San Lucas evangelista
“DINÁMICA DE LA
EVANGELIZACIÓN”
PRIMERA LECTURA
2Timoteo 4,9-17a
“Sólo Lucas está conmigo”
Querido hermano: Dimas me ha
dejado, enamorado de este mundo presente, y se ha marchado a Tesalónica;
Crescente se ha ido a Galacia; Tito, a Dalmacia; sólo Lucas está conmigo. Coge
a Marcos y tráetelo contigo, pues me ayuda bien en la tarea. A Tíquico lo he
mandado a Éfeso. El abrigo que me dejé en Troas, en casa de Carpo, tráetelo al
venir, y los libros también, sobre todo los de pergamino. Alejandro, el
metalúrgico, se ha portado muy mal conmigo; el Señor le pagará lo que ha hecho.
Ten cuidado con él también tú, porque se opuso violentamente a mis palabras. La
primera vez que me defendí, todos me abandonaron, y nadie me asistió.. Que Dios
los perdone. Pero el Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el
mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Según sabemos, y nos lo ha
recordado Pablo en la primera lectura de hoy, el mismo Lucas era pagano de
origen y la comunidad a la que dirige su escrito debió de tener una gran
mayoría de paganos. Ahora bien, es sabido que los judíos trataban con inmenso
desprecio a los paganos, a quienes consideraban impuros y pervertidos. Pablo,
que dedicó lo mejor de sus energías de apóstol a predicar entre los paganos, lo
recuerda discretamente en su Carta a los Efesios: "Recordad, pues, que en
otro tiempo vosotros los gentiles en la carne, llamados incircuncisión por la
tal llamada circuncisión, hecha por manos en la carne, recordad que en ese
tiempo estabais separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel,
extraños a los pactos de la promesa, sin tener esperanza, y sin Dios en el
mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos,
habéis sido acercados por la sangre de Cristo" (Ef 2,11-13).
En este sentido es entendible
que Lucas, que se dirige a estos perpetuos excluidos, subraye con mayor vigor
aquellos aspectos de Cristo que muestran más eso mismo que escribió Pablo:
"ahora en Cristo Jesús, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos,
habéis sido acercados por la sangre de Cristo". Y es una bendición que
Lucas haya acompañado a Pablo y haya tenido en sí mismo la experiencia de ser
acogido con entrañas de misericordia en el plan de salvación decretado por
Dios.
Salmo responsorial: 144
R. / Que tus fieles, Señor,
proclamen la gloria de tu reinado.
Que todas tus criaturas te den
gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu
reinado,
que hablen de tus hazañas. R.
Explicando tus hazañas a los
hombres,
la gloria y majestad de tu
reinado.
Tu reinado es un reinado
perpetuo,
tu gobierno va de edad en
edad. R.
El Señor es justo en todos sus
caminos,
es bondadoso en todas sus
acciones;
cerca está el Señor de los que
lo invocan,
de los que lo invocan
sinceramente. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este Salmo es una gozosa
alabanza al Señor que es ensalzado como soberano amoroso y tierno, preocupado
por todas sus criaturas. El centro espiritual de este canto está constituido
por una celebración intensa y apasiona de la realeza divina. En la predicación
de Jesús, el Reino, también un simbolismo central para expresar el proyecto
salvador de Dios que busca realizar en el ser humano una vida de alegría y
paz.
LECTURA DEL EVANGELIO
Lucas 10,1-9
“La mies es abundante y los obreros pocos”
En aquel tiempo, designó el
Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los
pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: "La mies es abundante
y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su
mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No
llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie
por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz en esta
casa". Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si
no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que
tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si
entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los
enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el Reino de
Dios." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El evangelio de hoy nos ofrece tres claves fundamentales para vivir la
experiencia del Reinado de Dios: La primera el llamado: Jesús convoca a setenta
y dos discípulos para que contribuyan con el proceso misionero–evangelizador,
los envía en medio de dificultades inherentes al anuncio y les pide sanar,
liberar, transformar. Segundo el signo de paz: en medio de un ambiente hostil,
en donde el imperio Romano hablaba de la “pax”, Jesús les recuerda a sus
discípulos que ese don sólo viene de Dios, que debe recibirse y compartirse,
por eso, no se impone se da gratuitamente, ir de casa en casa, llevando un
mensaje esperanzador, lleno de vida, construyendo el Reino, tiempo nuevo para
Israel. Tercero la oración: como un signo claro y visible de la fe puesta en
Jesús y en el proyecto de Dios, como una señal de confianza, de desprendimiento
y de certeza de que han sido enviados por el mismo Dios para ser signo de su
amor y de su misericordia. ¿Confío en los designios de Dios? ¿Qué signos de paz
constato en mi familia, trabajo, iglesia, comunidad?
ORACIÓN
La vida del misionero está
sometida a todo tipo de pruebas que se presentan cuando anhelamos caminar en su
proyecto, por eso necesitamos tu fuerza para no decaer en transmitir el mensaje
desde nuestros hechos de vida, que deben reflejar la diferencia y despertar el
deseo en otros hombres y mujeres de también querer seguir a Jesucristo. Te
pedimos con insistencia Señor, ayúdanos en la misión. Amén
“Una profunda
experiencia de Dios se debe comunicar a otras personas, para que conociendo
nuestro testimonio se abran a la acción del Espíritu”
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