miércoles, 1 de julio de 2020

JULIO 2020


“NO BAJES LOS BRAZOS”

Quisiera invitarte a reflexionar en este mes desde un personaje, muy importante para el pueblo judío en el Antiguo Testamento, Elías. Siendo un gran y poderoso profeta atraviesa también  por momentos de depresión y desanimo, dice 1ra de Reyes 19,9: “y en su desánimo Elías se escondió en una cueva donde pasó toda la noche. Y vino a él la palabra del Señor, el cual le dijo: ¿Qué Haces aquí escondido, Elías? Sal de tu cueva.”.  Todos como Elías en algún momento de la vida pasamos por situaciones de desilusión, desaliento o desánimo, y aún más nos puede estar pasando en este tiempo de confinamiento.

Una persona desanimada es como una persona muerta. Ha perdido su ánimo, sus sueños, su ilusión, su motor se ha apagado, no quiere continuar más (signos de depresión), es como pelear con los brazos abajo. La vida le golpea y no puede defenderse. No tiene muchas ganas de salir de su cueva o situación donde se ha escondido. Sé que hay situaciones que nos superan en nuestra debilidad, abaten y nos sorprenden; circunstancias inesperadas e indeseadas de las cuales no sabemos cómo salir. Entonces ¿qué hacer?, como diría el famoso comediante mejicano “Y ahora ¿Quién podrá defendernos?”

Encerrarse en sí mismo, entristecerse y deprimirse no va a solucionar la situación. Enojarse y ponerse de mal genio menos. Por eso si tú también como yo estás atravesando o has atravesado situaciones de desaliento, como Elías a causa de esta pandemia, de una enfermedad, de una crisis económica, familiar, emocional, espiritual, te quiero invitar a tener en cuenta conmigo estas sencillas y simples reflexiones para enfrentar los momentos de desánimo, desaliento o crisis:

1.         No lleves solo (a) la carga. En tiempos de crisis busca la compañía de alguien que esté capacitado para animarte y sostenerte, ¡No cualquiera! Uno que te escuche, que no te juzgue y se ponga a tu nivel para acompañarte; no intentes pelear las crisis solo(a), no te alejes de tu familia, pequeña comunidad y amistades, que sí te edifican y te pueden ayudar; no escondas tus sentimientos fingiendo que todo está bien. No te quedes solo(a) porque vas a desaparecer, busca alguien con quien hablar y orar.
2.         No te compares con otras personas: cada uno tiene su propia identidad y sufrimientos, aunque enfrente de manera diferente el dolor, esto te hace única. La meta en la vida no es competir con los sufrimientos y victorias de los demás, sino ayudarnos mutuamente; esa es la importancia de vivir en comunidad.
3.         No te dejes manejar por tus emociones: Las emociones son muy traicioneras; somos muy cambiantes. Nuestros sentimientos siempre tienden a confundirnos y en cualquier momento a traicionarnos, especialmente cuando estamos bajo presión. Allí es donde juega un papel muy fundamental la vida espiritual, tu fe por encima de tus emociones y las verdades bíblicas más que tus sentimientos.
4.         No exageres las cosas: Elías, sumido en una profunda depresión, le dijo a Dios: “He quedado solo y me buscan para matarme”. En realidad estaba exagerando; no era así. Había como siete mil fieles como él viviendo la misma situación y a veces peor en todo Israel. No exageres. No te hagas la víctima. Muchos sufren peores cosas que tú y yo.
5.         No te metas en tu cueva: Elías hizo eso. Las dificultades tienden a alejarnos, a llevarnos a escondernos de los demás (depresión). Los problemas hay que enfrentarlos y tratar de resolverlos. Muchos queremos encerrarnos en nosotros mismos, en nuestros cuartos, pero es la peor receta para enfrentar las crisis de tristeza y desanimo. Allí no vamos a encontrar la respuesta a nuestros interrogantes, y mucho menos la medicina para nuestra salud. El techo no tiene la solución a nuestros problemas. La solución está más arriba, en los cielos, es decir en Jesús. Ese Dios que sufrió más que tú y yo y lo soportó todo por amor. Él te entiende, en este momento de desánimo que, quizás, puedas estar atravesando en alguna área de tu vida. Jesús es el más interesado en levantarnos, animarnos y restaurarnos.

No puedes  bajar los brazos en estos tiempos difíciles,  Dios no nos abandona y nos ayuda a  levantarnos.  Que este tiempo de pandemia nos lleve a reflexionar que tenemos un compromiso de amor para con nuestra familia y con nuestra comunidad. Que estos  días  de pandemia  sean un tiempo para  acercarnos más al Señor, que no perdamos la esperanza, y entendamos que con este tiempo Dios tiene un propósito para nosotros, que aprendamos a  para valorar la vida, nuestra familia y comunidad;  que entendamos que debemos   protegernos  y con esto protegemos  a los demás .
 Y otra invitación es que además  Dios ponga en nosotros  un sentido de solidaridad para con los más vulnerables,  los más necesitados y los que sufren sobre todo en este tiempo  de cuarentena.

“La depresión y el desánimo se vencen con una fuerte dosis extra de ánimo que solamente se encuentra en Jesucristo y su proyecto de vida “  

Que la paz y la bendición de nuestro Dios de la vida les acompañe en este mes.


Roberto Zamudio 

2 comentarios:

  1. AMEN. Gracias Señor por esta bendita reflexión
    ...😊🙏😇

    ResponderBorrar
  2. Gracias Señor Todopoderoso por nuestro Amigo y hermano Roberto Zamudio y su equipo de trabajo por este Blog que nos alimenta y instruye Espiritualmente Bendiciones Abundantes.

    ResponderBorrar

Mensaje o Intercesión por: