“NUESTRA META ES CRISTO”
PRIMERA LECTURA
Efesios 1, 15-23
“Dió a Cristo como cabeza, sobre todo, a la Iglesia,
que es su cuerpo”
Hermanos: Yo, que he oído
hablar de vuestra fe en el Señor Jesús y de vuestro amor a todos los santos, no
ceso de dar gracias por vosotros, recordándoos en mi oración, a fin de que el
Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de
sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón,
para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de
gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su
poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa,
que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su
derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y
dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino
en el futuro. Y todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia, como cabeza,
sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo en todos. Palabra
del Señor.
REFLEXIÓN
Hace décadas se libra una
batalla mediática continua contra la religión, una batalla que se expresa en la
repetición de esta idea: la fe produce violencia. El argumento es que quien
tiene fe está demasiado seguro de poseer verdades inconmovibles y por lo tanto
está seguro de que puede combatir a quienes no compartan lo que él piensa que
es la verdad. Y de ahí viene el oscurantismo y la violencia. La solución, según
ellos, es que la religión se recluya en autoexilio y se circunscriba al ámbito
estrictamente privado.
Lo que no explican quienes
afirman eso es por qué su descubrimiento, su verdad, sí puede imponerse al
mundo entero, de modo que quien no la acepte debe soportar la presión de los
grupos y colectivos que tienen la agenda que se repite en todas partes: aborto,
eutanasia, erosión de la familia, aplauso al homosexualismo, al libertinaje.
Las muertes que todo esto cause, las vidas que destroce, se supone que no son
"violencia." El mundo, como se ve, está lleno de sutiles engaños,
trampas sutiles, medias verdades, intereses ocultos. Por todo eso necesitamos
más luz, como pide san Pablo, para que nunca se pierda de nuestros ojos en
dónde está el peligro y en dónde la salvación, porque, según escuchábamos hoy,
"todo lo puso Dios bajo los pies de Cristo, constituyéndolo cabeza suprema
de la Iglesia, que es su cuerpo, y plenitud del que lo consuma todo en
todos."
Salmo responsorial: 8
R. / Diste a tu Hijo el mando
sobre las obras de tus manos.
Señor, dueño nuestro,
¡qué admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Ensalzaste tu majestad sobre
los cielos.
De la boca de los niños de
pecho
has sacado una alabanza. R.
Cuando contemplo el cielo,
obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que
has creado,
¿qué es el hombre, para que te
acuerdes de él,
el ser humano, para darle
poder? R.
Lo hiciste poco inferior a los
ángeles,
lo coronaste de gloria y
dignidad,
le diste el mando sobre las
obras de tus manos. R.
OREMOS CON EL SALMO
La contemplación de las maravillas de la naturaleza, desde las más
grandes hasta las más pequeñas, nos invita a reconocer la grandeza y majestad
del Creador y agradecer su predilección por el ser humano, a quien puso al
frente de la creación. Cada día se hace más grande nuestro asombro frente al
cosmos y la sensación de pequeñez del ser humano. Por eso se acrecienta la
gratitud a Dios que vino a ser parte de nuestra historia y pequeñez.
LECTURA DEL EVANGELIO
Lucas 12, 8-12
“El Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo
que tenéis que decir”
En aquel tiempo dijo Jesús a
sus discípulos: "Si uno se pone de mi parte ante los hombres, también el
Hijo del hombre se pondrá de su parte ante los ángeles de Dios. Y si uno me
reniega ante los hombres, lo renegarán a él ante los ángeles de Dios. Al que
hable contra el Hijo del hombre se le podrá perdonar, pero al que blasfeme
contra el Espíritu Santo no se le perdonará. Cuando os conduzcan a la sinagoga,
ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de lo que vais a
decir, o de cómo os vais a defender. Porque el Espíritu Santo os enseñará en
aquel momento lo que tenéis que decir". Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El evangelio nos coloca en
sintonía con el espíritu de libertad y de adhesión propia de los seguidores de
Jesús. Aun en las tensiones y dificultades los discípulos deben dar testimonio
de fidelidad, no pueden seguir el fariseísmo legalista, que hacía ver lo malo
por bueno y lo bueno por malo, dañando así el camino de encuentro con Dios.
Ellos deben hacer lo mismo que hizo Jesús desenmascarar esa realidad, por eso,
no deben tener miedo, ya que tienen la libertad interior que Dios les ha
regalado. Para el evangelio de Lucas las obras de Jesús, son obras realizadas
por el Espíritu Santo, por eso, blasfemar contra el Espíritu Santo, es blasfemar
contra Dios mismo. Lucas nos invita a recordar que no estamos solos, que así
como hace tantos años, el Espíritu Santo sigue hablando por nosotros, que se
sigue actualizando en la comunidad y que sigue impulsándonos para dar
testimonio de Cristo vive y presente en medio nuestro. ¿Cómo vivimos la
presencia del Espíritu Santo en nuestra vida? ¿Sus dones como estimulan nuestro
testimonio de vida?
ORACIÓN
Anhelamos conocerte Espíritu
Santo, pues aunque no alcanzamos a percibir plenamente lo que es la grandeza de
tu persona, sabemos que nos haces caer en cuenta que hemos fallado,
que tu presencia hemos descuidado y que necesitamos que vengas y limpies todo
lo que hay en nosotros. Por favor desciende sobre nosotros, úngenos, sacia
nuestra sed, purifícanos y capacítanos, para poder ser mejores personas y vivir
la verdadera religión del amor y la entrega al estilo de nuestro Amado Jesús.
Amén
“Hay situaciones de gran desigualdad y en
éstas en las que las fuerzas, preparación e inteligencia se quedan cortas es
donde más debemos confiar porque Jesús lucha a nuestro lado”
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