jueves, 1 de noviembre de 2018

Domingo 25 de Noviembre 2018


“DIOS REINA DESDE LA CRUZ”

JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO

Llegamos con este domingo al final del año litúrgico. La conclusión es sencilla, y sirve de título para la solemnidad de hoy: Cristo es el Rey.

PRIMERA LECTURA
DANIEL 7, 13-14

“Su dominio es eterno y no pasa”
Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
La liturgia solemne de este día de triunfo, celebración de Cristo triunfador y Rey del universo; nos invita a levantar la mirada, a contemplar la esperanza ofrecida por Dios, creer y abandonarnos por el crucificado, para descubrir el honor y la gloria de Dios. En este contexto el profeta Daniel nos hace partícipes de su visión nocturna sobre un hijo de hombre que tiene en sus manos un poder eterno y un reino que jamás será destruido.
 Al llegar hoy al final del año litúrgico, la palabra de Dios ilumina nuestra vida nos abre inmensos horizontes de salvación, nos asegura que la salvación, el poder y el reino están en las manos del Señor.   Su poder eterno nos da la certeza de que, aunque tengamos que pasar por la muerte, nuestro destino final será una vida compartida con aquel que tiene la soberanía, la gloria y el reino adquiridos por amor en el madero de la cruz.  

SALMO RESPONSORIAL: 92
R./  El Señor reina, vestido de majestad.

El Señor reina, vestido de majestad,
el Señor, vestido y ceñido de poder. R.

Así está firme el orbe y no vacila.
Tu trono está firme desde siempre,
y tú eres eterno. R.

Tus mandatos son fieles y seguros;
la santidad es el adorno de tu casa,
Señor, por días sin término. R.

OREMOS CON EL SALMO
Este Salmo es un himno a la majestad de Dios, Rey y Señor de la creación. Esta se describe con el lenguaje de poemas orientales antiguos que hablan de la lucha entre el caos primitivo y el Dios Creador. La majestad de Dios sigue presente en sus enseñanzas y en el templo. La majestad de Dios resplandece más mientras más conocemos la inmensidad del cosmos; pero más admirable es su amor manifestado en el nuevo templo que es Cristo.    
SEGUNDA LECTURA
APOCALIPSIS 1, 5-8

“El príncipe de los reyes de la tierra nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios”
Jesucristo es el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos, el príncipe de los reyes de la tierra. Aquel que nos amó, nos ha librado de nuestros pecados por su sangre, nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios, su Padre. A él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. Mirad: Él viene en las nubes. Todo ojo lo verá; también los que lo atravesaron. Todos los pueblos de la tierra se lamentarán por su causa. Sí. Amén. Dice el Señor Dios: "Yo soy el Alfa y la Omega, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Esta segunda lectura del libro del Apocalipsis nos proclama el triunfo de Jesucristo, que por amor nos purifico del pecado y nos ha constituido en un reino de servidores para Dios su Padre. Es un canto o himno de todos los redimidos, de aquellos que han lavado sus vestiduras en la sangre del Cordero.  Es la celebración del triunfo definitivo del amor  sobre el mal y la muerte, sobre el mal, de la cruz que vence el pecado y de la vida que sepulta definitivamente la muerte. Por eso levantemos hoy la mirada, miremos al que viene triunfante, celebremos con el traspasado viviente la victoria definitiva de la vida, de la gracia sobre el pecado.     

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 18, 33b-37

“Tú lo dices: soy Rey”
En aquel tiempo, dijo Pilato a Jesús: "¿Eres tú el rey de los judíos?" Jesús le contestó: "¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?" Pilato replicó: "¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?" Jesús le contestó: "Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí." Pilato le dijo: "Conque, ¿tú eres rey?" Jesús le contestó: "Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz."  Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Jesucristo, en la comunidad de Juan proclama su reinado delante de Pilato, pero es  un reinado cuyo trono por amor es la cruz, en el cual no se triunfa sobre los otros quitándole la vida, sino, por el contrario dando la vida por ellos. El reino suyo no es de aquí, es el de la verdad y la justicia, pertenecen a este Reino los que escuchan su voz, la del revelador del Padre, la del enviado del Padre, la del que da su vida por sus ovejas y por sus amigos.  Contemplemos hoy al que es amor, el camino la verdad y la vida y esta crucificado. Siendo Él, la vida se entrega a la muerte, siendo  Él, Dios, muere como uno de  tantos   malhechores, pero resucita y sigue proporcionándonos  vida.
Celebremos y proclamemos con honor hoy el triunfo de Cristo Rey. Cristo Rey, porque su reino no es del mundo sino es el  Reino de Dios.   Porque la misión de Cristo es la verdad.   Porque el objetivo de Cristo es la liberación integral de todos los hombres.  Que hoy Él siga siendo el Rey y Señor de nuestras vidas, el “norte y la brújula que guía nuestros pasos.

ORACIÓN
Señor al descubrir y contemplar que estas en el trono de la plenitud del amor, la Cruz, ayúdanos a comprender y experimentar, que solo se puede reinar sirviendo al otro, dando la vida y entregándose a la muerte por la vida de todos. Nos gozamos, te alabamos y bendecimos por tu gran amor y porque sin merecerlo nos revelas la esencia de tu ser y de lo que debemos ser y hacer. Amén.


“No se trata de imponer a la fuerza un reino de la moral o del juicio sobre el mundo, sino de construir el Reino del amor y de la misericordia”

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