“PARA DIOS TODOS SOMOS IGUALES EN EL BANQUETE DEL REINO”
PRIMERA LECTURA
1SAMUEL 9, 1-19
“Ese es el hombre de quien habló el Señor; Saúl regirá a su pueblo”
Había un hombre de Loma de Benjamín, llamado Quis, hijo de Abiel, de
Seror, de Becorá, de Afiaj, benjaminita, de buena posición. Tenía un hijo que
se llamaba Saúl, un mozo bien plantado; era el israelita más alto: sobresalía
por encima de todos, de los hombros arriba. A su padre, Quis, se le habían
extraviado unas burras, y dijo a su hijo Saúl: "Llévate a uno de los
criados y vete a buscar las burras". Cruzaron la serranía de Efraím y
atravesaron la comarca de Salisá, pero no las encontraron. Atravesaron la
comarca de Saalín, y nada. Atravesaron la comarca de Benjamín, y tampoco.
Cuando Samuel vio a Saúl, el Señor le avisó: "Ese es el hombre de quien te
hablé; ése regirá a mi pueblo. Saúl se acercó a Samuel en medio de la entrada y
le dijo: "Haga el favor de decirme dónde está la casa del vidente".
Samuel respondió: "Yo soy el vidente. Sube delante de mí al altozano; hoy
coméis conmigo, y mañana te dejaré marchar y te diré todo lo que piensas".
Tomó la aceitera, derramó aceite sobre la cabeza de Saúl y lo besó, diciendo:
"¡El Señor te unge como jefe de su heredad! Tú regirás al pueblo del Señor
y le librarás de la mano de los enemigos que lo rodean". Palabra de
Dios.
REFLEXIÓN
Samuel no estaba personalmente muy convencido de los beneficios de
nombrar un rey sobre los israelitas. De todos modos, fue obediente a Dios, y,
como escuchamos en la primera lectura, fue donde Saúl y le contó los planes
inesperados que Dios tenía para con él. Esta es una lección para nosotros,
porque vemos que el gusto personal no fue lo que tuvo fuerza en el corazón de
Samuel, sino que él permitió a Dios que fuera el jefe y el que guía... todo el
tiempo.
Una segunda lección nos viene de este mismo texto de hoy. Saúl no
resultó recibiendo simplemente una distinción sino un encargo. Es verdad que
Samuel le dijo: "El Señor te ha ungido como jefe de Israel, su
pueblo," pero también añadió: "librarás a Israel de los enemigos que
le rodean." El llamado y la misión, el honor y el deber van juntos, y esto
es algo que debemos recordar todos, especialmente si hemos recibido un
ministerio o servicio particular en la Iglesia.
SALMO RESPONSORIAL:
20
R. / Señor, el rey se alegra, por tu fuerza.
¡Señor, el rey se alegra por tu fuerza,
y cuánto goza con tu victoria!
Le has concedido el deseo de su corazón,
no le has negado lo que pedían sus labios. R.
Te adelantaste a bendecirlo con el éxito,
y has puesto en su cabeza una corona de oro fino.
Te pidió vida y se la has concedido,
años que se prolongan sin término. R.
OREMOS CON EL SALMO
La súplica del pueblo antes de la batalla ha sido escuchada y el Señor
ha concedido al rey una resonante victoria. El Salmo nos muestra una expresión
de alegre reconocimiento por las bendiciones concedidas al rey, en particular,
por el triunfo alcanzado.
LECTURA DEL
EVANGELIO
MARCOS 2, 13-17
“No he venido a llamar justos, sino pecadores”
En aquel tiempo, Jesús salió de nuevo a la orilla del lago; la gente
acudía a él y les enseñaba. Al pasar vio a Leví, el de Alfeo, sentado al
mostrador de los impuestos, y le dijo: "Sígueme". Se levantó y lo
siguió. Estando Jesús a la mesa en su casa, de entre los muchos que lo seguían,
un grupo de recaudadores y otra gente de mala fama se sentaron con Jesús y sus
discípulos. Algunos letrados fariseos, al ver que comía con recaudadores y otra
gente de mala fama, les dijeron a los discípulos: "¡De modo que come con
recaudadores y pecadores!"
Jesús lo oyó y les dijo: "No necesitan médico los sanos, sino los
enfermos. No he venido a llamar justos, sino pecadores". Palabra del
Señor.
REFLEXIÓN
Jesús sale al encuentro de toda persona,
principalmente de quienes la sociedad rechaza. Con ellas y desde ellas está
dispuesto a construir el Reino. Pero, antes, es importante que quienes queramos
seguirlo depongamos todo aquello que no nos dejará crecer en el seguimiento de
Jesús. En algo somos frágiles, en algo hemos de crecer; una parte de nosotros
debe cambiar para que el mundo cambie. Jesús llama a personas pecadoras para
que aprendan a vivir con dignidad. Como a Saúl, el aceite de nuestro bautismo
nos recordó que la vida se regenera cuando se la cura. La invitación es a
construir relaciones dignificantes, en las familias, comunidades, sociedades
que reconozcan su humanidad, en donde la política, la economía, la religión
están al servicio de la vida. Eres persona ungida no por mérito sino por puro
amor incondicional por parte de Dios; sólo espera la correspondencia a ese amor
providente. Que nuestra acción pastoral sea para alegrar y transformar. ¿Dónde
creemos que Dios nos está necesitando para iluminar y liberar?
ORACIÓN
Señor Jesús, regálanos tu Espíritu Santo, en Él ayúdanos a encontrarte
presente en nuestras vidas, a estar atentos para descubrir tu voluntad, para
que tengamos claro qué quieres de nosotros, qué esperas de nosotros, qué nos
das cuando nos amas, qué nos propones cuando nos llamas. Ayúdanos a optar por ti, tu camino, a no juzgar a los demás, a seguir nuestro proceso de conversión para iluminar y bendecir a los que nos rodean. Oramos, damos gracias y bendecimos la
vida de Rosa Reina en su cumpleaños. Amén.
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