miércoles, 1 de julio de 2020

Viernes 10 de Julio de 2020


“EL ESPÍRITU PROTEGE Y CAPACITA”

PRIMERA LECTURA
OSEAS 14, 2-10

“No volveremos a llamar Dios a la obra de nuestras manos”

Así dice el Señor: "Israel, conviértete al Señor Dios tuyo, porque tropezaste por tu pecado. Preparad vuestro discurso, volved al Señor y decidle: "Perdona del todo la iniquidad, recibe-benévolo el sacrificio de nuestros labios. No nos salvará Asiria, no montaremos a caballo, no volveremos a llamar Dios a la obra de nuestras manos. En ti encuentra piedad el huérfano."
Yo curaré sus extravíos, los amaré sin que lo merezcan, mi cólera se apartará de ellos. Seré para Israel como rocío, florecerá como azucena, arraigará como el Líbano. Brotarán sus vástagos, será su esplendor como un olivo, su aroma como el Líbano.
Vuelven a descansar a su sombra: harán brotar el trigo, florecerán como la viña; será su fama como la del vino del Líbano. Efraín, ¿qué te importan los ídolos? Yo le respondo y le miro: yo soy como un ciprés frondoso: de mí proceden tus frutos. ¿Quién es el sabio que lo comprenda, el prudente que lo entienda? Rectos son los caminos del Señor: los justos andan por ellos, los pecadores tropiezan en ellos." Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
Aprender a confiar en el Señor es también aprender que no se puede confiar demasiado ni en las propias fuerzas ni en los recursos que solemos tener a mano, como son nuestras amistades, riquezas o negocios. Tal es la enseñanza principal de la primera lectura de hoy, tomada del profeta Oseas. Para situar mejor este texto en su contexto conviene recordar cuán pequeño resultaba Israel en comparación con las potencias económicas y militares que le rodearon siempre: Egipto, por la izquierda, Asiria y Babilonia por la derecha, estaban siempre al acecho para tomar posesión de la tierra de Israel, que, aunque pequeño, resultaba ser un corredor de comercio y lugar de paso de tropas sumamente estratégico.

Es explicable, entonces, que cuando los reyes de Israel se veían amenazados por algún vecino grande procuraban afianzarse en otro de los vecinos grandes. Así vino a volverse costumbre una especie de política de alianzas políticas, a menudo selladas con matrimonios de conveniencia e intercambios de culto. Los hechos, sin embargo, demostraron que estas alianzas en primer lugar no resultaban gratuitas y en segundo lugar terminaban deteriorando gravísimamente la fe del pueblo elegido.

Así entendemos cómo el proceso de la fe de los israelitas les llevó a expresiones como las que hemos oído hoy: "Ya no nos salvará Asiria, ya no confiaremos en nuestro ejército, ni volveremos a llamar 'dios nuestro' a las obras de nuestras manos." La respuesta del Señor no se hará esperar: "Yo perdonaré sus infidelidades, dice el Señor; los amaré, aunque no lo merezcan, porque mi cólera se ha apartado de ellos. Seré para Israel como rocío; mi pueblo florecerá como el lirio, hundirá profundamente sus raíces, como el álamo, y sus renuevos se propagarán."

SALMO RESPONSORIAL: 50
R/ Mi boca proclamará tu alabanza, Señor.

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R.

Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve. R.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza. R.

OREMOS CON EL SALMO
El Rey David es en este salmo el modelo de arrepentimiento. Tras haber cometido crímenes contra su prójimo, los confiesa como pecados ante Dios con arrepentimiento sincero: “contra Ti solo he pecado”. Desde el fondo de su corazón desea cambiar radicalmente su vida, e implora a Dios que no le niegue su amistad. Promete mostrar su agradecimiento sirviendo al Señor continuamente y enseñando a otros los Caminos Divinos, para que ellos también cumplan en todo la voluntad de Dios.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 10, 16-23

“No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre”

En aquel tiempo dijo Jesús a sus apóstoles: "Mirad que os mando como ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas. Pero no os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis; en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros.

Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres y los matarán. Todos os odiarán por mi nombre: el que persevere hasta el final, se salvará. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra. Creedme, no terminaréis con las ciudades de Israel antes de que vuelva el Hijo del hombre".  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Al escuchar de labios de Jesús las consecuencias de ese anuncio terapéutico y pacificador, desprovisto de poder y de dinero, que es el proyecto misionero de los discípulos de Jesús, nos viene la duda: ¿cómo es posible que este servicio a la humanidad que pretende curar dolencias y pacificar las vidas, se convierte en un proyecto amenazante para los promotores de ese mismo proyecto? Incluso un proyecto conflictivo en el seno de nuestras propias familias. ¿No será porque los ídolos del poder y del dinero se han instalado demasiado en corazones y estructuras y pretenden mantenerse?. Por eso se rebelan contra el proyecto del reino. Ese anuncio, ese proyecto les pone nerviosos, les resulta una amenaza a su proceder injusto y son capaces de perseguir al mensajero de las buenas noticias. Pero Jesús nos promete su Espíritu para seguir gritando esta noticia, y en el sermón de la Montaña, nos asegura que seremos felices si somos perseguidos por causa de la justicia.

ORACIÓN
Amado Dios, constantemente reconocemos que caminar siguiendo tus principios y obedeciendo tu Palabra, no es, ni va a ser fácil, por eso hoy más que nunca nos sentimos  necesitados(as) de ti y queremos pedirte  que sigas construyendo en nosotros un corazón nuevo, sigue puliéndonos, guiándonos y sosteniéndonos con tu precioso Espíritu, para no decaer y seguir fuertes frente a las acechanzas, dificultades y persecuciones. Amén.


“Nadie se realiza como seguidor de Jesucristo, si no permite al Espíritu Santo llevar su obra dentro de él”

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