martes, 1 de octubre de 2024

Domingo 20 de Octubre de 2024

 


“GLORIA, SIN PODER”

 

PRIMERA LECTURA

Isaías 53, 10-11

 

Cuando entregue su vida como expiación, verá su descendencia, prolongará sus años”.

 

El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación: verá su descendencia, prologará sus años.  Lo que el Señor quiere prosperará por su mano.

Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento. Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos. Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

La primera lectura de hoy, tomada de la segunda parte del libro de Isaías, nos habla de la misión del ‘siervo sufriente’, es decir, de aquel redentor del Pueblo de Dios que ofrece su vida para ver el nacimiento de una nueva posibilidad, de una nueva descendencia. Este poema nos habla más de esperanza, de tenacidad y de lucha que de sufrimiento pasivo o resignación. La misión del siervo del Señor no es ver su cuerpo destrozado, sino servir de puente para las nuevas generaciones de creyentes que se han de inspirar en su particular estilo de vida. Por esta razón la “nueva descendencia” no se refiere, ni en el texto ni en la interpretación cristiana, a los descendientes biológicos, sino a una nueva generación de personas comprometidas con la Causa de Dios en favor de su pueblo, el pueblo pobre, dolorido y oprimido.

 

Salmo responsorial: 32

R. / Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.

 

Que la palabra del Señor es sincera,

y todas sus acciones son leales;

él ama la justicia y el derecho,

y su misericordia llena la tierra. R.

 

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,

en los que esperan su misericordia,

para librar sus vidas de la muerte

y reanimarlos en tiempo de hambre. R.

 

Nosotros aguardamos al Señor:

él es nuestro auxilio y escudo.

Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,

como lo esperamos de ti. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

La frustración de los planes de las naciones no es más que el reverso de esa solicitud universal de Dios, siempre dispuesto a eliminar los obstáculos que se oponen a los designios de su Providencia. Pero Dios no está presente únicamente en los grandes acontecimientos de la historia, sino que penetra en el corazón de cada hombre y vela sobre los detalles más pequeños de la vida cotidiana.

 

SEGUNDA LECTURA

Hebreos 4, 14-16

 

Acerquémonos con seguridad a trono de la gracia

 

Hermanos: Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios. No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

El libro  que hoy leemos nos recuerda que Jesús ha sido probado en todo igual que nosotros, por lo que podemos tener confianza de ser bien comprendidos. No tenemos un sumo sacerdote incapaz de comprender a los débiles...sino que conoce nuestra debilidad y no nos deja solos.

También este libro,  nos insiste en un tema que con frecuencia se nos refunde en la memoria: la mediación de Jesús para comprender el designio de Dios. Si prescindimos de él, de lo que él hizo y de lo que él significa para nosotros, estaremos vaciando al cristianismo.  Digamos de entrada, que Cristo no condena el deseo de ser importante ni habla mal de quien quiere tener el primer puesto. Más bien se trata de mostrar en dónde radica la verdadera "importancia" y cuál es el "primer puesto" al que hay que aspirar. Esto es muy importante para poder entender en qué consiste la humildad cristiana: no es tanto "decir" que no me interesa lo que en realidad sí me interesa, sino encauzar ese interés según la mente de quien mejor me conoce y ama,  Dios y su esencia.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

Marcos 10, 35-45

 

“El Hijo del hombre ha venido para dar su vida en rescate por todos.”

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos del Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: "Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir." Les preguntó:- "¿Qué queréis que haga por vosotros?" Contestaron: "Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda." Jesús replico: "No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?" Contestaron : "Lo somos" "Jesús les dijo: "El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado." Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, reuniéndolos, les dijo: "Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos."  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

El evangelio, de Lucas, nos presenta una escena breve, un pasaje simple pero muy importante del mensaje de Jesús. Jesús establece con claridad su diferencia con el espíritu del mundo, el de los jefes de este mundo, que esclavizan a los suyos y se sirven de ellos; Jesús proclama que su actitud es exactamente la contraria: «No he venido a ser servido sino a servir», y «el que quiera ser grande, que sea el servidor de todos». Es un rasgo cristiano central, decisivo. Y sin complicaciones ni argumentos  teóricos: no se trata de creer doctrinas, sino de centrar la propia vida sobre la base del amor-servicio. No un amor cualquiera (romántico, sentimental, de bellas palabras...), sino un amor que se expresa en el servicio.

Veamos por otra parte como  el evangelista es consciente de la imperiosa necesidad de recuperar la memoria de las acciones, palabras y trayectoria de Jesús. Las jóvenes generaciones se sentían tentadas por un Jesús que se reducía a una idea, o a una propuesta simpática, pero, aunque esto era un buen comienzo, hacía necesario ir a la verdadera fuente de esa historia, que era la vida misma de Jesús en su célebre camino de Galilea a Jerusalén.

Precisamente una de las enseñanzas de Jesús fue su certera capacidad para develar las ambiciones de poder que se ocultaban en las intenciones aparentemente más buenas, como la de marchar con él hacia su destino. Jesús tiene esa gran capacidad de confrontar a todas las personas, y en el contraluz poner en evidencia todos esos movimientos  que hace la conciencia para evadir la voluntad de Dios y dejarse arrastrar por los seudo-valores de la cultura vigente que conducen a la búsqueda desaforada del poder.

 

ORACIÓN

Señor te damos gracias porque por la entrega del cuerpo, sangre y agua de tu Hijo nos has propiciado liberación, perdón y nos has conducido como discípulos(as) y servidores(ras) a tu Reino, en el cual servir, donarse y entregarse es reinar; ayúdanos en esta semana a descubrir el misterio redentor del sufrimiento y así ofrecer los nuestros por la liberación, la transformación de este mundo.  Ayúdanos a no perder el norte de nuestras vidas, que no sea la ambición de poder lo que prime en nosotros sino los valores de tu Reino. Amén   

 

“Según el mundo,  según  “la carne”, se piensa que el poder es para beneficio propio y para creernos importantes. Cristo nos enseña que sólo sirviendo a los demás, nos sentiremos llenos y verdaderamente felices y sin necesidad de oprimir a los demás”

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