martes, 1 de octubre de 2024

Miércoles 23 de Octubre de 2024

 

  

“EL SEÑOR YA ESTA AQUÍ”

 

PRIMERA LECTURA

Efesios 3, 2-12

                          

El misterio de Cristo ha sido revelado ahora: que también los gentiles son coherederos de la promesa

 

Hermanos: Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor vuestro. Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio, del que os he escrito arriba brevemente. Leedlo y veréis cómo comprendo yo el misterio de Cristo, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la promesa de Jesucristo, por el Evangelio, del cual yo soy ministro por la gracia que Dios me dio con su fuerza y su poder. A mí, el más insignificante de todos los santos, se me ha dado esta gracia: anunciar a los gentiles la riqueza insondable que es Cristo, aclarar a todos la realización del misterio, escondido desde el principio de los siglos en Dios, creador de todo. Así, mediante la Iglesia, los Principados y Potestades en los cielos conocen ahora la multiforme sabiduría de Dios, según el designio eterno, realizado en Cristo Jesús, Señor nuestro, por quien tenemos libre y confiado acceso a Dios, por la fe en él. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

San Pablo siente un gozo singular al descubrir y descubrirnos la grandeza y hermosura de su propia misión, que describe con estas palabras: "anunciar a los gentiles la riqueza insondable que es Cristo, aclarar a todos la realización del misterio, escondido desde el principio de los siglos en Dios." Los dos verbos de destacar son "anunciar" y "aclarar." .

Pablo dio siempre una gran importancia a este misterio de la "extensión" del amor divino a los pueblos paganos. Es un "misterio" porque los datos que venían del Antiguo Testamento hablaban de unas promesas para el pueblo de Abraham pero dejaban en penumbra el destino de los demás pueblos. El problema, enunciado de modo sintético, es: ¿cómo pueden salvarse los que dan culto a los ídolos y han mostrado ser enemigos del pueblo de Dios? La respuesta, en la que se cifra todo el misterio del que habla este apóstol, es: pueden salvarse si el anuncio del amor misericordioso llega hasta ellos y ellos acceden a creer.

 

El mensaje de la gracia acontece en una comunidad real y sólo a través de ella se hace presente en medio de los incrédulos, los paganos, los herejes y los enemigos de la fe. Por lo mismo, el misionero no es un solitario ni un aventurero sino un enviado de la comunidad, un testigo que porta el fuego que ha conocido en la celebración común de la fe.

 

SALMO RESPONSORIAL: Interleccional: Isaías 12, 2-6

R. / Sacaréis aguas con gozo de las fuentes del Salvador.

 

Él es mi Dios y Salvador:

confiaré y no temeré,

porque mi fuerza y mi poder es el Señor,

él fue mi salvación.

Y sacaréis aguas con gozo

de las fuentes de la salvación. R.

 

Dad gracias al Señor,

invocad su nombre,

contad a los pueblos sus hazañas,

proclamad que su nombre es excelso. R.

 

Tañed para el Señor, que hizo proezas,

anunciadlas a toda la tierra;

gritad jubilosos, habitantes de Sión:

"Qué grande es en medio de ti

el santo de Israel." R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este texto es llamado “El cantico de Isaías”. El nombre de Isaías («Dios-salva») simboliza y localiza la fuente salvadora de Israel. Salvación que, si en el pasado fue liberación de Egipto, en el presente es confianza sin temor. En uno y otro caso es lícito celebrar a Dios como fortaleza, poder y salvación. La iniquidad de Israel consistió en haber abandonado a Dios, fuente inagotable de agua viva, salvadora, y haber excavado cisternas agrietadas que no pueden retener el agua. A pesar de todo, el mensaje de Isaías se abre hacia el futuro al invitar a los sedientos a beber gratuitamente. Quien sienta sed está predispuesto a adherirse a Jesús, la roca de la que mana el agua, nuevo Templo y fuente abierta en Jerusalén

 

LECTURA DEL EVANGELIO

Lucas 12, 39-48

 

Al que mucho se le dió, mucho se le exigirá

 

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Comprended que, si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre". Pedro preguntó: "Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?" El Señor le respondió: "¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo al llegar encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: "Mi amo tarda al llegar", y empieza a pegarle a los mozos y a las muchachas, a comer y deber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere, y no está dispuesto a ponerlo por obra, recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá".  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Hemos recibido el encargo de ser administradores de los dones que Dios ha repartido desde la creación. En la comunidad cristiana el asunto no se resuelve por quien tiene más o menor riqueza económica. El dilema está en saber administrar los dones-carismas que Dios ha regalado a cada uno de los creyentes para el fortalecimiento y enriquecimiento de la vida comunitaria. La parábola es excepcional. Hoy nos sigue interpelando esta enseñanza de Jesús y nos recuerda que la exigencia de la vida, está siempre al nivel de los dones recibidos. Por ello, hemos de poner a producir lo que Dios nos ha dado, si no lo hacemos, estaremos mal, porque que a quien mucho se le dio, mucho se le exige. Los cristianos hemos recibido de Dios una medida desbordante y sin límites. Dios mismo se nos donó en la persona de su Hijo y no tuvo reparo de participar de nuestra humanidad. Entonces nos ha de surgir una gran pregunta ¿Estamos respondiendo con generosidad al derroche de gracia que Dios nos ha concedido? ¿Estamos administrando con pulcritud y excelencia, por el bien de los hermanos, los dones que de Dios hemos recibido? ¡Cuidado! ¡Se nos dio mucho… se nos exigirá mucho!

 

ORACIÓN

Señor Jesús, sentimos que este es el momento y el tiempo para volver a Tí. Que no dejemos lo importante para un mañana que no sabemos si va a llegar; que no perdamos la oportunidad para poner al servicio de otros todos nuestros dones y cualidades, queremos  comprometernos libremente con tu causa y trabajar como miembros activos de tu comunidad por tu Reino. Que podamos hacer de nuestra vida una dulce morada de tu presencia.  Amén.

 

 

 “Jesús nunca se ha ido, su Espíritu nos acompaña siempre, debemos abrir la mente y el corazón para escucharlo y reconocerlo”

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mensaje o Intercesión por: