lunes, 1 de febrero de 2021

Jueves 18 de Febrero de 2021

 


“CARGA CON TU CRUZ”

 

 PRIMERA LECTURA

DEUTERONOMIO 30,15-20

 

“Hoy te pongo delante bendición y maldición”

 

Moisés habló al pueblo, diciendo: "Mira: hoy te pongo delante la vida y el bien, la muerte y el mal. Si obedeces los mandatos del Señor, tu Dios, que yo te promulgo hoy, amando al Señor, tu Dios, siguiendo sus caminos, guardando sus preceptos, mandatos y decretos, vivirás y crecerás; el Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde vas a entrar para conquistarla. Pero, si tu corazón se aparta y no obedeces, si te dejas arrastrar y te prosternas dando culto a dioses extranjeros, yo te anuncio hoy que morirás sin remedio, que, después de pasar el Jordán y de entrar en la tierra para tomarla en posesión, no vivirás muchos años en ella. Hoy cito como testigos contra vosotros al cielo y a la tierra; te pongo delante vida y muerte, bendición y maldición. Elige la vida, y viviréis tú y tu descendencia, amando al Señor, tu Dios, escuchando su voz, pegándote a Él, pues Él es tu vida y tus muchos años en la tierra que había prometido dar a tus padres Abrahán, Isaac y Jacob." Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

Dios nos invita a elegir y a la vez nos apremia a tomar una determinada opción. Parece contradictorio: el Dios que me hizo capaz de bien y de mal luego me invita a que elija el bien y rechace el mal. Tal vez por eso algún existencialista dijo que el hombre estaba "condenado" a ser libre. ¿Por qué Dios, que sabe cuál es mi bien, abre para mí la tremenda posibilidad de no elegir ese bien?

 Es que el bien no es en primer lugar una "cosa" que hacemos, sino aquello que somos, aquello que alcanzamos a ser a través de los que decimos, pensamos, optamos y vivimos. Miremos en cambio en contraste con nosotros,  por ejemplo, a  los planetas, siguiendo rígidamente sus órbitas, o las plantas, cumpliendo las leyes de la biología, o los animales, obedeciendo sin protestas el curso de sus instintos. Esos bienes existen y tiene la altura y cualidad de los seres que los realizan, pero no pueden elevarse de allí a la consideración de su propio ser o de su propio obrar. Algo distinto quiso Dios para nosotros. Somos las únicas creaturas visibles que pueden decir "no" a sus propios impulsos y detenerse a sí mismos en el curso de los deseos que parecerían inevitables.  Dios, pues, nos ha creado con su poder, nos educa con su sabiduría y nos mueve con su amor. Quiere hacer verdad y realidad en nosotros un bien nuevo, un bien inédito entre las creaturas visibles: el bien de aquel que, en libertad, con lucidez y amor, se levanta sobre sí mismo y saluda con gratitud a su Hacedor.

 

 

SALMO RESPONSORIAL: 1

R. / Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.

 

Dichoso el hombre

que no sigue el consejo de los impíos,

ni entra por la senda de los pecadores,

ni se sienta en la reunión de los cínicos;

sino que su gozo es la ley del Señor,

y medita su ley día y noche. R.

 

Será como un árbol

plantado al borde de la acequia:

da fruto en su sazón

y no se marchitan sus hojas;

y cuanto emprende tiene buen fin. R.

 

No así los impíos, no así;

serán paja que arrebata el viento.

Porque el Señor protege el camino de los justos,

pero el camino de los impíos acaba mal. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este salmo, proclama la dicha de seguir fielmente la voluntad de Dios, manifestada para el israelita en la ley. Se contrapone a la suerte que tendrán los que siguen el camino opuesto. Jesús también proclama dichosos a los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen. Seguir “el buen camino” es seguir a Jesús, camino, verdad y vida. 

 

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 9,22-25

 

“El que pierda su vida por mi causa la salvará”

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día." Y, dirigiéndose a todos, dijo: "El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?" Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Seguir a Jesús no es como volverse "seguidor" de una estrella de cine, mucho menos simpatizante de algún líder político o incondicional de un predicador evangélico, de los que llenan plazas, estadios y miden su éxito por el grosor de la cuenta bancaria. Debe sorprendernos que existan seguidores así, más consumidores que auténticos discípulos. Jesús no pide renunciar a sí mismo para adoptar un modo enajenante de vida, sino justo lo contrario. En la cruz se mide la fidelidad a la coherencia de vida que exige el Reino de Dios.

Con la figura del Hijo del Hombre, queda claro que el seguimiento de Jesús exige tomar esa decisión a diario: ponderar los costos del discipulado. Ser cristiano no es asunto que se resuelva de una vez por todas, porque consiste en un modo de vivir tal que hace realidad la experiencia de Dios en medio de nosotros. Ser fieles a los criterios de vida y de acción de Jesús se tiene que verificar constantemente. ¿Qué motiva nuestra decisión de seguir a Jesús? ¿Cuál es el precio de nuestro discipulado?

 

ORACIÓN

Amado Jesús necesitamos aprovechar estos cuarenta días de interiorización junto a ti y el sentido de tu caminar de Belén a Jerusalén, desde la humildad y sencillez del pesebre, el crecer en gracia y sabiduría en una familia, el enseñar la Buena Nueva y asumir al pobre y necesitado hasta tomar la decisión de obedecer por amor al Padre. Tú, elegiste asumir la Cruz al decir la verdad y proteger a los excluidos. Cuánto nos falta para esto, Ayúdanos a tomar la mejor elección en favor de tu Proyecto de vida. Amén

 

“La búsqueda de todo cuanto es bueno es el primer paso para aprender a mirar la realidad con los ojos de Dios”

 

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