miércoles, 1 de julio de 2020

JULIO 2020


“NO BAJES LOS BRAZOS”

Quisiera invitarte a reflexionar en este mes desde un personaje, muy importante para el pueblo judío en el Antiguo Testamento, Elías. Siendo un gran y poderoso profeta atraviesa también  por momentos de depresión y desanimo, dice 1ra de Reyes 19,9: “y en su desánimo Elías se escondió en una cueva donde pasó toda la noche. Y vino a él la palabra del Señor, el cual le dijo: ¿Qué Haces aquí escondido, Elías? Sal de tu cueva.”.  Todos como Elías en algún momento de la vida pasamos por situaciones de desilusión, desaliento o desánimo, y aún más nos puede estar pasando en este tiempo de confinamiento.

Una persona desanimada es como una persona muerta. Ha perdido su ánimo, sus sueños, su ilusión, su motor se ha apagado, no quiere continuar más (signos de depresión), es como pelear con los brazos abajo. La vida le golpea y no puede defenderse. No tiene muchas ganas de salir de su cueva o situación donde se ha escondido. Sé que hay situaciones que nos superan en nuestra debilidad, abaten y nos sorprenden; circunstancias inesperadas e indeseadas de las cuales no sabemos cómo salir. Entonces ¿qué hacer?, como diría el famoso comediante mejicano “Y ahora ¿Quién podrá defendernos?”

Encerrarse en sí mismo, entristecerse y deprimirse no va a solucionar la situación. Enojarse y ponerse de mal genio menos. Por eso si tú también como yo estás atravesando o has atravesado situaciones de desaliento, como Elías a causa de esta pandemia, de una enfermedad, de una crisis económica, familiar, emocional, espiritual, te quiero invitar a tener en cuenta conmigo estas sencillas y simples reflexiones para enfrentar los momentos de desánimo, desaliento o crisis:

1.         No lleves solo (a) la carga. En tiempos de crisis busca la compañía de alguien que esté capacitado para animarte y sostenerte, ¡No cualquiera! Uno que te escuche, que no te juzgue y se ponga a tu nivel para acompañarte; no intentes pelear las crisis solo(a), no te alejes de tu familia, pequeña comunidad y amistades, que sí te edifican y te pueden ayudar; no escondas tus sentimientos fingiendo que todo está bien. No te quedes solo(a) porque vas a desaparecer, busca alguien con quien hablar y orar.
2.         No te compares con otras personas: cada uno tiene su propia identidad y sufrimientos, aunque enfrente de manera diferente el dolor, esto te hace única. La meta en la vida no es competir con los sufrimientos y victorias de los demás, sino ayudarnos mutuamente; esa es la importancia de vivir en comunidad.
3.         No te dejes manejar por tus emociones: Las emociones son muy traicioneras; somos muy cambiantes. Nuestros sentimientos siempre tienden a confundirnos y en cualquier momento a traicionarnos, especialmente cuando estamos bajo presión. Allí es donde juega un papel muy fundamental la vida espiritual, tu fe por encima de tus emociones y las verdades bíblicas más que tus sentimientos.
4.         No exageres las cosas: Elías, sumido en una profunda depresión, le dijo a Dios: “He quedado solo y me buscan para matarme”. En realidad estaba exagerando; no era así. Había como siete mil fieles como él viviendo la misma situación y a veces peor en todo Israel. No exageres. No te hagas la víctima. Muchos sufren peores cosas que tú y yo.
5.         No te metas en tu cueva: Elías hizo eso. Las dificultades tienden a alejarnos, a llevarnos a escondernos de los demás (depresión). Los problemas hay que enfrentarlos y tratar de resolverlos. Muchos queremos encerrarnos en nosotros mismos, en nuestros cuartos, pero es la peor receta para enfrentar las crisis de tristeza y desanimo. Allí no vamos a encontrar la respuesta a nuestros interrogantes, y mucho menos la medicina para nuestra salud. El techo no tiene la solución a nuestros problemas. La solución está más arriba, en los cielos, es decir en Jesús. Ese Dios que sufrió más que tú y yo y lo soportó todo por amor. Él te entiende, en este momento de desánimo que, quizás, puedas estar atravesando en alguna área de tu vida. Jesús es el más interesado en levantarnos, animarnos y restaurarnos.

No puedes  bajar los brazos en estos tiempos difíciles,  Dios no nos abandona y nos ayuda a  levantarnos.  Que este tiempo de pandemia nos lleve a reflexionar que tenemos un compromiso de amor para con nuestra familia y con nuestra comunidad. Que estos  días  de pandemia  sean un tiempo para  acercarnos más al Señor, que no perdamos la esperanza, y entendamos que con este tiempo Dios tiene un propósito para nosotros, que aprendamos a  para valorar la vida, nuestra familia y comunidad;  que entendamos que debemos   protegernos  y con esto protegemos  a los demás .
 Y otra invitación es que además  Dios ponga en nosotros  un sentido de solidaridad para con los más vulnerables,  los más necesitados y los que sufren sobre todo en este tiempo  de cuarentena.

“La depresión y el desánimo se vencen con una fuerte dosis extra de ánimo que solamente se encuentra en Jesucristo y su proyecto de vida “  

Que la paz y la bendición de nuestro Dios de la vida les acompañe en este mes.


Roberto Zamudio 

PROMESA Y ORACIONES JULIO 2020

PROMESA BÍBLICA DEL MES

“Vengan a mí los cansados y agobiados que yo los hare descansar”
MATEO, 11,28


ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA

Hermoso Dios de la vida y el amor. Buenos días, que alegría poder estar contigo en intimidad, antes que comience el día, volver a sentir la necesidad de hablarte, de contarte mis dificultades, miedos, vacíos, necesidades y tantas cosas que no sé cómo solucionar. Sé que me amas y me puedes ayudar. Sé que la oración, la intercesión, tu Palabra y la comunidad son los soportes para mantener los brazos levantados y no desfallecer. Por eso me uno a ti cada día de este mes sintiéndome liberado(a) por ti y con el mayor regalo que es el Espíritu Santo guiándome. Gracias porque no todo está resuelto en mi vida y cada vez surgen situaciones y circunstancias que me hacen necesitar de ti y recibir la fuerza y sabiduría para enfrentarlas. Gracias por mi familia, mi comunidad fraterna, mis amigos amigas, compañeros(as) y vecinos(as), sé que a todos (as) también les cubres y ánimas en sus dificultades.
Me voy a mis quehaceres con la certeza de tu acompañamiento y amor como el Padre-Madre, buen Pastor, que nos apacienta, cuida y capacita. Amén 

ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA

Gracias amado Dios por todo lo que has hecho en mí ser a lo largo de este día. Sé que desde esta mañana que te he solicitado ayuda has estado pendiente de mí y has actuado en mi favor. Quiero pedirte que sigas actuando y, por la fuerza de tu Espíritu, me regales cada vez más compasión, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia, tolerancia, inteligencia, sabiduría y demás valores, ya que así podré sostenerme para no caer y tener calma en mi corazón para poder salir de toda dificultad, victorioso(a) 
Antes de dormir durante este mes llévame a reflexionar sobre la virtud de la reconciliación, a través de 2° de Corintios 5,18. , para así seguir transformando mi interior en busca de ser cada vez mejor ser humano que se une a la causa por un mundo fundamentado en el amor que produce justicia y por ende el poder vivir en la paz de los hijos e hijas de Dios.

Te pido por mi familia, mi comunidad, ministros del evangelio, gobernantes, por mi país, para que los bendigas, guíes, ilumines y también logren soportar sus dificultades con tu ayuda e ir obteniendo una comunión contigo, mi Señor. Amén

Miércoles 01 de Julio de 2020


“DIOS NOS LLAMA  A LA VIDA Y A LA JUSTICIA

PRIMERA LECTURA
AMÓS 5, 14-15. 21-24

“Retirad de mi presencia el estruendo del canto; fluya la justicia como arroyo perenne”

Buscad el bien y no el mal, y viviréis, y así estará con vosotros el Señor Dios de los ejércitos, como deseáis. Odiad el mal, amad el bien, defended la justicia en el tribunal. Quizá se apiade el Señor, Dios de los ejércitos, del resto de José. "Detesto y rehúso vuestras fiestas -oráculo del Señor-, no quiero oler vuestras ofrendas. Aunque me ofrezcáis holocaustos y dones, no me agradarán; no aceptaré los terneros cebados que sacrificáis en acción de gracias. Retirad de mi presencia el estruendo del canto, no quiero escuchar el son de la cítara; fluya como el agua el juicio, la justicia como arroyo perenne."  Palabra de Dios.
 REFLEXIÓN
Uno de los temas frecuentes en la predicación de los profetas es la denuncia del culto vacío, es decir: pretender honrar a Dios con sacrificios o solemnidades rituales, mientras que la vida le deshonra con rebeldía a su voluntad y con injusticias entre los hijos de un mismo pueblo. Es lo que encontramos en la lectura de hoy, que nos presenta un texto típico del ministerio de Amós. Dios no se deja comprar con unas ofrendas ni se ha puesto a la venta para que le sobornemos con costosos sacrificios. No le conmueve la armonía de la música si no hay la armonía de la concordia y la justicia. No le convencen discursos adornados si falta la belleza de un corazón que prefiere lo bueno a lo malo y lo justo a lo perverso.

Hay que destacar el llamado a la voluntad. Los actos que pide Amós son sobre todo actos propios de la voluntad: "Busquen el bien... aborrezcan el mal... implanten la justicia" Es bueno destacar esto porque nuestra cultura suele pensar que los deseos de la voluntad son como una especie de absoluto, de modo que una vez concebido un deseo ya no hay otra cosa que hacer sino buscar saciarlo. Y la exhortación de Amós muestra que podemos ser más dueños de nosotros de lo que solemos pensar.
Salmo responsorial: 49
R/ Al que sigue buen camino,  le haré ver la salvación de Dios.

"Escucha, pueblo mío, que voy a hablarte;
 Israel, voy a dar testimonio contra ti;
yo, Dios, tu Dios-." R.

"No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mí.
Pero no aceptaré un becerro de tu casa,
ni un cabrito de tus rebaños." R.

"Pues las fieras de la selva son mías,
y hay miles de bestias en mis montes;
conozco todos los pájaros del cielo,
tengo a mano cuanto se agita en los campos." R.

"Si tuviera hambre, no te lo diría:
pues el orbe y cuanto lo llena es mío.
¿Comeré yo carne de toros,
beberé sangre de cabritos?" R.

"¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?" R.

OREMOS CON EL SALMO
El Señor Juez supremo echa en cara a su pueblo el atribuir excesivo valor a los sacrificios de animales, y reprocha a los malos el no poner en práctica las exigencias de la alianza. El nuevo Testamento reconoce que el sacrificio de Cristo supera y hace caducos los antiguos sacrificios, pero nos recuerda también la necesidad de vivir de acuerdo con nuestra profesión de fe.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 8, 28-34

“¿Has venido a atormentar a los demonios antes de tiempo?
En aquel tiempo llegó Jesús a la otra orilla, a la región de Gadara. Desde el cementerio, dos endemoniados salieron a su encuentro; eran tan furiosos que nadie se atrevía a transitar por aquel camino. Y le dijeron a gritos: "¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido a atormentarnos antes de tiempo?" Una gran piara de cerdos a distancia estaba hozando. Los demonios le rogaron: "Si nos echas, mándanos a la piara". Jesús les dijo: "Id". Salieron y se metieron en los cerdos. Y la piara entera se abalanzó acantilado abajo y se ahogó en el agua. Los porquerizos huyeron al pueblo y lo contaron todo, incluyendo lo de los endemoniados. Entonces el pueblo entero salió a donde estaba Jesús y, al verlo, le rogaron que se marchara de su país.  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Pasar a “la otra orilla” puede ser una experiencia perturbadora. Una experiencia que saca de la zona de confort y nos desafía a mirar qué hay más allá de la orilla; esto puede causar una impresión fuerte; pero hay que hacerlo. Jesús no se instala en su casa de Nazaret. El hará que la salud llegue a los atormentados por enfermedades, para que la justicia y la misericordia de Dios llegue a todos sus hijos. Podrá suceder que los estadios que nos desafían hoy estén sacudidos por la violencia, la deshumanización y los tormentos que viven los pobres de Dios, pero también allá debemos pasar. Está bien Jesús que pases por nuestras orillas y nos mires, que eches fuera los miedos que nos paralizan, aquello que nos impide alzar el vuelo hacia la humanización, salir de la marginación y alcanzar la calidad de vida que tú quieres para nosotros, por eso te pedimos que venga tu Reino a nuestra vida y a nuestro pueblo. ¿Reflexionemos hoy  cuáles son los desafíos en nuestra  labor evangelizadora?

ORACIÓN
Señor cuando tú nos exhortas, haciéndonos ver nuestra oscuridad humana, muchas veces hay resistencia y muchos(as) prefieren seguir su camino sin ti viviendo a su parecer. Pero hoy Dios, te suplicamos que nos ayudes a cada uno(a) a ser verdaderos discípulos, a ser verdaderos evangelizadores, a cruzar la otra orilla, a dejar nuestra zona de “confort” para construir un mundo más humano, justo, solidario sobre todo con los necesitados y con los que sufren. Oramos, bendecimos y damos gracias por la vida de Santiago Parales en su cumpleaños. Amén


“Cristo, el gran misionero, nos invita a ir a la otra orilla, nos da lecciones básicas de lo que significa llevar el Evangelio donde nos quieren y donde nos rechazan y que lo hagamos antes de que se demasiado tarde”



Jueves 02 de Julio de 2020


LA PALABRA DE DIOS ES PORTADORA DE LIBERACIÓN”

PRIMERA LECTURA
AMÓS 7, 10-17

“Ve y profetiza a mi pueblo”

En aquellos días, Amasías, sacerdote de Casa-de-Dios, envió un mensaje a Jeroboam, rey de Israel: "Amós conjura contra ti en medio de Israel; la tierra ya no puede soportar sus palabras. Porque así predica Amós: "Morirá a espada Jeroboam. Israel saldrá de su país al destierro." Dijo Amasías a Amós: "Vidente, vete y refúgiate en tierra de Judá; come allí tu pan y profetiza allí. No vuelvas a profetizar en Casa-de-Dios, porque es el santuario real, el templo del país."
Respondió Amós: "No soy profeta ni hijo de profeta, sino pastor y cultivador de higos. El Señor me sacó de junto al rebaño y me dijo: "Ve y profetiza a mi pueblo de Israel." Y, ahora, escucha la palabra del Señor: Tú dices: "No profetices contra la casa de Israel, no prediques contra la casa de Isaac."
Pues bien, así dice el Señor: "Tu mujer será deshonrada en la ciudad, tus hijos e hijas caerán a espada; tu tierra será repartida a cordel, tú morirás en tierra pagana, Israel saldrá de su país al destierro." Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
La  lectura nos deja ver una escena típica de los que quieren controlar a Dios. En este caso es el sacerdote Amasías, quien, fastidiado de las denuncias del profeta Amós, quiere quitarlo de en medio.
Todo viene de que Amós ha denunciado la vaciedad del culto y el encargado de culto es Amasías. La falsa solución del sacerdote es deshacerse del profeta, alejándolo del santuario. La verdadera solución, desde luego, no es conservar el culto vacío y alejar al que lo denuncia, sino llenar de su sentido la vida y el culto como expresión de esa vida en alianza con el Señor.

SALMO RESPONSORIAL: 18
R/ Los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R.

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R.

La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R.

Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila. R.

OREMOS CON EL SALMO
Este salmo hace la alabanza de la revelación de Dios, primero en las obras de la creación y luego en la ley, para terminar con una humilde oración. La revelación de Dios  tiene su punto culminante en Jesús, Palabra definitiva de Dios, camino, verdad y vida.   

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 9, 1-8

“La gente alababa a Dios, que  da  a los hombres tal potestad”

En aquel tiempo subió Jesús a una barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. Le presentaron un paralítico, acostado en una camilla. Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico: "¡Animo, hijo!, tus pecados están perdonados". Algunos de los letrados se dijeron: "Este blasfema". Jesús, sabiendo lo que pensaban, les dijo: "¿Por qué pensáis mal? ¿Qué es más fácil decir: "Tus pecados están perdonados", o decir: "Levántate y anda"? Pues para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados -dijo dirigiéndose al paralítico-: "Ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu casa".
Se puso en pie, y se fue a su casa. Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
La acogida del reino de Dios comienza en el interior de las personas. Nos queda claro que por encima de los pecados está el amor y la misericordia de Jesús. Una práctica de fe que toma distancia del sufrimiento, que pone trabas y pretextos para hacer el bien no puede ser cristiana, ni tampoco es humana. No le hizo falta obediencia al paralítico para salir dando saltos de contento y encaminarse… Jesús le ha llamado “Hijo”. ¿Será que nosotros también somos mal pensados y rápidos en juzgar como los letrados? ¿Acaso en lugar de salir al encuentro del que está caído o del paralítico nos fijamos en sus defectos?. Ojalá que, como al profeta Amós y como muchos de los Mártires de América Latina y del Caribe, Dios nos arranque de nuestras seguridades y nos envíe a profetizar en nuestros ambientes, para que todos crean que el Hijo de Dios nos quiere como un Padre y que tiene, hoy y siempre, autoridad en este mundo.

ORACIÓN
Señor, Tú nos envías a hablar en tu nombre a nuestros semejantes, muchas veces lo que decimos no agrada, pero sabemos que si tu Espíritu nos ayuda para ser portadores de tu proyecto sanador y comunitario, muchas personas lograran abrir su corazón y ser liberados de todo lo que no les deja seguir tu propuesta de vida. Ayúdanos para no decaer  en la tarea de transmitir tu Palabra. Amén


“Con el poder de nuestra fe encarguémonos de nuestros hermanos para llevarlos a Jesús con nuestra oración, nuestro amor, nuestra esperanza”

Viernes 03 de Julio de 2020

“CREER ES NO PONERLE CONDICIONES A DIOS”

PRIMERA LECTURA
EFESIOS 2,19-22

“Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles”

Hermanos: Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois ciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él también vosotros os vais integrando en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu.  Palabra del Señor.
 REFLEXIÓN
Que Cristo sea la piedra angular, es comprensible, porque en Él y sólo en Él encuentra verdadera firmeza la vida. La vida no encontrará su cimiento mientras esté parada sobre mentiras, sobre engaños, sobre ignorancias, sobre oscuridades; pero todo esto es vencido por Jesucristo y Él, con su divina luz, manifiesta la verdad de Dios y la verdad del hombre.

Y como nosotros somos criaturas, cuando aparece la verdad de nuestro Padre Creador, su infinito amor, su providencia, entonces nuestra vida tendrá un verdadero  cimiento.

Mientras Cristo,  no es el dueño de nuestra voluntad, hay una espesa zona de tinieblas que se cierne sobre lo profundo del alma; y mientras tal cosa sucede es imposible que la vida adquiera firmeza, porque es como si los pies fueran por un lado, por un camino y la cabeza quisiera ir por otro camino. Pues bien, sólo en Cristo  nuestra vida, tiene sentido, tiene fundamento,  encuentra firmeza.

SALMO RESPONSORIAL: 116
R. / Id al mundo entero y proclamad el Evangelio

Alabad al Señor, todas las naciones,
 aclamadlo todos los pueblos. R.

Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre. R.

OREMOS CON EL SALMO
Este es el salmo más breve. Es un canto esencial de alabanza que en pocas palabras de oración son significativas y profundas para exaltar la alianza entre el Señor y su pueblo, dentro de una perspectiva universal. Nuestra alabanza se ha de expresar con la vida, antes que con las palabras. Seríamos poco creíbles si con nuestro salmo invitáramos a las naciones a dar gloria al Señor y no tomáramos en serio la advertencia de Jesús: «Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos»

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 20,24-29

“¡Señor mío y Dios mío!”

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: "Hemos visto al Señor." Pero él les contestó: "Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo."
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: "Paz a vosotros." Luego dijo a Tomás: "Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente." Contestó Tomás: "¡Señor mío y Dios mío!" Jesús le dijo: "¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Nuestra época, más que la de Tomás, está dominada por las certezas que provienen de las experiencias sensoriales. Para nuestra generación es más importante ver, oír y tocar que saber. Incluso con frecuencia se identifican las imágenes, el sonido o la información con el conocimiento. La espiritualidad cristiana reta esta manera de ver el mundo proponiendo una fe basada en el conocimiento de las enseñanzas de Jesús y el testimonio de sus seguidores. Y el reto nace de la convicción de que sólo podemos conocer a Dios amándolo y no de manera abstracta, porque el amor a Dios no es abstracto, es real, se ha hecho  concreto en el  amor en Jesús, su hijo amado. El evangelio de hoy nos presenta este mismo reto a través de la imagen de Tomás, quien, a pesar de haber conocido personalmente a Jesús se muestra desconfiado ante el testimonio de sus hermanos y hermanas en la fe. El camino de Tomás pasa por el encuentro directo con Jesús resucitado, precisamente en el momento en que está reunida la comunidad. La experiencia que vive Tomás lo lleva a reconocer cómo su búsqueda de evidencias físicas lo habían llevado lejos de la experiencia de fe de toda la comunidad.

Creer sin ver, abrámosle el  corazón a la posibilidad de la victoria de Dios más allá de las evidencias.  Jesús llama bienaventurados a los que creen con menos signos, es decir, a los que no reclaman signos para creer. No tengamos temor de apropiarnos esa bienaventuranza y de considerarnos felices en Cristo si, movidos por su Espíritu Santo hemos llegado a conocer el amor que Dios nos tiene y hemos llegado a creer en Él.

ORACIÓN
Señor, quienes tuvieron la dicha de compartir contigo el cotidiano de la vida cuando estuviste en la tierra, fueron llenos del Espíritu Santo, logrando desarrollar su misión con fuerza y amor de entrega, haciéndose modelo para quienes nos disponemos a continuar con esta labor, por favor ayúdanos para que logremos alcanzar el darnos plenamente, como ellos y ellas lo hicieron. También te pedimos que acrecientes nuestra tu fe, que podamos creer sin ver y vivir en victoria en medio de las circunstancias. Amén.

“Sólo sabe que Dios es Amor aquel que lo ha experimentado en su propia humanidad”


Sábado 04 de Julio de 2020


“DIOS ACTÚA RENOVÁNDOLO TODO”

PRIMERA LECTURA
AMÓS 9, 11-15

“Haré volver los cautivos de Israel y los plantaré en su campo”

Así dice el Señor: "Aquel día, levantaré la tienda caída de David, taparé sus brechas, levantaré sus ruinas como en otros tiempos. Para que posean las primicias de Edom, y de todas las naciones, donde se invocó mi nombre. -Oráculo del Señor-.
Mirad que llegan días -oráculo del Señor- en que el que ara sigue de cerca al segador; el que pisa las uvas, al sembrador; los montes manarán vino, y fluirán los collados. Haré volver los cautivos de Israel, edificarán ciudades destruidas y las habitarán, plantarán viñas y beberán de su vino, cultivarán huertos y comerán de sus frutos. Los plantaré en su campo, y no serán arrancados del campo que yo les di, dice el Señor, tu Dios."  Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Amós tiene una bien ganada fama de profeta duro. Sus protestas en contra de la injusticia, en contra del culto ritualista, vacío de corazón, y en contra de las pretensiones autoritarias del rey y del sacerdote, sus denuncias,  son suficientemente claras y drásticas como para que se viera en él un hombre revestido de toda la fortaleza de Dios.
Lo que hemos escuchado en este día es el final del libro de Amós. Y es importante ver que con la misma fuerza que se tiene para denunciar, se tiene para dar esperanza. Ahí, pues, tenemos una primera enseñanza para nosotros. El que tenga tanto coraje para decir los males, que tenga también inteligencia para encontrar soluciones.
Desde ese primer capítulo hasta el capítulo octavo, es Dios diciendo, con vigor cortante y drástico, su parecer sobre el mundo; es Dios contando lo que ve, denunciando lo que ve: la injusticia.
Pues todo ese vigor de ocho capítulos, apenas nos deja el final de este capítulo noveno para contar la esperanza. Si Dios nos ayuda, intentemos percibir cuál es la esperanza que anuncia. Amós era un campesino, un campesino cultivador de sicómoros,  y todas sus comparaciones son así, del campo. Si nosotros tomamos las comparaciones que nos ofrece en este capítulo, tienen algo en   común entre todas ellas, algo que podríamos resumir así: el esfuerzo humano alcanzará su fruto. Es muy interesante ver que lo que tiene en común todas estas imágenes del tiempo de la restauración en Amós, es eso, el esfuerzo humano no se va a perder, la cosecha dará su fruto.
SALMO RESPONSORIAL: 84
R/ Dios anuncia la paz a su pueblo.

Voy a escuchar lo que dice el Señor:
"Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos
y a los que se convierten de corazón." R.

La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R.

El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. R.

OREMOS CON EL SALMO
La experiencia del poder salvador de Dios en la historia de Israel, permite al salmista pedir a Dios que continúe y lleve a término esa acción salvadora. Su acción garantiza al pueblo la paz y la libertad. Esa experiencia se planifica en el acto salvador por excelencia realizado por Dios en la muerte y resurrección de Jesús. La justicia liberadora de Dios ofrece la paz a toda la humanidad.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 9, 14-17

“¿Es que pueden guardar luto, mientras el novio está con ellos?”

En aquel tiempo, se acercaron los discípulos de Juan a Jesús, preguntándole: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?"
Jesús les dijo: ¿Es que pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán. Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto y deja un roto peor. Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque revientan los odres; se derrama el vino, y los odres se estropean; el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así las dos cosas se conservan." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Tal parece que los discípulos de Juan el Bautista están anclados en una visión retrasada del proyecto de Dios en la historia. No se han actualizado. La alegría del Reino ya se deja sentir y la gente sencilla del pueblo de Jesús lo está celebrando en las sanaciones que han presenciado, en el seguimiento que algunos pescadores y otras personas han hecho del Maestro. Al Reino de ahora en adelante se accede por la fidelidad a Dios y el amor al pobre, no por penitencia y ritos vacíos. La complicidad entre el vino y los odres es la misma entre Jesús y su pueblo, para que el nuevo proyecto se conserve hay que participar de la fiesta, hay que alegrarse con el novio, vivir la alegría del evangelio, como dice constantemente el Papa Francisco. Al reino de Dios sólo se entra con un corazón nuevo. ¿Mi alegría por el reino contagia como el vino?, ¿Soy signo de la alegría en mi familia, en mi trabajo, en mi comunidad de fe?

ORACIÓN
Gracias Señor, porque nos llamas a permanecer contigo para ser personas renovadas, nuevas y que transmitimos la certeza de que Dios ha venido a nuestra condición humana y nos ha permitido entender el verdadero proyecto de liberación desde el amor.  Ayúdanos a ser el vino nuevo que atrae a otros y otras hacia ti. Amén.


"Hoy soy mejor que ayer y mañana seré mejor que hoy. Este es mi compromiso, porque Dios me hace marchar siempre hacia adelante”

Domingo 05 de Julio de 2020


“DEBEMOS APRENDER A APRENDER  DE JESÚS”

PRIMERA LECTURA
ZACARÍAS 9,9-10

“Mira a tu rey que viene a ti modesto”

Así dice el Señor: "Alégrate, hija de Sión; canta, hija de Jerusalén; mira a tu rey que viene a ti justo y victorioso; modesto y cabalgando en un asno, en un pollino de borrica. Destruirá los carros de Efraín, los caballos de Jerusalén, romperá los arcos guerreros, dictará la paz a las naciones; dominará de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra." Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
La profecía de Zacarías era ‘una piedra en el zapato’ para los fanáticos que en la época de Jesús buscaban un mesías triunfante y nacionalista. Zacarías nos ofrece una reflexión que sintoniza mucho con las grandes aspiraciones de las comunidades que, después del exilio babilónico, intentaron reconstruir la identidad nacional a partir de elementos universales, pluralistas y comunitarios. La esperanza del pueblo de Dios no podía estar en un guerrero triunfador como David ni en un diplomático equilibrista como Salomón. El pueblo quería algo diferente y definitivo. Atrás quedaron los modelos militaristas, administrativos y centralistas de todos los reyes de Israel y Judá. El pueblo quería una persona que fuera capaz de encaminar la nación por los rumbos añorados de la justicia, la paz y la solidaridad. El profeta Zacarías asume esta propuesta y la lanza a todo el pueblo de Dios como una gran utopía.

Para Zacarías, el nuevo gobernante debía distinguirse por la humildad, la justicia y su carácter pacífico. La humildad entendida como la capacidad para andar en la verdad, no como sumisión y conformismo. La justicia como pilar de una organización social en la que se le da a cada persona de acuerdo con sus necesidades y no según sus ambiciones. El pacifismo como la actitud básica para solucionar los inevitables conflictos que se presentan en toda organización humana. Tres cualidades que configuran una nueva forma de ejercer el poder. Sin embargo, Israel se estrelló con la ambición de algunos grupos minoritarios y poderosos que impusieron una teocracia centralista, prepotente y uniformadora. Fueron suprimidas de manera sistemática, todas las disidencias posibles y se le negó así al pueblo de Dios la posibilidad de intentar una utopía universalista, solidaria y transformadora. Se centró todo el poder en unas pocas familias que controlaban el Templo, el gobierno y la tierra. Así, los pobres de Yahvé no tuvieron la posibilidad de dar vida a su proyecto por falta de posibilidades económicas, de apertura política y de libertad religiosa.

SALMO RESPONSORIAL: 144
R. / Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey.

Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.
Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás. R.

El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R.

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R.

El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan. R.

OREMOS CON EL SALMO
Este Salmo celebra las grandes obras del Señor, que lo manifiestan como Rey justo y poderoso, a la vez bondadoso y lleno de misericordia hacia todas sus criaturas. El simbolismo que describe al señor como Rey será central también en la predicación de Cristo, es la expresión del proyecto salvador de Dios, el cual no es indiferente ante la historia humana; al contrario, con respecto a ella tiene el deseo de realizar con nosotros y por nosotros un proyecto de armonía y paz.

SEGUNDA LECTURA
ROMANOS 8,9.11-13

“Si con el Espíritu dais muerte a las obras del cuerpo, viviréis”

Hermanos: Vosotros no estáis sujetos a la carne, sino al espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo no es de Cristo. Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros. Así, pues, hermanos, estamos en deuda, pero no con la carne para vivir carnalmente. Pues si vivís según la carne, vais a la muerte; pero si con el Espíritu dais muerte a las obras del cuerpo, viviréis. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
En esta segunda lectura Pablo exhorta a la comunidad de Roma a vivir según el Espíritu de Dios, que es el mismo Espíritu de Cristo, que si no habita en los corazones de cada miembro de la comunidad no tendremos nada  que ver con Jesús y su proyecto de amor. Vivir sin el Espíritu del resucitado es dar lugar a aquellos impulsos y actitudes emocionalitas que nos hacen menos personas, menos seres humanos y más vulnerables a todo aquello que va contra la voluntad y el querer de Dios.
Habla de dar muerte con el Espíritu a las “prácticas del cuerpo”, es decir las obras que no benefician nuestras relación con nosotros mismos, con Dios y con los demás, que nos pueden hacer caer en pérdida de valores, como la vida, el orden y el amor, que solo satisfacen egoístamente las emociones y sensaciones del cuerpo, de la humanidad y no del Espíritu para un mejor modo de existencia. El Espíritu de Cristo nos fortalece en la comunión con Dios, con Jesucristo y con la comunidad eclesial, para así tener una vida más organizada y justa que es la que propone el Señor en su Reino. 

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 11,25-30

“Soy manso y humilde de corazón”

En aquel tiempo, exclamó Jesús: "Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
El evangelio de Mateo nos presenta a Jesús con las características mesiánicas de la profecía de Zacarías: una persona pacífica y humilde, apasionado por hacer realidad la Utopía de Dios. Por esta razón, Jesús no se identifica con los ideales acerca del Mesías, vigentes en su época. No hay en él el más mínimo asomo del militar aguerrido e irresistible que con un formidable despliegue eliminaría las pretensiones del imperio romano, ni del sacerdote excelso que con sus extraordinarias dotes santificadoras transformaría el Santuario de Jerusalén, ni del gobernante extraordinario que congregaría al pueblo de Israel disperso por el mundo. Jesús no comparte estos proyectos, como tampoco las extravagantes aspiraciones de los nacionalistas furibundos que veían en el imperio romano un peligro que no eran capaces de descubrir al interior de ellos mismos, la violencia incontenible.

Los ideales de Jesús estaban más cerca de las grandes tradiciones proféticas que aspiraban a que el pueblo de Dios fuera capaz de organizarse como modelo alternativo de sociedad. Por esta razón, valores como el pacifismo y la humildad eran urgentes y necesarios. El pacifismo obliga a asumir actitudes dinámicas de transformación social pero, al mismo tiempo, no se rinde a la imparable lógica de la violencia. La humildad, por su parte, exige reconocer en cada momento los propios límites de la existencia y las barreras intrínsecas de la historia. Humildad y pacifismo hacen de un proyecto tan grandioso e imponente como el reino de Dios, algo al alcance de los pobres y excluidos.

Jesús, sin embargo, sabía perfectamente que no bastaba con que el ‘rey’ o líder poseyera atributos excepcionales para que la situación cambiara. Para él, era necesario que una comunidad de hermanos y hermanas se comprometiera a vivir la alternativa, a demostrar al mundo que «otras maneras de organización eran posibles», que la lógica aparentemente inextinguible de la violencia podía ser controlada. Por esto, Jesús insiste en la necesidad de asumir el ‘suave yugo’ de la vida comunitaria y la ‘ligera carga’ de las opciones evangélicas. Pero, atención, esto no es para todo el mundo. Es necesario madurar la fe y crecer como personas antes de meterse en este proyecto. Porque para quien no ha crecido en la dinámica de la comunidad, sino que ve todo desde ‘afuera’, desde los valores sociales vigentes, los ideales de Jesús son una carga  y el ideal de la cruz una ideología insufrible. No podemos pedir a cualquiera que asuma la inmensa responsabilidad del pacifismo si toda su vida ha creído que la ‘ley del revólver’ es un destino inexorable. No podemos pedir mansedumbre a una persona a la que siempre le han enseñado que el control de los demás, las ambiciones de ascenso social y el arribismo son las herramientas para ‘progresar’ en la vida.

Jesús quiere una comunidad en la que los lazos de solidaridad, afecto y respeto hagan de un grupo humano una gran familia consagrada a la realización del Reino. Una comunidad en la que los sencillos, los pequeños, hallen un lugar de importancia y sean los gestores de una nueva manera de organizar las relaciones humanas. Porque, como dice Pablo, sólo el ser humano espiritual, o sea, el ser humano que se ha abierto a la acción del Espíritu de Dios, es capaz de vivir la vida en plenitud, es decir, en gozosa aceptación y armonía con la humanidad.

ORACIÓN
Señor, nos cuesta ser constructores de paz, presentarnos mansos y humildes. Llénanos de tu     Espíritu para hacer frente a una sociedad violenta, y llevar por doquier tu Palabra generadora de paz. Ayúdanos a buscar los medios que capaciten a la sociedad para deponer las armas, buscar la paz que sólo Dios puede dar y llevar una vida según tu voluntad, que es: el amor que produce justicia social. Amén.


“De nuestra debilidad Dios hace un puente para unirnos con Él”