viernes, 1 de febrero de 2019

Viernes 22 de Febrero de 2019

La Cátedra de San Pedro Apóstol

“OPINIONES RESPECTO A JESÚS”

PRIMERA LECTURA
1PEDRO 5,1-4

“Presbítero como ellos y testigo de los sufrimientos de Cristo”

Queridos hermanos: A los presbíteros en esa comunidad, yo, presbítero como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y partícipe de la gloria que va a manifestarse, os exhorto: Sed pastores del rebaño de Dios que tenéis a vuestro cargo, gobernándolo no a la fuerza, sino de buena gana, como Dios quiere; no por sórdida ganancia, sino con generosidad; no como déspotas sobre la heredad de Dios, sino convirtiéndoos en modelos del rebaño. Y cuando aparezca el supremo Pastor, recibiréis la corona de gloria que no se marchita. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Celebrando hoy la cátedra o enseñanza de San Pedro, apóstol de Jesucristo; la primera lectura nos habla en primera persona y hace una presentación de sí mismo, como presbítero, responsable y testigo de los sufrimientos de Cristo.  A continuación, hace unas recomendaciones dirigidas a los animadores o dirigentes responsables de la comunidad, con quienes el apóstol desea compartir el peso y el honor de las responsabilidades que Jesús ha puesto sobre sus hombros.  Insiste en invitarlos a apacentar, a vigilar, cuidar y ser modelos para el rebaño. A quienes han sido llamados en la comunidad a ejercer un ministerio de guía (pastor), los debe sostener y animar, el amor desinteresado a sus comunidades. Su espiritualidad debe ser la del servicio total, la plena entrega y la fidelidad sin condiciones. Si permanecen así, “cuando aparezca el supremo pastor, dueño del rebaño, recibirán la corona de la gloria, que no se marchita”.    

SALMO RESPONSORIAL: 22
R./ El Señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor,
nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre. R.

Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R.

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.

OREMOS CON EL SALMO
Dos imágenes, la del pastor y la del banquete, sirven al salmista para expresar la relación personal de amistad con Dios. Esas imágenes también las usa Cristo: él es el buen pastor y él nos invita a su mesa comunitaria, en la que se nos entrega en persona. 

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 16,13-19

“Tú eres Pedro, y te daré las llaves del Reino de los cielos”

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?" Ellos contestaron: "Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas." Él les preguntó: "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?" Simón Pedro tomó la palabra y dijo: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo." Jesús le respondió: "¡Dichoso tú, ¡Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
En contraste con el evangelio de Marcos, el de Mateo presenta la confesión de Pedro en una clave diferente. Desde luego, el texto menciona que Jesús se encuentra en la región de Cesarea de Filipo, y pregunta: ¿quién dice la gente que es el hijo del hombre? Este último título tiene su relación con el título del siervo de Yahvé del profeta Isaías. Así mismo, Mateo señala que Jesús es reconocido como un profeta, es decir, alguien que viene de parte de Dios. Luego, la pregunta es lanzada a los discípulos y Simón Pedro, como portavoz de ellos, declara a Jesús como el Mesías, el hijo de Dios vivo. Esta confesión es reconocida por el maestro con una bienaventuranza. En efecto, Jesús indica que dicha respuesta ha sido revelada por el Padre, por eso, la asignación del nuevo nombre Pedro, que le confiere una nueva vocación, una nueva misión: comprender y hacer propias las exigencias del Reino de Dios. Ahora bien, si preguntáramos a nuestros paisanos: ¿qué dicen ellos de nuestra vida cristiana? ¿Qué responderían?

ORACIÓN
Hoy recordamos al apóstol Pedro, Señor cuántos rasgos tenemos de él, a veces sabios y a veces necios, pero siempre dejándose guiar, aprendiendo y asumiendo la responsabilidad de ser tu discípulo y apóstol. Gracias por tu paciencia y exhortación para formarnos y hacernos rocas donde otros se pueden recostar. Ayúdanos a desarrollar nuestra labor de guías, orientadores y acompañantes de procesos de cambio y seguimiento hacia Ti. Amén   

“Pidamos que el Padre nos revele la esencia de Jesús 

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