuel y él respondió: "Aquí estoy. Fue corriendo a donde estaba Elí y le dijo: "Aquí estoy; vengo porque me has llamado". Respondió Elí: "No te he llamado; vuelve a acostarte. Samuel volvió a acostarse. Volvió a llamar el Señor a Samuel. El se levantó y fue a donde estaba Elí y le dijo: "Aquí estoy, vengo porque me has llamado". Respondió Elí: "No te he llamado, hijo mío; vuelve a acostarte".

Aún no conocía Samuel al Señor, pues no le había sido revelada la palabra del Señor.

Por tercera vez llamó el Señor a Samuel, y él se fue a donde estaba Elí y le dijo: "Aquí estoy; vengo porque me has llamado".

Elí comprendió que era el Señor quien llamaba al muchacho y dijo a Samuel: "Anda, acuéstate; y si te llama alguien, responde: Habla Señor, que tu siervo te escucha". Samuel fue y se acostó en su sitio.

El Señor se presentó y le llamó como antes: "¡Samuel, Samuel!" El respondió: "Habla, Señor, que tu sirvo te escucha".

Samuel crecía, Dios estaba con él, y ninguna de sus palabras dejó de cumplirse; y todo Israel, desde Dan hasta Berseba, supo que Samuel era profeta acreditado ante el Señor.

REFLEXIÓN
Samuel niño recibe el llamado de Dios en la oscuridad de la noche. Se ha dicho que en la noche se apagan las luces y se encienden las voces, y es verdad que desde un punto de vista físico oímos más en la quietud de la noche. La primera enseñanza de hoy es que a menudo estaremos más dispuestos para oír las inspiraciones del cielo si logramos sustraernos un poco de los intereses, ruidos y ocupaciones de esta tierra.

El texto nos dice que “la palabra de Dios era escasa.” Notemos que escaso no significa débil. La palabra de Dios no es débil porque sabe abrirse paso en medio de las infidelidades de los hombres y llegar hasta Samuel. Esto es importante: Dios se abrirá paso; Dios hallará un camino.

En segundo lugar, vemos que no es débil la Palabra porque todo lo que Samuel habrá de pronunciar, aun siendo un criado en casa de Elí, es sumamente fuerte: la devastación de la propia casa de Elí, entre otras cosas. De aquí aprendemos que la fuerza de Dios no disminuye porque crezca su discreción, más se hace fuerte y avanza hasta cumplir su misión.

SALMO RESPONSORIAL: 39
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Yo esperaba con ansia al Señor: él se inclinó y escuchó mi grito.
Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor,
y no acude a los idólatras que se extravían con engaños. R.

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y en cambio me abriste el oído;
no pides sacrificio expiatorio, entonces yo digo: "Aquí estoy". R.

Como está escrito en mi libro: "Para hacer tu voluntad".
Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas. R.

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 1, 29-39

“CURÓ A MUCHOS ENFERMOS DE DIVERSOS MALES”

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles.

Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y poseídos. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.

Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: "Todo el mundo te busca". El les respondió: "Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he venido". Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios.
REFLEXIÓN
Jesús distingue perfectamente lo urgente de lo prioritario. Lo urgente, atender a todos los que buscan alivio en sus palabras de liberación, sanación y sabiduría; lo prioritario, anunciar el reino de Dios a todo el pueblo sediento de esperanza. Esa claridad de discernimiento nace de su oración constante, que no le quita tiempo a su ministerio sino que lo alimenta y fortalece. Atrás deja un grupo humano que, como la suegra de Pedro, lo recibe y apoya; adelante, aparece el gran desafío de la misión. Todos los que seguimos a Jesús nos sentimos cautivados por sus palabras y por su estilo de vida; sus prioridades vitales son un referente al cual acudir en nuestro diario discernimiento. La sociedad en la que vivimos nos abruma con infinidad de ofertas para distraernos, que nos proveen de información inútil y nos crean necesidades superfluas; las palabras y el testimonio de vida de Jesús nos dan la claridad necesaria para distinguir lo prioritario de lo urgente.

Debemos atender las urgencias de cada día, relacionadas con el trabajo, la familia, nuestro entorno y otras preocupaciones reales; pero no podemos perder de vista lo prioritario: seguir a Jesús y anunciar su mensaje.

ORACIÓN
Habla, Señor, que hoy quiero escucharte, soy tu siervo(a) aquí estoy como María de Nazareth, para cumplir tu voluntad, para hacer lo que deba, para construir en este día contigo un camino nuevo que lleve al encuentro del amor, la justicia y la paz, a la felicidad, a una tierra nueva que mane leche y miel. Ayúdame como discípulo(a) a apartarme como tu a solas para orar y en la oración encontrar la fuerza y la luz para enfrentar los retos que la vida hoy me exige. Amén.

Jueves, 12 de enero de 2012

“HOY QUIERO SER SANO (A)”

PRIMERA LECTURA
1SAMUEL 4, 1-11

“DERROTARON A LOS ISRAELITAS Y EL ARCA DE DIOS FUE CAPTURADA”

Por entonces se reunieron los filisteos para atacar a Israel. Los israelitas salieron a enfrentarse con ellos y acamparon junto a Piedrayuda, mientras que los filisteos acampaban en El Cerco. Los filisteos formaron en orden de batalla frente a Israel. Entablada la lucha, Israel fue derrotado por los filisteos; de sus filas murieron en el campo unos cuatro mil hombres. La tropa volvió al campamento, y los ancianos de Israel deliberaron: "¿Por qué el Señor nos ha hecho sufrir hoy una derrota a manos de los filisteos? Vamos a Siló, a traer el arca de la alianza del Señor, para que esté entre nosotros y nos salve del poder enemigo". Mandaron gente a Siló, a por el arca de la alianza del Señor de los ejércitos entronizado sobre querubines. Los dos hijos de Elí, Jofni y Finés, fueron con el arca de la alianza de Dios. Cuando el arca de la alianza del Señor llegó al campamento, todo Israel lanzó a pleno pulmón el alarido de guerra, y la tierra retembló. Al oír los filisteos el estruendo del alarido, se preguntaron: "¿Qué significa ese alarido que retumba en el campamento hebreo?" Entonces se enteraron de que el arca del Señor había llegado al campamento, y, muertos de miedo, decían: "¡Ha llegado su dios al campamento! ¡Ay de nosotros! Es la primera vez que nos pasa esto. ¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de la mano de esos dioses poderosos, los dioses que hirieron a Egipto con toda clase de calamidades y epidemias? ¡Valor, filisteos! Sed hombres, y no seréis esclavos de los hebreos como lo han sido ellos de nosotros. ¡Sed hombres, y al ataque!" Los filisteos se lanzaron a la lucha y derrotaron a los israelitas, que huyeron a la desbandada. Fue una derrota tremenda: cayeron treinta mil de la infantería israelita. El arca de Dios fue capturada, y los dos hijos de Elí, Jofni y Finés, murieron.
REFLEXIÓN

Este episodio del arca de la alianza en medio de los ejércitos israelitas, es uno de los primeros ejemplos, tal vez el primero de todos, de cómo Dios no soporta ser tratado supersticiosamente. Recordemos un texto que nos menciona el templo de los judíos en tiempos de Jeremías. "No andéis diciendo", predica Jeremías, "es el templo del Señor, es el templo del Señor" Jeremías 7,4. Le parecía imposible a mucha gente, que Jerusalén fuera tomada por Nabucodonosor, porque ahí estaba el templo del Señor. También les parecía imposible a estos israelitas, que los fueran a vencer los filisteos, si tenían en medio el arca de la alianza.

Pero la segunda derrota que tuvieron, según la narración de hoy, fue peor, mucho peor que la primera, no sólo por haber perdido el arca, sino porque junto con el arca, se perdieron muchas más vidas, treinta mil, primero habían sido cuatro mil; junto con el arca y con esas vidas, se perdieron dos sacerdotes, los principales sacerdotes de Siló: Hofní y Finees.
No toda confianza es una buena confianza y no toda certidumbre es de fiar. El pueblo de Dios se hizo falsas expectativas sobre el arca de la alianza. Pensaron probablemente que el arca tenía energías mágicas que les protegerían, no importa cuáles fueran las condiciones reales de ellos frente a Dios. Sin embargo, este uso erróneo del arca no fue apoyado por Dios.
La Biblia no es un libro acerca de cómo conseguir superpoderes. Y, a pesar de que invocamos constantemente a Dios como el Todopoderoso, debemos tener en cuenta que el Dios Fuerte no tiene simplemente un inmenso juguete en sus manos para realizar cualquier deseo. El poder de Dios, nos dice Santo Tomás, es uno con su sabiduría y su misericordia.
Dios no soporta, Dios no admite ser tratado como un talismán, como un seguro de vida. Eso es volver a Dios una cosa, y Dios no es una cosa, ni una fuerza, ni una energía, ni un seguro como los seguros de vida. Cuando empezamos a tratar a Dios como un seguro, como un talismán, entonces estamos en el terreno de la magia y no en el terreno de la fe; estamos en el terreno de la superstición y no en el terreno de la alianza; estamos pretendiendo que Dios esté en nuestras manos, y no estamos poniéndonos en las manos de Dios.
La aplicación y la enseñanza que hay que destacar, es que esta primera lectura nos invita a revisar nuestro corazón, ¿cómo esta?, ¿cómo esta nuestra relación con Dios?, ¿está enteramente en Dios? Recordemos que una relación viva y sincera con Dios, le abre la puerta a su obra.


SALMO RESPONSORIAL: 43
R. / Redímenos, Señor, por tu misericordia.

Ahora nos rechazas y nos avergüenzas,
y ya no sales, Señor, con nuestras tropas:
nos haces retroceder ante el enemigo,
y nuestro adversario nos saquea. R.

Nos haces el escarnio de nuestros vecinos,
irrisión y burla de los que nos rodean.
Nos has hecho el refrán de los gentiles,
nos hacen muecas las naciones. R.

Despierta, Señor, ¿por qué duermes?;
levántate, no nos rechaces más.
¿Por qué nos escondes tu rostro
y olvidas nuestra desgracia y opresión? R.

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 1,40-45

“LA LEPRA SE LE QUITÓ Y QUEDÓ LIMPIO”

En aquel tiempo se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: "Si quieres, puedes limpiarme". Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó diciendo: "Quiero: queda limpio". La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio. El lo despidió, encargándoles severamente: "No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés. Pero cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.
REFLEXIÓN
El evangelio de Marcos nos sorprende con los sentimientos de Jesús. Frente al leproso se “conmueve hasta las entrañas”; Jesús, como buen maestro, comprende el significado de la proximidad de un leproso y, más aún, asume el riesgo al entrar en contacto con él. Quiere que esa persona encuentre su lugar en la compleja y excluyente sociedad de esa época, pero al mismo tiempo busca la mayor discreción en ese gesto que transgrede las leyes civiles y religiosas. Pero, la alegría de la salvación de este hombre desborda toda previsión y Jesús debe permanecer en la periferia el resto de su jornada misionera. Los sentimientos de una y otra parte afloran en este texto y golpean al lector que ve cómo el anuncio del evangelio se vive en medio de intensas y sobrecogedoras emociones. Dios se acerca a la humanidad en los gestos sanadores de Jesús y los beneficiarios de su acción no tienen miramientos a la hora de pregonar su bondad.

Como creyentes podemos sentir lo mismo cada día: Dios nos abruma con su generosidad y nosotros no podemos cerrar nuestra boca ante una sociedad que censura cada vez más los sentimientos del pueblo creyente.

ORACIÓN.
Enséñanos, Señor Jesús, a encontrar el verdadero sentido de nuestra vida, a no quedarnos en lo accesorio sino apuntar a lo fundamental, a los que nos salva y nos libera, permítenos hoy en tu nombre, zafarnos de las cadenas que nos atan, las que nos ha impuesto esta sociedad esclavista, la cadena que nos hemos acostumbrado a llevar por largos años. Hoy quiero ser sano(a) y libre. Amén.

Viernes, 13 de enero de 2012

“EL MILAGRO MÁS GRANDE”

PRIMERA LECTURA
1 SAMUEL 8, 4-22a


“GRITARÉIS CONTRA EL REY, PERO DIOS NO OS RESPONDERÁ”


En aquellos días, los ancianos de Israel se reunieron y fueron a entrevistarse con Samuel en Ramá. Le dijeron: "Mira, tú eres ya viejo, y tus hijos no se comportan como tú. Nómbranos un rey que nos gobierne, como se hace en todas las naciones. A Samuel le disgustó que le pidieran ser gobernados por un rey, y se puso a orar al Señor. El Señor le respondió: "Haz caso al pueblo en todo lo que te pidan. No te rechazan a ti, sino a mí; no me quieren por rey".


Samuel comunicó la palabra del Señor a la gente que le pedía un rey: "Estos son los derechos del rey que os regirá: A vuestros hijos los llevará para enrolarlos en sus destacamentos de carros y caballería, y para que vayan delante de su carroza; los empleará como jefes y oficiales en su ejército, como aradores de sus campos y segadores de su cosecha, como fabricantes de armamento y de pertrechos para sus carros. A vuestras hijas se las llevará como perfumistas, cocineras y reposteras. Vuestros campos, viñas y los mejores olivares, os los quitará para dárselos a sus ministros. De vuestro grano y vuestras viñas, os exigirá diezmos, para dárselos a sus funcionarios y ministros. A vuestros criados y criadas, y a vuestros mejores burros y bueyes, se los llevará para usarlos en su hacienda. De vuestros rebaños os exigirá diezmos. ¡Y vosotros mismos seréis sus esclavos! Entonces gritaréis contra el rey que os elegisteis, pero Dios no os responderá".


El pueblo no quiso hacer caso a Samuel, e insistió: "No importa. ¡Queremos un rey! Así seremos nosotros como los demás pueblos. Que nuestro rey nos gobierne y salga al frente de nosotros a luchar en nuestra guerra". Samuel oyó lo que pedía el pueblo y se lo comunicó al Señor. El Señor le respondió: "Hazles caso y nómbrales un rey".

REFLEXIÓN

Hemos oído en los días pasados sobre los inicios de la misión profética de Samuel, cuando era un niño. Hoy le vemos casi al final de su carrera, como se sabe por lo que le dicen los ancianos de Israel: “tú ya eres viejo.”. Y ellos, también gente mayor, parecen preocupados con el destino de su nación.

Por cierto, quizá recordamos que el niño Samuel recibió una misión difícil: tenía que denunciar los pecados de los hijos del sacerdote Elí, que hospedaba al mismo Samuel. Hoy, en cambio, los ancianos de Israel denuncian un cuadro parecido: “tus hijos no se comportan como tú.” Este hecho contiene una enseñanza para nosotros: a veces creemos que las nuevas personas no cometerán los viejos errores o pecados, pero, hablando en general, esto no es cierto. Para vencer al mal necesitamos algo más que cambios de personal.

Los ancianos proponen un nuevo modo de gobierno. Los hechos subsiguientes mostrarían que este era un paso más en la vieja dirección: primero queremos cambiar las personas; luego, las instituciones: “¡ya no más jueces; ahora queremos reyes!”


Desde luego, no es que sea malo que haya relevos o reingeniería. Lo malo es esperar demasiado de esos cambios. Y Samuel se da cuenta de ello, pero el pueblo es terco. Samuel ve las caras ilusionadas de estos compatriotas suyos y ve que están esperando demasiado de ese cambio de gobierno. La historia que seguiremos oyendo, de los reyes de Israel y de Judá, mostrará que, otra vez, Samuel estaba en lo correcto. El problema no tendrá solución sino cuando llegue el rey de reyes.

SALMO RESPONSORIAL: 88
R. / Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.

Dichoso el pueblo que sabe aclamarte:
caminará, ¡oh Señor!, a la luz de tu rostro;
tu nombre es su gozo cada día,
tu justicia es su orgullo. R.

Porque tú eres su honor y su fuerza,
y con tu favor realzas nuestro poder.
Porque el Señor es nuestro escudo,
y el Santo de Israel, nuestro rey. R.

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 2, 1-12


“EL HIJO DEL HOMBRE TIENE POTESTAD EN LA TIERRA PARA PERDONAR PECADOS”


Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaúm, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos, que no quedaba sitio ni a la puerta. El les proponía la palabra. Llegaron cuatro llevando un paralítico, y como no podían meterlo por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico.


Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: "Hijo, tus pecados quedan perdonados". Unos letrados que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: "¿Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados fuera de Dios?"

Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: "¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico: "Tus pecados quedan perdonados", o decirle: "Levántate, coge la camilla y echa a andar?" Pues para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados..., entonces le dijo al paralítico: "Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa". Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos.

Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios diciendo: "Nunca hemos visto una cosa igual".

REFLEXIÓN
Su enseñanza, sus curaciones, sus liberaciones y, sobre todo, su inmediata cercanía a los más excluidos del pueblo colocan a Jesús en el ojo del huracán. Al volver a Cafarnaún se encuentra con la expectativa del pueblo sencillo, que ya lo reconoce como un gran maestro; pero también se topa con la oposición de sus adversarios, que lo acusan de blasfemia – el pecado religioso más grave. El conflicto no se hace esperar. Los intérpretes autorizados de la Escritura consideran inapropiada la libertad con la que Jesús actúa. Consideran que son sólo ellos los únicos administradores de las enseñanzas religiosas. Jesús les muestra su error, al mostrarles cómo la tremenda fe del paralítico es suficiente para recibir el beneficio del perdón y la sanación. Así se enfrentan la costumbre humana y la novedad de Dios. Y de este enfrentamiento sale beneficiada una persona que de ahí en adelante puede decidir a dónde ir y qué hacer con su vida.


Cada día enfrentamos una cultura que pretende decirnos quiénes somos, qué debemos hacer y sobre todo, qué es lo importante, basada únicamente en criterios de consumo, apariencia y poder. Jesús nos enseña a ser libres, así desfondemos el techo con nuestras decisiones.
ORACIÓN
Te bendigo, te doy gracias y adoro Padre Bueno. Hoy clamo a ti, Señor Jesús, sáname de las parálisis que tengo, libera mi corazón y mi mente de todo lo que lo oprime; pero, Señor, sobre todo en este día dame la certeza de creer más en ti y nombrarte viviéndote en mi vida como al rey de mi corazón y de vivir conforme a tu proyecto de vida. Amén.