viernes, 1 de febrero de 2019

FEBRERO 2019

“CUIDADO CON ALGUNOS ENEMIGOS DE LA BENDICIÓN”

Es bueno comenzando este nuevo año, tomar conciencia sobre algunos enemigos que vienen desde afuera y se quieren instalar dentro de nosotros y que su objetivo es quitarnos la paz, arrebatarnos los sueños, las ilusiones, la felicidad y robarnos la bendición. Cada vez se habla más de la relación entre el cuerpo y alma (Psiquis), miremos como más corriente de lo que creemos los pensamientos y las emociones afectan el desarrollo y la armonía del cuerpo. El filósofo Aristóteles afirmó: “Las pasiones influyen de una manera muy fuerte sobre el cuerpo, al igual que las fatigas cargas y tristezas”.  Nuestro cuerpo es como la playa, sobre la arena van quedando las huellas de todo aquello que nos sucede en el alma: El oleaje, las mareas altas y bajas, los pasos de cada persona, que quedan registrados dejando una huella muy profunda en nuestra vida.
Muchos estudios neuropsiquiátricos  aseguran  que “Todas nuestras emociones afectan necesariamente el cuerpo, las actitudes negativas crónicas pueden afectar la salud, la felicidad y el bienestar” (lo dice Boris Cyrulnik, prestigioso neurólogo y psiquiatra francés). Por ello es mejor estar alerta sobre  algunos tipos  de pensamientos, sentimientos y palabras negativas que pueden hacer mucho daño y nos roban la bendición:
1.      CONSTANTE LENGUAJE AUTODESTRUCTIVO: “Frases y pensamientos como: no soy nada, no valgo nada, nunca lo voy poder, toda la vida me va mal”. Son frases con una negatividad que muchas veces tienen un poder tan grande que paralizan, van más allá de lo que en realidad si somos capaces de lograr. Cuidado con ese lenguaje de maldición que atrae y genera maldición.
2.      PIENSA MAL Y ACERTARÁS: Somos muy mal pensados de nosotros mismos y de los demás.  Eso parece ser como la medida de todas las cosas. Antes de conocer a alguien ya estamos pensando mal. Antes de iniciar un proyecto ya lo estamos maldiciendo y atando. Pensar mal antes de comenzar y antes de conocer, es la actitud cobarde de quien pretende hacerse el sabio desde la distancia. No hay que dejarse llevar por falsos prejuicios para pensar y hablar que todo saldrá mal antes de comenzar.
3.      COMPARARSE CON OTROS: Compararse es una tentación habitual, porque la persona es un ser social por naturaleza y lógico que al conocer a otros tendamos a relacionarlos y compararlos con alguien. Este sí que es un gran error especialmente de los padres, abuelos, tíos, comparar a dos hermanos, pretender que todos sean iguales. Hay que tener claro que todos somos diferentes, que en esto está esa diferencia, la clave para descubrir grandes valores que ayudan a edificar la sociedad. No nos comparemos con nadie y no comparemos a los demás. Todos somos únicos e irrepetibles.
4.      ANCLARSE EN EL PASADO: La nostalgia y la melancolía son emociones que se deben dosificar.  Recordar el pasado con gratitud y aprendizaje. No valen lamentos de lo que fue ayer y no se hizo. No es verdad que todo tiempo pasado fue mejor; ese pensamiento y sentimiento nos puede llevar a quedarnos anclados en ese ayer. Le escuche a alguien decir: No insistiré más en el pasado, insistiré viviendo apasionadamente el hoy, lucharé por tomar mejores decisiones y seguiré adelante; ese debe ser nuestro lema.
5.      CULPAR A OTROS DE NUESTRA DESGRACIA: En ciertos momentos de la vida, persona o personas nos han hecho daño. Un jefe que despide injustamente a un trabajador, un socio que ha estafado a otro socio, un colega o compañero(a)  de trabajo que miente o es chismoso (a), un familiar que traiciona la confianza de la familia, una pareja  que ha sido infiel o ha engañado, son ejemplos de ello. Sin embargo en nuestra evaluación profunda de vida nunca debe ser el motivo o motor de achacarle la culpa a otros, por los errores que hemos cometido y por nuestors propios fracasos.
6.      NO PERDONARSE SU PROPIO ERROR: Todos absolutamente todos nos hemos equivocado, y seguiremos cometiendo errores, sabiendo que la misma naturaleza humana es imperfecta, y entonces qué sentido tiene ¿Qué yo me crea un perfeccionista y que me exija actuar como un dios? . No perdonarse a sí mismo es una gran tontería, es un signo de orgullo muy grande. Hay que saber analizar el error, reconocer a quien hemos hecho daño  y pedirle perdón y desde luego perdonarnos a nosotros mismos. A veces quien dice que no se perdona a si mismo puede esconder otras verdades, como la de que tiene miedo a que los demás no lo perdonen, o miedo al qué dirán o a sentirse humillado ante los demás,  hay que ser humildes.
7.      TENER MIEDO A FRACASAR: Me imagino que yo no soy la única persona que sufre de miedos de pronto a ti también te puede pasar. El miedo sí que hace daño, puede llegar a paralizar,  tenemos que luchar con nuestros miedos,  con los ojos puestos  en Jesús y con las armas espirituales para que esto no siga ocurriendo. Saber ponderar las dificultades que vamos a encontrar en el camino es muy positivo, pero nos ha de servir para pensar con qué medidas las venceremos, con el camino de la fe y nunca para cruzarnos de brazos y no actuar.
Bueno esto son simplemente algunos roba bendiciones que están al acecho para no dejarnos avanzar en el campo personal, familiar, laboral  y social.
Que el Espíritu del Señor Resucitado nos dé el ánimo, la valentía, la fuerza y la decisión para enfrentarlos y vencerlos.       
  
“LOS PENSAMIENTOS GENERAN SENTIMIENTOS, ESTOS GENERAN PALABRAS, Y LAS PALABRAS ACTITUDES.”
Dios les bendiga.
Roberto Zamudio

PROMESA BÍBLICA DEL MES

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.   Filipenses  4,13

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